Testimonio de conversión: Jhonatan Fonseca

Jhonatan Fonseca

Les comparto el testimonio de Jhonatan nos ha enviado a ApologeticaCatolica.org, en el que nos cuenta como pasó del ateísmo al protestantismo y finalmente al catolicismo.

Mi nombre es Jhonatan Fonseca. Soy un joven colombiano, nacido en el Corregimiento de La Pacha, lugar tranquilo y chiquito ubicado en el departamento de Bolívar, nací y crecí entre dos familias que se identificaban con la iglesia católica en cuanto a concurrencia de algunos aspectos, mas no reflejan una devoción profunda hacia esa doctrina de fe, por lo que se me hizo fácil abandonar mis curso de preparación para realizar primera comunión y confirmación. Durante mi adolescencia experimente un comportamiento de mucha rebeldía, como dicen por mi región “vivía sin Dios y sin ley”, y así pasaban los días, terminando con matricula condicional mis estudios de secundaria en la institución educativa Nuestra Señora de Fátima en el municipio de Magangue. Para el año 2005 viajé a la ciudad de Valledupar y poco tiempo después inicié estudios universitarios de sociología en la Universidad Popular del Cesar, de donde me gradué para el 2012. Dúrate este periodo, me encontré con un profundo amor hacia el conocimiento y me adentre en mi carrera hasta lograr ser destacado como un alumno comprometido y talentoso que ya para el tercer año de estudios asesoraba a otros estudiantes, principalmente en estudios de teorías sociales y proyectos de investigación.

Allí, en ese punto, me definía como ateo y Dios no era sino el producto de la necesidad que tuvo el hombre de darle sentido y respuestas a sus preguntas sobre el mundo y sobre el hombre mismo. Al fin y al cabo así me l enseñaban las teorías más socialistas, y como me gustaban mucho estudiarlas, las considere importantes para mi formación. Pero fue en la universidad donde una vez me topé con un libro y un autor, un sociólogo, Max weber y su obra titulada “El capitalismo y ética protestante” quede fascinado por el abordaje de aquel autor y allí me tope por vez primera con un análisis religioso desde la sociología, me quede interesado por seguir estudiando la religión y así iniciaría mi fijación intelectual por los temas de la religiosidad y la fe en distintas proyecciones.

A finales de mis estudios inicié mi tesis y decidí hacer una investigación asociada a la religión y lo hice. Mi tesis de grado la titule “Incidencia de las creencias religiosas en a convivencia entre los miembros de la iglesias católica y pentecostal unida de Colombia que habitan en el barrio los fundadores de la ciudad de Valledupar”. Para entonces, ya había entrado en contacto con algunas congregaciones protestantes con el fin de conocer su doctrina más de cerca, al igual con algunas circunstancias históricas del catolicismo, básicamente el periodo colonial de la evangelización en América, que desde la sociología e historia es llamado como Romanización en América. Estando cerca a posiciones protestantes, inicie a desarrollar una tendencia anticatólica que daría como resultado una enérgica posición crítica hacia la que consideraba la doctrina más profana de todas, la católica.

Seguía formando mi posición protestante y anticatólica en la fe, pero cuando buscaba universidad para iniciar estudios de posgrado, una buena tarde me encontraba meditando sobre todos estos temas y la HONESTIDAD INTELECTUAL me hablo y me dijo “¿Entonces piensas que la doctrina católica es la más aberrante de todas sin conocerla? Que mal profesional y futuro especialista en docencia resultaste? Fue en ese instante donde pude concebir lo deshonesto de mi posición anticatólica y me dije a mi mismo “ok, revisare parte de esa doctrina, tal vez sea peor de lo que dicen”, lo primer que averigüe sobre la Iglesia Católica fue la vida de san Francisco de Asís, İcomo olvidarlo!. Me parecía una vida de un hombre de otra iglesia y continúe con san Antonio de Padua y el padre Pio. Entre más estudiaba la vida de los santos, más me sorprendía y ya comenzaba  a confundirme mucho. Trate de encontrar respuestas en el mundo protestante, pero todas flojas y simplistas para mi querer intelectual. Así que seguí estudiando más sobre la Iglesia Católica y me fueron cautivando tantas maravillas de la fe juntas, pero mi problema serio estaría cuando decidí confrontar las dos tendencias (protestantes – católica) con las sagradas escrituras y para ello, atendí también, las versiones bíblicas propias de cada doctrina.

