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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 13 de octubre de 2015

El papa Francisco

El Papa a la Acción Católica Argentina: 'Vayan, salgan, no tengan miedo'
Durante el acto de clausura de la 28ª Asamblea Federal, que tuvo lugar este domingo en la ciudad de Bahía Blanca, se proyectó un vídeo con un mensaje del Santo Padre

Papa y Santa Sede

El cardenal Ezzati: el Sínodo es un momento de esperanza
Entrevista: 'Muchos pastores y  familias cristianas están llamados a acompañar a tantos que sin saberlo están buscando a Dios'

"Nuestra voz de mujeres está siendo positiva en el Sínodo sobre la familia"
En la Sala de prensa, una auditora de Canadá y otra de Ruanda comentan su experiencia 

Filtran una carta privada de algunos cardenales al Papa
Varios purpurados desmintieron haberla firmado. El portavoz indicó que ha sido publicada para “cumplir un acto de interferencia” no querido por los signatarios

Mundo

República Centroafricana: 40 mil personas huyen de la violencia
AIN ha concedido ayuda de emergencia por un valor de 112 mil euros. Rezan para que no se frustre la visita del papa Francisco, prevista para finales de noviembre

Siria: la comunidad del sacerdote liberado agradece las oraciones de los musulmanes
El prior del monasterio de Qaryatayn, padre Murad, liberado este domingo, está bien físicamente y pudo celebrar la Santa Misa en una ciudad al sureste de Homs

Iglesia y Religión

La imagen de Nuestra Señora de Fátima peregrina por las diócesis de Portugal
Este martes, 13 de octubre, se conmemora el 98 aniversario de la última aparición de la Virgen y del milagro del sol

Mons. Jiménez: 'La Virgen del Pilar es la estrella de la nueva evangelización'
El arzobispo de Zaragoza ha recordado que hace 1975 años que María Santísima vino en carne mortal a tierras españolas

Espiritualidad y oración

Sínodo de los Obispos, 9 de Octubre y Palio Arzobispal
Carta semanal del cardenal arzobispo de Valencia. 'Que Dios conceda la sabiduría necesaria a los padres sinodales, a los expertos, para descubrir lo que es grato a los ojos de Dios'

Santo Domingo Lorigado - 14 de octubre
«Eremita, conocido por sus extremas penitencias ofrecidas a Dios con sentido purgante. Las inició llevado por el impacto de las sospechas de dolo que recayeron sobre su ordenación sacerdotal, y en el que se implicaron sus padres»  


El papa Francisco


El Papa a la Acción Católica Argentina: 'Vayan, salgan, no tengan miedo'
 

Durante el acto de clausura de la 28ª Asamblea Federal, que tuvo lugar este domingo en la ciudad de Bahía Blanca, se proyectó un vídeo con un mensaje del Santo Padre

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

Durante el acto de clausura de la 28ª Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina, que tuvo lugar este domingo en la ciudad de Bahía Blanca, se proyectó un vídeo con un mensaje del papa Francisco. “Les quiero hacer llegar mi saludo, un poco lejos pero cerca con el corazón”, dijo el Santo Padre a los delegados de la organización laical. “Vayan, salgan, no tengan miedo. Salgan con ganas, salgan con pasión”, les pidió.

“Pasión por Jesús… Mientras uno explica quién es Jesús, uno va a sentir quién es Jesús”, señaló el Pontífice. “Pasión por la gente que necesita siempre la Palabra de Dios para vivir”, añadió. “Esa la tienen que llevar ustedes. Ahora, si están encerrados, si son abúlicos, si no conocen a Jesús, si no les interesa la gente, no van a poder hacer nada”, advirtió.

“Salgan, vayan, apasionados por la persona de Jesús y apasionados por el bien de los hermanos”, sintetizó el Papa. Y, como de costumbre, Francisco terminó su intervención diciendo: “Que el Señor los bendiga, que la Virgen los cuide y los acompañe. Y por favor, no se olviden de rezar por mí”.

Bajo el lema “¡Vayan! Acción Católica: Pasión por Jesús, pasión por nuestro pueblo”, el multitudinario encuentro, que congregó a unos siete mil participantes provenientes de 50 diócesis del país, se desarrolló en el parque Boronat del 10 al 12 de octubre.

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Papa y Santa Sede


El cardenal Ezzati: el Sínodo es un momento de esperanza
 

Entrevista: 'Muchos pastores y  familias cristianas están llamados a acompañar a tantos que sin saberlo están buscando a Dios'

Por Sergio Mora

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El Sínodo 'es un momento que aparece como una gran gracia dentro de lo que es el caminar de la Iglesia y un gran soplo del Espíritu Santo que nos acompaña y nos permite mirar el futuro con optimismo'.

