ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 18 de julio de 2015

La frase del día 18 de julio

"Al comienzo de la vida espiritual, se intenta sobre todo amar a Dios, al término se comprende que basta dejarse amar por él". (Jean Lafrance)

 


El papa Francisco

Las vacaciones del papa Francisco
En el hemisferio norte los meses de julio y agosto son los más calurosos del año

Bolivia: los obispos agradecen al país la acogida dada al Papa
Y "a Dios, por habernos bendecido con la presencia del Vicario de Cristo aquí en la tierra"

Iglesia y Religión

Guadalajara: 43 nuevos sacerdotes para la Iglesia católica
El cardenal Robles Ortega a los nuevos ordenados: 'Transmitan la palabra de Dios que han recibido con alegría'

Mons. Livieres: “Siempre estuve unido al Papa y a la Iglesia”
Entrevista del director de post-grados de la Universidad Austral de Buenos Aires

Filipinas: aumentan las vocaciones después de la visita de Francisco
En particular jóvenes profesionales, que dejan la oficina para iniciar un camino que conduce al seminario, al convento o al monasterio

Ecumenismo y diálogo interreligioso

Católicos y pentecostales: pasos adelante en un diálogo franco y fructífero
Concluye en Roma una nueva sesión del diálogo católico-pentecostal sobre el tema de los carismas, dedicada a la redacción del informe conclusivo, fruto de cinco años de trabajo

Espiritualidad y oración

San Arsenio el Grande - 19 de julio
«Anacoreta, uno de los “padres del desierto”. Compartió el ideal de los ermitaños que moraban en Scetis. Fue preceptor de los hijos de san Teodosio el Grande, a demanda del papa san Dámaso»


El papa Francisco


Las vacaciones del papa Francisco
 

En el hemisferio norte los meses de julio y agosto son los más calurosos del año

Por Sergio Mora

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, entrevistado por TV2000, al regreso de su viaje a América Latina explicó las vacaciones de verano del papa Francisco, que en Europa son el mes de julio o agosto. Las escuelas y centros de estudios suelen estar cerrados en este período. Actualmente bastante menos, pero hasta pocos años atrás en el mes de agosto la ciudad de Roma se vaciaba.

El portavoz indicó que ahora “el papa Francisco está preparando, en la Casa Santa Marta, en donde tiene su residencia en el Vaticano, su décimo viaje apostólico a Cuba y a los Estados Unidos que será del 19 al 27 de Septiembre”.

Precisó además que el Santo Padre “está escribiendo los discursos que dirá en los dos países, en especial el de las Naciones Unidas, en el Congreso de Estados Unidos y con motivo del Día Mundial de la Familia, en Filadelfia”. El director de la Oficina de prensa de la Santa Sede consideró que estos compromisos “requieren una preparación no indiferente”.

O sea que en el mes de julio, no hay audiencia general en la Plaza de San Pedro y tampoco la misa en la Capilla de Santa Marta, a la que participa un pequeño grupo de fieles, la que retoma en septiembre.

En la Casa Santa Marta, Francisco aprovecha así el ritmo menos intenso de trabajo para “estudiar, leer, responder cartas y preparar sus próximas citas”. O sea las vacaciones no incluyen ir a Castel Gandolfo, la hermosa residencia pontificia de verano con verdes jardines, en donde la temperatura es un poco más baja que en Roma, sino en su residencia habitual: la Casa Santa Marta.

El único compromiso público sigue siendo la oración del ángelus el domingo, con los fieles en la Plaza de San Pedro.

En agosto en cambio recomienzan las audiencias generales aunque no en la plaza de San Pedro, sino, en el Aula Pablo VI, debido al gran calor de este mes.

¿El Papa no se va de vacaciones? Monseñor Guillermo Karcher, estrecho colaborador del Papa, en una reciente entrevista a ZENIT respondió: “No, hace las ‘medias vacaciones’ a su estilo”. El monseñor afirma que “para él no existe el concepto vacaciones. Lo hizo solo una vez de joven jesuita, en Córdoba, luego nunca más. Para él, vacaciones es disminuir un poco el ritmo…”.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Bolivia: los obispos agradecen al país la acogida dada al Papa
 

Y "a Dios, por habernos bendecido con la presencia del Vicario de Cristo aquí en la tierra"

Por Redacción

Roma, (ZENIT.org)

“Llegó alabando a Dios en voz alta y echándose a los pies de Jesús le daba gracias” (Lucas 17, 15b-16)

Este viernes 17 de Julio, los Obispos de Bolivia expresaron su agradecimiento al pueblo de Dios a través de un comunicado que han titulado “Llegó alabando a Dios en voz alta y echándose a los pies de Jesús le daba gracias”.

