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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 22 de septiembre de 2015

Viajes pontificios

El Papa reza ante la Virgen de la Caridad del Cobre
Francisco pide a la patrona de Cuba que reúna a su pueblo disperso por el mundo

16.50 - Francisco llega a Santiago de Cuba
Comenzó la última etapa de la visita papal a la Isla

El Papa bendice la ciudad de Holguín
Desde la Loma de la Cruz, el Santo Padre se despide de esta localidad cubana y pone rumbo a Santiago de Cuba

Texto completo de la homilía del Papa en Holguín
Holguín, Cuba. El Papa recuerda que todos podemos decir, con san Mateo, 'yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada'

10.30: Misa en Holguín - Francisco: 'Las casas de misión', signos de la presencia de Dios en Cuba
El Papa presidió la segunda misa de su viaje apostólico en la fecha del apóstol San Mateo, sobre cuya conversión centró su homilía

9:30, Ciudad de Holguín: reciben al Papa con gran entusiasmo
Miles de personas le aguardan a los lados del trayecto que le lleva a la urbe

8.00 - viaje a Cuba, segundo día: El Papa parte hacia Holguín
Ayer en un fuera de programa saludó unos minutos a sus hermanos jesuitas en la iglesia del Sagrado Corazón

Viaje a Cuba: programa del Papa - lunes 21
Deja La Habana, viaja a Holguín y después a Santiago de Cuba donde está el santuario de la Virgen del Cobre

El papa Francisco

El Papa envía un mensaje al nuevo patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente
Francisco se une al patriarca en la oración y la solidaridad por los que sufren a causa de la trágica situación en Oriente Medio 

Papa y Santa Sede

La ONU izará la bandera del Vaticano
Será la primera vez que esto sucede y tendrá lugar la mañana del 25 de septiembre

Iglesia y Religión

Jefes de las Iglesias de Jerusalén condenan la violencia en la Explanada de las Mezquitas
En un comunicado condenan la pretención de alterar las reglas codificadas que rigen el acceso y la gestión de los Lugares Santos

Espiritualidad y oración

San Mateo - 21 de septiembre
«Apóstol y evangelista, primero en redactar la vida de Cristo. El llamamiento de este publicano y recaudador de impuestos es otro signo de esperanza para quienes se juzgan indignos de esta gracia»


Viajes pontificios


El Papa reza ante la Virgen de la Caridad del Cobre
 

Francisco pide a la patrona de Cuba que reúna a su pueblo disperso por el mundo

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

Tras un encuentro privado con los obispos cubanos en el antiguo Seminario San Basilio Magno, a eso de las 19:40 hora local, el papa Francisco se trasladó hacia la Basílica Menor del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre en una furgoneta, para una visita íntima junto a los prelados y el séquito papal.

Una vez en el templo, al que acudió al poco tiempo de llegar a Santiago de Cuba, tercera y última etapa de su viaje al país caribeño, el Santo Padre llevó un ramo flores a la patrona de la Isla y se detuvo de pie, en silencio, para orar durante unos minutos. Luego permaneció sentado delante de su imagen en actitud de recogimiento.

Poco después, el Pontífice leyó la oración que san Juan Pablo II dirigió a la Virgen del Cobre al coronarla en 1998. “Haz de la nación cubana un hogar de hermanos y hermanas para que este pueblo abra de par en par su mente, su corazón y su vida a Cristo”, pidió Francisco, al tiempo que exhortó a la “Madre de la reconciliación” para que reúna a su pueblo “disperso en el mundo”.

Concluida la plegaria, el Papa prendió un cirio colocado a la derecha de Nuestra Señora de la Caridad y le entregó en ofrenda un florero de plata con flores de este mismo material desde el tallo y pétalos de cerámica blancos y amarillos.

Durante la sencilla ceremonia, los vocalistas Melvin Rodríguez, Vilma Ramírez, Olga González y el sacerdote diocesano Jorge Catasús interpretaron la guajira “A la Virgen del Cobre” y “Ave María”.