Lo indicó este lunes el cardenal arzobispo de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati, al compartir con ZENIT sus impresiones sobre la asamblea sinodal en curso. Añadió que el ser cristiano es un proceso que muchas veces implica búsqueda, conversión, comprensión, misericordia. Y por consiguiente, pastoralmente hay que ubicar a la misma familia, a los pastores de la Iglesia, y a los mismos laicos, en esta perspectiva de camino.

Recordó también que muchos pastores y familias cristianas están llamados a acompañar a muchos que sin saberlo están buscando a Dios, porque Dios les está buscando a ellos. A continuación la entrevista.

 

¿Cuál es la experiencia de este sínodo sobre la familia?

-- Card. Ezzati: En primer lugar la experiencia eclesial, el hecho que un grupo tan numeroso de obispos, sacerdotes y laicos nos podamos encontrar con el sucesor de Pedro, para dialogar sobre un tema tan importante, no solamente para la Iglesia sino para el mundo de hoy, esto es un signo maravilloso, de mucha fraternidad y responsabilidad.

¿En qué sentido fraternidad y responsabilidad?

-- Card. Ezzati: fraternidad en el sentido que estamos enfrentando juntos con el papa Francisco una temática que hoy toca profundamente la vida de las personas, pero también es una experiencia colegial donde cada uno desde su experiencia, desde su fe, vivida en la vida diaria, en el contacto de las comunidades cristianas y donde la vida cristiana va creciendo, va aportando las mejores experiencias de reflexión, y de vida, que permiten darle un soplo nuevo renovado del Espíritu de lo que es la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo de hoy.

El Papa indicó que el Sínodo es un lugar protegido en donde el Espíritu Santo inspira...

-- Card. Ezzati: Lo veo así, con ojos de fe y con los ojos de fe de un discípulo que tiene siempre en el camino sus dudas, sus noches oscuras. Y este momento aparece como una gran gracia dentro de lo que es el caminar de la Iglesia y dentro de lo que significa caminar en la Iglesia con un grupo muy significativo de miembros de la Iglesia, que viven, testimonian y anuncian el evangelio de la familia en el mundo de hoy. Por consiguiente, un gran soplo del Espíritu que nos acompaña y nos permite mirar con optimismo, porque el Espíritu nos conduce siempre.

¿En la pastoral, en qué se puede avanzar?

-- Card. Ezzati: La realidad cristiana es un camino. Tertuliano decía: 'no hemos nacido cristianos, nos vamos haciendo cristianos'. También la familia no nace con todas las experiencia y las cualidades y esplendor. La familia cristiana se va haciendo a través de un proceso que muchas veces implica búsqueda, conversión, comprensión, misericordia, y por consiguiente pastoralmente hay que ubicar la tarea de la misma familia, de los pastores de la Iglesia, y de los mismos laicos, en esta perspectiva de camino, en una perspectiva de una familia que se va haciendo cada vez más cristiana. Y eso sin pretender que de buenas a primeras hayamos llegado a la meta óptima, sino acogiendo la procesualidad también de lo que significa hacerse cristiano en familia y hacer que la familia llegue a ser lo más cristiana posible.

¿Cuáles son los desafíos particulares en Chile y en América Latina?

-- Card. Ezzati: En Chile tenemos familias ejemplares, que caminan y buscan caminar en la fidelidad del Evangelio, en la misión de la Iglesia y que son fecundas de hijos, que son verdaderamente Iglesia doméstica, que han descubierto su vocación y misión de ser evangelizadoras. Tenemos familias que están heridas, en descubrimiento de lo que significa ser familia bendecida por el sacramento del matrimonio.

Me decía una profesora de la Universidad que bendijo su matrimonio hace un par de meses atrás, en el proceso de preparación en la parroquia en donde estaba, ella era la única con su futuro esposos que todavía no estaban casados ni convivían. De 10 parejas, 9 vivían ya una 'realidad' de familia y vida matrimonial. Entonces los desafíos que tenemos en Chile son los que tiene Europa, y veo dialogando con los obispos vecinos de Perú, de Bolivia, de Colombia, que es el problema de tantos otros países.

Pero eso no nos tiene que desalentar, porque el Espíritu Santo va actuando, estas mismas personas que ya viven unidas sin el sacramento del matrimonio, e incluso sin el matrimonio civil, el Espíritu está actuando y va despertando en ellos el deseo y la voluntad de dar pasos ulteriores, de descubrir la belleza de ser un matrimonio que sea signo del infinito amor que Jesucristo tiene a su Iglesia.

¿O sea que Dios va actuando para llevarlos al camino justo?

-- Card. Ezzati: Más que nunca hoy en día los pastores y las familias cristianas que tiene conciencia de su vocación y misión en la Iglesia y en el mundo, están llamados a acompañar a tantos que sin saberlo están buscando a Dios y que Dios les está buscando a ellos, justamente a través de la mediación eclesial que somos cada uno de nosotros.

Francisco en este sentido invita a salir...

