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Los “dulces celestiales” de las monjas clarisas de Medinaceli


 

En el Convento de Santa Isabel de Medinaceli, en Soria, conviven en clausura once religiosas. No hay novicias, porque las postulantas residen en el Monasterio que la Congregación tiene en Soria. “Pero tenemos varias jóvenes”, comenta con dulzura a Religión Confidencial la hermana clarisa que atiende a los turistas a través del torno del convento.

Los fines de semana pasan por el claustro un buen número de turistas. Porque no se puede visitar Medinaceli sin detenerse a comprar los “dulces celestiales” o los “pastelitos con sabor a gloria” de las monjas clarisas.

Elaborados por ellas mismas, contribuyen a mantener el convento de Santa Isabel, el único que sigue en activo de los cuatro con que contó la Villa en el pasado. Fue levantado por la duquesa de Medinaceli en el siglo XVI.


 

Zenón de Elea