Al término de este momento de alto simbolismo, el Santo Padre saludó a algunas personas y se detuvo especialmente con los niños del coro, que en su homenaje entonaron la emblemática “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, del argentino Fito Páez.

Antes de regresar a la Casa de retiro y convivencia del antiguo Seminario San Basilio Magno, contigua al santuario, el Pontífice recibió una réplica de la Virgen de la Caridad del Cobre que será trasladada a Estados Unidos, donde se pondrá en manos de una comunidad cubana.

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16.50 - Francisco llega a Santiago de Cuba
 

Comenzó la última etapa de la visita papal a la Isla

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

El papa Francisco llegó este lunes por la tarde a la ciudad de Santiago, la tercera y última etapa de su visita a Cuba, donde visitará el Santuario de la Caridad del Cobre y mantendrá un encuentro con las familias, entre otros actos, antes de partir mañana martes rumbo a Estados Unidos. 

Procedente de Holguín, una de las provincias más religiosas del país, el Santo Padre aterrizó sobre las 16:50 hora local en el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo de Santiago, donde fue recibido por el presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Esteban Lazo. Desde allí partió hacia el antiguo Seminario San Basilio Magno donde se alojará en su última noche en la Isla.

Esta misma tarde, el Pontífice mantendrá un encuentro privado con los obispos cubanos, cuya conferencia episcopal preside el arzobispo de Santiago, Mons. Dionisio García.

De acuerdo con el itinerario publicado por la Santa Sede, a eso de las 19:40 horas, el Papa se trasladará hacia la Basílica Menor del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, donde realizará una oración a la también llamada Virgen Mambisa junto a los prelados y el séquito papal.

Mañana, comenzará su jornada con la Santa Misa en el Santuario del Cobre y posteriormente se trasladará a la catedral para mantener un encuentro con las familias. Desde allí bendecirá también a Santiago de Cuba, la segunda ciudad de la Isla y que en julio pasado cumplió 500 años de su fundación.

Pasado el mediodía, Francisco se despedirá de Cuba y viajará rumbo a Estados Unidos, el segundo país de una histórica gira por el papel que ha desempeñado la Santa Sede en la reconciliación de ambas naciones enemistadas durante más de medio siglo.

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El Papa bendice la ciudad de Holguín
 

Desde la Loma de la Cruz, el Santo Padre se despide de esta localidad cubana y pone rumbo a Santiago de Cuba

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El santo padre Francisco ha bendecido la ciudad de Holguín desde la La Loma de la Cruz, en su último acto en esta ciudad cubana. Este lugar, a una altura de 261 metros al norte de la localidad, está unida histórica, social y culturalmente a la ciudad. Este lugar ofrece una panorámica única de 360º de toda la isla de Cuba.

Al llegar el Papa, un grupo de niños cantaba el himno a la alegría y agitaban banderitaas del Vaticano y Cuba. Tras la bendición Francisco les felicitó porque “cantan muy bien” y les pidió que nos se olviden de rezar por él. A continuación lanzaron al aire globos de colores.

La cruz inicial fue colocada por fray Francisco Antonio de Alegría, prior franciscano de Holguín a finales del siglo XVIII.

Sin embargo, la cruz actual es de inicios de los años ‘90, al sustituir a la precedente que fue destruida por un rayo.

Para llegar a este lugar se puede subir una escalera de 458 peldaños, o en coche por una carretera panorámica. En la cima, además de la cruz, hay una torre de vigilancia militar llamada “Torre de Numancia” y construida durante la guerra (1868-1878).

Este lugar, es meta de la “peregrinación de la cruz”, visitas turísticas y cada año acoge el conocido Festival de Mayo.

Desde aquí, el Pontífice se dirige al aeropuerto y pone rumbo hacia Santiago de Cuba, ciudad donde concluirá su visita a la Isla.

 

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Texto completo de la homilía del Papa en Holguín
 

Holguín, Cuba. El Papa recuerda que todos podemos decir, con san Mateo, 'yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada'

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

Publicamos a continuación la homilía del Santo Padre en la misa celebrada en la Plaza de la Revolución de Holguín. 

