Servicio diario - 15 de diciembre de 2015


La frase del día 15 de diciembre

"El alma que está enamorada de Dios es un alma gentil, humilde y paciente".
(San Juan de la Cruz)


El Papa en Sta. Marta: 'La riqueza de la Iglesia son los pobres, no el dinero'

En la homilía de este martes, Francisco ha destacado que las tres características de la Iglesia deben ser la humildad, la pobreza y la confianza en el Señor

El papa Francisco ha pedido este martes que la Iglesia sea humilde, pobre y confiada en el Señor. En la homilía de la misa matutina, que ha celebrado en la capilla la Casa Santa Marta, el Santo Padre ha destacado que la pobreza es la primera de las Bienaventuranzas y ha añadido que la verdadera riqueza de la Iglesia son los pobres, no el dinero ni el poder mundano.

En el Evangelio leído hoy, Jesús reprende con fuerza a los jefes de los sacerdotes y les advierte que incluso las prostitutas los precederán en el Reino de los Cielos. El Pontífice ha citado este pasaje para alertar contra las tentaciones que incluso hoy pueden corromper el testimonio de la Iglesia. También en la Primera Lectura, tomada del Libro de Sofonías, se ven las consecuencias de un pueblo que se convierte en impuro y rebelde por no haber escuchado al Señor, ha advertido el Papa.

¿Cómo debe ser una Iglesia fiel al Señor?, se ha preguntado Francisco, y ha respondido: Una Iglesia que se confía a Dios debe “tener estas tres características”: humilde, pobre, con confianza en el Señor.

“Una Iglesia humilde, que no se pavonee de los poderes, de las grandezas. Humildad no significa una persona lánguida, floja, que pone los ojos en blanco… ¡Esto no es humildad, es teatro! Esto es fingir humildad. La humildad tiene un primer paso: ‘Yo soy pecador’. Si tú no eres capaz de decirte esto a ti mismo: que eres pecador y que los demás son mejores que tú, no eres humilde. El primer paso de una Iglesia humilde es sentirnos pecadores, el primer paso de todos nosotros es el mismo. Si alguno de nosotros tiene la costumbre de mirar los defectos de los demás y murmurar sobre ellos, se cree juez de los demás”, ha explicado el Santo Padre.

Nosotros --ha señalado-- debemos “pedir esta gracia: que la Iglesia sea humilde, que yo sea humilde, que cada uno de nosotros” sea humilde. El segundo paso --ha proseguido-- es la pobreza que “es la primera de las Bienaventuranzas”. Pobre en el espíritu quiere decir estar “solo apegado a las riquezas de Dios”, ha precisado. Por tanto, no a “una Iglesia que vive apegada al dinero, que piensa en el dinero, que piensa cómo ganar dinero”. “Como se sabe --ha afirmado el Pontífice-- hace un tiempo, para pasar la Puerta Santa se le decía ingenuamente a la gente que se debía hacer una ofrenda: esta no es la Iglesia de Jesús, esta es la Iglesia de los jefes de los sacerdotes, apegada al dinero”.

“Nuestro diácono, el diácono de esta diócesis, Lorenzo, cuando el emperador --él era el ecónomo de la diócesis-- le dice que le lleve las riquezas de la diócesis, para así pagarle algo y evitar su asesinato, vuelve con los pobres. Los pobres son las riquezas de la Iglesia. Si tienes un banco, eres el director de un banco, pero tu corazón es pobre, no estás apegado al dinero, eso es estar al servicio. La pobreza es esta distancia, para servir a los necesitados, para servir a los demás”, ha reiterado.

Hagámonos esta pregunta, ha indicado el Papa: si somos “una Iglesia, un pueblo humilde, pobre, ‘¿Yo soy o no soy pobre?’”. Finalmente, el tercer punto: la Iglesia debe confiar en el nombre del Señor. “¿Dónde está mi confianza? ¿En el poder, en los amigos, en el dinero? ¡En el Señor! Esta es la herencia que nos promete el Señor: ‘Dejaré en medio de ti a un pueblo humilde y pobre que confiará siempre en el Señor’. Humilde porque se siente pecador; pobre porque su corazón está apegado a las riquezas de Dios y si tiene es para administrarlas; confiado en el Señor porque sabe que solo el Señor puede garantizarle lo que hace bien. Y verdaderamente estos jefes de los sacerdotes a los que se dirigía Jesús, no entendían estas cosas y Jesús tuvo que decirles que una prostituta entraría en el cielo antes que ellos”, ha subrayado Francisco.

“En esta espera del Señor, de la Navidad --ha concluido-- pidamos que nos dé un corazón humilde, un corazón pobre y sobre todo un corazón confiado en el Señor, porque el Señor no decepciona nunca”.