Me encontraba con varios dilemas teológicos serios que debía atender y no os iba a evitar, entre los cuales se encontraban los siguientes:

  1. ¿Si Jesús fundo una iglesia que perduraría, en donde estaba?
  2. ¿Si el contexto bíblico muestra la institución sagrada de la eucaristía, como entenderla en la fe?
  3. ¿Si Jesús y el Espíritu Santo afirmaron la unidad de la iglesia, porque tantas “verdades en el panorama religioso?
  4. ¿Qué pasa con la historia de la iglesia y como valorar las enseñanzas establecidas a través de la sucesión apostólica?
  5. ¿Cuál fue el papel de los apóstoles y a virgen María dentro del plan de salvación?

Estos y muchos otros puntos me llevaron de manera integral a la realidad de la Iglesia Católica y mientras más estudiaba más me convencía de la integralidad divina de esa institución que trabaja bajo las riendas del Espíritu Santo.

Estando ya en dirección de la Iglesia Católica fui profundizando más y más y ya no solo tenía las respuestas que me aquejaron en mi crisis, sino que, vislumbraba una armonía absoluta entre Escrituras, Magisterio, Catecismo, Padres de la Iglesia, historia – Tradición, Teología y sentido común, Y además, esta Iglesia me brinda todos los medios para lograr mi salvación. Todas las piezas empezaron a cuadrar con armonía, fue hermoso, ya tenía la verdad frente a mí y la cogí, pues no pude negarme.

Ahora camino por las sendas del señor Jesús y su Iglesia conmigo siempre El Paráclito que me motiva, enseña y guía, ahora lucho sin cesar por la corona de la salvación y a su vez, por la de otras y otros.  Después de poco más de dos años de estudios y compromisos con la fe de nuestro señor Jesucristo, estoy listo para recibir los sacramentos de iniciación que me faltan, confirmación y comunión y pienso que voy a morir cuando comulgue con mi Señor Jesús, he llorado en varias misas por el deseo de comulgar a mi Cristo, junto con mi mentor espiritual hemos acordado un tiempo cercano para hacerlo y estoy tan ansioso y nervioso que sol con contárselos a ustedes no puedo evitar llorar, hoy o solo me he encontrado con el Padre, Hijo y Espíritu Santo en la Santa Iglesia Católica. Hoy tengo a Jesús y todo lo que es El, lo Amo a Él junto que a su Madre, que es mi Madre, es mujer que no sale de  mi mente y me cobija con su amor materno, porque el PADRE TODOPODEROSO nos ha dado una familia y en ella quiso también una madre para nosotros.

Ahora que tengo mi mirada, corazón, actuación, pensamiento, palabra, espíritu y todo mi ser apuntando a JESUS, el enemigo común me ha mostrado sus garras, ahora me odia y no se resiste a aceptar que me perdió, ahora mi lucha es muy dura, sufro los ataques de unas fuerzas internas (concupiscencia) y externas (mundo – Satanás) que me invitan a despreciar a mi señor Cristo, a alejarme. PERO NO HAY MARCHA ATRÁS, no dejare de a Amar a mi señor Jesús, es difícil resistir las tentaciones integralmente, pero el Espíritu Santo a diario me enseña y me lleva de la mano hacia la santidad, mi espíritu sigue siendo alimentado por la gracia de Dios y mi carácter es mucho más fiel y en ese progreso el maligno ha ido modificando sus métodos, pues no se resiste a dejarme, es su papel, me odia tanto que intentara destruirme por completo, ¿que no haría el enemigo, si nuestro PADRE CELESTIAL, JUNTO A JESUS Y EL PARACLITO no nos tuvieran de la mano? Ahora soy inmensamente dichoso y hasta en el combate me regocijo porque cada que se superan las tentaciones se reafirma la Gracia de Dios en mi vida, bendito sea el Señor Jesucristo, nuestro Salvador.

Apelo a la oración intercesora para conmigo y todas las personas que amamos a Jesús y pretendemos estar en comunión con su Señorío, para que las fuerzas del mal no nos venzan, ni se aprovechen de nuestras debilidades para querer desvirtuar la realidad de la Salvación, sino que por el contrario, encontremos el rostro de Cristo en toda circunstancias, momentos, lugares y personas. Yo pido rogando a la Santísima Trinidad, para que siguiendo el ejemplo de nuestra Santa Madre nos admiremos de las obras de Dios y le digamos SI.

Que EL AMOR DEL PADRE, LA GRACIA DEL HIJO Y LA COMUNIÓN DEL ESPÍRITU SANTO este y permanezca en ustedes, con amor en Cristo y María, Jhonatan Fonseca Rodríguez, indigno seguidor de Cristo Jesús.