Una semana después de la visita del Papa Francisco a nuestro país, con el corazón emocionado, el espíritu reconciliado y renovado por su presencia valiente y el impulso dado a vivir con mayor compromiso nuestra fe en los mensajes que nos dejó, queremos manifestar nuestra gratitud. Primero como discípulos misioneros de Jesucristo, que reconocen y agradecen en el hermano su entrega y servicio en el anuncio de la Buena Nueva al mundo, y también como sbispos de Bolivia, deseamos expresar nuestros más profundos agradecimientos ante todo a Dios, por habernos bendecido con la presencia del Vicario de Cristo aquí en la tierra, signo de que el Señor mira a toda Bolivia con amor.

Al hacer un recorrido por todo lo vivido en los meses previos y durante la visita del Santo Padre, no podemos dejar de agradecer toda la colaboración y apoyo desinteresado, en este trabajo que hemos realizado en conjunto con todos los que se han involucrado de un modo u otro.

Agradecemos, al señor presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, don Evo Morales Ayma, a las diferentes instancias gubernamentales, autoridades nacionales, gobernaciones, alcaldías, Fuerzas Armadas, Policía, médicos, Cruz Roja, periodistas y medios de comunicación estatales, privados y de la Iglesia Católica, empresas públicas y privadas, y a toda la población en su conjunto que desde su realidad  de trabajo aportaron para que esta visita tenga un feliz desenlace. Gracias en particular a las fuerzas de seguridad que han hecho un trabajo encomiable y discreto.

Sin duda también debemos agradecer a los miles de voluntarios de todo el país, jóvenes y adultos, a los colaboradores pastorales de las 18 jurisdicciones eclesiales, comunidades de religiosos y religiosas, sacerdotes, diáconos, seminaristas y laicos que participaron activamente en la organización de este acontecimiento histórico para Bolivia.

Va también nuestro más profundo agradecimiento a todas y todos los bolivianos y bolivianas, a las instituciones de ayuda dentro y fuera del país,  que aportaron de una u otra forma para hacer realidad todo cuanto se vivió durante la visita del Papa Francisco a Bolivia. 

La visita del Santo Padre, nos deja a todos desafíos importantes que nos compromete a seguir trabajando por la construcción del Reino de Dios, buscando y promoviendo la reconciliación y renovación en nuestro pueblo. Nos exige además llevar a la práctica su mensaje a nivel de Iglesia y de otros grupos, nos reclama a seguir dialogando entre todos los sectores de la sociedad, respetando las diferencias para lograr objetivos comunes, en provecho del pueblo boliviano. Alentamos a todos, a que sin temor pero sí con mucho gozo, anuncien la Alegría del Evangelio a todos, especialmente a los marginados por la “cultura del descarte”.

A ejemplo de la Virgen María, Madre de Jesucristo y Madre Nuestra, que con su vida y actos supo agradecer a Dios Padre, por todas las bendiciones que recibió; nosotros también, elevamos nuestras oraciones de agradecimiento al Padre Celestial, por la presencia del Papa Francisco en medio de nosotros, y acogiendo su petición insistente nos comprometemos a rezar por él.

La Paz, 17 de julio de 2015

Obispos de Bolivia

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Iglesia y Religión


Guadalajara: 43 nuevos sacerdotes para la Iglesia católica
 

El cardenal Robles Ortega a los nuevos ordenados: 'Transmitan la palabra de Dios que han recibido con alegría'

Por Redacción

México, (ZENIT.org)

 

 

Son 43 los diáconos que recibieron el orden sacerdotal en la mañana del sábado 13 de junio pasado en el Templo Parroquial de San Bernardo, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México, perteneciente a la Arquidiócesis de Guadalajara.

Lo indicó este viernes el padre Juan Javier Padilla, en una nota llegada a la redacción de ZENIT. La celebración fue presidida por el arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, y concelebrada por el obispo auxiliar Juan Humberto Gutiérrez Valencia y decenas de sacerdotes.