 

Celebramos la fiesta del apóstol y evangelista san Mateo. Celebramos la historia de una conversión. Él mismo, en su evangelio, nos cuenta cómo fue el encuentro que marcó su vida, él nos introduce en un «juego de miradas» que es capaz de transformar la historia.

Un día, como otro cualquiera, mientras estaba sentado a la mesa de la recaudación de los impuestos, Jesús pasaba y lo vio, se acercó y le dijo: «“Sígueme”. Y él, levantándose, lo siguió».

Jesús lo miró. Qué fuerza de amor tuvo la mirada de Jesús para movilizar a Mateo como lo hizo; qué fuerza han de haber tenido esos ojos para levantarlo. Sabemos que Mateo era un publicano, es decir, recaudaba impuestos de los judíos para dárselos a los romanos. Los publicanos eran mal vistos e incluso considerados pecadores, y por eso vivían apartados y despreciados por los demás. Con ellos no se podía comer, ni hablar, ni orar. Eran traidores para el pueblo: le sacaban a su gente para dárselo a otros. Los publicanos pertenecían a esta categoría social.

Y Jesús se detuvo, no pasó de largo precipitadamente, lo miró sin prisa, lo miró con paz. Lo miró con ojos de misericordia; lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esta mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida como a Zaqueo, a Bartimeo, a María Magdalena, a Pedro y también a cada uno de nosotros. Aunque no nos atrevamos a levantar los ojos al Señor, Él siempre nos mira primero. Es nuestra historia personal; al igual que muchos otros, cada uno de nosotros puede decir: yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada. Lo invito que hoy en sus casas, o en la iglesia, cuando están tranquilos, solos, hagan un momento de silencio para recordar con gratitud y alegría aquellas circunstancias, aquel momento en que la mirada misericordiosa de Dios se posó en nuestra vida.

Su amor nos precede, su mirada se adelanta a nuestra necesidad. Él sabe ver más allá de las apariencias, más allá del pecado, más allá del fracaso o de la indignidad. Sabe ver más allá de la categoría social a la que podemos pertenecer. Más allá de todo eso, Él ve esa dignidad de hijo, que todos tenemos, tal vez ensuciada por el pecado, pero siempre presente en el fondo de nuestra alma. Es nuestra dignidad de hijos. Él ha venido precisamente a buscar a todos aquellos que se sienten indignos de Dios, indignos de los demás. Dejémonos mirar por Jesús, dejemos que su mirada recorra nuestras calles, dejemos que su mirada nos devuelva la alegría, la esperanza, el gozo de la vida. 

Después de mirarlo con misericordia, el Señor le dijo a Mateo: «Sígueme». Y Mateo se levantó y lo siguió. Después de la mirada, la palabra. Tras el amor, la misión. Mateo ya no es el mismo; interiormente ha cambiado. El encuentro con Jesús, con su amor misericordioso, lo transformó. Y allá atrás quedó el banco de los impuestos, el dinero, su exclusión. Antes, él esperaba sentado para recaudar, para sacarle a otros, ahora con Jesús tiene que levantarse para dar, para entregar, para entregarse a los demás. Jesús lo miró y Mateo encontró la alegría en el servicio. Para Mateo, y para todo el que sintió la mirada de Jesús, sus conciudadanos no son aquellos a los que «se vive», se usa y se abusa. La mirada de Jesús genera una actividad misionera, de servicio, de entrega. Sus conciudadanos son aquellos a quien él sirve. Su amor cura nuestras miopías y nos estimula a mirar más allá, a no quedarnos en las apariencias o en lo políticamente correcto.

Jesús va delante, nos precede, abre el camino y nos invita a seguirlo. Nos invita a ir lentamente superando nuestros preconceptos, nuestras resistencias al cambio de los demás e incluso de nosotros mismos. Nos desafía día a día con la pregunta: ¿Crees? ¿Crees que es posible que un recaudador se transforme en servidor? ¿Crees que es posible que un traidor se vuelva un amigo? ¿Crees que es posible que el hijo de un carpintero sea el Hijo de Dios? Su mirada transforma nuestras miradas, su corazón transforma nuestro corazón. Dios es Padre que busca la salvación de todos sus hijos.