-- Card. Ezzati: Salir con la capacidad espiritual, la humildad espiritual, de saber que Dios ha puesto en nosotros un don que quiere ser don para los demás y que la tarea es poner ese don a disposición de los demás, no porque sea nuestro, porque no lo es, es un don gratuito. La misión que tenemos es de ser mediación de Jesús para que ese don llegue a tantas y tantas personas, en particular a los jóvenes.

¿Tantos jóvenes que no se casan?

-- Card. Ezzati: Hoy día los jóvenes, al menos en mi experiencia, y lo que las estadísticas nos dicen, es que tienen el deseo grande de formar una familia, quieren una familia como un gran ideal. No siempre tienen el apoyo incluso de la sociedad civil. Y digámoslo con humildad, a veces tampoco el nuestro de pastores, de acompañar ese deseo grande y bello que tienen para que lo vayan cultivando.

Está ese deseo de plenitud, y nosotros humildemente tenemos que poner el don de la gracia que hemos recibido, al servicio del Señor.

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"Nuestra voz de mujeres está siendo positiva en el Sínodo sobre la familia"
 

En la Sala de prensa, una auditora de Canadá y otra de Ruanda comentan su experiencia 

Por Sergio Mora

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

La presencia de la mujer, su participación durante el actual Sínodo de los obispos sobre la familia que se está realizando en el Vaticano, ha sido el tema principal en la conferencia de prensa que se realizó este martes con los periodistas acreditados en la Santa Sede.  El Sínodo se ha dedicado este lunes y hoy martes a los círculos menores. 

Respondieron a las preguntas, el abad Jeremías Schroder OSB, uno de los diez padres sinodales elegidos por la Unión de los Superiores Generales; la auditora ruandesa Therese Nyirabukeye, empeñada en métodos naturales de planificación familiar, y la auditora canadiense Moira McQueen, profesora de bioética.

La auditora McQueen indicó que se siente contentísima de representar a la comunidad femenina en el sínodo, “no veo diferencias cuando intervienen  hombres y mujeres, en particular en los círculos menores nos hemos sentido muy acogidas, y ha sido muy reconocido por los padres sinodales nuestro rol”.

Añadió que la contribución que las mujeres han dado ha sido claramente respetada e insertada en la relación. “Estoy feliz --indicó la auditora canadiense-- de que las mujeres sean cada vez más incluidas en el camino sinodal”.

Sobre el tiempo de tres minutos, para las intervenciones en el aula sinodal, la profesora de bioética reconoció que es un desafío lograr dar las contribuciones en un tiempo tan corto, si bien aceptó que se debe a la gran cantidad de personas que participan, y porque se trata de un procedimiento democrático. Si bien, añadió, en los círculos menores hay más tiempo para hablar.

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, precisó que el viernes por la tarde será dedicado a los auditores para sus intervenciones ante el Aula sinodal.

Por su parte, la auditora ruandesa indicó que se ha encontrado “muy bien en los círculos menores y por haber podido dar mi contribución”. Y que así han podido dar el propio testimonio en el interior de la Iglesia y trabajar en su proceso decisional. Definió este sistema como “un feminismo constructivo”.

El abad Schroder recordó que, cuando eligieron a los diez superiores para participar en el Sínodo, alguien pregunto por qué no se elegían también a monjas o religiosas, y alguien precisó que 'ellas quieren su lugar y no el nuestro'. Y así fue y obtuvieron tres lugares en el Sínodo. Reconoció entretanto que es una limitación que las superioras no sean miembros a pleno título, y concluyó precisando que “es mi opinión personal, aunque creo que los otros superiores generales comparten esto”.

El abad consideró además que el clima en el Sínodo es sereno, y si bien trabajar en el Instrumentun Laboris requiere fatiga, “lo hacemos con tenacidad y paciencia”. Sobre el camino sinodal reconoció que aún no ve la meta final “pero no me preocupa porque estos procesos de contribución colectiva llegan a buenos resultados”. 

Hablando de su contiente, África, la señora Theresa indicó que después del conflicto étnico en su país, hace 20 años, en Ruanda, “las familias cristianas nos empeñamos en la reconciliación, en reconstruir y existen muchas iniciativas familiares de la Iglesia, incluso de familias interétnicas que dan su testimonio de unidad después de una tragedia tan grande.

Sobre la planificación familiar, la auditora ruandesa recordó que su experiencia inicia en los años 80. “He visto que entre las mujeres de los pueblos, el conocer su funcionamiento biológico es fundamental y les da un cierto orgullo”. Contó que un matrimonio de formadores le pidió que le transmita a los padres sinodales que “estamos felices de haber descubierto la belleza de la familia y de estos métodos naturales de planificación”.

Los presentes también han sido interrogados sobre una propuesta que hubo en el Sínodo sobre el diaconado femenino. “Lo hemos escuchado con atención, me pareció audaz y convencedora. Podría haber un recorrido semejante, pero no se ha discutido de eso”, concluyó el abad Schroder.

