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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 22 de junio de 2015

El papa Francisco

El Papa pide perdón a la Iglesia valdense de parte de la Iglesia católica
En el templo de Turín, el Santo Padre ha recordado que la unidad que es fruto del Espíritu Santo no significa uniformidad y ha dado las gracias porque las relaciones entre católicos y valdenses están cada vez más fundadas en el respeto mutuo y en la caridad fraterna

El Papa a los enfermos: sois la carne de Cristo crucificado
El Santo Padre se reúne en Turín con los enfermos y discapacitados del Cottolengo

Francisco se reúne con sus familiares en Turín
En un encuentro privado este lunes, el Santo Padre ha celebrado misa con ellos y han comido juntos

Francisco visita por sorpresa a monseñor Becciu en el hospital de Turín
  El arzobispo fue trasladado de urgencia el domingo por la mañana porque se encontraba mal. Por la tarde, el Santo Padre acudió al hospital para saber cómo se encontraba y saludó a médicos y enfermeras

Francisco en Turín a un grupo de refugiados fuera del programa
Antes de regresar al Vaticano, el Santo Padre ha recibido en el arzobispado a veinte personas procedentes en su mayor parte de África

Mundo

El cardenal Urosa pide a un líder opositor que abandone la huelga de hambre
El político Leopoldo López, dirigente de Voluntad Popular preso en la cárcel militar de Ramo Verde, comenzó hace 28 días su gesto de protesta contra el Gobierno 

Siria: el cardenal Scola pide un corredor humanitario en Alepo
El purpurado italiano denuncia que la ciudad siria es como "un nuevo Sarajevo". Los combates por el control de la localidad afectan gravemente a la población civil

Tierra Santa: los obispos católicos condenan el atentado contra la Iglesia de Tabgha
El templo custodiado por los benedictinos, fue incendiado el jueves. Los autores dejaron una inscripción en hebreo. Los prelados exigen una investigación

Cuba: el cardenal Ortega y la polémica sobre los presos políticos
El arzobispo de La Habana declaró que 'en Cuba no hay presos políticos'. Organizaciones en Miami protestan. El cardenal replica: 'sí los hay, presenten los nombres'

Iglesia y Religión

Entre catastrofismo ecológico y ecología light
Rafael Navarro-Valls es catedrático, académico. Su último libro es “Entre dos orillas: de Obama al papa Francisco"

Espiritualidad y oración

San José Cafasso - 23 de junio
Gran maestro y formador de sacerdotes, así lo calificó Benedicto XVI. Tuvo como modelos a Felipe Neri y a Francisco de sales. Apoyó a Juan Bosco, quien heredó sus tácticas pedagógicas para llevar a los muchachos a Cristo»


El papa Francisco


El Papa pide perdón a la Iglesia valdense de parte de la Iglesia católica
 

En el templo de Turín, el Santo Padre ha recordado que la unidad que es fruto del Espíritu Santo no significa uniformidad y ha dado las gracias porque las relaciones entre católicos y valdenses están cada vez más fundadas en el respeto mútuo y en la caridad fraterna

Por Rocío Lancho García

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El santo padre Francisco, de parte de la Iglesia Católica, ha pedido perdón a la Iglesia valdense, “por las actitudes y los comportamiento no cristianos, incluso no humanos, que en la historia hemos tenido contra vosotros”. ¡En nombre del Señor Jesús, perdonadnos!, ha exclamado.

Lo ha  hecho en el templo valdense de Turín donde ha llegado a primera hora de la mañana, para compartir un tiempo con los fieles allí reunidos. Esta ha sido la primera ocasión que un Pontífice visita un templo valdense.

El pastor titular de la Iglesia evangélica valdense de Turín, el pastor Paolo Ribet, ha dirigido unas palabras de bienvenida a su “hermano” Francisco. Durante su introducción ha recordado que el Evangelio no es una doctrina sino una persona. El moderador de la mesa valdense de Argentina, Óscar Oudri, también ha pronunciado unas palabras que han finalizado con una invitación para tener un encuentro como este cuando el papa Francisco viaje a Argentina.      

Por su parte, el Pontífice ha asegurado en su discurso que “uno de los frutos principales que el movimiento ecuménico ya ha recogido en estos años es el descubrimiento de la fraternidad que une a todos aquellos que creen en Jesucristo y son bautizados en el mismo nombre”. El descubrimiento de tal fraternidad -- ha añadido-- nos consiente recoger la profunda unión que ya nos une, a pesar de nuestras diferencias.

Por otro lado, el Papa ha recordado que la unidad que es fruto del Espíritu Santo no significa uniformidad. De este modo se ha lamentando porque "ha sucedido y continúa sucediendo que los hermanos no acepten su diversidad y terminan por hacer la guerra uno contra otro". Y así, ha asegurado que al reflexionar sobre “la historia de nuestras relaciones”, solo podemos lamentarnos por los conflictos y la violencia cometida en nombre de la propia fe y ha pedido "al Señor que nos dé la gracia de reconocernos pecadores y saber perdonarnos los unos a los otros”. Es por iniciativa de Dios --ha asegurado-- que no se resigna nunca frente al pecado del hombre, que se abren nuevos caminos para vivir nuestra fraternidad, y de esto no podemos escapar.