 

El Papa pide el fin de la globalización de la indiferencia

Mensaje del Santo Padre para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el 1 de enero

Las guerras y los atentados terroristas, con sus trágicas consecuencias, los secuestros de personas, las persecuciones por motivos étnicos o religiosos, las prevaricaciones, han marcado de hecho el año pasado, de principio a fin, multiplicándose dolorosamente en muchas regiones del mundo, hasta asumir las formas de la que se podría llamar una “tercera guerra mundial en fases”. Así lo indica el papa Francisco, en su Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el 1 de enero de 2016.

En la perspectiva del año nuevo, el Santo Padre renueva su exhortación a no perder la esperanza en la capacidad del hombre de superar el mal, con la gracia de Dios, y a no caer en la resignación y en la indiferencia.

Asimismo, con el Jubileo de la Misericordia, el Pontífice invita a la Iglesia a rezar y trabajar para que todo cristiano pueda desarrollar un corazón humilde y compasivo, capaz de anunciar y testimoniar la misericordia, de “perdonar y dar”, de abrirse a los que viven en las periferias sin caer en la indiferencia.

Como criaturas dotadas de inalienable dignidad --observa el Papa-- nosotros existimos en relación con nuestros hermanos y hermanas, ante los que tenemos una responsabilidad y con los cuales actuamos en solidaridad. Fuera de esta relación, seríamos menos humanos.  

Por ello, el Pontífice profundiza en el concepto de la “globalización de la indiferencia”. Francisco explica que “la primera forma de indiferencia en la sociedad humana es la indiferencia ante Dios, de la cual brota también la indiferencia ante el prójimo y ante lo creado”. El hombre que “piensa ser el autor de sí mismo, de la propia vida y de la sociedad; se siente autosuficiente; busca no sólo reemplazar a Dios, sino prescindir completamente de él”. Por consiguiente, advierte, “cree que no debe nada a nadie, excepto a sí mismo, y pretende tener sólo derechos”.

En esta línea, el Santo Padre indica que “la indiferencia ante el prójimo asume diferentes formas”. También existen los que están bien informados pero lo hacen de forma frívola o por costumbre: “esta es la actitud de quien sabe, pero tiene la mirada, la mente y la acción dirigida hacia sí mismo”. Desgraciadamente, precisa el Papa, el aumento de las informaciones no significa un aumento de atención a los problemas, si no va acompañado por una apertura de las conciencias en sentido solidario. Más aún, “esto puede comportar una cierta saturación que anestesia”.

En otros casos, tal y como indica Francisco, la indiferencia se manifiesta como falta de atención ante la realidad circunstante, especialmente la más lejana. “Algunas personas prefieren no buscar, no informarse y viven su bienestar y su comodidad indiferentes al grito de dolor de la humanidad que sufre”, lamenta el Papa en su Mensaje.

Por último, señala que “al vivir en una casa común, no podemos dejar de interrogarnos sobre su estado de salud, como he intentado hacer en la Laudato si’”.

A propósito de todo esto, el Santo Padre recuerda que “la indiferencia provoca sobre todo cerrazón y distanciamiento, y termina de este modo contribuyendo a la falta de paz con Dios, con el prójimo y con la creación”.

Para explicar que la paz se ve amenazada por la indiferencia globalizada, el Santo Padre asegura que “el olvido y la negación de Dios, que llevan al hombre a no reconocer alguna norma por encima de sí y a tomar solamente a sí mismo como norma, han producido crueldad y violencia sin medida”.

En este sentido --prosigue-- la indiferencia, y la despreocupación que se deriva, constituyen una grave falta al deber que tiene cada persona de contribuir, en la medida de sus capacidades y del papel que desempeña en la sociedad, al bien común, de modo particular a la paz, que es uno de los bienes más preciosos de la humanidad.

Y la actitud de indiferencia, advierte Francisco, puede llegar también a justificar algunas políticas económicas deplorables, premonitoras de injusticias, divisiones y violencias, con vistas a conseguir el bienestar propio o el de la nación.

Por otro lado, el Santo Padre afirma que Dios no es indiferente: la sangre de Abel tiene gran valor ante sus ojos y pide a Caín que rinda cuentas de ella. Por tanto, “Dios se revela desde el inicio de la humanidad como Aquel que se interesa por la suerte del hombre”, asegura.

También advierte que “la indiferencia busca a menudo pretextos: el cumplimiento de los preceptos rituales, la cantidad de cosas que hay que hacer, los antagonismos que nos alejan los unos de los otros, los prejuicios de todo tipo que nos impiden hacernos prójimo”.

