El pasado puente de la Hispanidad 100 peregrinos de distintas partes de España se lanzaron a los caminos de Santa Teresa de Jesús, cubriendo la ruta “De la Cuna al Sepulcro”. Desde Ávila hasta Alba de Tormes.

Durante cuatro etapas distribuidas a lo largo de 107 kilómetros, los “andariegos” se tuvieron que enfrentar al peso de la historia, serpenteando dificultades propias y ajenas por las dehesas y llanos que conforman la anchura de Castilla y León.

La primera parada, tras abandonar la ciudad amurallada, tuvo lugar 24 kilómetros después en Gotarrendura, lugar de procedencia de gran parte de la familia de Teresa de Jesús. Allí, los que seguíamos las huellas de la carrera fundacional de la Santa, pudimos visitar el palomar, la iglesia y la finca donde se encontraba la vivienda familiar de los Cepeda y Ahumada.

Después, tras muchas fatigas y descansos, llegarían Fontiveros, casa natal de San Juan de la Cruz, Mancera de Abajo, donde se encuentra uno de tantos conventos Carmelitas sacados adelante gracias al ímpetu de la Madre Santa Maravillas de Jesús, Santa española del siglo XX que llevó a cabo más de 10 fundaciones por la península con las enseñanzas de Teresa de Jesús bajo el brazo, y por último Alba de Tormes, donde los peregrinos a pie, en bici y a caballo sellaron frente al sepulcro de Santa Teresa la credencial que les confirma como “andariegos”.

Los caminos, desde Emaús hasta nuestro tiempo, son un vivo reflejo de nuestro recorrido vital, de nuestro peregrinar en este mundo. Y cuando la salida a los senderos es ocasionada por una necesidad exterior, que no necesariamente debe ser de nuestro agrado, nuestro interior va acallando el ruido a fuerza de paisajes, maizales, polvo y barro. Y es aquí, con cada paso, donde el silencio va construyendo un nuevo encuentro con la buena nueva. Y la carga se hace ligera y se encara el camino de los santos y de la propia vida con la sonrisa que confiere el susurro de los tiempos.

Siguiendo a la santa andariega, Caminos Teresianos nos invita a conocer caminos y paisajes de Castilla y Andalucía, que fueron testigos, en el siglo XVI, del paso de Teresa de Jesús y de Juan de la Cruz, de sus fundaciones, de su vida buscadora de Dios y de la Verdad.

Para ponerse en camino: www.caminosteresianos.com