Crónica de Roma
Ante la crisis diplomática

El Papa Francisco busca la reconciliación entre turcos y armenios

 

¿Qué hay detrás de la conmemoración en el Vaticano del centenario de la masacre de un millón y medio de armenios?


¿Por qué correr el riesgo de que el Papa utilizara el término 'genocidio' y no martirio a pesar de saber que podría despertar tensiones con el gobierno turco?

Son algunas de las preguntas que pueden surgir tras la actual tensión política entre la Santa Sede y Turquía que se unen a la preocupación de los armenios que viven en aquel territorio.

En concreto, la crisis diplomática se desencadenó porque el Papa Francisco se refirió a la masacre armenia como ‘genocidio’ durante la conmemoración en la Basílica de San Pedro, que habíamos anunciado en Religión Confidencial.

Poco después, el Embajador turco ante la Santa Sede fue convocado a la capital de Turquía para dar un informe y el Ministro de Exteriores, Mevlüt Cavusoglu convocó al Nuncio Apostólico en Ankara para realizar una protesta oficial.

Las siguientes consideraciones son fruto de conversaciones con varias fuentes vaticanas.

En primer lugar, recalcan que cuando el Papa argentino utilizó el término ‘genocidio’ al citar la declaración firmada por Juan Pablo II y Karekin II del 27 de septiembre de 2001 en la que se lee sobre este trágico evento como que ha sido “generalmente definido como el primer genocidio del siglo XX”.

En esta declaración también se insiste en que fue “un verdadero martirio para su pueblo, en el cual muchos inocentes murieron como confesores y mártires en el nombre de Cristo”.

Por otro lado, aseguran que el Pontífice “no ha buscado ofender” la sensibilidad de los turcos e insisten en que el Papa calificó también a esta tragedia como lo llaman ellos, el ‘Gran Mal’ (Metz Yeghern).

Asimismo insisten que, con ocasión de este centenario, el Papa Francisco “está buscando un clima de reconciliación entre los armenios y el pueblo turco” como lo ha demostrado al rezar para que “Dios conceda que se retome al camino de reconciliación entre el pueblo armenio y el turco, y la paz surja también en Nagorno Karabakh.

Por último, precisan que en el aniversario de este drama de los armenios el Papa Francisco ha aprovechado sobre todo para denunciar nuevamente la situación del mundo de hoy que ha calificado en diferentes ocasiones como “un tiempo de guerra, una tercera guerra mundial ‘por partes’, en que asistimos cotidianamente a crímenes feroces, a matanzas sangrientas y a la locura de la destrucción”.

Esa es la clave de la conmemoración en el Vaticano de esta tragedia de hace 100 años del pueblo armenio. No buscaba desenterrar rencores ni causar crisis políticas por intereses económicos de por medio, sino el recordar “la especie de genocidio causado por la indiferencia general y colectiva” que ha denunciado el Pontífice en la que personas son asesinadas pública y atrozmente  –decapitados, crucificados, quemados vivos– o incluso obligados a abandonar su tierra a causa de su fe en Cristo.

Twitter: @mercedesdelat