Dejémonos mirar por el Señor en la oración, en la Eucaristía, en la Confesión, en nuestros hermanos, especialmente en los que se sienten dejados, más solos. Y aprendamos a mirar como Él nos mira. Compartamos su ternura y su misericordia con los enfermos, los presos, los ancianos o las familias en dificultad. Una y otra vez somos llamados a aprender de Jesús que mira siempre lo más auténtico que vive en cada persona, que es precisamente la imagen de su Padre.

Sé con qué esfuerzo y sacrificio la Iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo. Una mención especial merecen las llamadas «casas de misión» que, ante la escasez de templos y de sacerdotes, permiten a tantas personas poder tener un espacio de oración, de escucha de la Palabra, de catequesis y vida de comunidad. Son pequeños signos de la presencia de Dios en nuestros barrios y una ayuda cotidiana para hacer vivas las palabras del apóstol Pablo: «Les ruego que anden como pide la vocación a la que han sido convocados. Sean siempre humildes y amables, sean comprensivos, sobrellevándose mutuamente con amor; esfuércense en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz» (Ef 4,2).

Deseo dirigir ahora la mirada a la Virgen María, Virgen de la Caridad del Cobre, a quien Cuba acogió en sus brazos y le abrió sus puertas para siempre, y a Ella le pido que mantenga sobre todos y cada uno de los hijos de esta noble nación su mirada maternal y que esos «sus ojos misericordiosos» estén siempre atentos a cada uno de ustedes, sus hogares, familias, a las personas que puedan estar sintiendo que para ellos no hay lugar. Que Ella nos guarde a todos como cuidó a Jesús en su amor. Y que Ella nos enseñe a mirar a los demás como Jesús nos miró a cada uno de nosotros. 

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10.30: Misa en Holguín - Francisco: 'Las casas de misión', signos de la presencia de Dios en Cuba
 

El Papa presidió la segunda misa de su viaje apostólico en la fecha del apóstol San Mateo, sobre cuya conversión centró su homilía

Por Sergio Mora

Roma, (ZENIT.org)

El santo padre Francisco presidió este lunes a las 10,30 local la santa misa, en la ciudad de Holguín, la cual le recibió con un visible entusiasmo.

En el altar ubicado en la Plaza de la Revolución 'Calixto García Iñíguez', el Papa ha presidido en la festividad de San Mateo, la segunda misa de las tres que celebrará en su viaje apostólico en la Isla.

El coro vestido con los colores de la bandera del país, entonó durante el evento música polifónica, y algunos jóvenes se dirigieron a los presentes recordando diversos particulares como “la Iglesia no es una organización caritativa, sino la familia de Jesús”.

El Papa, que usaba paramentos rojos, recordó que en la fiesta del apóstol y evangelista san Mateo “celebramos la historia de una conversión”.

“Jesús lo miró. Qué fuerza de amor tuvo la mirada de Jesús para movilizar a Mateo como lo hizo” dijo Francisco, “lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esta mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida”, y como “también a cada uno de nosotros”.

Y recordó que Mateo “esperaba sentado para recaudar, para sacarle a otros, ahora con Jesús tiene que levantarse para dar, para entregar, para entregarse a los demás”. Y así “nos invita a ir lentamente superando nuestros preconceptos, nuestras resistencias al cambio de los demás e incluso de nosotros mismos”.

A continuación, el Santo Padre se refirió al esfuerzo que la Iglesia realiza en Cuba, “para llevar a todos, aún en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo". Y añadió que una mención especial "merecen las llamadas «casas de misión» que, ante la escasez de templos y de sacerdotes, permiten a tantas personas poder tener un espacio de oración, de escucha de la Palabra, de catequesis y vida de comunidad”.