Por ello, el Pontífice recuerda que “la misericordia es el corazón de Dios”. Por ello debe ser también “el corazón de todos los que se reconocen miembros de la única gran familia de sus hijos; un corazón que bate fuerte allí donde la dignidad humana —reflejo del rostro de Dios en sus creaturas— esté en juego “.

La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres, explica Francisco. También nosotros --indica-- estamos llamados a que el amor, la compasión, la misericordia y la solidaridad sean nuestro verdadero programa de vida, un estilo de comportamiento en nuestras relaciones de los unos con los otros.

Ante esto, el Santo Padre propone la cultura de la solidaridad. “La solidaridad como virtud moral y actitud social, fruto de la conversión personal, exige el compromiso de todos aquellos que tienen responsabilidades educativas y formativas”. Un mensaje que va dirigido a las familias, los educadores y formadores, al mundo de la cultura y los medios de comunicación social.

Conscientes de la amenaza de la globalización de la indiferencia, --observa el Santo Padre-- no podemos dejar de reconocer que, en el escenario descrito anteriormente, se dan también numerosas iniciativas y acciones positivas que testimonian la compasión, la misericordia y la solidaridad de las que el hombre es capaz.

De este modo, el papa Francisco da las gracias a todas las organizaciones, instituciones y personas que trabajan por esta cultura de la solidaridad y contra la cultura de la indiferencia.

Al concluir el mensaje, lanza un triple llamamiento para que se evite arrastrar a otros pueblos a conflictos o guerras que destruyen las riquezas materiales, culturales y sociales así como la integridad moral y espiritual; para abolir o gestionar de manera sostenible la deuda internacional de los Estados más pobres; para la adoptar políticas de cooperación que, más que doblegarse a las dictaduras de algunas ideologías, sean respetuosas de los valores de las poblaciones locales y que, en cualquier caso, no perjudiquen el derecho fundamental e inalienable de los niños por nacer.

 

Argentina: El Santo Padre envía su pésame por el accidente en Salta

En el incidente, que tuvo lugar este lunes, han fallecido 42 gendarmes 

El papa Francisco ha enviado un mensaje para ofrecer sus condolencias a monseñor José María Arancedo, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, con motivo del accidente de tráfico ocurrido el lunes, en las cercanías de la localidad salteña de Rosario de la Frontera, Argentina. El incidente provocó la muerte de 42 gendarmes. El telegrama del Santo Padre fue enviado por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de su Santidad, a través de la Nunciatura Apostólica en Argentina.

En el texto, se indica que el Pontífice se encuentra “profundamente afligido al conocer la dolorosa noticia del accidente de autobús en el que viajaban miembros de la Gendarmería Nacional, ocurrido en la provincia de Salta, y que ha causado numerosas víctimas" y "ofrece fervientes sufragios al Señor por el eterno descanso de los fallecidos”.

Asimismo, se pide que se transmita “el sentido pésame a los familiares de los que han perdido la vida, así como su cercanía a los heridos y afectados por el trágico suceso”. En estos momentos de dolor, “el papa Francisco imparte la bendición apostólica, como signo de esperanza en el Señor Resucitado”.

 

'Francisco está dando las claves para combatir la indiferencia'

Reflexiones del Pontificio Consejo de la Justicia y de la Paz sobre el Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de la Paz

“Vence la indiferencia y conquista la paz”, es el Mensaje que el Santo Padre propone para la 49º Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el próximo 1 de enero de 2016.

El cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del Pontificio Consejo de la Justicia y de la Paz, ha explicado en la rueda de prensa de presentación del Mensaje que “después de haber demostrado cómo la paz es amenazada por la indiferencia a todos los niveles, el Mensaje ofrece una reflexión bíblica/teológica, que consiente comprender la necesidad de superar la indiferencia para abrirse a la compasión, a la misericordia, al compromiso y, por tanto, a la solidaridad”.

Asimismo, el purpurado ha señalado que el Mensaje concluye con un llamamiento del Santo Padre para que cada uno, en el espíritu del Jubileo de la Misericordia, adopte un compromiso concreto para contribuir a mejorar la realidad en la que vive, a partir de la propia familia, del vecindario y del ambiente de trabajo.

También realiza un llamamiento similar a los responsables de las Naciones para que realicen gestos concretos, verdaderos y propios actos de valentía, en lo relacionado con las personas más frágiles de la sociedad, como los prisioneros, los migrantes, los desempleados y los enfermos. El Papa invita también, ha explicado el cardenal, a los responsables de los Estados a dirigir la mirada más allá de los propios confines para “renovar sus relaciones con los otros pueblos, permitiendo a todos una efectiva participación e inclusión en la vida de la comunidad internacional, para que se realice la fraternidad también dentro de la familia de las naciones”.