En la Homilía el Purpurado invito a los 43 nuevos sacerdotes a “enseñar en nombre del Maestro, transmitir la palabra de Dios que han recibido con alegría, procurar creer lo que leen, enseñar lo que creen y practicar lo que enseñan”.

Los ahora, nuevos sacerdotes, se integrarán al trabajo pastoral en alguno de los 650 Templos y Parroquias que componen la Arquidiócesis de Guadalajara, la cual cuenta con 5 millones 500 mil católicos.

 

ALGUNAS CIFRAS

A partir de 1988, el promedio de ordenaciones sacerdotales es de 38 por año, que se distribuyen en tiempo de Navidad y de Pentecostés, en este último, es cuando se ordena el mayor número de presbíteros, alrededor de 35. En las Ordenaciones Diaconales sucede a la inversa.


Según datos que presentó el entonces Rector del Seminario de Guadalajara, Mons. Miguel Romano Gómez, en su informe rectoral del 2011, para tener una buena atención presbiteral, según conforme al crecimiento demográfico, en Guadalajara deberían ordenarse de 60 a 65 Sacerdotes por año.

 

Ordenaciones en los Últimos años:

2011 39 Sacerdotes
2012 44 Sacerdotes
2013 46 Sacerdotes
2014 48 Sacerdotes
2015 43 Sacerdotes

 

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Mons. Livieres: “Siempre estuve unido al Papa y a la Iglesia”
 

Entrevista del director de post-grados de la Universidad Austral de Buenos Aires

Por Redacción

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, (ZENIT.org)

El papa Francisco en su viaje apostólico a Paraguay tuvo un encuentro con los obispos al término de la misa en Ñu Guasu. Durante la reunión, el Santo Padre les leyó a los prelados paraguayos una carta que le había hecho llegar monseñor Rogelio Livieres Plano, obispo emérito de Ciudad del Este, a través de la Nunciatura apostólica.

El obispo castrense del Paraguay, monseñor Adalberto Martínez habría comentado que el Papa les leyó la carta de monseñor Livieres y que éste “le expresó su gratitud y plena comunión con él". El obispo castrense luego declaró: "Estamos felices, porque monseñor Livieres pudo expresarle eso al Santo Padre”.

Los términos de la misma no fueron difundidos, si bien la Agencia de Noticias AICA publicó una entrevista al prelado español, que reproducimos a continuación y permite entender que la difícil situación que se había creado se ha normalizado.

La entrevista ha sido realizada por el director de posgrados de Comunicación de la Universidad Austral de Buenos Aires, Damián Fernández, que conversó con monseñor Livieres, actualmente en Argentina, donde guarda reposo debido a un cuadro de salud complejo.

 

¿Cómo vive estos días de enfermedad?
- Estos días de enfermedad, los vivo cerca de Dios. Cerca de Él y cerca de la gente que me ayuda tanto y está a mi alrededor: Sin ellos no sé qué haría.

Desde este momento y situación, ¿cómo resumiría una vida intentando servir a la Iglesia?
- Es una vida felicísima. Con solo intentar servir a Dios y a la iglesia ya el Señor bendice con la alegría y hace que uno esté contento, independientemente de las circunstancias.

Como obispo, ¿cómo describiría al pueblo paraguayo?
- Muy piadoso, muy cercano a la Virgen, a los santos. Ahora, tiene que mejorar en algunos aspectos, por ejemplo, el uso de los sacramentos. No el bautismo, que se bautizan mucho, pero sí los demás, que quizás no están lo suficientemente desarrollados.

¿Qué destaca de sus diez años como obispo de Ciudad del Este?
- Muchos puntos. Pero quería sobre todo señalar el seminario, con más de cien alumnos, y la producción de sacerdotes: ordené 60 estos últimos tres años, que es cuando empezó el seminario a producir sacerdotes.

¿Hay algo de lo que se arrepienta?
- Muchísimas cosas. Todos los días pido perdón al Señor por las cosas que hice mal, antes de dormir. Las enumero, por lo menos las que me doy cuenta, y el Señor baja con su perdón y con su paz.

