Ars Málaga, Palacio Episcopal, inaugura el 16 de abril una magna exposición titulada Huellas. Cinco siglos de arte sacro en 600 metros cuadrados con piezas que salen por primera vez de los lugares a los que pertenecen. Entrevistamos al sacerdote y director de Ars Málaga Miguel Ángel Gamero

-¿Por qué Huellas?

-Esta palabra tiene dos acepciones, una primera que es la que conocemos todos, una señal que se queda impresa tras el paso de alguien. Y por otro lado, el sentido de que todo tiene la huella de Dios. Todo este patrimonio de la Diócesis es un legado, una huella que nos ha dejado el pasado que queremos revivir, que siga comunicando lo que pretendieron sus autores y ver que le dicen a la persona hoy.

-¿Qué vamos a encontrar en esta exposición?                                                            

-Aunque ya llevábamos una andadura. Tras acondicionamiento delassalas de arriba queríamos que este espacio se inaugurase con una exposición de arte sacro de la Diócesis de Málaga. Se trata de una exposición propia de todo lo que ha generado la historia de la Iglesia de Málaga. Son obras de arte desde el siglo XV hasta nuestros días. Queremos que estén representadas la mayor parte de las zonas de Málaga donde el patrimonio se ha mantenido a lo largo de los años.

-Arte e iconografía de la Iglesia de Málaga.                                                                

-Sí, vamos a representar los misterios de la vida de Cristo y de la Virgen además de la iconografía simbólica de Cristo y su madre. La devoción a la Virgen es tal y su representación tan abundante que es imposible hacer una exposición de arte sacro de la Diócesis sin la figura de la Virgen. 

-¿Cómo han articulado esta magna exposición?                                                        

-La disposición de las salas nos ha ayudado en el discurso expositivo. Comenzamos en el siglo XV cuando empieza a recristianizarse nuestra Diócesis y la primera sala va en torno a la arquitectura, es decir, al espacio litúrgico para las celebraciones. Vemos como la imagen, la pintura y la orfebrería se ponen al servicio de esa acción litúrgica. La segunda sala representa la tradición iconográfica del cristianismo teniendo como fuente fundamental los evangelios. Después pasamos la pasión y muerte de Jesucristo. Pasando por un pasillo angosto llegaremos a la explosión final de una sala que no solo representa la Resurrección y a la gloria, sino también la alegoría o el triunfo de la fe y de la Eucaristía.

-Algunas de las obras nunca habían salido de sus lugares de origen para ser expuestas ¿Podría decirme algunas de las piezas más destacadas?

-La Virgen de la Esperanza, un anónimo del siglo XV de la Colegiata San Sebastián de Antequera; el Cristo Crucificado de la Catedral de Málaga; el Milagro de los santos Cosme y Damián, del s. XVI procedente de los fondos del Palacio Episcopal; Santísimo Cristo Resucitado, titular de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, obra de José Capuz; La adoración de los magos, anónimo del S. XVI, de la Catedral; varias Dolorosas de Pedro de Mena del s. XVI, San José de Carvajal; La Trinidad de San Julián de Niño de Guevara y muchas más.

(Beatriz Lafuente – Diócesis de Málaga. Foto: S. Fenosa)