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El cambio climático afectará a la productividad

La productividad máxima se alcanza con una temperatura ambiental de 13 grados, por lo que científicos de Estados Unidos advierten de las consecuencias económicas del aumento del calentamiento global debido a la actividad humana

El calentamiento global llevará consigo una reducción progresiva de la productividad
El calentamiento global llevará consigo una reducción progresiva de la productividad


En los primeros días de diciembre se celebrará en París la conferencia global sobre el clima, donde los gobernantes deberían adoptar medidas vinculantes sobre el cambio climático. Una cuestión sobre la que apenas se ha hablado es cómo influye sobre la productividad el calentamiento global.

En ese sentido, hay que resaltar que el cambio climático afectará a las temperaturas hasta alejarlas del valor ideal para obtener una productividad máxima: 13 grados. Las consecuencias, en una buena parte del mundo se incrementarán las desigualdades entre países ricos y pobres en las próximas décadas.

Son las conclusiones de un estudio elaborado por las universidades de Stanford y de California en Berkeley, ambas en Estados Unidos, y presentado a la revista Nature.

Reducción progresiva

Los científicos responsables del estudio advierten de que la productividad de una economía varía según la temperatura ambiental y, cuanto más se aparta de esa temperatura ideal de 13 grados, más se produce una reducción progresiva de la productividad.

Esta consecuencia se ha observado tras el análisis de datos de 166 países extraídos de documentos del Banco Mundial, en un periodo comprendido entre 1960 y el 2010, tanto en economías desarrolladas como en las que están en vías de desarrollo, y tanto sociedades rurales como en las urbanas, señala el estudio.

Al mismo tiempo, las proyecciones de futuro no son muy halagüeñas: a menos que se adopten medidas eficaces contra el calentamiento, los beneficios globales se reducirán un 23% hasta el año 2100 y los ciudadanos se volverán más pobres (en ingresos medios por cápita) en el 77% de los países, según información publicada por el diario La Vanguardia el pasado 23 de octubre.

En el estudio se señala que la temperatura ambiental afecta a la productividad biológica, desde el rendimiento de las cosechas hasta la fuerza de trabajo en las fábricas, y puntualiza que esto podría explicar la distribución general de países pobres en regiones tropicales y ecuatoriales y de países ricos en latitudes templadas.

Adaptación difícil al cambio climático

Sin embargo, surgen dudas sobre lo que sucede en economías avanzadas que disfrutan de sistemas de refrigeración y calefacción, donde la máxima productividad sigue registrándose en años en que la temperatura media se sitúa en torno a los 13 grados.

“No observamos que los avances tecnológicos o la acumulación de riqueza y experiencia desde 1960 hayan alterado la relación entre temperatura y productividad”, señalan los investigadores en Nature.

“Esto sugiere que la adaptación al cambio climático puede resultar más difícil de lo que se ha asumido hasta ahora”, añaden.

También consideran que Europa es de las pocas regiones del mundo donde el aumento de las temperaturas favorecerá una mayor productividad a corto y medio plazo.

Aunque, incluso en Europa, una vez superado el umbral de los 13 grados, la economía acabará resultando perjudicada por el cambio climático, advierten los autores de la investigación.

¿Cómo evitar una subida de dos grados?

Al respecto, la Unión Europea (UE) tiene serias dudas de que en la cumbre del clima de París se pueda alcanzar un acuerdo y el consiguiente compromiso para evitar que la temperatura global se eleve más de dos grados en el 2100, como la comunidad internacional se propuso pactar tras el fiasco de la cumbre sobre cambio climático de Copenhague en el 2009.

Dando por hecho que ese acuerdo no se alcanzará, la UE espera poder sellar otro objetivo: pactar un mecanismo de control de revisión de emisiones para, cada cinco años, medirlas y animar a los países a elevar la ambición de sus políticas para trabajar a largo plazo en ese objetivo.

En cualquier caso, se calcula que la temperatura global aumentará alrededor de un 3 grados Celsius y que, aunque se aleja del objetivo de los dos grados, supondría una mejoría considerable respecto a lo que ocurriría si no se adoptan nuevas medidas, ya que expertos de Naciones Unidas anticipan una subida de la temperatura global de entre cuatro y cinco grados.