Asimismo el Santo Padre ha dado las gracias al Señor por constatar que las relaciones entre católicos y valdenses “están cada vez más fundadas en el respeto mútuo y en la caridad fraterna”. Un ámbito en el que se abren muchas posibilidades de colaboración entre valdenses y católicos es la evangelización.                 

Otro ámbito, ha subrayado el Papa, es el del servicio a la humanidad que sufre, a los pobres, a los enfermos, a los inmigrantes. “De la obra liberadora de gracia en cada uno de nosotros deriva la exigencia de testimoniar el rostro misericordioso de Dios que cuida a todos, en particular, a quien lo necesita”, ha subrayado Francisco. Igualmente, ha reconocido que “la elección de los pobres, de los últimos, de los que excluye la sociedad, nos acerca al corazón mismo de Dios, que se ha hecho pobre para enriquecernos con su pobreza” y como consecuencia  “nos acerca más los unos a los otros”.

Finalmente, el Santo Padre ha dado las gracias a los presentes por este encuentro que “quisiera nos confirmara en una nueva forma de ser los unos con los otros”. Mirando antes que nada --ha precisado-- la grandeza de nuestra fe común y de nuestra vida en Cristo y en el Espíritu Santo, y solamente después, las divergencias que aún existen.                 

El Movimiento Valdense nació hace más de ocho siglos, por una experiencia de conversión espiritual de un laico, Valdo, mercante fundador de un movimiento llamado “los pobre de León”, que se difundió después como un movimiento de protesta eclesial en Italia y Europa. En 1532, los valdenses que sobrevivieron a las persecuciones se unieron a la Reforma protestante en su forma calvinista.  Perseguidos y aislados los tres siglos sucesivos, los valdenses obtuvieron los derechos civiles en 1848 e iniciaron a difundirse en todo el país.  

Al finalizar el encuentro en el templo valdense, el Papa se dirige al arzobispado para reunirse, de forma estrictamente privada, con algunos de sus familiares. Con ellos celebrará la misa y compartirá el almuerzo.


 

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El Papa a los enfermos: sois la carne de Cristo crucificado
 

El Santo Padre se reúne en Turín con los enfermos y discapacitados del Cottolengo

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El santo padre Francisco se reunió este domingo en Turín con un grupo de enfermos y discapacitados en la en la iglesia de la Pequeña Casa de la Divina Providencia, conocida como “Cottolengo”, que toma el nombre de su fundador José Benito Cottolengo.

Durante su discurso, el Papa recordó que “la exclusión de los pobres y la dificultad de los indigentes para recibir asistencia y cuidados necesarios, es una situación que lamentablemente está presente todavía hoy”.

Hablando de la cultura del descarte, el Santo Padre advirtió que los ancianos “son la memoria y la sabiduría de los pueblos”. Su longevidad --afirmó-- no siempre es vista como un don de Dios, sino como un peso difícil de sobrellevar, sobre todo cuando la salud está en peligro. Por eso, el Papa aseguró que esta mentalidad no hace bien a la sociedad y es “nuestra tarea desarrollar ‘anticuerpos’ contra esta forma de considerar a los ancianos, o a las personas con discapacidad, como si fueran vidas no dignas de ser vividas”. Este es un pecado social grave, advirtió el Pontífice. En este lugar, en el Cottolengo, podemos aprender “otra mirada sobre la vida y sobre la persona humana", observó Francisco. De este lugar, podemos aprender “la concreción del amor evangélico, para que muchos pobres y enfermos puedan encontrar una ‘casa’, vivir como en una familia, sentirse parte de una comunidad”.

A los enfermos les dijo que son “miembros preciosos de la Iglesia, carne de Cristo crucificado que tenemos el honor de tocar y de servir con amor”. Con la gracia de Jesús -- añadió-- podéis ser testimonios y apóstoles de la divina misericordia que salva al mundo.

De este modo, el Santo Padre aseguró que la razón de ser de esta Pequeña Casa no es “la asistencia, o la filantropía, sino el Evangelio: el Evangelio del amor de Cristo es la fuerza que la ha hecho nacer y que la hace ir adelante”. Y una obra como esta “no va adelante sin la oración”, aseguró.

El Papa dio las gracias a las monjas, los hermanos consagrados y los sacerdotes presentes en Turín y dispersos en el mundo, que junto con los laicos, voluntarios y “amigos del Cottolengo”, están llamados a continuar, con fidelidad creativa, “la misión de este gran santo de la caridad”.

Para concluir, Francisco pidió que el Espíritu Santo les dé siempre “la fuerza y la valentía de seguir su ejemplo y testimoniar con alegría la caridad de Cristo que empuja a servir a los más débiles, contribuyendo así al crecimiento del Reino de Dios y de un mundo más acogedor y fraterno”.

