Patricio Fuentes ha sido nombrado Secretario General de Cáritas Diocesana de Málaga. Sustituye en el cargo a Francisco Javier Jiménez, que ha estado ocupando ese puesto durante los últimos diez años.

-¿Cómo recibió la noticia del nuevo nombramiento?

Para mí es una gran alegría poder servir a la Iglesia en las personas más necesitadas y donde haga falta. Llevo desde los 22 años, gracias a Dios, unido a Cáritas, de una u otra forma; y trabajando desde el servicio a los más pobres y desde el Evangelio. Ser Secretario General es una gran alegría y también una responsabilidad y un cierto vértigo porque Francisco Jiménez, el que ha sido Secretario General en los últimos diez años (y el anterior, Antonio Martínez) son personas que han hecho tanto bien y lo han hecho tan bien que me dejan el listón muy alto. Y yo, humildemente, voy a poner todos los dones que Dios me ha dado para hacerlo lo mejor posible

-¿Cuál es la labor del Secretario General?

La labor de la Secretaría General es doble. Por un lado, mantener los archivos y la documentación de Cáritas que es bastante: la correspondencia y los correos electrónicos; y atender y responder todo lo que surge desde cualquier lugar hacia Cáritas Diocesana de Málaga. Ésta es la parte más conocida del secretario, pero la labor más bonita quizás sea trabajar y colaborar con el personal laboral y voluntario de la sede de Cáritas Diocesana de Málaga. Los trabajadores y los voluntarios tienen una vocación tremenda y son personas entregadas, así que va a ser una tarea fácil y voy a aprender mucho de las personas que trabajan y colaboran como voluntarios cada día en Cáritas. Otra tarea es la de estar pendiente de que las áreas y programas de Cáritas Diocesana vayan trabajando lo mejor posible hacia los objetivos que ellos mismos se han comprometido. Así que, es una tarea preciosa de acompañamiento, de estar presentes y de hacer todo lo que uno pueda para que el servicio a los más pobres se haga de la forma más eficaz y eficiente.

-Son varios los cargos que tiene usted, es el coordinador de los centros socio-sanitarios de Cáritas y el director de la Casa del Sagrado Corazón y el director del centro gerontológico Buen Samaritano. El día sólo tiene 24 horas, ¿dejará alguna tarea?

En principio, hay tareas en Cáritas que voy a ir dejando, poco a poco, conforme vayamos encontrando personas que puedan ir asumiéndolas. Pero, con los colaboradores tan buenos que hay en Cáritas y con la suerte que tengo de encontrarme con personas entregadas y comprometidas (tanto en el Centro Buen Samaritano como en la Casa sagrado Corazón y los demás centros de Cáritas) mi tarea es estar pendiente de todo y echarle una mano a quien lo necesite, en lo que haga falta. Las casas funcionan perfectamente y ésa es la gran alegría y la tranquilidad que tengo. Hay muy buena gente trabajando en Cáritas, con lo que la tarea de coordinar y de ser responsable es relativamente fácil.

-¿Cómo conoció Cáritas?

Cuando me enamoré del Evangelio y del compromiso con los pobres, a los 22 años, me marché a Valencia, para pasar un verano con los enfermos de sida de una casa de Cáritas en la que había estado antes un compañero de mi comunidad de San Agustín. Cuando llegué a Málaga, fui a Cáritas a preguntar si había algún sitio donde pudiera echar una mano, a ser posible también con enfermos de sida, y me indicaron que aquella casa era Colichet; así que, desde los 22 años, hasta los 45 que tengo ahora, estoy feliz y encantado de seguir sirviendo en Cáritas y en relación incluso con la casa que me vio nacer en Cáritas: Colichet.

Pinceladas de su vida

(Gabriel Leal, Vicario Episcopal para la Acción Caritativa y Social, hace una breve reseña del nuevo Secretario.)

Acabada la prestación social de objetor de conciencia, Patricio llegó como voluntario a una de las obras más significativas de Cáritas: la casa de acogida para enfermos de sida de Colichet. Su colaboración con este grupo de personas la había iniciado antes, en Valencia, durante un verano como voluntario. Cuando llegó a esta obra de Cáritas estaba acabando sus estudios de Ingeniero Superior de Telecomunicación.

Patricio procede de una familia cristiana y de los grupos de jóvenes que se formaron en torno a la comunidad educativa de los Agustinos, del Colegio de los Olivos, donde había tenido responsabilidades y colaboraba en actividades solidarias.

Pronto se incorporó al equipo de Comunicación de Cáritas, del que en el año 1994 fue nombrado responsable, incorporándose también a la Comisión Permanente de Cáritas, de la que es miembro hasta hoy.

Ante la necesidad urgente de encontrar un director para la Residencia Asistida el Buen Samaritano, la dirección de Cáritas le pidió que se encargara de dicho servicio. Asumió esta responsabilidad con mucha generosidad, renunciando al trabajo que entonces tenía y a una carrera profesional previsiblemente brillante. Su aceptación no era de extrañar, porque ya había mostrado una gran disponibilidad para servir a la Iglesia y a los más desfavorecidos. Posteriormente asumió la coordinación de las obras socio-caritativas de Cáritas.

Su disponibilidad al servicio de la Iglesia le ha llevado a aceptar, por indicación de nuestro Obispo, la dirección de la Casa del Sagrado Corazón, en circunstancias nada fáciles, y recientemente la Secretaría General de Cáritas.

Creo que no exagero al decir que estamos ante una persona creyente, sencilla y simpática, responsable y disponible, con una gran capacidad de trabajo en equipo.

Su responsabilidad en el servicio confiado le ha llevado a mejorar continuamente su formación, como muestra los estudios que ha realizado: Experto Universitario en Dirección de Recursos Humanos en la Empresa (UNED), Master en Gestión de Entidades sin fines de lucro (UNED), Curso de Alta Dirección de Instituciones Sociales por el Instituto Internacional San Telmo, Estudios de Diplomado en Educación Social (UNED) y actualmente esta terminando un máster en Doctrina Social de la Iglesia.

Sin lugar a dudas que este camino de servicio no lo recorre sólo: cuenta con el apoyo sacrificado y discreto de Maribel su esposa, con cuyo acuerdo ha ido asumiendo las diversas responsabilidades que se le han ofrecido.

(Encarni Llamas Fortes – Diócesis de Málaga. Foto: S. Fenosa)