“Es necesario humanizar la economía y unir la eficiencia con la solidaridad”,  lo dijo el Papa Francisco a los miembros del Banco de Crédito Cooperativo de Roma, a quienes recibió en Audiencia con ocasión del 60° Aniversario de fundación.

En sus saludos el Santo Padre recordó el aliento que dio el pasado mes de febrero a los representantes de la Confederación de Cooperativas y de la Federación de Cajas de Ahorro, “la Iglesia conoce bien el valor de las cooperativas, afirmó el Papa, al origen de muchas de ellas se encuentran algunos sacerdotes, fieles laicos comprometidos, comunidades animadas por el espíritu de solidaridad cristiana. Y este movimiento no se termina jamás”.

Asimismo, el Pontífice señaló que en su reciente Encíclica Laudato Si’, ha subrayado el valor de las Cooperativas en el campo de las energías renovables y en la agricultura (Cfr. nn. 179-180). “Ustedes son una Cooperativa de Crédito, y son el Banco más grande de crédito Cooperativo en Italia. Puede ser que una cooperativa se convierta en una gran empresa; pero no es este el desafío más importante. El desafío más importante – afirmó el Obispo de Roma – es crecer siendo una cooperativa. Esto significa favorecer la participación activa de los socios. Trabajar juntos y trabajar por los demás”.

En este sentido, el Sucesor de Pedro alentó a seguir uniendo esfuerzos para hacer de un banco una institución que considere a la persona en su integridad y no sólo como un bien económico. “Un banco cooperativo, dijo el Papa, debe tener algo más: buscar humanizar la economía, unir la eficiencia con la solidaridad”. Por ello, es importante lo que señala la Doctrina Social de la Iglesia en materia de subsidiariedad. “Como bancos cooperativos han puesto en práctica la subsidiariedad cuando han enfrentado las dificultades de la crisis con sus propios medios, uniendo fuerzas y no a cuestas de los demás”.

Además, el Papa Francisco resaltó la importancia del trabajo de beneficencia que realizan las Instituciones Financieras en favor de los más necesitados, teniendo presente sobre todo a los jóvenes y a las familias. Finalmente, el Santo Padre animó a seguir participando activamente y generosamente en la vida de todo el movimiento cooperativo. “Les deseo que lo hagan con coherencia y con la alegría que surge cuando se obra por el bien común, dijo el Papa. El Señor los bendiga y la Virgen los acompañe. Y por favor, no se olviden de rezar por mí”.

(RM – RV)