Al finalizar el encuentro con los enfermos, el Santo Padre se asomó al patio interno y saludó a los que se encontraban allí por no haber encontrado sitios en la iglesia. Y así, pronunció estas palabras improvisadas: “¡Os saludo a todos, os saludo de corazón! Os doy las gracias por lo que hacéis por los enfermos, por los ancianos y lo que hacéis con ternura y tanto amor”.

Os doy las gracias --prosiguió-- y os pido que recéis por mí, por la Iglesia, rezad por los niños que aprenden el catecismo, rezar por los niños que hacen la primera Comunión, rezad por los padres, por las familias, pero desde aquí rezad por la Iglesia, rezad para que el Señor envíe sacerdotes, monjas, a hacer este trabajo.

El encuentro concluyó con la oración del Ave María.


 

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Francisco se reúne con sus familiares en Turín
 

En un encuentro privado este lunes, el Santo Padre ha celebrado misa con ellos y han comido juntos

Por Redacción

Roma, (ZENIT.org)

El santo padre Francisco se ha reunido este lunes con algunos de sus parientes piamonteses, unos treinta aproximadamente, durante su viaje de dos días a Turín. De forma estrictamente privada, el Papa ha celebrado la misa con sus familiares en el arzobispado y después han comido juntos. Durante sus visitas a Italia, el cardenal Bergoglio acudía a menudo a visitar a estos primos lejanos de esta región donde nació su padre.

 Este domingo, Francisco tuvo ocasión además de estar unos instantes en la iglesia de Santa Teresa de Turín, donde se casaron sus abuelos, Giovanni Bergoglio y Rosa Vasallo, en 1907 y donde fue bautizado su padre en 1908. "Pocos meses antes del Sínodo, el Papa ha querido cumplir este gesto, precisamente, para reiterar el valor de la familia. En la Iglesia donde nació la familia de sus antepasados ha rezado, en especial por las familias y por el buen logro del Sínodo, y ha besado la fuente bautismal donde su papá fue bautizado", ha explicado el vicedirector de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Ciro Benedettini a Radio Vaticano. 

Maurizio Bracchino, primo del papa Bergoglio, indicó a la agencia Adnkronos que hablan a menudo por teléfono. “‘Hola Maurizio, soy Jorge’, nos dice con gran espontaneidad. Con mi madre habla muy a menudo”, cuenta.

“Será un momento bellísimo, una forma de recordar los casi cuarenta años que prácticamente hemos vivido juntos”, explica el primo del Papa. Tal y como cuenta Maurizio, cuando Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires iba a menudo a visitar a sus primos de Italia.

También Carla Bracchino, cuyo abuelo era hermano del abuelo del Papa, cuenta a la agencia ANSA que no ve a su primo desde 2011. “Esta fue la última vez que vino a verme aquí, a casa”. Asimismo indica que hablan cada tanto por teléfono, la última vez, hace una semana, pero “verlo es otra cosa”.

 

 

(RLG (HSM)

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Francisco visita por sorpresa a monseñor Becciu en el hospital de Turín
 

 

El arzobispo fue trasladado de urgencia el domingo por la mañana porque se encontraba mal. Por la tarde, el Santo Padre acudió al hospital para saber cómo se encontraba y saludó a médicos y enfermeras

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El papa Francisco se salió del programa en su visita a Turín este domingo. Por la tarde, en torno a las 19.45, el Pontífice fue de forma privada al hospital Molinette, para visitar a monseñor Angelo Becciu, sustituto de la Secretaría de Estado.  El prelado había sido ingresado algunas horas antes tras encontrarse mal durante la misa de la mañana en la plaza Vittorio. Fue trasladado en ambulancia a urgencias.

“Nada de lo que preocuparse”, aseguraron los médicos. Becciu, después de pasar la noche en observación, ya ha sido dado de alta. De este modo, regresará esta tarde a Roma, junto con el Santo Padre cuando finalice su visita a Turín.

El personal del hospital recibió con sorpresa la visita inesperada del Papa, que entró por la entrada peatonal de los visitantes. El doctor Enrichens, director del Departamento de Emergencias del hospital, declaró a los medios “estamos todos aún sin aliento por la emoción”. Asimismo cuenta que “cuando le vimos llegar a urgencias, amable y sonriente con todos, nos quedamos sin palabras”. Y añade: “nos hemos hecho una foto con él que colgaremos lo antes posible en el hospital”.

Del mismo modo explica que le vieron llegar de imprevisto. Fue a la ventanilla, como cualquier paciente, y quiso saber donde estaba ingresado su amigo. “Todos nos quedamos atónitos”, afirma.

 

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Francisco en Turín a un grupo de refugiados fuera del programa
 

Antes de regresar al Vaticano, el Santo Padre ha recibido en el arzobispado a veinte personas procedentes en su mayor parte de África

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El santo padre Francisco ha encontrado un hueco fuera del programa de su visita a Turín para recibir a una veintena de refugiados . El encuentro ha tenido lugar en el arzobispado este lunes por la tarde, antes de su regreso al Vaticano. “Gracias de corazón, sus palabras son para nosotros oxígeno. Más allá de la fe de cada uno, en usted encontramos la palabra de nuestro Dios”. Fraterna, caritativa y inexplicablemente humana”, son las palabras del grupo al Santo Padre, publicadas por el diario italiano Avvenire.