¿Algo que merezca una ulterior aclaración?
- Quiero decir que en todo momento estuve yo unido al Papa y a la Iglesia, que ni de cerca ni de lejos estuve con una disposición cismática, sino que señalé algunos errores que se han contemplado posteriormente en la legislación. Por ejemplo, en la expulsión de obispos, que antes era completamente voluntad del Papa, y ahora también lo es por supuesto, pero se debe seguir una reglamentación que yo sugerí.

En las declaraciones públicas, ¿la actitud de un pastor frente al error debe ser igual a su actitud con los que se equivocan?
- La misericordia siempre tiene que estar presente en los juicios, no solamente del obispo sino de las personas particulares, de todos. Así es que, en general, tuve un buen recibimiento, porque procuré vivir la caridad delicadamente, de forma que se encuentre la persona no juzgada sino ayudada.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la Iglesia en Paraguay?
- La evangelización más profunda. La gente realmente es piadosa pero superficial, en el sentido de que hay puntos centrales de la doctrina católica que no se viven o no se plantean, o se plantean flojamente. Por ejemplo, todo el uso de los sacramentos, el uso de la Palabra de Dios, que es mayor ahora, pero hay mucho que hacer. Las dos cosas, fundamentalmente, que son los puntos en los que la Iglesia se erige: la salvación de las almas y la predicación de los sacerdotes.

¿En qué medida puede ayudar el viaje del Santo Padre?
- En una gran medida, porque es un sacudón espiritual y una ocasión para manifestar la unidad, el afecto y, en el caso de los laicos y demás personas de la Iglesia, la proximidad también de ellos. No es el Papa una figura lejana sino que es una figura cercana; antes se decía: “ni aunque venga el Papa”, como una cosa imposible, y ahora el Papa viene y se subsana esa situación.

¿Cómo es su relación hoy con el papa Francisco, luego de que decidiera separarlo de su diócesis?
- Es una relación buena porque nos hemos comunicado mutuamente y siento el afecto del Papa y él siente el afecto mío hacia él. Así que creo que las cosas están en su camino. Lleva tiempo arreglarlo pero se va a arreglar con la ayuda de todos, la oración de todos: tantos rezan por mí, a Dios gracias, y lo siento. Así seguiremos avanzando en el camino de unidad y el afecto con todos. Por mi parte siempre hubo afecto a la figura del Papa independientemente de quien fuera, ahora lo conozco y sé quién es.

¿Y con su sucesor al frente de la Iglesia de Ciudad del Este?
- Una relación magnífica. Él vino a casa a verme varias veces, cinco, y yo le escribo, le llamo. Tenemos una fluida relación. Le he pedido yo algunas cosas que las cumplió inmediatamente, y hasta ahora no cambió nada de lo que yo hice, así que somos muy próximos. Es un hombre excelente, buenísimo. Como el que yo estaba buscando como sucesor mío, porque la salud no me da, pero Dios me ha enviado, a través del Papa, una persona desconocida para mí, que reúne todas las condiciones.

¿Pueden contribuir de alguna manera los fieles para que el Sínodo de la Familia sea fecundo?
- Yo he animado siempre a todos a rezar por el tema del Sínodo que hubiera. Así que los fieles laicos pueden contribuir con su oración, con su sacrificio personal, a la realización de este acontecimiento grande de la Iglesia del que esperamos muchos frutos.

Pedir perdón y perdonar es a veces algo heroico. ¿Podría ofrecernos un testimonio personal sobre esta dimensión central del cristianismo?
- La verdad es que a mí no me cuesta perdonar. Tengo un carácter que revienta cada tanto, pero enseguida me llevo bien con las personas, no es que guarde rencor, en absoluto. Me parece que perdonar y ser perdonado es un trámite habitual en la vida de la Iglesia. Todos tenemos que hacer eso si queremos funcionar como buenos hijos de Dios.

¿Qué expectativas tiene del año santo de la Misericordia definido por al Papa para 2016?
- Me parece que es muy apropiado y fantástico el tema que ofrece al mundo católico para el año que viene. Dios quiera que tenga tantos frutos como han tenido los demasiados años santos.

(Damián Fernández)

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Filipinas: aumentan las vocaciones después de la visita de Francisco
 

En particular jóvenes profesionales, que dejan la oficina para iniciar un camino que conduce al seminario, al convento o al monasterio

Por Redacción

Roma, (ZENIT.org)

Un número creciente de jóvenes se acercan a los centros vocacionales en Filipinas, con intención de optar por el sacerdocio o la vida consagrada. Es un hecho que se registra después del viaje apostólico del papa Francisco, del 15 al 19 de enero de 2015.

