Durante el vuelo que llevaba al Papa junto a su séquito y a los periodistas acreditados por la Oficina de Prensa del Vaticano desde Filadelfia hasta Roma, el Santo Padre respondió a diversas preguntas realizadas durante la rueda de prensa que normalmente se lleva a cabo al terminar un viaje apostólico internacional. Su experiencia en EE.UU., el perdón y los abusos a menores por parte de miembros del clero, los procesos de nulidad matrimonial y diferentes conflictos internacionales actuales, fueron algunos de los temas que trató el Obispo de Roma.

Respondiendo a la pregunta sobre el perdón a “los sacerdotes que han cometido abusos sexuales a menores y no hay pedido perdón a las víctimas”, el Papa contestó que si una persona ha hecho mal, es consciente de lo que ha hecho y no pide perdón, él mismo le pedirá a Dios para que lo tenga en cuenta. “Yo lo perdono, pero él no recibe el perdón, está cerrado al perdón. Una cosa es dar el perdón, todos estamos obligados a perdonar porque todos fuimos perdonados, pero otra cosa es recibir el perdón. Y si ese sacerdote está cerrado al perdón no lo recibe porque él cerró la puerta con la llave desde adentro y lo que queda es rezar para que el Señor le abra esa puerta. Se necesita estar dispuesto, pero no todos lo pueden recibir, lo saben recibir o no están dispuestos a recibirlo. Es duro lo que estoy diciendo. Y así se explica que haya gente que termine su vida dura, mal, sin recibir la caricia de Dios”.

Continuando con el mismo tema y respondiendo a la segunda parte de la pregunta sobre si entendía a las víctimas y sus familias que no han conseguido perdonar o no quieren perdonar, el Papa dijo que los comprendía, que reza por ellos y que no los juzga. “Rezo y le pido a Dios porque Dios es un campeón en buscar caminos de solución. Pido que lo arregle”.

Sobre la actual crisis migratoria que vive Europa y sobre el hecho de que en diferentes países se estén construyendo nuevas barreras para no dejar pasar a los que huyen del horror de su país,  el Santo Padre reconoció la grave situación que se está viviendo y aseguró que los muros no son una solución, todos los muros caen. “En este momento Europa está en dificultades es verdad. Debemos ser inteligentes porque viene toda aquella ola migratoria y no es fácil encontrar soluciones. Pero con el diálogo entre países deben encontrarlas. Los muros nunca son la solución. En cambio, los puentes sí. Siempre”.

Hablando del Motu Proprio del Papa Francisco sobre los procesos de tramitación de las nulidades matrimoniales aseguró que “hacía falta reducir los procesos”. “Este documento, este Motu Proprio, facilita los procesos en los tiempos, pero no es un divorcio, porque el matrimonio es indisoluble cuando es sacramento, y esto la Iglesia no lo puede cambiar, es doctrina, es un sacramento indisoluble”.

Finalmente el Papa fue preguntado por el éxito de este último viaje, sobre su pontificado y sobre el hecho de que haya persona que le califican como “una estrella”, a lo que el Papa contestó que los Papas deben ser “siervos de los siervos de Dios”, y que muchas veces las estrellas después de verlas se apagan y se caen, “en cambio el siervo de los siervos de Dios es bueno y eso no pasa”. Por otro lado, el Santo Padre habló de lo que más le había impactado del viaje, “se veía a la gente rezar, esto me impresionó y me gustó mucho, mucho” dijo. Las miradas, el calor de la gente, la expresividad y el hecho de que la Iglesia sea próxima al pueblo ha sido de lo que más le ha gustado.

(MZ-RV)