Así precisó que las casas de misión “son pequeños signos de la presencia de Dios en nuestros barrios”. El Papa concluyó la misa dirigiéndose a la “la Virgen María, Virgen de la Caridad del Cobre, a quien Cuba acogió en sus brazos y le abrió sus puertas para siempre”, y le pidió “que mantenga sobre todos y cada uno de los hijos de esta noble nación su mirada maternal y que esos «sus ojos misericordiosos» estén siempre atentos a cada uno de ustedes, sus hogares, familias, a las personas que puedan estar sintiendo que para ellos no hay lugar”.

En Cuba la Iglesia no puede realizar acciones caritativas públicas, como tener hospitales o comedores, y las casas de misión son un medio para realizar la caridad de una manera tolerada, indicaron religiosos y sacerdotes que trabajaron allá. Lo hicieron al dar su testimonio durante la transmisión en directo del canal TV2000 en Italia.

Leer la homilía completa aquí

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9:30, Ciudad de Holguín: reciben al Papa con gran entusiasmo
 

Miles de personas le aguardan a los lados del trayecto que le lleva a la urbe

Por Redacción

Roma, (ZENIT.org)

“En la losa del aeropuerto internacional Frank Pais, el obispo de Roma fue recibido por el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y Julio César Estupiñan, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular (Gobierno) de Holguín, así como autoridades eclesiásticas locales”. Lo indicó hacia las 9,30 locales, la agencia gubernativa Prensa Latina.

A su llegada a Holguín, al aeropuerto internacional 'Frank Pais', el Santo Padre ha sido recibido por el obispo de la ciudad, Mons. Emilio Aranguren Echeverría.

En las imágenes llegadas en directo por televisión, se percibía una gran entusiasmo por parte de las miles de personas que le esperaban a ambos lados de la vía que une el aeropuerto Frank Pais con la ciudad, en un trayecto de unos 15 kilómetros, la cual fue transitada por Francisco en el papamóvil. 

En la Plaza de la Revolución 'Calixto García Iñiguez', Francisco preside a las 10,30 la segunda misa de su viaje apostólico a Cuba, que inició el sábado por la tarde y concluye este martes en Santiago de Cuba.  

 

 

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8.00 - viaje a Cuba, segundo día: El Papa parte hacia Holguín
 

Ayer en un fuera de programa saludó unos minutos a sus hermanos jesuitas en la iglesia del Sagrado Corazón

Por Redacción

Roma, (ZENIT.org)

El papa Francisco partió este martes a las 8 de la mañana desde el aeropuerto José Martí, de La Habana, hacia la oriental provincia de Holguín, donde realizará la segunda etapa de su visita apostólica de cuatro días. Lo informó la agencia Prensa Latina, al recordar que “en Holguín, oficiará la segunda de tres misas en Cuba, país que lo acoge con afecto, respeto y hospitalidad”. El Papa se ha transferido en coche al aeropuerto, en donde ha subido a bordo del A330 de Alitalia.

El Pontífice y su comitiva llegará sobre las 9 hora local a esa ciudad, a unos 800 kilómetros de La Habana, cuya importancia económica se ha elevado en los últimos años por la expansión del turismo, informó la agencia ANSA.

Ayer domingo, el papa Francisco después de haber estado con el presidente Raúl Castro, al dirigirse a la catedral de La Habana para recitar las vísperas, al pasar delante de la Iglesia de Reina, en el centro de La Habana, quiso detenerse unos minutos para saludar a sus hermanos jesuitas.

Allí, delante del templo llamado también del Sagrado Corazón de Jesús, le esperaba un numeroso grupo de personas. El Papa, delante de lo que además es la sede de la curia cubana de la Compañía de Jesús, fue acogido por tres niños que le entregaron rosas blancas, y después saludó a sus hermanos jesuitas y a los presentes. Poco después el Santo Padre subió nuevamente al papamóvil para llegar a la Catedral de La Habana pare celebrar las vísperas.

