Ciudadanos, el aborto y un cristiano que rinde cuentas a Dios

Si estás entre los escasos miles de cristianos españoles que piensa que el aborto debe tenerse en cuenta a la hora de votar, ya sabes lo que puedes esperar de Ciudadanos. Más de lo mismo.

De hecho, si estás en ese menguado grupo, enhorabuena. Eres más raro que un perro verde pero merece la pena. Te pasa lo que a mí. Que te has dado cuenta que eso del “mal menor” tiene como consecuencia, entre otras cosas, ser cómplice de un millón y pico de abortos. Y presentarse delante de Dios con ese bagaje puede ser harto peligroso.

Por ejemplo:

- Hola Señor, que vengo a rendir cuentas

- Bien, hijo, cuéntame.

- Pues eso, que he sido bueno, no maté a nadie, no adulteré, no robé, no… y si alguna vez hice tal cosa, te pedí perdón.

- Sí, hijo sí, pero una cosa, ¿a quién votabas mientras las leyes admitían el holocausto de inocentes? ¿y a quién mientras las leyes iban radicalmente contra todo lo que yo enseñe en el Evangelio?

- A ver, Señor, yoooo… ¿cómo te diría?

- Sí, eso, dime, dime.

- Es queeee…, ya sabes, el mal menor… es que los otros eran peores y….

- Ya veo, ya. Anda, lee Apocalipsis 3,15-16.

- ¡Glup!

Pues eso. ¿Que dice esa cita bíblica? Lee, lee:

Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero porque eres tibio, ni frío ni caliente, estoy a punto de vomitarte de mi boca.

Ap 3,15-16

Luis Fernando Pérez Bustamante