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Filtran una carta privada de algunos cardenales al Papa
 

Varios purpurados desmintieron haberla firmado. El portavoz indicó que ​ha sido publicada para “cumplir un acto de interferencia” no querido por los signatarios

Por Sergio Mora

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

Con motivo del sínodo de la familia que se está realizando en el Vaticano, muchas personas e instituciones le han escrito al santo padre Francisco. Entre las misivas hay una carta privada al Papa, firmada por varios cardenales, la cual ha sido dada a conocer por un periodista de manera ilegítima.

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, declaró este martes que la carta ha sido publicada para “cumplir un acto de interferencia” no querido por los firmantes.

Al menos cuatro cardenales --Scola, Vingt trois, Piacenza y Erdó-- que figuraban entre los firmantes ya han desmentido, indicó Lombardi.

Y el cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera, arzobispo de la Ciudad de México, dijo hoy que tampoco él ha firmado: “Yo nunca firmé la supuesta carta con los contenidos que algunos mencionan. Al mismo tiempo, reconozco que el lugar apropiado de la discusión es con otros Padres Sinodales y bajo la guía del Papa, que es nuestro garante de la unidad en la Iglesia y quien tiene mi mayor respeto y lealtad”.

El cardenal Pell declaró que fue enviada una carta reservada al Papa, y que “lo publicado no corresponde, ni el texto, ni las firmas de lo que se ha entregado al Papa”.

El Portavoz consideró que “hacer observaciones sobre la metodología del Sínodo, que es nueva, no asombra. Pero una vez establecida, tiene que existir el empeño de seguirla de la mejor manera posible. Y es lo que está sucediendo”.

 

 

 

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Mundo


República Centroafricana: 40 mil personas huyen de la violencia
 

AIN ha concedido ayuda de emergencia por un valor de 112 mil euros. Rezan para que no se frustre la visita del papa Francisco, prevista para finales de noviembre

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

El nuevo brote de violencia en Bangui, la capital de la República Centroafricana, el pasado 26 de septiembre ha hecho que más de 40 mil personas tuvieran que huir de sus casas. Estas personas se han refugiado en terrenos de iglesias y conventos, donde viven ya desde hace casi dos años miles de desplazados, y en el campo de refugiados junto al aeropuerto internacional. Lo ha informado este martes la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), precisando que la situación es especialmente precaria porque han sido saqueados numerosos centros humanitarios, entre los que se encuentran los centros de la Cáritas local; y sus colaboradores se encuentran ahora entre los desplazados.
 
Christine du Coudray, responsable de África en la fundación pontificia, ha relatado como Mons. Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui y presidente de la Conferencia Episcopal de la República Centroafricana, visita los numerosos campos de refugiados y, con alimentos, intenta prestar al menos la ayuda más perentoria. Dice que la situación es dramática. Por este motivo, AIN ha aprobado una ayuda inmediata por un valor de 112 mil euros, para mitigar las primeras necesidades. 
 
Como consecuencia de los últimos disturbios han muerto al menos 40 personas; un templo ha sido incendiado y numerosas instalaciones han resultado saqueadas. Además fueron liberados 800 presos de una cárcel, entre los que se encuentran numerosos rebeldes. La situación es "muy confusa" y es difícil predecir cómo se desarrollará, ha afirmado du Coudray.
 
"Este país precisa, más que nunca, nuestra oración, nuestra ayuda y nuestra atención", ha añadido. Las inminentes elecciones y la visita del papa Francisco, prevista para finales de noviembre, son "signos de esperanza de que se produzca un futuro mejor y más pacífico".
 
Por su parte, la Nunciatura Apostólica en Bangui ha declarado en un comunicado que el Santo Padre espera --durante su visita, prevista para los días 29 y 30 de noviembre-- "poder saludar y bendecir personalmente a todos los centroafricanos". En este sentido, Christine du Coudray ha señalado que "esperamos y rezamos para que esta esperanza no se frustre". Hay que "hacer todo lo posible para que el país no se hunda aún más en una espiral de violencia y caos".

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Siria: la comunidad del sacerdote liberado agradece las oraciones de los musulmanes
 

El prior del monasterio de Qaryatayn, padre Murad, liberado este domingo, está bien físicamente y pudo celebrar la Santa Misa en una ciudad al sureste de Homs

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

“Estamos muy agradecidos con el Señor misericordioso por este regalo. Y sin duda queremos también agradecer a todos los amigos del mundo que han rezado por Jacques y por nuestra comunidad monástica, cristianos, musulmanes u otros, incluso a aquellos que no creen, por su solidaridad y cercanía”.

