Diócesis
Durante un acto organizado por la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir

El cardenal Caffarra lamenta la actual tentación de redefinir el matrimonio

El purpurado critica que no se tenga en cuenta las identidades sexuales varón-mujer

El cardenal Caffarra, arzobispo de Bolonia, pronunció  ayer la última ponencia de las jornadas diocesanas “Vocación y misión del matrimonio y la familia en la iglesia y en el mundo”.

El cardenal Caffarra lamentó la “tentación de redefinir el matrimonio y la familia desde las orientaciones sexuales y no de las dos identidades sexuales varón-mujer”.

El arzobispo de Bolonia destacó que “la misión de la familia es la generación y educación de la nueva persona humana” y “radica en la Providencia de Dios”, pese a que hoy en día existe “la gran provocación de mostrar su inutilidad”.

Caffarra enfatizó  que la labor de la familia consiste en dar la vida y “aflorar la inteligencia, la voluntad, la libertad, la capacidad de amar y la sociabilidad de la nueva criatura”.

Las jornadas han sido organizadas a iniciativa del arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, a través de la Facultad de Teología de Valencia, la sección española del Pontificio Instituto Juan Pablo II, y la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Católica de Valencia.

Caffarra fue nombrado por Juan Pablo II fundador y primer presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia.

El cardenal subrayó que hay "un proceso de destrucción del matrimonio y la familia, que pretende desmontarlos y hacerlos desaparecer, partiendo solamente de las orientaciones sexuales".

Frente a esos intentos destructores, Caffarra expresó  la belleza y la verdad de la familia evangélica, “que la hace más humana y debe ser promovida y transmitida, ya que de lo contrario sería como si la música de Mozart no fuese interpretada, sino sólo leída y estudiada”.

Lectura de la ponencia del cardenal Sarah

Antes de la conferencia de Caffarra, se dio lectura a la ponencia del cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Sarah denunció “la actual cultura dominante, caracterizada por un continuo ataque a la comunión entre el Creador y las criaturas, que encuentra su máxima expresión en el matrimonio”, y ha calificado la sociedad actual como un nuevo paganismo.

El purpurado afirmó que este nuevo paganismo conduce a “una sociedad de la soledad y a no saber quiénes somos, llevando a satisfacer continuamente los deseos, que lleva a sentirse más solos e insatisfechos”.