Esto enseñan en un curso de eclesiología católica en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe Goicoechea en Costa Rica

Jesús entrega las llaves a Pedro

Un lector desde Costa Rica me ha escrito preocupado por lo que le están enseñando en su parroquia en un curso de “Introducción a la eclesiología”, dictado por el profesor Luis Boschini López. Se trata de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe Goicoechea en la ciudad Goicoechea, distrito Guadalupe, provincia San José de Costa Rica.

Tal como me ha comentado nuestro amigo, algunas de las afirmaciones del profesor que han dejado bastante desconcertados a varios alumnos es que ha dicho que:

1)      La palabras del evangelio al apóstol Pedro: “Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.” (Mateo 16,18-19) son un añadido posterior o una interpolación tardía del siglo II o III, por consiguiente no forman parte del texto bíblico original

2)      Pedro no fue el Primer Papa, nunca estuvo en Roma y Jesús nunca le entregó ningunas llaves del reino de los cielos.

Para justificar a sus alumnos que su enseñanza es “católica” el profesor les escribió por correo a sus alumnos:

“En vista de un comentario que me remite uno de ustedes, pidiendo más ampliación del tema sobre que Pedro no fue el primer cabeza de la Iglesia, les envío lo siguiente:

a- El mejor comentario actual de san Mateo le dedica varias páginas al texto citado, es de un profesor alemán, Ulrich Luz: http://es.scribd.com/mobile/doc/208234345/Luz-Ulrich-El-Evangelio-Segun-San-Mateo-02

Sobre la cita Mt 16, 13-20, lo pueden encontrar en las páginas 595 en adelante.

b- Asimismo, les adjunto un escrito de Pablo Richard, un chileno radicado en nuestro país, sacerdote y teólogo y considerado uno de los mejores biblistas de nuestro país. Incluso, ha dado cursos y charlas en la Universidad de La Salle.

Noten que los dos documentos dan el que Pedro no fue el primer cabeza de la Iglesia y segundo, sobre el agregado. Estos son dos documentos serios y de peso, pero pueden buscar en Google Scholar, que es donde se encuentran documentos de personas preparadas.”

Comenzaré ahora a analizar estos argumentos.

1)      ¿Es Mateo 16,18-19 una interpolación?                                                              

El tema de las interpolaciones en la Sagrada Escritura es muy extenso. Y se complica porque hay textos “incómodos” que son difíciles de aceptar para algunos por razones ideológicas, por lo que una solución fácil es atribuirlos como un añadido posterior. Hay otros sin embargo para los que si existe cierta evidencia de que fueron interpolados y por eso han sido removido de diversas ediciones críticas de la Biblia.

En el caso del texto en cuestión no existe evidencia de que el texto fue interpolado ya que tal como lo conocemos hoy se encuentra en todos los códices y versiones más antiguas existentes, y de la misma manera es citado por los autores más antiguos de la cristiandad, y por esa causa lo encontramos unánimemente en las traducciones antiguas y modernas de la Biblia, tanto católicas como protestantes.

A quienes quieran estudiar más a fondo el tema de las interpolaciones les sugiero consultar los dos artículos que Pato Acevedo (mi compañero blogger en Infocatólica) ha escrito en su blog:

El Lucrativo negocio de las interpolaciones

El negocio de las interpolaciones (parte 2)

Y respecto a Mateo 16,18-19 y su posible interpolación, sugiero leer la respuesta del sacerdote y teólogo Miguel Ángel Fuentes:

¿Son originales los versículos de Mateo 16, 18-19?

En resumen, si alguien que más allá de razones ideológicas y de meras suposiciones tiene evidencia real y tangible para excluir Mateo 16,18-19 del texto bíblico, publique su propio texto crítico de las Sagradas Escrituras, a ver si le toman en serio. Pero mientras no sea así, mejor quédese como dice el dicho “calladito se ve más bonito“.

2)      Argumento de autoridad versus falacia de autoridad

Por otro lado, salta a la vista que el profesor en vez  de aportar evidencia lo que hace es sustentar su argumentación en lo que él considera “documentos de peso”,  que consta de un comentario bíblico del teólogo protestante de tendencia liberal Ulrich Luz, y de otro de un sacerdote católico chileno Pablo Richard, afecto a la teología de la liberación.