Con estas palabras, el sacerdote Jihad Youssef, monje de la comunidad monástica siria de Deir Mar Musa, compartió con la Agencia FIDES su alegría y gratitud y la de los demás monjes y monjas de la comunidad, por el regreso en libertad del sacerdote sirio Jacques Murad, miembro de la comunidad monástica y prior del monasterio sirio-católico de Qaryatayn. “Pedimos las oraciones y la solidaridad de todo hombre y mujer de buena voluntad por la paz en Siria y en todo el mundo”, añadió el padre Jihad, “sobre todo por todos aquellos secuestrados o desaparecidos”.

El sacerdote sirio Jacques Murad fue liberado este domingo, después de ser capturado el pasado 21 de mayo por unos hombres armados y retenido en el monasterio de Qaryatayn, a 60 km al sureste de Homs. Según informaron fuentes locales, el religioso está bien físicamente y ayer celebró la misa dominical en Zaydal, ciudad al sureste de Homs. 

El padre Murad forma parte de la comunidad monástica de Deir Mar Musa, fundada por el padre jesuita Paolo Dall'Oglio, desaparecido en el norte de Siria el 29 de julio de 2013, mientras estaba en Raqqa, un bastión del autodenominado Estado Islámico (Daesh, por su acrónimo en árabe).

El monasterio de Mar Elián, que se encuentra en las afueras de Qaryatayn, durante la guerra había representado un oasis de paz y hospitalidad en el corazón de una zona de conflicto. El prior, junto con un abogado suní, habían hecho de mediadores para garantizar que el centro urbano de 35 mil habitantes se salvase durante largos períodos de los combates entre el ejército gubernamental y los milicianos anti-Assad.

En el Monasterio fueron recibidos cientos de refugiados, entre ellos más de un centenar de niños menores de diez años. El religioso sirio y sus amigos habían logrado encontrar lo necesario para su supervivencia, incluso buscando la ayuda de donantes musulmanes.

El pasado mes de agosto, los milicianos de Daesh tomaron el control de la zona, devastando el monasterio. Durante su ofensiva en el sureste de Homs, los yihadistas tomaron como rehenes a unos 270 cristianos y musulmanes de la zona de Qaryatayn.

Los yihadistas han puesto hace unos días en su web, un vídeo de un grupo de cristianos de Qaryatayn mientras firmaban el “acuerdo de pago” del impuesto de la Jizya (ley de protección) para seguir viviendo en sus casas, en un territorio controlado por el grupo fundamentalista liderado por Abu Bakr al-Baghdadi.

Las imágenes fotográficas de esa reunión, que tuvo lugar en una sala de conferencias, ya se habían publicado a finales de agosto. Tanto en el vídeo como en las fotos, entre los participantes a ese acto aparecía la figura del padre Murad.

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Iglesia y Religión


La imagen de Nuestra Señora de Fátima peregrina por las diócesis de Portugal
 

Este martes, 13 de octubre, se conmemora el 98 aniversario de la última aparición de la Virgen y del milagro del sol

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

La imagen peregrina de la Virgen de Fátima se encuentra visitando una diócesis portuguesa este martes, 13 de octubre, fecha en la que se conmemora el 98 aniversario de la última aparición y del milagro del sol. La talla que en la década de los 50 recorrió el mundo y que fue entronizada en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en el año 2003, ha emprendido una peregrinación que se prolongará durante todo un año.

Después de dejar el santuario de Fátima el pasado 13 de mayo, la imagen hará el siguiente recorrido por Portugal: Viseu, Braga, Viana do Castelo, Vila Real, Bragança-Miranda, Lamego, Coimbra, Guarda, Portalegre-Castelo Branco, Setúbal, Évora, Beja, Algarve, Santarém, Lisboa, Funchal, Aveiro, Angra do Heroísmo, Porto, Leiria-Fátima.

Esta iniciativa es una forma de sensibilizar y de llamar la atención de cara al Centenario de las Apariciones, en 2017, según han explicado desde el propio santuario. Su rector, el padre Carlos Cabecinhas, ha deseado que esta peregrinación nacional sea “una fuerte experiencia de fe, a través de las celebraciones, momentos de oración y expresiones de piedad popular”, una acción que llegue a “todas las edades” y un momento en el que “todos tengan oportunidad de profundizar el conocimiento y vivencia del mensaje de Fátima”.

Historia de las apariciones 
Las apariciones de la Virgen de Fátima se produjeron en Portugal entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos Jacinta, de seis, y Francisco Marto, de nueve, relataron que en medio de una luz vieron a una Señora vestida de blanco en lo alto de la colina de Cova da Iria. Los niños aseguraron que se trataba de la Virgen María, la cual les pidió que regresaran al mismo lugar el 13 de cada mes durante seis meses. Los pequeños relataron que durante estos encuentros la Virgen pidió el rezo del Santo Rosario por la conversión de los pecadores y del mundo entero.

