Don Ángel Marzal Sánchez nació en Saucedilla, provincia de Cáceres, diócesis de Plasencia. Cursó cinco años de Latín y Humanidades, y tres años de Filosofía en el Seminario Diocesano de Plasencia. Fue a Roma donde en cuatro año obtuvo la Licenciatura en Sagrada Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, y en dos años la Licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico. Fue ordenado sacerdote en Roma en el año 1958. Ese año le fue concedida la facultad de biritualismo, poder celebrar la Santa Misa y los Sacramentos en el rito Bizantino y Latino.

–¿Cómo empezó su pasión por los idiomas?

–Siempre he sentido especial predilección por el estudio de las lenguas. En nuestro Seminario fui profesor de Hebreo e inglés, entre otras asignaturas, una etapa que recuerdo con cariño. En ese tiempo traduje del hebreo al castellano los libros bíblicos Eclesiastés y Proverbios para la Santa Biblia, publicada por la Editorial San Pablo. En 1963 me fui a Chicago donde estuve 50 años dedicado al estudio, la enseñanza, la investigación y el trabajo pastoral. Allí estudie en la Universidad Asiriología recibiendo un doctorado en este campo. Para conseguirlo tuve que leer más de 4.000 tablillas escritas en cuneiforme encontradas en las excavaciones de una ciudad llamada Mari, al norte de Mesopotamia, destruida por el rey Hammurabi, de Babilonia.

–¿Por qué escogió ese tema en su tesis doctoral?

–Por ser del tiempo y lugar de Abraham. En mi tesis reconstruyo la organización de la ciudadestado de Mari, unos 1.780 años antes de Cristo.

–A lo largo de estos años dedicado al estudio, ¿tendrá mucho material bibliográfico?

–Dada mi dedicación al estudio en 50 años conseguí una biblioteca personal rica, extensa y variada. Con libros en español, italiano, inglés, francés, alemán, latín, griego, egipcio jeroglífico, sumerio, acadio…Pero traer todo eso a España era muy costoso y lo doné a la Universidad de Chicago.

–Lo que sí conserva son piezas del rito bizantino, ¿verdad?

–Así es como recuerdo del hermoso rito bizantino me traje algunas piezas con nombres que a los españoles les resultan raros. Como una especie de sotana exterior amplia llamada “exorason”, un sombrero cilíndrico “skouphos” o “kamilvkion”, un velo que cubre el sombrero “epanokamelavkion”. Todo este conjunto en ruso se llama “klovuk”. El “antimesion” que es una especie de corporal consagrado que sirve como altar portátil para la Liturgia, la Cruz pectoral de Archimandrita, rango honorífico que recibí del arzobispo Cyril Salim Bustros en Chicago. Y que me convirtió en el primer y único Archimandrita católico español en los Estados Unidos y en España. También en mi colección tengo algunos iconos de la iglesia copta en papiro, una réplica de tableta pictográfica de 2.200 antes de Cristo y una réplica de tablilla cuneiforme, entre otras cosas.

(Iglesia en Plasencia)