Uno de ellos, en representación del grupo, ha dicho durante el encuentro que “entre las muchas palabras que escuchamos y leemos, pocas veces encontramos compresión y humanidad. Buscamos consuelo cada día en las miradas, en las sonrisas, en las raras atenciones que alguien nos dedica”.

A continuación, han pedido al Papa que continúe teniendo “pensamientos y palabras para todos aquellos que tienen sed de justicia aquí y en el resto del mundo”.

Por su parte, Sergio Durando, director de la pastoral de Migrantes en Turín, ha asegurado que “ha sido un momento muy conmovedor, ha querido hablar con cada uno, uno por uno, escuchar sus historias. Una atención muy bonita”. Asimismo, ha explicado que “algunos le han dado las gracias, otros le han pedido una bendición, otros han contado su historia”.

El grupo, tal y como informa el diario Avvenire, estaba formado por veinte personas, la mayor parte jóvenes, hombres y procedentes de África. Había dos mujeres y también una familia georgiana con dos hijas, una de ellas nacida ya en Italia hace dos meses.


 

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Mundo


El cardenal Urosa pide a un líder opositor que abandone la huelga de hambre
 

El político Leopoldo López, dirigente de Voluntad Popular preso en la cárcel militar de Ramo Verde, comenzó hace 28 días su gesto de protesta contra el Gobierno 

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

El arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, ha escrito este domingo una carta dirigida al líder opositor venezolano Leopoldo López, haciéndole un llamamiento a detener de inmediato la huelga de hambre que lleva a cabo desde hace 28 días en la cárcel militar de Ramo Verde.

“En el nombre de Dios y con gran afecto sacerdotal, te pido que concluyas tu huelga de hambre, a fin de preservar tu vida y continuar la lucha por la libertad y la democracia que son tus ideales y propósito de tu existencia”, dice el cardenal Urosa.

En su misiva, el purpurado venezolano resalta también el “ejemplo de firmeza” de López en su propósito de solicitar una fecha para la “elecciones parlamentarias” previstas para este año, y a la hora de exigir la “libertad de los presos políticos que actualmente sufren una terrible situación en nuestro país”.

Con motivo del Día del Padre, que en muchos países de América se celebró ayer, el arzobispo de Caracas felicita al dirigente de Voluntad Popular y le invita a pensar “en el gran sufrimiento que un desenlace fatal” de la huelga “causaría a tus seres queridos, especialmente a tu madre, a tu esposa y tus niños que tanto te quieren y necesitan”.

Por último, el cardenal Urosa le encomienda en sus plegarias “a Dios Nuestro Señor”, e invoca sobre él “la maternal protección de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Caracas y de toda Venezuela”.

Leopoldo López se encuentra encarcelado desde hace más de un año. El líder opositor fue acusado de delitos relacionados con la violencia durante las protestas que tuvieron lugar los primeros meses del año pasado en Venezuela, y que dejaron al menos 43 muertos y cientos de heridos.

Tanto la defensa como su familia habían reclamado una mayor vigilancia para López, que habría perdido unos 15 kilos desde que comenzó la huelga de hambre.

(IVD) (HSM)

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Siria: el cardenal Scola pide un corredor humanitario en Alepo
 

El purpurado italiano denuncia que la ciudad siria es como "un nuevo Sarajevo". Los combates por el control de la localidad afectan gravemente a la población civil

Por Iván de Vargas

Madrid, (ZENIT.org)

El arzobispo de Milán, el cardenal Angelo Scola, ha pedido este viernes a la comunidad internacional que piense en establecer “al menos un corredor humanitario” para intentar “dar alivio” a la ciudad de Alepo, una de las más castigadas por el conflicto en Siria.

En declaraciones recogidas por la prensa libanesa, el cardenal Scola ha denunciado que “el sufrimiento que existe en Alepo no puede ser aceptado: ¡es como un nuevo Sarajevo!”, en referencia a la ciudad martiriada de los Balcanes, recientemente visitada por el papa Francisco.

“El problema es que Europa debe hacerse cargo de esta situación, por lo menos tratar de entenderla”, ha indicado, al tiempo que ha subrayado la necesidad de poner en marcha iniciativas que incluyan el plan del Santo Padre en relación “a la injerencia humanitaria como una posibilidad de liberación”.

De esta manera, ha añadido, se “permitiría a todos restaurar un humanismo fruto de una idea de amistad cívica en la que los cristianos tienen mucho que decir”.

Durante su visita al Líbano, el purpurado italiano ha abordado la guerra en Siria, destacando que este país se encuentra “en una situación de extrema gravedad”, y ha puesto el acento especialmente en Alepo, la mayor ciudad del norte.

La localidad siria se encuentra dividida entre los grupos opositores, presentes en el este, y las tropas gubernamentales del presidente Bashar al-Assad, asentadas en el oeste. La presencia del grupo armado Frente al Nusra, rama de Al Qaeda en el país, ha complicado aún más la situación. Los combates por el control de Alepo afectan gravemente a la población civil.