En la noche del 12 al 13 de octubre había llovido toda la noche, y los peregrinos estaban empapados. Los niños llegaron al lugar de las apariciones poco antes del medio día. Lucía confió que la Virgen les dijo “Yo soy la Señora del Rosario”, les pidió que se construyera una capilla allí y les profetizó que la Primera Guerra Mundial pronto terminaría. Los aproximadamente 70 mil espectadores presentes pudieron ver el llamado 'milagro del sol': el astro parecía moverse, girar y precipitarse sobre la multitud. Concluido el milagro todos vieron que sus ropas estaban secas.

Según dijeron los videntes, la Virgen entregó también tres mensajes a Lucía. Estos mensajes se conocen como Los tres secretos de Fátima. El primer secreto mostraba una visión del infierno, mientras que el segundo hablaba de cómo reconvertir el mundo a la Cristiandad. El texto del tercer misterio se mantuvo en secreto por muchos años. Solo fue revelado por el papa Juan Pablo II el 26 de junio de 2000 y profetizaba el atentado contra su vida el 13 de mayo de 1981.

Francisco Marto y Jacinta fueron beatificados por el Pontífice polaco el 13 de mayo de 2000. Sor Lucía, quien se consagró como religiosa, falleció en 2005, a los 97 años, en el convento de las madres Carmelitas de Coimbra.

El Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima recibe anualmente cuatro millones de peregrinos.

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Mons. Jiménez: 'La Virgen del Pilar es la estrella de la nueva evangelización'
 

El arzobispo de Zaragoza ha recordado que hace 1975 años que María Santísima vino en carne mortal a tierras españolas

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

Como cada 12 de octubre, centenares de personas han abarrotado la basílica del Pilar para participar en la solemne misa pontifical, que ha oficiado el arzobispo de Zaragoza, Mons. Vicente Jiménez.

Al comienzo de su homilía, el prelado ha aprovechado para saludar a las autoridades civiles, militares y religiosas presentes en la celebración, y al Santo Padre, que "está presidiendo en Roma el Sínodo de los Obispos sobre el tema de la familia".

Durante sus palabras, Mons. Jiménez ha destacado que los caminos de Aragón y de España desembocan en este bendito santuario y ha recordado la construcción de la iglesia de San Ignacio Clemente Delgado en Valdespartera, "coincidiendo con el año jubilar pilarista".

El arzobispo de Zaragoza también ha señalado que la fiesta del Pilar es "un día para tres cosas: celebrar la presencia de la Virgen entre nosotros, preparar el futuro jubileo convocado por el papa Francisco y sentir a la Virgen del Pilar como madre y estrella de la nueva evangelización".

El resto de la intervención del prelado se ha basado en ampliar cada una de estas ideas, subrayando que hace 1975 años que María Santísima vino en carne mortal a Zaragoza para animar al apóstol Santiago y a sus discípulos a continuar con la evangelización.

Por último, Mons. Jiménez ha pedido a la Virgen que proteja a las instituciones, especialmente al Ayuntamiento de Zaragoza, para que "promueva el bien común de todos los ciudadanos", y que cuide de los sacerdotes y de aquellas personas que tienen su vida consagrada.

Tras la celebración de la Santa Misa ha tenido lugar la procesión por la plaza del Pilar con la imagen de plata de la Virgen. A la salida del templo había congregadas miles de personas.

Por otra parte, la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar ha batido un nuevo récord de participación este año. En total, medio millón de personas han seguido presencialmente el acto, que ha contado con más de 260 mil oferentes.

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Espiritualidad y oración


Sínodo de los Obispos, 9 de Octubre y Palio Arzobispal
 

Carta semanal del cardenal arzobispo de Valencia. 'Que Dios conceda la sabiduría necesaria a los padres sinodales, a los expertos, para descubrir lo que es grato a los ojos de Dios'

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

El título de la última carta pastoral del cardenal arzobispo de Valencia, Mons. Antonio Cañizares Llovera, es "Sínodo de los Obispos, 9 de Octubre y Palio Arzobispal". A continuación publicamos el texto íntegro de la misma:

De tres asuntos muy dispares trato en esta comunicación semanal. La primera: el pasado domingo, con la Santa Misa presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, de Roma, dio comienzo el Sínodo de los Obispos sobre el matrimonio y la familia. Por el tema y por todo lo que se ha montado frente él, va a ser un acontecimiento muy importante para la Iglesia y para la misma Humanidad. Y qué bien hace Dios las cosas: coincidiendo con esta apertura en la liturgia dominical tocaba proclamar el Evangelio en el que Jesús, con toda claridad, sin ambigüedades y sin buenismos de ningún tipo abordaba el tema del matrimonio respondiendo a preguntas tramposas que le tendían unos fariseos: «¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?». Jesús les dijo: «Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre».