Lo indicó Edwin Dio Despabiladeras, coordinador vocacional del santuario nacional de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Baclaran, distrito al norte de Parañaque, en la zona Metro Manila que en una nota de la agencia Asia News, precisa que estas personas han encontrado inspiración en las palabras y en los gestos del pontífice.

En estos últimos meses, explica, hay un número siempre mayor de personas, en particular jóvenes profesionales, que dejan la oficina para iniciar un camino interior que conduce luego “al ingreso al seminario, al convento o al monasterio”.

“No podemos ciertamente negarque la reciente visita del Papa Francisco sea la causa de este aumento improviso en el número de personas que desean investigar su propia vocación”. Sin embrago, agrega Dio Despabiladeras, también si el aumento de ingresos y adhesiones es un hecho positivo es necesario evaluar con atención cuáles serán las “verdaderas vocaciones” respecto a una elección momentánea determinada por el sentimiento.

No podemos ciertamente excluir que algunas de estas, cuenta, sean “fruto del amor y de la admiración por el Santo Padre, y demostrar cuánto él sea un verdadero testigo de la Buena Noticia”. Cuantos desean iniciar el camino vocacional participan en un mes inicial de búsqueda y meditación interior. “Después de que --dice el coordinador vocacional-- apuntamos más a la calidad que a la cantidad”.

En estos encuentros, agrega el misionero laico filipino, las personas tienen modo de confrontarse y discutir sobre las propias elecciones y gozar de una “relación renovado con el Señor”.

Además de seguir estos centros, Despabiladeras visita con regularidad las escuelas de Luzon con la finalidad de “plantar la semilla de la vocación” en los corazones y en las mentes de los estudiantes. “no lo llamamos reclutamiento- explica- que en estos tiempos ha adquirido una connotación negativa. Pero nuestro modo de decir a los jóvenes que existe una alternativa a la vida a la cual están acostumbrados”.

Por su parte  el padre Hernando Coronel, rector del seminario San Carlos, refieren que hay un aumento de personas que enfrentan el camino de formación después de la visita del Papa con un aumento del 13 por ciento de las personas inscriptas en los cursos de filosofía y teología.

Para el hermano Nestor Limqueco, profesor y miembro de la Fraternidad laica de Santo Domingo (Csd), la animación vocacional no es un trabajo exclusivo de pocos. No dejamos solos al clero y a los religiosos en esta tarea, advierte, porque “en cualidad de miembros de la Iglesia” también los laicos “están llamados a sostener” esta tarea. “Cada uno de nosotros- concluye- en particular los padres y los docentes deben colaborar, motivando a las jóvenes al sacerdocio y a la vida consagrada”.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Ecumenismo y diálogo interreligioso


Católicos y pentecostales: pasos adelante en un diálogo franco y fructífero
 

Concluye en Roma una nueva sesión del diálogo católico-pentecostal sobre el tema de los carismas, dedicada a la redacción del informe conclusivo, fruto de cinco años de trabajo

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

“Los carismas en la Iglesia: significado espiritual, discernimiento e implicaciones pastorales” es el título de la V sesión de la sexta fase del diálogo internacional católico-pentecostal que ha concluido este viernes en Roma, tras el inicio del trabajo el pasado 10 de julio.

Tal y como ha informado el Pontificio Consejo para la promoción de la Unidad de los Cristianos, han participado católicos nombrados por el dicasterio vaticano y algunas Iglesias y líderes pentecostales clásicos. El co-presidente católico del diálogo es el obispo estadounidense Michael F. Burbidge, de Raleigh; y el pentecostal también estadounidense, reverendo Cecil M. Robeck (Assemblies of God).

La sesión de este año se ha dedicado a la redacción de la relación conclusiva, fruto de cinco años de diálogo, cuya publicación está prevista para el 2016. Los temas debatidos fueron: “Carismas - nuestro terreno común”, “Discernimiento”, “Sanación”  y “Profecía”.

