En algunas paredes, o en las pancartas de algunas manifestaciones, hemos visto estos días, el rechazo a este acrónimo: “Fuera el TTPI”. ¿Qué es el TTPI y porque su rechazo? TTPI, serían las siglas inglesas, del Tratado Trasatlántico de Libre Comercio e Inversión. El concepto de libre Comercio, cualquiera que sea bien pensado, lo interpretaría como la libertad de cualquiera país a vender a cualquier otro país. Pero la triste realidad es bien diferente. El Tratado es entre EEUU y la Unión Europea. Es así como las grandes potencias pueden vender a quien quieren, al precio de mercado que elles ponen, y los países pobres pueden vender a los países que se les deja, normalmente países con alta morosidad, con riesgo de no cobrar, y vender al precio que se les marca. Esto hace realidad aquella triste frase de que “Los riscos se enriquecen y los pobres se empobrecen”. No se han acabado aquí las razones de la protesta. La incorporación de productos químicos a la alimentación, la sola sospecha de nocividad, era razón suficiente para su retirada. Ahora, a partir de este Tratado, estará permitido su uso. Al mismo tiempo los productos transgénicos que en Europa estaban prohibidos por su dudosa salubridad, con este Tratado se podrán encontrar en los supermercados, sin ningún tipo de identificación. Con esto se favorece los intereses de las corporaciones multinacionales, y se ningunean los derechos del consumidor. En un marco de estas características, hay que apuntar dos necesidades absolutamente vitales. Es imprescindible una gobernanza mundial justa y democrática que no deje las grandes decisiones, en manos del poder económico. Y por otra parte, urge hacer presente en las facultades de economía, un humanismo que corrija los vicios del sistema económico, y centre sus objetivos en la persona y el bien común.