En esas palabras de Jesús tenemos lo fundamental sobre el matrimonio, en cuya verdad se fundamenta también la familia, futuro del hombre y de la humanidad. “Hombre y mujer los creó”; así lo ha querido Dios desde el comienzo, en la creación misma ha dejado inscrita la verdad del matrimonio. El matrimonio obra de Dios, no creación humana, de la que el hombre no puede disponer. Una unión indefectible, para siempre, e indisoluble: “lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”. Este es el camino y el norte del Sínodo, del que tanto y tan esperanzador aguardamos: la confirmación, sencillamente, de lo que nos ha llegado de parte de Dios por su Hijo, Palabra eterna en que se nos ha comunicado la verdad plena, la verdad que nos hace libres. Esta es la grandeza, la belleza del matrimonio, base de la familia cristiana, en la que brilla la esperanza de la humanidad. Sigamos pidiendo por el Sínodo: que Dios conceda la sabiduría necesaria a los padres sinodales, a los expertos, para descubrir lo que es grato a los ojos de Dios: afirmar la verdad del matrimonio como la gran luz que el mundo necesita.

El otro asunto que quería comunicar es mi invitación a todos los fieles cristianos a que el día 9 de este mes de octubre, fiesta de la Patria Valenciana, se unan al Te Deum, a la acción de gracias, que tendrá lugar en la Catedral a las 11 de la mañana. Ese día Valencia recuerda agradecida su reconquista, por parte del Rey Jaime I el Conquistador, del poder invasor. Con este motivo se consagró la Iglesia Catedral, iglesia madre de la diócesis en la que se encuentra esa tierra valenciana que había abrazado tempranamente la fe cristiana y que constituía su identidad y sus raíces más profundas.

Había dejado, hacía siglos, de ser cristiana, y aquel día recuperó su libertad y su ser más propio asentado en esas raíces. Por eso, Valencia entera el 9 de octubre da gracias por esta recuperación de lo perdido, de ser ella misma, de su libertad inseparable de la verdad. Es un día muy grande para Valencia –más aún en estos momentos en que vientos contrarios se ciernen sobre esa identidad, pretendiendo borrarla–, un día para dar gracias y para orar por Valencia. El próximo día 9 entrará en nuestra Catedral, para dar gracias por su libertad, identidad y cristianía recuperadas, Valencia entera, simbolizada en su muy querida y respetada bandera: La Senyera. Por eso invito a todos los fieles cristianos a que se unan en la Catedral, a que se unan desde las 10 de la mañana a la Santa Misa que se celebrará con ocasión del aniversario de la consagración de la Catedral, al que seguirá el solemne y tradicional Te Deum a las 11 como queda dicho. Invito, pues, a la plegaria, a la acción de gracias, a una acción religiosa y eclesial.

El tercer asunto trata también de otra invitación: el domingo, día 11 de octubre, en la Catedral, en la Eucaristía de las 12 de la mañana, el Sr. Nuncio Apostólico, Mons. Renzo Fratini me impondrá, Dios mediante, el Palio Arzobispal, que recibí de manos del Santo Padre, Francisco, el pasado 29 de junio en San Pedro, de Roma. Como sabéis el Palio Arzobispal significa la comunión de la sede metropolitana, en este caso Valencia, con la sede de Pedro en Roma, y la comunión así mismo de los Obispos de la Provincia Eclesiástica con la Iglesia universal presidida por el Sucesor de Pedro, el Papa. El Palio, por ello, es signo, vínculo y compromiso de comunión. La Iglesia es misterio de comunión, el núcleo y la esencia de la Iglesia es la comunión, la Iglesia es como un sacramento de la unión íntima con Dios y de la unidad del género humano. Sin esa comunión, presidida por el Papa, que nos confirma en la fe y en la caridad y nos alienta en la esperanza, no hay Iglesia. Avivar y fortalecer la comunión es una tarea y exigencia de siempre, una necesidad especialmente sentida en los tiempos que corremos. Por ello invito a participar en dicha Eucaristía; y a los que no puedan venir por muchas y comprensibles razones, les invito, en todo caso, que recen por el Papa y por mí. Gracias de todo Corazón.

+ Antonio Cañizares Llovera
Arzobispo de Valencia

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Santo Domingo Lorigado - 14 de octubre
 

«Eremita, conocido por sus extremas penitencias ofrecidas a Dios con sentido purgante. Las inició llevado por el impacto de las sospechas de dolo que recayeron sobre su ordenación sacerdotal, y en el que se implicaron sus padres»  

Por Isabel Orellana Vilches

Madrid, (ZENIT.org)

Las fuentes que permiten conocer algo de la vida de Domingo se encuentran en el Acta Sanctorum de san Pedro Damián. Era un clérigo camaldulense, que eligió el apartado entorno de la montaña para llevar una vida penitencial junto a otros ermitaños. Ayuno, mortificaciones, silencio y trabajo fueron cadencias de una oración que elevó a Dios sin desmayo con un sentido purgante que abarcaba, junto a la aflicción por sí mismo, a los demás. Esto último es de los pocos hechos a los que se puede dar credibilidad. Porque los ascendentes de este santo están envueltos en elucubraciones; no vienen fundamentadas; son intentos de fijar lo que en modo alguno puede ser contrastado, y, por tanto, vanos. Así, como lugar de nacimiento de Domingo se barajan Cagli, Cantiano, Luceoli… Nada se sabe de ello a ciencia cierta. Es de suponer que pudo ver la luz en un lugar fronterizo entre Las Marcas y la Umbría, escenario de su vida penitencial, a finales del siglo X.

