Forcades: fer la ... i la Ramoneta

 

No sé las veces que habré visto la película “Bien venido Mr. Marshall”. Rodada en Guadalix de la Sierra, donde fui párroco nueve años, no me resisto a contemplarla una y mil veces mientras recuerdo calles, plazas y, sobre todo, gentes. Una de las escenas más conocidas es aquella en la que el genial Pepe Isbert, alcalde del lugar, desde el balcón del ayuntamiento, comienza aquello de “como alcalde vuestro que soy os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a dar…”

En el caso de, la todavía sor, Teresa Forcades, hay mucha gente que nos debe una explicación, porque hoy aparece en toda la prensa que este próximo lunes abandona el convento para irse a Gaza de momento y presentarse a las elecciones catalanas. Vale. Lo de dejar el convento es una opción libre y si esa es su decisión pues nada, tristeza por una vocación frustrada en la vida contemplativa y a la vez aceptación de lo que se veía venir.

Pero… Según fuentes de su entorno –a ver qué fuentes y a ver qué entorno- no es que deje definitivamente los hábitos, no, sino ha recibido permiso del obispo de San Feliú, monseñor Agustín Cortés, y del mismo Vaticano para vivir exclaustrada de momento un año prorrogable hasta tres.

No sé si es cierto o no. Es lo que se cuenta en todos los medios. Y servidor y conmigo mucha gente, necesita una explicación y alguien la tendrá que dar.

Si esto es cierto, y resulta que tanto la madre abadesa, el obispo y el Vaticano están de acuerdo en que sor Teresa disfrute de entre uno y tres años de exclaustración para dedicarse a ir en barco a Gaza y presentarse a las elecciones catalanas, pues miren, será conforme a derecho, pero es un cachondeo, y más con los antecedentes de la Forcades.  Uno comprende una exclaustración temporal para cuidar a su madre enferma si fuere el caso o hacer una experiencia en otra orden o congregación. Pero dejar el claustro para entrar en el Parlamento es otra cosa. Uno no pude estar al caldo y a las tajadas, ni en la procesión y repicando las campanas. O ya que estamos en cosas de Cataluña “fer la puta i la Ramoneta".

Si es cierto lo del permiso pues nada, se acepta porque lo da quien tiene autoridad para ello. Pero ni se comprende ni se apoya. Sería directamente un cachondeo, un escándalo y la juerga padre. Nadie entiende que a los Franciscanos de la Inmaculada se los tenga en entredicho y que esta hermana, mientras, sea la niña consentida que puede jugar al claustro, a Gaza, a política y a lo que quiere. Pues no y que viva el juego de la oca.

Ahora bien, si no es cierto, no sé qué están esperando para hacer un desmentido y aclarar definitivamente las cosas. Porque eso de que “desde el entorno de sor Teresa dicen” es más viejo que las pirámides y menos creíble que La Tacones hablando de pureza virginal.

A mí me lo aclaren.