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Viaje a Cuba: programa del Papa - lunes 21
 

Deja La Habana, viaja a Holguín y después a Santiago de Cuba donde está el santuario de la Virgen del Cobre

Por Redacción

Roma, (ZENIT.org)

Lunes, 21 de septiembre
-- 8:00 Salida desde el aeropuerto José Martí hacia Holguín. (14:00 hora europea central)
-- 9:20 Llegada al aeropuerto Frank País, en Holguín. 15:20 (15:20 hora europea central)
-- 10:30 Santa Misa en la Plaza de la Revolución en Holguín. (16:30 hora europea central)
-- 15:45 Francisco bendice la ciudad desde la Loma de la Cruz. (21:45 hora europea central)
-- 16:40 Parte desde el aeropuerto de Frank País hacia Santiago de Cuba. (22:40 hora europea central)
-- 17:30 Llegada al aeropuerto Antonio Maceo, en Santiago de Cuba. (23:30 hora europea central)
-- 19:00 Encuentro con los obispos en el seminario de San Basilio Magno (01:00 hora europea central)
-- 19:45 Oración a Nuestra Señora de la Caridad con los obispos y en la basílica menor del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago. (01:45 hora europea central)
 

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El papa Francisco


El Papa envía un mensaje al nuevo patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente
 

Francisco se une al patriarca en la oración y la solidaridad por los que sufren a causa de la trágica situación en Oriente Medio 

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El Santo Padre ha enviado un mensaje a Su Santidad Mar Gewargis con motivo de su elección como Catholicos Patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente. En el mensaje, el Papa le manifiesta, así como a sus fieles, sus mejores deseos y su solidaridad.

De este modo, el Pontífice “reza para que el nuevo Patriarca sea un pastor inspirado, un constructor incansable de paz y armonía al servicio del bien común y el bien de todo Oriente Medio”.

''Me uno a Su Santidad --asegura el Papa-- en la oración y la solidaridad con todos los que sufren a causa de la trágica situación en Oriente Medio, especialmente nuestros hermanos y hermanas cristianos y otras minorías religiosas en Irak y Siria.  Del mismo modo suplica al Señor “que les conceda fortaleza para que puedan perseverar en su testimonio cristiano”.

Finalmente, el Santo Padre agradece a Dios los lazos de fraternidad entre la Iglesia Católica y la Iglesia Asiria de Oriente, y espera y reza “para que nuestra amistad continúe y el diálogo prosiga y se profundice''.

 

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Papa y Santa Sede


La ONU izará la bandera del Vaticano
 

Será la primera vez que esto sucede y tendrá lugar la mañana del 25 de septiembre

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

Las Naciones Unidas, después de consultas con la Santa Sede, izará por primer vez la bandera de la Santa Sede la mañana del 25 de septiembre, con motivo de la llegada del Santo Padre a la Sede de esta institución en Nueva York. Así lo ha anunciado la Oficina de Prensa de la Santa Sede a través de un comunicado publicado este lunes. 

La Santa Sede y el secretario de las Naciones Unidas "han acordado que la bandera será izada sin ninguna ceremonia. De este modo, el personal de las Naciones Unidas la izará ese día junto con las otras banderas".

Desde el 2 de abril de 1964, la Santa Sede tiene representación propia en la ONU de Nueva York, y goza del estatuto de Observador Permanente, con derecho de participación en los trabajos pero sin derecho de voto activo o pasivo.

El representante de la Santa Sede es un nuncio apostólico, actualmente es monseñor Bernardito Auza. La Santa Sede tiene además su propio observador permanente ante la ONU y sus instituciones especializadas en Ginebra como también ante las otras organizaciones como FAO, IFAD, PAM, UNESCO, AEIA, ONUDI y OMT. 

La bandera de la Santa Sede se compone de dos bandas verticales, una amarilla y la otra blanca. En la parte blanca están representadas dos llaves entrelazadas, una dorada y una plateada, unidas por una cuerda roja y cubierta por una triple corona o tiara, con una cruz en la cima. Las llaves y la tiara son ambas símbolos tradicionales del Papado. Esta bandera es la oficial de la Santa Sede desde 1929.

