La mujer le planteó un ultimátum: o el niño o yo

Un neozelandés se queda con su hijo con Síndrome de Down mientras la madre armenia se desentiende de ambos

 

Cuando Samuel Forrest escuchó por primera vez el llanto de su hijo recién nacido sabía que le cambiaría la vida, pero nunca imaginó de qué manera. Leo, quien nació el pasado 21 de enero en un hospital de la ex república soviética de Armenia, tiene Síndrome de Down. Pocas horas después del nacimiento, la esposa de Forrest le dio un ultimátum: o daba en adopción al pequeño o se divorciaba de él. La mujer, Ruzan Badalyan, se negó a mirar e incluso a tocar al bebé, pues en la cultura armenia un niño así se considera una vergüenza para toda la familia.

9/02/15 9:19 AM


(Periodista Digital/InfoCatólica) Ver a su hijo tampoco fue fácil, relató Forrest:

«Esta pediatra salió de la habitación con un pequeño paquetico... Ella tenía el rostro cubierto y las autoridades del hospital no me dejaban ni ver a mi esposa. Cuando el médico salió, me dijo: hay un problema serio con su hijo».

Cuando lo vio, todo cambió

Cuando finalmente pudo entrar a la habitación, los médicos le comunicaron que el bebé había nacido con Síndrome de Down. «Tuve algunos momentos de shock», confesó Forrest. Pero entonces vio a su hijo por primera vez:

«Me llevaron a ver a Leo y miré a este chico y me dije, es hermoso. Él es perfecto y definitivamente me quedo con él».

La reacción de la madre del niño

Forrest fue a la habitación de su esposa con Leo en brazos, donde recibió la segunda sorpresa: un ultimátum de que debía darlo en adopción o divorciarse de ella.

Contactada por ABC News, Badalyan confirmó que había tenido un hijo con esa discapacidad y se había separado de su esposo, pero se negó a dar más detalles.

Según Forrest, una semana después de dar a luz, la mujer que fue su esposa durante 18 meses le presentó el divorcio.

«No es lo que quiero», dijo el hombre. «Ni siquiera tuve la oportunidad de hablar con ella en privado acerca de esto»

Forrest desconocía completamente las prácticas de los hospitales de Armenia con niños que padecen de Síndrome de Down. «Lo que sucede cuando un bebé como este nace aquí es que le dicen que usted no tiene que quedárselo», relató. «Mi esposa ya lo había decidido, por lo que todo esto se hizo a mis espaldas».

Forrest, quien trabaja como contratista de negocio de manera independiente en Armenia, quiere retornar a su país natal, Nueva Zelanda, donde recibirán el apoyo de sus familiares.

Pero su situación financiera no es boyante, y por eso estableció una página en la plataforma GoFundMe, titulada «Llevemos Leo a casa», para buscar ayuda financiera.

«La meta es recaudar lo suficiente para un año, y conseguir un trabajo a tiempo parcial y que Leo no tenga que permanecer en la guardería y yo pueda ayudar a cuidarlo. Ya ha perdido mucho en dos semanas. Sería diferente si tuviera a su mamá», dijo Forrest.

Generosidad

Gracias a la generosidad de miles de personas, Samuel y Leo han recaudado más de 357.000 dólares en tan sólo 10 días.

Forrest ha estado trabajando con grupos no gubernamentales que buscan crear conciencia sobre la discapacidad que padece su hijo, y planea donar el dinero extra recaudado a niños armenios que padecen el Síndrome de Down.

«También nos gustaría compartir los fondos excedentes con el único orfanato en Armenia que regularmente recibe bebés con Síndrome de Down, así como con otras organizaciones que pueden ayudar a estos niños», declaró al diario británico The Daily Mail.