Hay fanáticos decididos a matar a una persona desde que es acusada

Pakistán: «Hay otros 130 Asia Bibi»

 

El padre Channan es el ex vicepresidente de la Orden Dominica en Pakistán y director del Centro para la Paz en Lahore, un centro comprometido en profundizar en el conocimiento religioso de laicos y clérigos, para construir lazos interreligiosos con la mayoría musulmana de Pakistán, que representa el 96% de una población de 196 millones de personas; la población cristiana es sólo el 2%, incluyendo 2 millones de católicos.

31/07/15 10:32 AM


(Aleteia) Ayuda a la Iglesia Necesitada habló con el padre James Channan, dominico de Lahore, sobre la decisión de la Corte Suprema de Pakistán para escuchar la apelación de Asia Bibi.

El padre Channan estuvo recientemente en la ONU para recibir el Global Ambassador of Peace Award, el premio embajador global de la paz, del Instituto de Desarrollo Social Internacional.

¿Será perdonada la vida de Asia Bibi?

El Tribunal Supremo de Pakistán ha hecho un gran gesto por retirar esta condena a la pena de muerte. Se revisará el dossier completo, incluyendo su sentencia de muerte. Creo firmemente que se hará justicia, que su inocencia será probada y que se la liberará. La ley sobre la blasfemia ha sido utilizada con fines personales: la acusación fue un acto de venganza.

Si ella es liberada, ¿su vida correrá peligro?

Sí, por desgracia sí. Hay fanáticos decididos a matar a una persona desde que es acusada, sin importar el resultado legal. Asia Bibi no puede permanecer en Pakistán y se verá obligada a ir al extranjero. Estos casos han pasado muchas veces en el pasado. Nuestros hombres necesitan educación y aprender a respetar las decisiones de los tribunales de justicia.

¿Cuántos cristianos están actualmente en prisión, acusados de blasfemia?

Calculo que hay 130 cristianos cuyo juicio continúa este momento. Pero la gente se sorprenderá al saber que hay cerca de 950 musulmanes en ese momento bajo los grilletes de la justicia. Las leyes se promulgan mucho más contra los musulmanes y con frecuencia son las herramientas para resolver disputas de dinero o para arreglar cuentas personales.

Pero hay una gran diferencia entre las acusaciones de los musulmanes y las de los cristianos: cuando un musulmán es acusado, es sólo un musulmán acusado. Pero en el caso de un cristiano acusado, será toda su comunidad, todo su barrio el que se encontrará incriminado. En muchos casos, el pueblo o la totalidad del barrio cristiano se ha quemado y ha quedado reducido a cenizas.

¿Espera que la ley pakistaní contra la blasfemia de Pakistán sea revocada algún día?

Esto no se producirá. Este es un asunto muy delicado y sensible; los grupos extremistas están muy vinculados. Pero se podrían instaurar ciertas garantías. Se deberían impedir los abusos de esta ley, como por ejemplo su uso para objetivos personales o económicos. Los que vienen con falsas acusaciones deberían ser castigados, y esta idea es compartida por un número creciente de musulmanes, incluyendo incluso algunos líderes importantes.