El arzobispo de Milán también se ha referido a la situación de inestabilidad que vive el Líbano, en parte debido a la violencia en el país vecino, del que han llegado más de un millón de refugiados en los pasados cuatro años.

En Siria, según cifras de Naciones Unidas y de distintas ONG, desde 2011 han fallecido 220 mil personas. Solo el genocidio de Ruanda en 1994, que se cobró entre medio millón y un millón de vidas en apenas dos meses de matanzas, supera en velocidad homicida a la guerra siria.

El primer país receptor de refugiados sirios es la propia Siria: seis millones de personas se han desplazado dentro de su propio país. Casi cuatro millones más han huido a los países vecinos. Turquía es el primer receptor, con 1,7 millones de refugiados. Líbano acoge a 1,2 millones. En Egipto hay 144 mil. Más de 600 mil se hallan en Jordania. Incluso Irak ha recibido refugiados sirios, unos 220 mil. Se trata de unas cifras que --como ha recordado el cardenal Scola, al comparar Alepo con Sarajevo-- solo compiten con los desplazamientos provocados por las guerras balcánicas.

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Tierra Santa: los obispos católicos condenan el atentado contra la Iglesia de Tabgha
 

El templo custodiado por los benedictinos, fue incendiado el jueves. Los autores dejaron una inscripción en hebreo. Los prelados exigen una investigación

Por Iván de Vargas

Madrid, (ZENIT.org)

La Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa ha condenado enérgicamente el ataque perpetrado por desconocidos al templo de la Multiplicación de los Panes y los Peces en Tabgha (Israel), en la orilla del Mar de Galilea, custodiado por la orden benedictina.

Se trata de un “acto de violencia perpetrado por individuos intolerantes” que “dañan la imagen de Tierra Santa, ofenden a los cristianos en este país y a la Iglesia en su conjunto”, han denunciado los obispos en un comunicado. El atentado “afecta a la idea de un Estado que se define como democrático, tolerante y seguro”, han añadido.

Los Ordinarios Católicos de Tierra Santa han advertido también que “tales actos criminales dañan gravemente la convivencia de las comunidades religiosas en el país”. Por este motivo, han subrayado que “judíos, cristianos y musulmanes, juntos, deben luchar contra este tipo de manifestaciones de violencia y extremismo”.

“En los últimos meses, otros ataques fueron perpetrados contra sitios cristianos o mezquitas y no se ha dado seguimiento a las investigaciones. Dada la gravedad de estos incidentes, exigimos una investigación inmediata y que los autores de este acto de vandalismo sean llevados ante la justicia”, han reclamado los prelados en su escrito.

Aun así, la Asamblea de Ordinarios Católicos ha agradecido “a los líderes políticos y religiosos que han condenado este acto y expresado su solidaridad”. Pero ha recordado que “la educación de los jóvenes en las escuelas religiosas, debe enfatizar estar a favor de la tolerancia y la convivencia”.

“Nuestra sociedad necesita nuestro testimonio de respeto por la dignidad de cada hombre y mujer, el respeto de su fe y proteger la santidad de todos los lugares santos y su libre acceso a los creyentes”, han insistido los obispos.

El santuario de Tabgha, construido hace tres décadas sobre los restos de iglesias de los siglos IV y V, ha resultado dañado por un incendio intencionado, según la policía y los bomberos israelíes, que han confirmado que las llamas se originaron simultáneamente en varios puntos en la noche del pasado miércoles al jueves.

El fuego ha destruido dos construcciones que rodean la iglesia, pero no ha afectado a los valiosos mosaicos del interior del templo. Además, un monje benedictino y un voluntario han resultado gravemente heridos por la inhalación del humo tóxico.

Los autores del ataque incendiario han dejado en uno de los muros del edificio una inscripción en hebreo con pintura roja que alude a una oración judía contra la presencia en Israel de “ídolos paganos”.

Esta es la tercera vez que la comunidad benedictina de Tierra Santa se ha visto afectada por actos de violencia. El 27 de abril de 2014, en Tabgha, jóvenes extremistas judíos profanaron la cruz y el altar de la iglesia. Y en la Abadía de la Dormición, cerca del Cenáculo, tuvo lugar otro incendio el 26 de mayo de 2014, pocos minutos después de la partida del papa Francisco.  

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Cuba: el cardenal Ortega y la polémica sobre los presos políticos
 

El arzobispo de La Habana declaró que 'en Cuba no hay presos políticos'. Organizaciones en Miami protestan. El cardenal replica: 'sí los hay, presenten los nombres'

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

El arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino, se pronunció este sábado sobre las críticas de algunos opositores tras haber afirmado que "en Cuba no hay presos políticos" y las atribuiyó al ambiente “un poco pesado” que algunos sectores intentan crear ante la próxima visita del papa Francisco a la Isla.

En declaraciones recogidas por la agencia EFE en La Habana, el purpurado explicó que igual que ocurrió con anteriores visitas papales a Cuba, hay quienes tratan de crear “dentro y fuera” de la Isla “un ambiente un poco pesado” que puede ir “in crescendo” conforme se acerca la fecha.

