Daneels, Kasper y cía: VÁYANSE

 

Qué vergüenza, qué tomadura de pelo y vaya escándalo justo en el domingo en el que las lecturas dicen algo de una piedra de molino al cuello.

Con dos narices. Así lo ha contado el cardenal Daneels en la presentación de su biografía autorizada: él y un grupo de cardenales centroeuropeos se confabularon en una mafia –sic- para controlar la sucesión de san Juan Pablo II y evitar que el cardenal Ratzinger pudiera ser elegido su sucesor como papa.

Pero es que la cosa no acaba ahí, porque al ser elegido Benedicto XVI siguieron reuniéndose y decidieron oponerse a él y empezar a preparar su sucesión.

Estos son los hechos sucintos que aparecen en la autorizada biografía de Daneels y que él ratifica personalmente en la presentación de la misma.

He empezado por calificarlo de tomadura de pelo. Naturalmente que me parece eso cuando menos. Unos cuantos cardenales centroeuropeos: Daneels, Kasper, Leman, el difunto Martini… Todos ellos cardenales “abiertos”, “misericordiosos”, “demócratas”, “progresistas”, “proféticos” que dirían algunos –juasssssssssssssss- que nos han explicado desde su aura de nuevos enviados qué cosa sería el evangelio auténtico dando lecciones de eclesialidad, moderación, de Iglesia que a todos acoge y a nadie discrimina… y mientras, montando conciliábulos mafiosos para discriminar, sí, eso mismo, discriminar, anular, ningunear  a un hermano para que de ninguna de las maneras pudiera llegar a ser papa. Item más, y cuando este hermano se convirtió en Benedicto XVI, no dudaron en hacerle la vida imposible, LO CUENTA DANEELS, mientras seguían conchabados buscando un sucesor de su cuerda.

Sí. Tomadura de pelo y de las buenas. De cara a la galería vivan la democracia, la caridad, el evangelio, la acogida, la misericordia, la sensibilidad… y de cara adentro mafia, pura mafia. ASÍ LO CUENTA DANEELS.

Un escandalazo. Porque uno entiende que los cardenales se reúnan, hablen, escruten la voluntad de Dios. Me parece perfecto que haya grupos de afines que reflexionen buscando el bien de la Iglesia y la mayor gloria de Dios. Pero que organicen mafias para manipular la vida de la Iglesia es como para optar por la rueda de molino. Una vergüenza. Un escándalo.

Ahora aparecerán Daneels y Kasper en el Sínodo con una sonrisa más falsa que un billete de 15 euros dando lecciones de misericordia, benevolencia y acogida a todos.

Ya sé que algunos lectores me dirán que eso también lo hacían los conservadores. Pues miren, de momento no me consta, se queda en pura hipótesis. Sin embargo lo que es incuestionable, DANEELS LO HA CONTADO, es que los más progres montaron una mafia para controlar la Iglesia. Eso sí que me consta.

No pasará nada. Nunca pasa nada. Pero qué vergüenza, qué triste, qué escándalo. Y encima Daneels y Kasper en el Sínodo por designación directa del pontífice. Tengan un poco de vergüenza y hagan un favor a la Iglesia: váyanse.