Como símbolo de colegialidad entre los obispos cubanos y de
comunión entre las 11 diócesis
,
quedó bendecida, el pasado 26 de abril, la nueva sede
del Secretariado de la Conferencia de Obispos Católicos de
Cuba (COCC).
Unas 40 personas participaron en el evento que
tuvo lugar en los jardines del recientemente renovado edificio
que fue devuelto por el gobierno cubano en 2008.
“Alabemos a Dios nuestro Señor que se digna hacerse
presente en el ministerio Episcopal dedicado a la enseñanza la
guía y la santificación de los fieles”, oró el Secretario de
la COCC y obispo auxiliar de La Habana, Juan de Dios Hernández
Ruíz, S.J.
“Pidamos al Señor que nos haga cada vez más dignos de
nuestro ministerio al servicio del Reino de Dios”, dijo desde
el portal del edificio.
El acto, celebrado al aire libre, frente a la entrada
principal, se inició con la canción “Una luz en la oscuridad”
compuesta en Cuba por el compositor cubano Tony Rubí, con
motivo del Año Santo de 1975 cuyas estrofas son clara
referencia al compromiso y testimonio de los católicos
cubanos. Varias personas vinculadas al trabajo de la
Conferencia a lo largo de los años intervinieron en el acto.
“Como buen arquitecto he puesto los cimientos pero es otro
quien construye sobre ellos” leyó el diacono permanente Carlos
Lamas, Coordinador Diocesano de Pastoral, de la Diócesis de
Guantánamo-Baracoa: “Que cada unos se fije cómo va
construyendo. Desde luego el único cimiento válido es
Jesucristo y nadie puede poner otro distinto”, decía el texto
de la primera carta de San Pablo a los Corintios.
El presidente de del COCC, Mons. Dionisio García Ibañez
hizo referencia al mismo texto y recordó que “el Señor es el
que construye la casa y nos da las fuerzas para sostener el
edificio”. Indicó que “este es un edificio hecho de piedras
muertas. Nosotros somos las piedras vivas”. Animó a los
presentes a no perder una nota distintiva de la iglesia
cubana: la comunión entre obispos, fieles, sacerdotes y
religiosas.
Han pasado más de 50 años, dijo el Arzobispo de Santiago de
Cuba, al recordar que “entonces éramos poca cosa”. Subrayó que
entonces “la confianza estaba en Dios no en nosotros y eso
hizo que nos alegráramos de las pequeñas cosas que se iban
logrando. Repasemos nuestra historia y saquemos las enseñanzas
por las que hoy podemos estar aquí”.
En una entrevista, Rolando Suárez Cobián, abogado de la
COCC ofreció los datos del inmueble que hasta 1948 fue
Nunciatura Apostólica. El edificio, situado en el número 160
la Calle 20, entre las calles 13 y 15 del barrio habanero
Vedado, perteneció al Monasterio de las Carmelitas Descalzas
de Santa Teresa de Jesús y fue después destinado a residencia
y colegio de las Carmelitas Misioneras “hasta que fue
nacionalizado por el Estado y destinado primeramente a
dependencias administrativas y finalmente, hasta su
devolución, a centro de recreación,” señaló Suárez Cobián.
En 1992 la Iglesia solicitó su devolución al gobierno
central y ratificó la petición en 2006. Fue devuelto el 16 de
junio de 2008 y las Carmelitas Descalzas cedieron
gratuitamente los derechos a la Conferencia de Obispos.
“La municipalidad lo declaró inhabitable al momento de la
devolución” explicó Suárez Cobián. Los trabajos de
reconstrucción y ampliación se iniciaron en 2009 y fueron
terminados en diciembre de 2014.
Explicó que “se han restituido casi totalmente, los
jardines y la arquitectura original del inmueble, excepto las
ventanas y puertas que eran de madera y son ahora de metal y
cristal”. Además, respetando las líneas arquitectónicas se ha
construido un inmueble anexo, todo ello con las debidas
licencias estatales. Los fondos para las obras y parte del
mobiliario se deben a ayudas de iglesias e instituciones de
varios países.
“Durante más de 20 años la Sede de la Conferencia estuvo en
los salones parroquiales de la Iglesia de Santa Rita de Casia
en el barrio de Miramar”, indicó el abogado. “Ahora tiene
locales propios que le permiten continuar ofreciendo los
servicios pastorales de las 11 diócesis cubanas”.
Explicó que en Cuba, además de albergar las oficinas de los
servicios pastorales, la Conferencia de Obispos realiza la
tramitación de visados, seguros de viaje y boletos
internacionales, así como de importaciones para todas las
diócesis, sostenimiento de la red interna de comunicación
electrónica. También la contratación, importación y
distribución de publicaciones para los servicios pastorales
como la Catequesis, Doctrina Social de la Iglesia,
espiritualidad, almanaques católicos y en ocasiones otros
servicios a las congregaciones religiosas.
Estuvieron presentes en el acto de bendición del edificio:
los obispos cubanos, el personal y trabajadores del
Secretariado de la Conferencia y algunos invitados.
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