El objetivo de este diálogo, iniciado en 1972, es el de promover el respeto y la comprensión recíproca en las cuestiones de fe y de práctica. Las conversaciones han sido llevada adelante con un intercambio sincero y el debate franco sobre las posiciones y las prácticas de las dos tradiciones, intercaladas por los servicios de oración cotidianos guiados por turnos entre los católicos y los pentecostales.

Durante las sesiones de trabajo que se han celebrado en Roma, el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo, se reunió después con el grupo para participar en el diálogo, recoger puntos de vista y responder a preguntas. Los participantes, además, han tenido un encuentro informal con el obispo secretario del dicasterio, monseñor Brian Farrell, quien ha confirmado en una entrevista en Radio Vaticano que “ha sido un diálogo muy interesante, franco y también fructífero”.

Ciertamente --ha añadido el prelado-- los progresos en el diálogo católico-pentecostal son mérito también del papa Francisco, quien “lleva una novedad que es su modo de vivir el cristianismo como experiencia y no solo como doctrina”. Esto, los pentecostales “lo entienden muy bien y sienten una cercanía particular”.

Por su parte, el obispo Burbidge ha declarado que “ha sido un privilegio servir como co-presidente en esta fase del diálogo internacional católico-pentecostal, y un verdadero honor trabajar con colegas tan comprometidos en ambos grupos, mientras hemos dedicado nuestra atención a los carismas en la Iglesia y a su significado espiritual”.  

“A través de las intervenciones eruditas que se han hecho, el debate sincero y respetuoso durante todo el diálogo y el tiempo de oración común, hemos alcanzado una comprensión más profunda de los ámbitos de entendimiento en lo que se refiere a los carismas, la sanación, las profecías y el discernimiento, como también los puntos de divergencia”, ha añadido. Asimismo, ha indicado que “hemos individuado juntos los desafíos y oportunidades pastorales mientras continuamos invitando a los otros a encomendarse a los dones del Espíritu, que siempre trabaja en nosotros”.

De este modo, el reverendo Robeck ha observado que “la actual fase de diálogo ha revelado que la enseñanza de los pentecostales y de los católicos sobre los carismas, los dones del Espíritu Santo, coinciden sobre muchos puntos. Ambas tradiciones reconocen que cada creyente ha recibido uno o más dones del Espíritu Santo, que deben ser utilizados para construir la Iglesia y servir al mundo. Tales dones han estado presente en la Iglesia desde los tiempos del Nuevo Testamento”.

Considerando los problemas que plantea la sociedad en la cultura actual, ha concluido Robeck, “reconocemos que debemos afrontar desafíos comunes en los que nuestra gente debe encomendarse a la ayuda del Espíritu Santo para ejercer tales carismas de forma ponderada y creativa mientras trata de difundir el mensaje de amor y de perdón que Jesucristo ha traído al mundo”.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Espiritualidad y oración


San Arsenio el Grande - 19 de julio
 

«Anacoreta, uno de los “padres del desierto”. Compartió el ideal de los ermitaños que moraban en Scetis. Fue preceptor de los hijos de san Teodosio el Grande, a demanda del papa san Dámaso»

Por Isabel Orellana Vilches

Madrid, (ZENIT.org)

Las fuentes fidedignas que permiten conocer la vida de Arsenio se deben a san Teodoro Studita quien redactó su biografía en el siglo VII. Pudo nacer a mediados del siglo IV en Roma. Pertenecía a una familia que gozaba de grandes prebendas y bienes al formar parte del prestigioso senado. Su preparación intelectual y el vigor de su fe cristiana atrajo la atención del papa san Dámaso que, además de nombrarle diácono, pensó en él como la persona idónea para asumir la responsabilidad de formar a los hijos del emperador romano san Teodosio el Grande: Arcadio y Honorio. Durante once años desempeñó en Constantinopla esta tutoría que no fue fácil por el carácter de los muchachos, hasta que a finales del siglo IV su vida tomó un rumbo diametralmente opuesto. Había muerto el emperador y la corte no le satisfacía. Las maquinaciones y la vida disipada que veía a su alrededor de algún modo dejaban su labor de preceptor en mal lugar. Bien pudo pensar que había fracasado en la tarea educativa por cuanto Arcadio y Honorio no habían respondido como cabía esperar. Con su proceder ponían de manifiesto no haber captado el valor de la vida espiritual que quiso transmitirles. Dejó su cargo de senador al que había sido elevado, y envuelto en un profundo dilema suplicó a Dios que condujera sus pasos hacia Él. «Huye de la compañía de los hombres para salvarte», fue la respuesta. Se dispuso a cumplir a rajatabla esta indicación percibida en su oración. ¿Dónde podía ir? El monacato estaba bien asentado en el desierto, y partió a Egipto para compartir el ideal de los ermitaños que moraban en Scetis.