“Yo creo que esto se mueve siempre alrededor de cuando va a haber una visita del Papa. Hay muchos que la desean, que la promueven (...) y hay otros que se sienten mal ante la visita del Papa a Cuba y les parece que tiene connotaciones políticas”, añadió. 

El pasado martes, el disidente Jorge Luis García Pérez "Antúnez", en una conferencia de prensa en Miami (EEUU) junto a dirigentes del exilio cubano, calificó de “irresponsable” al cardenal Ortega por decir que en la actualidad ya no hay “presos políticos” en Cuba y acusó al purpurado de “lavar la cara” al régimen castrista que está desde hace más de 50 años el poder, ante la visita del papa Francisco a la Isla.

El arzobispo de La Habana, en una entrevista concedida el pasado 5 de junio al programa Hora 25 de la Cadena Ser, habia dicho que en el país ya no hay presos políticos.

“Cuando vino el papa Benedicto XVI hubo un indulto de presos comunes, porque ya en Cuba no quedan aquellos presos políticos”, señaló el cardenal Ortega en aquella conversación con la periodista Àngels Barceló, en referencia a que con la visita de Francisco podría producirse un “gesto” similar.

El purpurado cubano insistió este sábado en que hizo esa afirmación en el contexto de aquel indulto y afirmó que “realmente” no conoce casos de presos políticos, si bien se mostró abierto a que quienes defienden que sí los hay le presenten el listado con los nombres.

“Estamos recibiendo centenares de cartas por el indulto que se espera que pueda haber (con la próxima visita papal) y ni una de ellas indica delitos políticos. Sí hay muchos delitos económicos pero ninguna sobre delitos políticos. Si llegan, perfecto, pero que nos hagan saber, que nos la entreguen”, pidió el cardenal Ortega.

Por su parte, la disidente Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), liderada por el activista Elizardo Sánchez, señaló que en Cuba hay al menos 71 presos por “razones políticas o mediante procedimientos políticamente condicionados”, de acuerdo a un informe divulgado el viernes.

Preguntado sobre la visita papal a Cuba, que tendrá lugar del 19 al 22 de septiembre, el arzobispo de La Habana afirmó que los preparativos van “muy bien” y que la comisión conformada por representantes de la Iglesia y el Estado cubano está dando “todos los pasos” de cara a la organización del histórico acontecimiento.

Además, el cardenal Ortega dijo que la visita a Cuba del Pontífice tiene un “un profundo mensaje pastoral”, y “no es esencialmente política” si bien pone en evidencia las posibilidades que el diálogo tiene para el encuentro y la negociación entre pueblos y países.

Francisco, que ha jugado un importante papel mediador para el restablecimiento de relaciones entre La Habana y Washington, será el tercer papa que visite la Isla, tras Juan Pablo II y Benedicto XVI.  

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Iglesia y Religión


Entre catastrofismo ecológico y ecología light
 

Rafael Navarro-Valls es catedrático, académico. Su último libro es “Entre dos orillas: de Obama al papa Francisco"

Por Rafael Navarro-Valls

Roma, (ZENIT.org)

Precedida de un sabotaje informativo y seguida de polémica -sobre todo en ciertos sectores de Estados Unidos, vinculados a las industrias del petróleo y el carbón- acaba de publicarse el texto oficial de la encíclica Laudato si, que es el primer gran documento ecológico de la Historia.

De ahí la expectación internacional que ha despertado, acrecentada por el hecho de ir dirigida a “creyentes y no creyentes”. Lo cual no significa que la Iglesia católica deje de aportar su propia perspectiva, con base teológica, pero con trasfondo sociológico y científico resaltables, aunque sin pretensión de intervenir en debates políticos.

Lo primero que hago al leer un documento o un trabajo de cierta importancia es zambullirme en sus notas, luego voy al texto. Me ha sorprendido en esta encíclica la cantidad de citas de declaraciones y documentos emitidos por Conferencias Episcopales y otros entes eclesiales de todo el mundo (Bolivia, Canadá, Argentina , Estados Unidos, Japón, Aparecida, etc.) sobre la cuestión ecológica. Lo que muestra el serio análisis al que, desde diversos ángulos, viene sometiendo el tema la propia Iglesia Católica. No puede extrañar así que en el texto se califique como “un bien para la humanidad” la sincera exposición de los desafíos ecológicos que derivan de las convicciones religiosas. Con ello Francisco abre un nuevo frente en el magisterio de la Iglesia -el ecológico-, así como León XIII redescubrió el filón del magisterio social.

Respetar la diversidad de puntos de vista
Ahora bien, en un tema con tantas implicaciones científicas y sociológicas la prudencia de Francisco le lleva a afirmar que no es su intención “proponer una palabra definitiva”. En bastantes cuestiones concretas quiere limitarse a “promover un debate honesto”, respetando “la diversidad de puntos de vista”. Pero sin olvidar dos hechos que considera evidentes: el “rápido deterioro” de esa “casa común” que es la Tierra, y “la debilidad de las reacciones en el escenario de la política internacional”, probablemente presionada por la alianza entre economía y tecnología, y condicionada por intereses particulares y económicos, en verdadera contienda con el bien común.