Libros de teología protestante liberal

Lo primero que llamó mi atención es por qué un profesor que imparte cursos en una parroquia católica considera que un comentario bíblico protestante es el mejor comentario bíblico en la actualidad sobre el evangelio de Mateo ¿Por qué considerarlo mejor -por ejemplo- que el Comentario del evangelio de Mateo del profesor Josef Schmid, académico católico de origen alemán, cuya obra editada y publicada por la Editorial Herder cuenta con las debidas licencias eclesiásticas? Si se va a estudiar la primacía de Pedro en la Iglesia primitiva, por qué no recurrir a historiadores católicos que tienen obras especializadas sobre el tema, como “El pontificado romano en la historia” de José Orlandis, quien fue catedrático de Historia del Derecho de la Universidad de Zaragoza, Decano de la Facultad de Derecho Canónico y primer Director del Instituto de Historia de la Iglesia, quien realizó más de doscientos trabajos y más de 20 libros y fue considerado uno de los más importantes historiadores católicos de la actualidad?

Por supuesto, podría ponerme a citar más bibliografía católica que contradice sus tesis porque es abundantísima, pero sería perder de vista el error principal de la argumentación, y es que la autoridad (o “el peso”, como lo llama este profesor) en la Iglesia Católica no reside en tal o cual comentario bíblico, sino en la enseñanza de la Iglesia Católica en su Magisterio. De esta manera, si alguien haciéndose llamar católico, inclusive siendo teólogo y sacerdote, sostiene postulados contrarios a la fe como sostienen estos autores, simplemente no es católico. O es tan “católico” como lo pueden ser otros teólogos que infiltran sus obras en las librerías católicas pero que ni siquiera deberían ser considerados como cristianos, ya que niegan la divinidad de Cristo, la realidad de su resurrección y sus milagros, la historicidad de los evangelios y todo cuando su falta de fe les impide creer.

En resumen, si la baza del profesor estriba en que hay dos académicos que apoyan sus opiniones heterodoxas, el argumento no pasa de ser una falacia de autoridad que se estrella con el hecho de que ha confundido realmente donde está la autoridad en la Iglesia, y también con el hecho de que inclusive bajo su propia lógica, es posible encontrar abundantísima bibliografía católica que contradice sus tesis.

Gato por Liebre

Eso sin contar que no es sensato presentar a sus alumnos bibliografía protestante en un curso de eclesiología católica, metiéndoles “gato por libre”. Es cuestión de sentido común que si yo voy a mi parroquia CATÓLICA  a estudiar eclesiología CATOLICA, lo menos que espero es que usen bibliografía CATÓLICA.  ¿Qué tendremos que esperar luego? ¿Qué presente a nuestros niños las revistas de Chick Publication como suplementos infantiles catequéticos?

3)      Pablo Richard y su visión “global y liberadora” del evangelio de Mateo

Pasando ahora del comentario bíblico protestante que al profesor Luis Boschini le parece la joya de la corona, analizaré los argumentos de Pablo Richard quien sí es sacerdote católico. He aquí un extracto de su introducción (las negristas son mías):

El Evangelio de Mateo ha sido el Evangelio más comentado en la historia de la Iglesia, pero al mismo tiempo es también el Evangelio cuya interpretación es normalmente la más dogmática y espiritualista. La fuerza y el mensaje de este Evangelio es tan grande y el proyecto de Iglesia que propone es tan exigente, que ninguna Iglesia puede tolerarlo en su sentido literal, histórico y espiritual auténticos. La Iglesia Católica, sobre todo después de la reforma constantiniana y el surgimiento de la Cristiandad occidental (siglo IV), evolucionó en contra del sentido más original de este Evangelio. La Iglesia sólo puede entender e interpretar un Evangelio cuando es capaz de vivirlo. Cuando no puede vivirlo, lo ignora o lo espiritualiza. La tradición sacralizó dentro del Evangelio de Mateo aquella frase de Jesús: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (16,18). Esta sentencia se convirtió en el canon dentro del canon. Se leyó todo el Evangelio a partir de aquí, con un sentido dogmático, autoritario, patriarcal y jerárquico. Se hizo de Pedro el primer Papa y se institucionalizó la Iglesia con un esquema totalmente ajeno a la tradición y al texto del Evangelio de Mateo. Por todo esto es tan importante rescatar el sentido original del Evangelio, para confrontar a la Iglesia con la utopía de sus orígenes
Pablo Richard, El evangelio de Mateo, una visión liberadora, Introducción

Vale la pena puntualizar que este autor no afirma que el texto de Mateo 16,18 está interpolado, sino que fue interpretado en un sentido “dogmático, autoritario, patriarcal y jerárquico” que terminó oscureciendo el sentido original del evangelio. Distingamos entre ambos argumentos: una cosa es decir que el texto es falso, y otra que ha sido malinterpretado.

