“Pensemos en los hijos no deseados o abandonados, en los niños de la calle, sin educación ni atención sanitaria, en los chicos maltratados, a los que les roban su infancia y su juventud… Es una vergüenza para la sociedad y un grito de dolor dirigido directamente al corazón del Padre” expresó el Obispo de Roma ante multitud de fieles y peregrinos llegados a la plaza de san Pedro para la Audiencia general de este miércoles 8 de abril.

Retomando la catequesis sobre la familia el Papa Francisco dijo en esta ocasión que muchos niños sufren “historia de pasión”, que un niño nunca puede ser considerado un error. “El error es del mundo de los adultos, del sistema que hemos construido, que genera bolsas de pobreza y violencia, en las que los más débiles son los más perjudicados”.

Francisco afirmó que los niños son responsabilidad de todos, que los padres no deberían sentirse solos en su tarea, que la estabilidad social y la promoción de la familia, la ausencia de delincuencia y la posibilidad de un trabajo digno… contribuyen, sin duda, a asegurarles un hogar, para después asegurar que “tratándose de los niños, ningún sacrificio es demasiado costoso”.

“Podemos estar seguros de que Dios no se olvida de ninguno de sus hijos más pequeños” dijo, y recordó que Jesús los trató con especial predilección”. Asegurando que la Iglesia “siempre ha transmitido a los niños y a sus familias la bendición del Señor, poniéndose a su servicio con solicitud maternal y defendiendo con decisión sus derechos”.

El Sucesor de Pedro concluyó invitando a pedir a Dios “para que nunca más tengan que sufrir los niños la violencia y la prepotencia de los mayores”.