Por san Pedro Damián, que después del óbito del santo monje se ocupó de plasmar seguramente la parte que mejor conocía y que más le impactó de él, sabemos de su excelso sentido el honor y la dignidad que marcó toda su existencia al punto de consagrarse a extremas y severísimas disciplinas expiando una falta que no cometió. El hecho se produjo cuando tenía edad para ser ordenado sacerdote, y sus padres, que aspiraban a conseguirle un futuro prometedor en la Iglesia, parece que pusieron las bases nada menos que con un pecado de simonía para obtener del obispo su ordenación sacerdotal mediante el obsequio de una piel de cabra. Conmocionado por este hecho doloso, del que tuvo noticia después, Domingo no consintió celebrar la santa misa, ni ejercer la misión pastoral que le hubiera correspondido dada su condición sacerdotal adquirida entre los años 1015 y 1020. Las dudas sobre su ordenación efectuada sobre este presupuesto de barro pesaron como una losa sobre él; al menos lo hizo la sospecha que recaía sobre el sacramento, o así lo entendió. Y la única salida que vio fue purgar este pecado de los suyos con un grado altísimo penitencial en la vida monástica.

En la región de Umbría se hallaba entonces un notable eremita, Juan de Montefeltro, que presidía una comunidad de camaldulenses de Luceoli formada por dieciocho monjes. Domingo fue a su encuentro y solicitó que lo acogieran, algo que hicieron, y durante un tiempo convivió con ellos sin vacilar ante el rigor que se había impuesto. Extremado en la austeridad y en las mortificaciones iba bastante más lejos que sus compañeros, a los que debía satisfacer la ya de por sí severa existencia que llevaban. Se revistió con una especie de cota (lóriga; de ahí el sobrenombre de «lorigado») compuesta de hierro y puntas aceradas, de la que nunca se desprendió excepto para aplicarse las disciplinas (azotes). No es difícil imaginar lo que pudo suponer llevar tal cilicio durante un cuarto de siglo, como hizo él. La flagelación era tan virulenta y continua que mudó hasta el color natural de su piel de tanto quedar impregnada de sangre.

En torno a 1043 los dejó para unirse a los benedictinos del monasterio de Fonte Avellana, dependiente de la diócesis de Gubbio. San Pedro Damián, que estaba al frente del mismo en ese momento, pronto quedó conmovido por la vehemencia de su oración, austeridad y dureza de los castigos penales que se infligía. Y es que, además de vestir la coraza, encadenaba sus miembros, y de esa guisa continuaba orando con los brazos en cruz mientras recitaba el Salterio, con la única medida que le permitía su resistencia, que no era poca. Así engarzaba muchas veces las noches con el día. Sometido al ayuno, solo se alimentaba con pan, agua y algunas hierbas, ya que si caía en sus manos otra clase de alimentos los distribuía entre los enfermos y los pobres; ni siquiera se permitía el mínimo descanso, y cuando lo hacía, vencido su aguante, por lo general dormía sobre las rodillas. Pareciéndole poco los excesos que realizaba, aún solicitaba a su confesor que le impusiera penitencia. Era frecuente verle absorto en la contemplación, y siempre respondía con concisión y rigor a las preguntas que le formulaban del tipo que fueran. Estaba agraciado con el don de lágrimas, que vertía movido por su intensa aflicción por sus pecados y los ajenos.

En 1049 Pedro Damián lo puso al frente de la ermita de la Santísima Trinidad, erigida por él en Monte San Vicino (actual Apiro, Macerata). Nunca presidió como prior el monasterio de santa María di Sitria, como alguien ha sostenido. Lo que sí sucedió es que regresó a Fonte Avellana por poco tiempo; breve fue también su permanencia en san Emiliano in Congiuntoli. Así que se puede afirmar que prácticamente pasó el resto de su vida en la Santísima Trinidad donde se hallaba el año 1059. Como era previsible, la cruda reparación que llevaba a cabo, incluidos los ayunos, le afectaron gravemente y murió el 14 de octubre de 1060, justamente cuando sus hermanos se disponían a cantar la prima, después de haber tenido la gracia de rezar junto ellos. A finales del año siguiente Pedro Damián redactó la mencionada biografía por sugerencia del pontífice Alejandro II. Entonces la fama de santidad de Domingo, y el impacto de sus durísimas penitencias y mortificaciones, llevadas en el silencio oferente de una sencilla celda, habían atravesado los muros del convento.  

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