Por otro lado,  se hacen evidentes ciertos prejuicios de parte del autor, que se comprenden mejor cuando se conoce el contexto de que se trata de un teólogo afecto a la teología de la liberación. Un prejuicio que se expresa en cierto fariseísmo cuando se coloca él como quien posee una visión liberadora del evangelio de Mateo, mientras que al mismo tiempo afirma que  “ninguna Iglesia puede tolerarlo en su sentido literal, histórico y espiritual auténticos”. Colocarse el saco de la espiritualidad mientras se coloca a otros el saco de autoritarios no es buen indicio de humildad y objetividad.  

Mucho menos, si como él mismo afirma, pretende confrontar la enseñanza de la Iglesia.  Y absurdo a este respecto también, que un profesor intente presentar a sus alumnos  como enseñanza de la Iglesia una fuente que reconoce que pretende confrontar a la Iglesia.

Vamos ahora con la objeción de que todo el evangelio de Mateo se leyó a partir de Mateo 16,18-19 “con un sentido dogmático, autoritario, patriarcal y jerárquico”. 

Para comprender en qué sentido esto es cierto y en qué sentido no, tenemos que ir a las fuentes y estudiar como los cristianos han entendido ese texto a lo largo de la historia, y lo podríamos resumir en dos preguntas:

¿Han entendido los cristianos a lo largo de la historia el texto de Mateo 16,18 en sentido dogmático y jerárquico?

Si.

¿Han entendido los cristianos a lo largo de la historia el texto de Mateo 16,18 SÓLO en sentido dogmático y jerárquico?

No.

Y es aquí donde desde sus orígenes la exégesis católica se ha distinguido de otras exégesis posteriores como la protestante, comprendiendo que de un mismo texto pueden extraerse muchas enseñanzas que no necesariamente son contradictorias entre sí.

El protestantismo al leer ese texto del evangelio ha alegado tradicionalmente que debe ser comprendido en el contexto de la conversación previa entre Jesús y Pedro, donde el Señor Jesús le pregunta quien es él  y éste le responde que es el Mesías el hijo del Dios vivo. Jesús a su vez le contesta que es bienaventurado porque esto se lo ha revelado el propio Padre del cielo (v. 15-17). En este punto el protestantismo se queda argumentando que todo lo demás debe entenderse desde este acontecimiento, y de allí concluyen que Pedro no se diferencia de ningún otro cristiano que profese también su fe en Cristo como el Mesías.

En la Iglesia Católica en cambio se ha comprendido el texto en un contexto más amplio, aceptando que si bien es cierto que Pedro proclamó en voz alta la identidad de Jesús, también es cierto que Jesús le devuelve el gesto identificándole a él como la piedra sobre la que edificaría su Iglesia, al mismo tiempo que confirmaría su autoridad confiriéndole las llaves del reino de los cielos.

No se trata pues de poner ambas interpretaciones en conflicto, sino de entenderlas de manera armónica. Ni solamente Pedro identificó a Jesús, ni solamente Jesús identificó a Pedro, pues ocurrieron AMBAS cosas. Y ambos hechos tienen relación: Pedro fue elegido como el primero entre los discípulos en virtud de su fe. La fe es un don de Dios, y el servicio también lo es. Dios quien concedió a Pedro el don de la fe, también le concedió el don de servir para confirmar a sus hermanos en la fe, así como concedió a los apóstoles acompañarle en el ministerio del apostolado.

Constancia hay de que los primeros cristianos y padres de la Iglesia, tanto ANTES, como DESPUÉS del reinado del emperador Constantino entendieron esos textos en ambos sentidos y de forma complementaria. Es evidente que hubo naturalmente un desarrollo teológico, pero asumir que sólo lo hicieron en un sentido sólo se puede explicar o por la ignorancia o por el prejuicio.  Sugiero a este respecto leer Mateo 16,18 y los padres de la Iglesia. Allí encontrará una variada recopilación de textos de diversas épocas donde los padres de la iglesia interpretan dicho texto de manera armónica y en distintos sentidos.

No es pues el aut-aut protestante (esto o aquello) sino del et-et  católico (esto y aquello). Tampoco se trata de ser “espiritual” o “dogmático” así como tampoco la autoridad excluye el servicio, como si fueran conceptos excluyentes. El problema lo tienen quienes por su rechazo a la autoridad tienen urticaria al dogma. Como si los grandes santos no hubiesen aceptado y profesado todas las verdades de la fe y no hubiesen sido también testimonios vivos de espiritualidad cristiana.

Desde aquí le solicito al profesor Luis Boschini López que por favor deje de difundir entre sus alumnos teología liberal protestante disfrazada de eclesiología católica. Y pido también a su párroco y en última instancia a su obispo que tome cartas en el asunto.