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Iglesia y Religión


Jefes de las Iglesias de Jerusalén condenan la violencia en la Explanada de las Mezquitas
 

En un comunicado condenan la pretención de alterar las reglas codificadas que rigen el acceso y la gestión de los Lugares Santos

Por Redacción

Roma, (ZENIT.org)

Los Jefes de las Iglesias de Jerusalén han expresado su “grave preocupación” por la reciente violencia ocurrida en la Explanada de las Mezquitas en los enfrentamientos entre la policía israelí y los musulmanes palestinos. Asimismo han manifestado su “firme condena de las iniciativas con las que se pretende alterar las reglas codificadas que rigen el acceso y la gestión de los Lugares Santos”. Así lo ha indicado la agencia Fides, en una nota en la que recuerdan que en los últimos días “las fuerzas de seguridad israelíes habían permitido el acceso sólo a los adultos mayores de cuarenta años”.

En la nota publicada en la página web del Patriarcado Latino de Jerusalén, los Jefes de las Iglesias de Jerusalén recuerdan que “los musulmanes tienen derecho al libre acceso y de culto en la mezquita de Al Aqsa”. Asimismo creen que “todos los Lugares Santos necesitan de protección y vigilancia constante para que se pueda mantener el acceso razonable a ellos, de acuerdo con el actual Statu Quo de las tres religiones abrahámicas”.

Por ello, su llamado a “que el existente Statu Quo acordado que rige estos sitios, debe ser respetado plenamente por el bien de toda la comunidad”.

El comunicado está firmado por 13 patriarcas, obispos y jefes de las iglesias y comunidades cristianas presentes en Jerusalén, incluidos el patriarca greco ortodoxo Teófilo III, el patriarca latino Fouad Twal y el padre Pierbattista Pizzaballa, OFM, Custodio de Tierra Santa.

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Espiritualidad y oración


San Mateo - 21 de septiembre
 

«Apóstol y evangelista, primero en redactar la vida de Cristo. El llamamiento de este publicano y recaudador de impuestos es otro signo de esperanza para quienes se juzgan indignos de esta gracia»

Por Isabel Orellana Vilches

Madrid, (ZENIT.org)

Leví, el hijo de Alfeo, fue uno de los privilegiados a los que Cristo llamó. Nunca hubiera pensado este galileo, publicano y recaudador de impuestos al servicio del imperio romano, que Cristo iba a fijarse en él cuando ejercía su oficio. Pero así fue. Lo hizo con otros discípulos y sigue procediendo de igual modo con aquellos a los que elige en cualquier momento y situación. No hay mirada que penetre tan hondamente como la divina; traspasa todas las fibras de nuestro ser. Mateo no se resistió a ella. Abandonando lo que poseía, rompió drásticamente con su presente sin pensar en el futuro. No sabemos si le costó, pero seguramente no, porque una seducción tal pone alas en el corazón. Desde luego, siguió al Mesías ipso facto permaneciendo a su lado en todo momento; igualaba a otros apóstoles con su inmediatez en la respuesta. Dejándose elegir por Él, recibió la inmensa gracia de empaparse de su amor, de ser directo acreedor de sus excelsos e incomparables matices, testigo de cómo hablaba, caminaba, actuaba…, un sueño compartido por los innumerables hombres y mujeres enamorados de Cristo que habrían dado todo por haberle conocido.

Su llamamiento no pasó desapercibido para los escribas y fariseos, quienes, viendo la paja en los ojos ajenos y no la viga en los suyos, seguían los pasos del Redentor maliciosamente, con la intención de sorprenderle en algún desliz que permitiera desacreditarle ante el pueblo. La elección de Mateo por parte de Cristo fue recibida por ellos como una ignominia toda vez que el oficio desempeñado por el evangelista recaudando tributos para el imperio dominador era tomado como una afrenta al pueblo de Israel; se le consideraría una persona sin escrúpulos, afín al opresor. Pero él se mostró ante el Salvador con toda sencillez. Sin modificar inicialmente sus esquemas de vida, convocó a su mesa a los conocidos –sus amigos de siempre, podríamos decir–, para agasajarlos. Cursó la misma invitación para Cristo aunque su casa estuviese atestada de personas de dudosa conducta. Además, con ello ponía un nítido signo apostólico en este primer momento; franqueaba la puerta del camino que emprendía a sus allegados. ¿Qué hace un genuino seguidor de Cristo? Por supuesto, dar a conocer a Dios a los suyos. Y aunque él todavía no concebía a Jesús en su divinidad, algo muy hondo y desconocido experimentaría ante su presencia que le indujo a actuar así.

