Don Pedro Sánchez debería leerse la Constitución

 

El actual líder del PSOE, que ya veremos si llega como tal a las próximas elecciones generales, ha dicho que tiene intención de llevar en su programa la revisión de los acuerdos -no Concordato- entre el Vaticano y el Reino de España. También ha afirmado que cree en un estado laico. Y además nos cuenta que se siente «más identificado» con una enseñanza en la que prime la asignatura de la Educación para la Ciudadanía. 

Igualmente parece que no le gusta que la asignatura de religión sea materia evaluable y añade que la misma podría darse perfectamente en horario extraescolar.

Bien, vamos por partes:

1- La Constitución española no dice que España sea un estado laico, sino aconfensional. No es lo mismo. 

Artículo 16
1- Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.

2-Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.

3- Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.

Por tanto, si don Pedro quiere un estado laico, tiene que cambiar ese artículo

2- La Constitucion española defiende el derecho de los padres a que sus hijos sean educados conforme a sus creencias y valores.

Artículo 27.3

Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

Por tanto, si al señor Sánchez quiere para sus hijas la asignatura Educación para la Ciudadanía, me parece muy bien. Pero que respeto el derecho de otros padres a que sus hijos sean formados conforme a los principios y valores de la religión que profesen, obviamente dentro del respeto a otras religiones -p.e, no se puede admitir que unos padres enseñen a sus hijos que hay que degollar “infieles-. En ese sentido, ¿por qué la asignatura de religión confesional ha de ser sacada del horario lectivo y la que le gusta a don Pedro no?

3- Respecto al carácter evaluable de la asignatura de religión, no tiene sentido oponerse. De la misma manera que para saber cuántas matemáticas sabe un crío, habrá que examinar si sabe sumar, restar, multiplicar, dividir, hacer ecuaciones, etc, para saber si conoce cuál es la religión que está estudiando, habrá que examinarles sobre sus dogmas, credo, oraciones, etc.

Acabo diciendo que resulta un tanto inquietante que un socialista español quiera hacer una ley de libertad religiosa, siendo que su concepto de la misma chocará previsiblemente con el que tienen algunas, quizás todas, las religones en nuestra nación. No parece que antes los muchos problemas que tiene este país sea necesario abrir otro conflicto que solo servirá para reabrir viejas heridas y causar nuevas.

 

Luis Fernando Pérez Bustamante