¿En dónde debemos poner nuestra fe católica?

 

Hay quienes ponen su fe en un laico o grupo de laicos, otros en alguna o algunas religiosas o algún o algunos religiosos, o en una congregación o instituto, hay otros que ponen su fe en su párroco o en algún sacerdote o sacerdotes, otros en obispos o cardenales y algunos ponen su fe en el Papa cuando no habla ex-cathedra en cuestiones de fe y de moral…

Todos estos católicos están poniendo su fe en algo meramente humano en lugar de en la Iglesia, en su sentido más pleno y sobrenatural, que es mucho más que el conjunto de todas las personas mencionadas. Si a esto le agregamos que no sabemos en dónde está el depósito de nuestra fe, es decir, los documentos históricos que tienen contenida la verdadera doctrina católica que estamos obligados a creer, los resultados pueden ser funestos…. Porque la parte humana de la Iglesia falla y ha fallado innumerables veces en la historia de la Iglesia, excepto cuando se trata  del Magisterio ordinario y extraordinario que goza de la infalibilidad, como único criterio autorizado para interpretar la Sagrada Escritura. Por eso es tan importante atender a dos puntos fundamentales:
1. Comprender el verdadero sentido de lo que es la Iglesia Católica en su significado más pleno y sobrenatural incluyendo la Iglesia peregrinante, purgante y triunfante que tiene por cabeza a Jesucristo y por alma al Espíritu Santo que da unidad y vida a todos sus miembros.
2. Conocer los documentos oficiales que contienen la verdadera doctrina católica más allá de las opiniones de cualquier miembro sea un seglar, un religioso, un diácono, presbítero, obispo, cardenal o hasta el mismo Papa cuando no habla ex-cathedra.
Lo anterior no significa que los bautizados carezcamos de todo elemento de credibilidad y de toda autoridad para enseñar algo, sino que nuestra autoridad y credibilidad radica en la adhesión que tengamos a la verdadera doctrina de la Iglesia. Por todo esto es tan importante conocer nuestra fe, para no ponerla en cuestiones humanas que acaban, tarde o temprano, por arrastrarnos a innumerables errores e incluso a confundir o perder nuestra fe.

 

manuel.ocampo.ponce@hotmail.com