Conmueve ver cómo aprovecha el Maestro ese instante para manifestarse en un aspecto que quedó como paradigma de consuelo y esperanza para quienes se han propuesto seguirle y piensan en sus muchas debilidades y torpezas: «No necesitan médico los sanos sino los enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores» (Mc 2, 17). Conviene tener en cuenta que el Mesías no se fijó en los máximos exponentes de la sociedad tanto del ámbito religioso como público. Los detractores no entendieron su indulgencia y piedad, un concepto de amor de tal calibre que echaba por tierra toda barrera y prejuicios, ya que elevaba a la condición de hijos de Dios a todas las personas sin distinciones de ningún tipo. La acepción disgregadora quedaba absolutamente destronada para siempre.

Ni qué decir tiene que en lo profundo del corazón humano se produce un estremecimiento ante el misterio del llamamiento. Nos desborda la contemplación de la misericordia divina. Viendo la elección de Mateo que discurre completamente al margen de los cánones de la razón, rompiendo todos los convencionalismos, se comprende el sentimiento que tantos seleccionados por Cristo para seguirle han experimentado y siguen percibiendo: ¿Por qué yo?, ¿qué ha podido ver en mí? Las preguntas penden en la conciencia de indignidad cuando cada uno se asoma a su interior aunque sea levemente. Ese «porqué» enajena, perturba, insta a luchar y a hacerse dignos de tan altísimo honor. Yendo tras Él, este sencillo publicano impregnó su vida de esperanza y la enriqueció con su anhelo indeclinable de apurarla hasta el final. Es otro de los indiscutibles referentes que poseemos.

Aunque no se ofrezcan datos fehacientes al respecto, en el itinerario espiritual de Mateo debió quedar trazada a fuego la confianza del Redentor. Que el Maestro se fijara en él lo sintetiza todo. Y en esa mesa llena de comensales en la que pululaban las murmuraciones, mucho debió pesar en su ánimo el hecho de que Cristo le había abierto sus brazos para siempre amándole como era, con sus debilidades y aciertos, que también los tendría. Este amor dio un giro radical a su existencia. No echó en saco roto la excelsa dádiva que había recibido. Después de la muerte y resurrección de Cristo, bajo el amparo de Pedro contribuyó a la evangelización y extensión de la Iglesia en Palestina. Testigo ocular de los hechos que acontecieron al Hijo de Dios catequizó a su generación, y a las que han ido llegando desde entonces, narrando en su evangelio todo lo que había oído y vivido. El humilde apóstol, denostado por su condición social y trabajo profesional, pasó a ser el primer redactor.

En su exposición, escrita en hebreo, arameo y griego, confirma que Jesús es el Mesías cuya venida había sido vaticinada durante siglos por los profetas. Ensalza el Reino de Dios, que denomina Iglesia constituida por Cristo en la persona de Pedro. Él, como los restantes evangelistas, se ocupó de transmitir fielmente la vida de Jesús y su doctrina. Realizó su apostolado en Palestina y después partió a Etiopía donde obró incontables milagros, entre otros, la resurrección de Ifigenia, una hija del rey Eglipo, que se convirtió junto al resto de su familia. El sucesor del monarca, Hirtaco, pretendía casarse con ella, pero la joven había consagrado su virginidad a Dios alentada por el apóstol. Y al ver que no podía cumplir sus deseos, porque Mateo no se prestó a ayudarle en sus planes rebajando el mensaje evangélico que había transmitido a la joven, el cruel soberano ordenó que le diesen muerte mientras oficiaba misa. Sus reliquias se veneran en Salerno, Italia.

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