Durante los días 25 al 27 de septiembre se celebraron, en la Casa de Espiritualidad de Gévora, las XVI Jornadas Interdiocesanas de Reflexión Misionera, organizadas por las delegaciones de misiones extremeñas.

La apertura de las mismas estuvo  del Vicario General de Mérida-Badajoz, D. Sebastián González, quien hizo un balance positivo de la animación misionara y la aportación que hacen los misioneros a  la vida de la Iglesia.

La primera ponencia estuvo a cargo de Mons. Amadeo Rodríguez Magro, obispo de Plasencia. “La catequesis en la misión Ad Gentes” fue el objetivo de su disertación.

Por la noche “Vigilia de la Luz” por la que desfilaron varios testimonio bellísimos, sobre la situación de persecución de los cristianos en el mundo.

El ex delegado de misiones de Plasencia, Julián Paniagua, analizó  “La catequesis de niños, jóvenes y adultos, en un mundo globalizado”. En la puesta en comunión, después de la reunión de grupos,  apareció la honda preocupación de todos los presentes por las dificultades y retos que tiene la catequesis en orden a la evangelización.

Por la tarde, Francisco J. Romero Galván, delegado de catequesis de Mérida-Badajoz, profundizó sobre la figura del “Catequista como referente misionero”.

El testimonio misionero estuvo a cargo de Antonio León Durán, quien expuso  su experiencia en Perú sobre la Pastoral Familiar.

También la Hna. Pilar López, perteneciente a las religiosas del Divino Maestro, residente en Moraleja contó su impresionante testimonio durante los años conflictivos en la República del Congo: “África es lo más grande que ha sucedido en mi vida”, manifestó.

Al inicio de la mañana del último día, Pedro Jesús Mohedano presentó la Campaña del Domund  y el material de animación misionera de la misma. También dos misioneros del Servicio Conjunto de Animación Misionera expusieron su preciosa animación en parroquias y colegios de las diversas diócesis.

Las delegaciones de misiones  se reunieron, por separado, para programar los objetivos y actividades para este curso.

Las Jornadas finalizaron con una hermosa eucaristía, llena de símbolos y cantos, algunos tomados de la liturgia de las comunidades cristianos de áfrica e Hispanoamérica. En la misma, D. Julián Paniagua, sacerdote de Plasencia, se despidió de los presentes, anunciando su  próximo destino como misionero en Brasil.

(Diócesis de Coria-Cáceres)