ENTREVISTA

David Calderón Carmona, Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Plasencia: “La caridad necesita siempre la suma de muchos”


“Es para mí un regalo de Dios, que como dije el día de la toma de posesión, acojo con temor y temblor”

 

David Calderón Carmona es el nuevo Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Plasencia.

–¿Cómo recibió la noticia de su nombramiento?

Fue algo totalmente inesperado. Después de una reunión en el obispado de Plasencia, el Obispo diocesano Mons. Amadeo Rodríguez me llamó a su despacho para comunicármelo. Ni por la imaginación se me podría haber pasado algo así. Tuve tiempo para rezarlo y meditarlo; pues la encomienda era importante y uno sabe de sus limitaciones. Y en septiembre se hizo firme aceptando con humildad la voluntad de Dios a través de la obediencia a la propuesta de don Amadeo.

–¿Qué supone para usted ostentar este cargo?

Debo confesar que me sigue sonando raro cuando me dicen lo de “cargo” refiriéndose esta “tarea”; más si cabe, cuando el domingo pasado en el evangelio oímos decir de labios de Jesucristo: “el que quiera ser primero entre vosotros sea servidor de todos”. Por lo tanto, en primer lugar es para mí un regalo de Dios, que como dije el día de la toma de posesión, acojo “con temor y temblor”, pues me posibilita tocar de lleno el corazón de Cristo, el corazón de la Iglesia, el corazón del Evangelio.

En segundo lugar, supone un ejercicio fuerte de conversión personal. Porque si ser sacerdote es ser “alter Christus”, ahora debo pedirle al Señor que me conceda la gracia de tener sus mismos ojos para ver la realidad, su mismo corazón para amar a quienes fueron sus predilectos tal y como Él les amó, sus manos y sus pies para poder llegar a proclamar: “el Espíritu de Dios está en mí, me ha enviado a proclamar la Buena Noticia a los más pobres”. Y todo esto uniéndome más intensamente a Él por la oración y la Eucaristía. En tercer lugar entiendo que se trata de una tarea que realizo en nombre del Pastor de nuestra Diócesis, y que por tanto unido a él, he de realizar con dedicación, generosidad y entrega lo que se me ha encomendado. Por último supone para mí un reto por el momento histórico en el que vivimos, donde “el sufrimiento se ha cebado en los más débiles de nuestra sociedad, a los que no les llega ni lo más esencial ni lo básico para sobrevivir… Un sufrimiento que no se debe únicamente a factores económicos, sino que tiene su raíz, también, en factores morales y sociales”… y a los que hemos de dar respuesta.

–¿En qué consiste su labor como delegado de Cáritas?

Como queda recogido con claridad en los estatutos de Cáritas Diocesana de Plasencia, la función del Delegado es representar al Obispo ante todos los órganos de Cáritas Diocesana así como ante todos los miembros que la integran; ayudar a descubrir la identidad cristiana y eclesial de Cáritas a quienes la forman y en todas sus acciones mediante el acompañamiento, especialmente el espiritual. Además de animar en la Diócesis la necesidad y la urgencia a vivir la caridad como ADN de cualquier comunidad cristiana o parroquia.

Pero la caridad necesita siempre la suma de muchos. Por eso con gratitud recojo el testigo de mis antecesores, don Rafael y don Ángel, a la vez que me sumo al trabajo bien hecho, no sólo del magnífico equipo directivo de Cáritas Diocesana, sino también de sus trabajadores y numerosísimos voluntarios que, por su labor tantas veces callada pero gigante, han propiciado que se otorgue la mayor distinción de la región, con la reciente concesión de la Medalla de Extremadura, a Cáritas Diocesana de Plasencia.

–¿Qué le han dicho sus familiares y amigos?

Es verdad que lo sabía solo la familia y algunos sacerdotes, hasta que don Antonio Cano, Vicario Episcopal para la Zona Norte de la Diócesis, en una novena del Santísimo Cristo de la Caridad en Jarandilla quiso hacer partícipe de esta noticia a la comunidad cristiana que sirvo. Para mis padres, hermanos y sobrinos ha sido una gran alegría, aunque también entendían que se trataba de una enorme responsabilidad y más en medio de las circunstancias por las que estamos atravesando. Pero como siempre, en ellos he encontrado el apoyo y el ánimo que siempre ayuda y conforta. La mayoría de los amigos se enteraron por las redes sociales, a los que agradezco sus mensajes llenos de cariño. Y los fie- les de las parroquias en las que ejerzo el ministerio sacerdotal lo acogieron también con entusiasmo y con ese “enhorabuena” lleno de afecto. Por cada felicitación yo respondía: “ahora no solamente seré yo el que tenga más que hacer; también os tocará rezar más por mí para que lleve a término lo que se me ha confiado”. Así que eso os pido: rezad por mí.

Nombramiento episcopal

El 17 de septiembre, en un sencillo y emotivo acto Mons. Amadeo Rodríguez Magro, Obispo de Plasencia, nombró a Don David Calderón Carmona como nuevo Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Plasencia. Acompañado por otros sacerdotes, familiares, el Equipo Directivo, voluntarios y trabajadores de Cáritas, Don David ha leído y firmado su Profesión de Fe, con la que se compromete durante los próximos cuatro años a esta nueva labor tan importante que, como él ha definido, “es la de adorar a Dios a través del servicio a los demás, a los últimos, a los que más lo necesitan”. Don David Calderón Carmona, que sucede a Don Ángel Sánchez de Matías en este cargo, nació el 5 de octubre de 1975 en Navalvillar de Pela (Badajoz), es licenciado en Estudios Eclesiásticos por la UPSA y en Teología, especialidad en Historia de la Iglesia, por la Universidad Eclesiástica de San Dámaso.

(Iglesia en Plasencia)