Algunos han acusado a la primera parte de la encíclica (“Lo que le está pasando a nuestra casa”) de “eco-catastrofista”. Pero quien la lee sin prejuicios lo que capta es el deseo de conectar -buscando soluciones positivas- los abusos ecológicos con repercusiones sobre los países más pobres. El intento de creación de una cultura ambiental fundada, no sobre catastrofismos milenaristas, sino sobre el pragamatismo. No sobre una visión politizada de los problemas ambientales, cuanto la adopción de líneas de actuación positivas.

En este sentido, conviene destacar el estímulo que la encíclica aporta a las “buenas prácticas”, basadas en “un modelo circular de producción que asegure recursos para todos y para las generaciones futuras, y que requiere llevar al máximo la eficiencia, la reutilización y el reciclado”. Lo que apunta a una tercera revolución industrial, en momentos de “ocaso del viejo capitalismo agresivo”, como señala Jeremy Rifkin. Desde luego, ante la encíclica, se inquietará aquel establishment económico y político firmemente dependiente de los combustibles fósiles. Pero debería ser él mismo el que virara, poco a poco, hacia nuevas fuentes de energías renovables, como parece inevitable.

¿Ecología light?
La mesura de planteamiento no significa que Francisco acuda en su discurso a un ecologismo light, a un “barniz ecológico” sin carne ni sangre teológica. Retrotrayéndose al “cultivar y custodiar la Tierra” (Genesis 2,15) del mandato bíblico, observa que en él se incluye “proteger”, “cuidar” y “vigilar”.

Desde esos parámetros, por ejemplo, se lamenta de que la crisis financiera de 2007/2008 era una ocasión estupenda para retornar a los principios éticos y para revisar los “criterios obsoletos” que continúan gobernando el mundo. Por eso -dice- la misma “creación que sufre dolores de parto” es la misma que sufre la explotación y la destrucción de la naturaleza, con una verdadera acción de “saqueo”, con el agotamiento de los recursos naturales, y la extensión desbordante a toda la población mundial del consumo salvaje.

Ecología humana
En Laudato si no solamente se contiene un grito de alarma hacia la paulatina erosión del planeta por una descontrolada actividad humana. También se reafirman problemas de “ecología humana” y “ecología integral”, tan cercanos al Magisterio de la Iglesia como la función social del derecho a la propiedad privada, que “no es absoluto o intocable”, pues está sometido a la “hipoteca social”, de la que habla Juan Pablo II; el respeto a la vida, “en la que no parece muy compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto”; el rechazo del relativismo , que corrompe a la cultura “cuando no se reconoce ninguna verdad objetiva y que hace de las leyes imposiciones arbitrarias”, o el peligro de una guerra química o nuclear, que aún se cierne sobre la humanidad.

De especial interés es la fórmula que acuña Francisco del “débito ecológico”, es decir, la responsabilidad de los países del Norte con los países del Sur, que “continúan alimentando el desarrollo de los países más ricos…, con un sistema de relaciones comerciales y de propiedad estructuralmente perverso”. Este débito exige que los países desarrollados “limiten el consumo de energías no renovables, aportando a los no desarrollados recursos para promover políticas y programas de desarrollo sostenible”.

En fin, esta encíclica está llamada a ser polémica. Un solo ejemplo: Obama acaba de elogiarla y Bush III la mira con recelo. Pero la polémica -en mi opinión- perderá fuerza cuando se la lea a fondo y se descubra su riqueza teológica, moral e, incluso, de ciudadanía ecológica. Como se ha dicho, contiene una verdadera mirada “divina” sobre la Tierra y las personas que la ocupamos.

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Espiritualidad y oración


San José Cafasso - 23 de junio
 

Gran maestro y formador de sacerdotes, así lo calificó Benedicto XVI. Tuvo como modelos a Felipe Neri y a Francisco de sales. Apoyó a Juan Bosco, quien heredó sus tácticas pedagógicas para llevar a los muchachos a Cristo»

Por Isabel Orellana Vilches

Madrid, (ZENIT.org)

«Toda la santidad, la perfección y el provecho de una persona está en hacer perfectamente la voluntad de Dios (…). Felices nosotros si consiguiéramos verter así nuestro corazón dentro del de Dios, unir de tal forma nuestros deseos, nuestra voluntad a la suya, que formen un solo corazón y una sola voluntad: querer lo que Dios quiere, quererlo en el modo, en el tiempo, en las circunstancias que Él quiere y querer todo eso no por otro motivo sino porque Dios lo quiere». La explícita voluntad de seguir los dictados divinos por encima de cualquier afán particular, contenida en esta manifestación de José, fue una de las características de su vida. Benedicto XVI, al glosar su figura en una catequesis, lo calificó como «maestro y formador de sacerdotes».