San Juan «el Enano» fue su preceptor. Lo probó de distintas formas constatando la autenticidad de su vocación que rubricó con este vaticinio: «Este hombre será un buen fraile». Con toda delicadeza le ayudaron sus hermanos a abandonar hábitos del pasado. Sin ápice de añoranza por las comodidades y lujos que le habían rodeado, los reemplazó gustoso por la ascesis que sabía iba a conducirle a la unión con el Altísimo. Oración, mortificación y penitencia fueron alimentos que llenaros sus días y sus noches. A veces le perseguía su currículum de persona cercana a los altos gobernantes, y entonces aún añoraba más la soledad y el anonimato.

Siempre a la escucha de la voz de Dios para conocer su voluntad, un día se le hizo patente en nueva locución: «Huye al silencio y la paz, que son las raíces de una vida sin pecado». Eligió lugares más apartados y continuó su itinerario espiritual por un desierto interior que iba inundando su espíritu a través de la oración y el ayuno. Dando testimonio de su generosidad y humildad, abrazado al rigor de la regla que acentuaba severamente para sí mismo, fue desprendiéndose de todo. Hasta allí llegaban noticias de los que amó, como a los hijos del desaparecido Teodosio, que habían sucumbido bajo el influjo de ciertas pasiones y malamente podían hacer frente a las consecuencias de sus actos. Esto le llenaba de gran aflicción. Hubo otros ecos de su pasado que también retumbaron en su elegido exilio. Así, un día supo que había sido nombrado heredero de los bienes de un senador. Pero rompió el documento acreditativo que le mostraron, manifestando: «Yo morí antes que el senador y, por consiguiente, no puedo ser su heredero». Sus discípulos, Alejandro y Zoilo, profundamente edificados por su vida, siguieron la senda de la virtud que aprendieron junto a él.

Arsenio amaba el silencio y velaba para no tener que vulnerarlo. Una de las raras excepciones que hizo con las visitas fue con la de Teófilo, obispo de Alejandría, quien expresamente quiso hablar con él para solicitar su consejo pensando especialmente en el grupo de personas que le acompañaban. El santo advirtió: «Os mando que, cuando alguien os pregunte dónde vive Arsenio, no se lo digáis, o bien decidles que se eviten la molestia de ir a visitarle y que le dejen en paz». Esa voluntaria reclusión, que llevaba a tal extremo, llamó la atención del abad, y él aclaró: «Dios es testigo de que os amo de todo corazón. Pero, como no puedo estar con Dios y con los hombres al mismo tiempo, prefiero dedicarme a conversar con Dios».

Evagrio del Ponto fue otro de sus ilustres visitantes, y no volvió con las manos vacías porque Arsenio siempre pronunciaba palabras encendidas y juiciosas que instaban a amar a Dios y ponían de relieve su espíritu de penitencia, docilidad y mansedumbre. Se le atribuye esta reflexión: «muchas veces he tenido que arrepentirme de haber hablado. Pero nunca me he arrepentido de haber guardado silencio». Recibió el don de lágrimas, del que muchos fueron testigos. La invasión de los bárbaros el año 434 le obligó a dejar Scetis y refugiarse en Troe para trasladarse diez años más tarde a Canopo. Desde allí divisaba Alejandría, lo cual suscitaba su emoción. Abandonó esta isla viendo que se acercaba su fin, y volvió a la de Troe. Las lágrimas sellaron sus últimos instantes en la tierra y sus hermanos le preguntaron por la causa: «Padre, ¿por qué lloras? ¿Tienes miedo de morir, como tantos otros?». La respuesta del santo eremita estaba en consonancia con el sentimiento espiritual que le acompañaba. Explicó que no era tanto el miedo a la muerte como el santo temor que le acompañaba al tener que presentarse ante Dios siendo que se consideraba un pecador. Culminó en paz su fecunda existencia el año 449 o 450 en Menfis.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba