La “luna roja” del 27 de septiembre... ¿de nuevo el fin del mundo?

La noche del 27 al 28 de septiembre traerá una “luna de sangre”, según explica Todd Leopold en CNN. Para los observadores del cielo, simplemente se refiere al color cobrizo que la Luna toma durante un eclipse, pero para algunos grupos de origen cristiano, el cuarto eclipse y el final en una tétrada –cuatro eclipses lunares totales consecutivos, cada uno separado por seis meses lunares– cumple la profecía bíblica del apocalipsis.

Una “señal del fin”

Los primeros tres de la serie tuvieron lugar el 15 de abril del 2014, el 8 de octubre del 2014, y el 4 de abril del 2015. En la promoción de su libro del año 2013 Cuatro lunas de sangre, el “ministro cristiano” John Hagee (un pastor evangélico radical) afirmó que la tétrada era una señal del fin“Las siguientes cuatro lunas de sangre apuntan a un evento que sacudirá al mundo y sucederá entre abril de 2014 y octubre de 2015”, dijo.

La referencia al impacto es más directa en Joel 3, 3-4, donde se lee: “Pondré señales en el cielo y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, la luna, en sangre ante el Día del Señor que llega, grande y terrible” (traducción de la Conferencia Episcopal Española).

También hay referencias a una luna de sangre en Apocalipsis 6, 12 –parte del pasaje sobre los siete sellos– en el cual se lee: “Vi cuando abrió el sexto sello: se produjo un gran terremoto, el sol se puso negro como un sayal de pelo, la luna entera se tiñó de sangre (traducción de la CEE.

La controversia

La afirmación de Hagee fue rápidamente desacreditada por científicos y escépticos. Después de transitar por algunas de las teorías de Hagee –incluyendo las lunas de sangre que coinciden con las fiestas judías (lo cual es lógico puesto que los días festivos están basados en el calendario lunar) y eventos significativos en la historia judía– Bob Seidensticker, del portal Patheos, hizo notar que el pastor fue vago en algunos puntos y crédulo en otros“Pronostico que la predicción de John Hagee fallará en el 2015 y el final no vendrá”, escribió a finales de 2013.

El sitio astronómico EarthSky.org agregó que las tétradas, de las cuales ha habido 62 desde el primer siglo, siguen ciclos naturales y se calculan fácilmente. Por otra parte, tres de los cuatro eclipses más recientes no fueron visibles en el mismo Israel. “¿De qué sirve una luna de sangre si los elegidos de Dios no pueden verla?”, escribió Seidensticker.

Sin embargo, la próxima “luna de sangre” de septiembre puso nerviosas a algunas personas en Twitter. Algunos habían visto un documental basado en el libro de Hagee. Pero será el fin de las predicciones con base en las tétradas por un tiempo. Después de que el eclipse haya terminado, la siguiente tétrada se espera para el año 2032.

El punto de vista cristiano

Tal como explicaba el año pasado con motivo del mismo evento astronómico Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en un artículo publicado en el portal Aleteia, “si algunos quedaron defraudados por el fallo estrepitoso de sus profecías para diciembre de 2012, aprovechan la ocasión ahora para infundir miedo en la población, concretamente “refiriéndose a la Biblia”.

Para este sacerdote, la clave está en “cómo hay que entender las palabras proféticas de la Biblia en general, y el libro del Apocalipsis en particular. Se trata de un género literario peculiar, el apocalíptico, que no puede leerse de forma literal. Un género plagado de simbolismo y metáforas, en el que los números, las formas, los colores, los animales… tienen cada uno su significado teológico. Se trata de un discurso religioso, de unas palabras que expresan algo desde la fe, y no de un meticuloso programa de futuros acontecimientos históricos, políticos o astronómicos”.

Por ello, Santamaría afirma que no hay motivos para preocuparse, desde luego que no”. El texto del profeta Joel citado por los catastrofistas es un “mensaje de salvación”, que hay que leer en su contexto. En cuanto al otro texto, recuerda que “el Apocalipsis seguirá siendo un escrito que anuncia la salvación de Cristo de una forma extraordinariamente bella y sugerente, como en una inmensa liturgia, como una gran Misa cósmica que concluye con unas bodas: las de Jesús con la Iglesia, que es la humanidad salvada”