Nació en Castelnuovo d´Asti, Italia, el 15 de enero de 1811. Penúltimo de cuatro hijos, pertenecía a una familia acomodada y cristiana. El beato José Allamano era su sobrino, lo había alumbrado su hermana pequeña, toda una señal de la espléndida labor pedagógica en la transmisión de la fe que hicieron sus padres con su prole. San Juan Bosco, natural de la misma localidad, menor que Cafasso y buen conocedor suyo, lo describió gráficamente cuando vistió por vez primera la sotana en 1827, a sus 16 años. Dijo que era «pequeño de estatura, de ojos brillantes, aire afable y rostro angelical». Por las respuestas que dio entonces, Don Bosco quedó admirado de su bondad. Sus padres no tuvieron problemas para instruirle en la fe porque enseguida mostró tal atracción por la virtud que hasta los vecinos le dieron el sobrenombre de il santetto.

Pronto manifestó su vocación sacerdotal. Se formó en el seminario de Chieri y fue ordenado el 21 de septiembre de 1833, mucho antes de lo acostumbrado, mediante dispensa. Había sido un estudiante excelente, pero no se sentía suficientemente preparado, y se afilió al Convitto San Francisco de Asís de Turín. Allí tuvo ocasión de impregnarse de la espiritualidad ignaciana y acoger el néctar teológico y moral de san Alfonso María de Ligorio. Fue tan valiosa su tarea docente como profesor de esta disciplina, que le confiaron su cátedra en el Convitto. Tenía 24 espléndidos años, un caudal de pasión por Cristo, una enorme ilusión por compartir su ideal con sus compañeros, y una santa inquietud por la formación cabal de los sacerdotes. Sabía que siendo grandes confesores cosecharían numerosos frutos.

Tras el fallecimiento del rector Guala, fue elegido unánimemente para sustituirle. Apreciaban su caridad, serenidad, prudencia, jovial alegría, paciencia y delicadeza; había elegido como modelos de vida a san Francisco de Sales y a san Felipe Neri. Atraía al confesionario, al que dedicaba horas, a muchas personas de distintas procedencias y estamentos sociales; le planteaban asuntos que requerían tacto sabiendo que él les ayudaría a resolverlos. Tenía presente «lo que pueda volverse en mayor gloria de Dios y en provecho de las almas». Todos los penitentes partían con el consuelo de haber sido atendidos por un hombre ejemplar, a través del cual veían la bondad y la misericordia de Dios. Su buen juicio se evidenciaba en certeros consejos que le hicieron acreedor de una fama bien merecida.

Sus pasiones fueron la Eucaristía, la Virgen y el papa. Fue un defensor de la ortodoxia; luchó contra el rigorismo y el jansenismo imperantes en la Iglesia. Su generosidad merecería capítulo aparte. Entre otros –y no solo a los pobres con los que ya ejercía su caridad siendo niño–, ayudó económicamente a Don Bosco para que pudiera cursar estudios. Después, fue benefactor de su obra, lo defendió y estuvo a su lado cuando le menospreciaron. Además, le hacía entrega de lo que recaudaba tras haber tocado el corazón de personas sobradas de medios. Bajo su amparo, del Convitto salían grandes y animosos directores espirituales. Algunos de sus alumnos fueron santos. Les decía: «Nuestro Señor quiere que lo imitemos en su mansedumbre». Tenía por costumbre compaginar sus enseñanzas con acciones encaminadas a despertar en ellos sentimientos de solidaridad. Les invitaba a acompañarle a las cárceles para visitar a los presos y acudir a barrios marginales. Esperaba que al ver el estado lastimoso de tantos desheredados pudieran hacerles todo el bien que estuviese en sus manos. Don Bosco heredó esta formidable táctica pedagógica que marcó su vida, dedicándose a rescatar a los muchachos abandonados, librándolos de las calamidades que había tenido ocasión de ver en las cárceles.

El padre Cafasso era estimadísimo entre los presos y condenados, a quienes ayudó materialmente; se entregaba a ellos sin medir el tiempo para obtener su conversión. Se cuenta que de 57 malhechores, algunos autores de crímenes espantosos, ninguno se le resistió; todos se confesaron arrepentidos. Cuando recibían la condena, que generalmente era la horca, los reos solían pedir como última gracia que les acompañara en ese postrer instante. Así rescataba sus almas. Se ve que tenía una fortaleza y temple singulares para soportar esas penas de las que era testigo, y una gracia especial para ese apostolado. Don Bosco cayó desmayado en una ocasión cuando vio el ajusticiamiento de un delincuente; no fue capaz de contemplar tan dramática escena.

A punto de entregar su vida a Dios, José escribió: «No será muerte sino un dulce sueño para ti, alma mía, si al morir te asiste Jesús, y te recibe la Virgen María». Le parecía hermoso morir en sábado, día de María, para ser llevado por Ella al cielo; lo dijo en un sermón. Se cumplió su sueño. Falleció el sábado 23 de junio de 1860. La oración fúnebre corrió a cargo de Don Bosco que plasmó sus sentimientos hacia el que había sido su director espiritual durante un cuarto de siglo. Cafasso fue beatificado por Pío XI el 3 de mayo de 1925, y canonizado por Pío XII el 22 de junio de 1947. El 23 de septiembre de 1950 este pontífice lo puso como modelo para los sacerdotes, comprometidos con el sacramento de la reconciliación, y en la dirección espiritual.

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