Por su parte, Flaminia Giovanelli, subsecretaria del dicasterio, ha hecho referencia a la continuidad del Mensaje con el magisterio precedente, en concreto con Benedicto XVI y Juan Pablo II.

Desde el inicio del Pontificado --ha observado-- el Magisterio del papa Francisco, hecho de gestos más que de palabras, ha tenido como uno de los mayores objetivos el de remover nuestras conciencias de la indiferencia. A propósito, ha querido recordar la visita a Lampedusa en la que advirtió sobre la cultura del bienestar que nos hace insensibles al sufrimiento de los otros y que nos ha llevado a la globalización de la indiferencia.                 

De este modo, ha señalado también que la sintonía con el magisterio de Benedicto XVI, es evidente y está ulteriormente reforzada por el argumento presentado por el papa Francisco para explicar cómo la indiferencia globalizada amenaza la paz: la indiferencia hacia Dios supera la esfera íntima y espiritual de la persona y afecta la esfera pública y social.

Igualmente, ha observado que “la unión con el Magisterio de san Juan Pablo II es particularmente visible, después, si se considera que el papa Francisco además de haber indicado la vía de la misericordia como vía a recorrer para combatir la indiferencia, ha insertado decididamente el Mensaje de la Paz de este año en la perspectiva de la Misericordia”.

Para finalizar la presentación, Vittorio V. Alberti, oficial del dicasterio, ha observado que hay varias palabras clave en el Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz. Algunas de ellas son, “capacidad del hombre”, “apatía”, “desconexión y cierre”, “compromiso concreto para contribuir a mejorar la realidad”.

Asimismo, ha señalado que “la misericordia no es solo un hecho moral, sino mental e intelectual: es libertad de pensamiento”. Francisco --ha observado--está dando las claves profundas para combatir la indiferencia. “Está dando las bases culturales para combatir la corrupción entendiéndola en el cuadro más amplio de la crisis del tiempo actual que es la crisis cultural”, ha explicado. También ha señalado que “Francisco está diciendo por tanto que es necesaria una respuesta cultural, una filosofía de la historia, en nombre de la cual combatir la corrupción”.   

 

El Patriarca de Bagdad explica cómo derrotar al Estado Islámico

En una conferencia internacional, su Beatitud Louis Raphael I Sako señala que para venecer a los yihadistas se necesitan tropas terrestres, libertad religiosa y laicismo 

Su Beatitud Louis Raphael I Sako, patriarca de Babilonia de los caldeos, ha participado recientemente en una conferencia internacional dedicada a la situación actual de los cristianos en Irak y Siria, la cual está deteriorándose. En su intervención, el Patriarca de Bagdad ha llamado a congelar las finanzas de los yihadistas y a establecer una clara separación entre Estado y religión.

Durante el encuentro que ha tenido lugar en Roma, promovido por la GeorgeTown University, la Universidad de Notre Dame en Indiana, la Comunidad de San Egidio y los Caballeros de Colón, su Beatitud Louis Raphael I Sako ha explicado que la única manera en la que el Estado Islámico puede ser derrotado es a través de tropas terrestres, de un congelamiento de sus recursos financieros y de los recursos de los demás grupos terroristas; de un frente unido contra "toda forma de extremismo, odio y violencia" y un compromiso común con el principio de la libertad religiosa y la defensa de la ciudadanía plena de todas las personas que habitan en el país, incluyendo a la minoría cristiana. 

Asimismo, el Patriarca de Babilonia de los caldeos ha manifestado que la situación de los cristianos en muchos países de Oriente Medio se está deteriorando. En su opinión, son diversos los motivos que han propiciado la persecución contra los cristianos: la cultura en la que se basa el cristianismo, una verdadera religión de amor, de perdón y de paz, que se contrapone a la cultura imperante en nuestros días, la de la venganza; la secularización, que ha llevado al vacío de valores religiosos en la sociedad occidental; la corrupción de varios de los regímenes de Oriente Medio y la falta de verdaderas reformas; los errores en las políticas occidentales en Oriente Medio, que han hecho cambiar varios de los regímenes a peor; la falta de formación de lo que supone el ejercicio de la democracia, la libertad y los derechos humanos; la inestabilidad y la falta de seguridad; y el surgimiento progresivo de un islam cuyo objetivo es establecer un Estado Islámico de acuerdo a la sharia (ley islámica).
 
"Muchos musulmanes piensan que el cristianismo ha fracasado, y que tienen la misión de islamizar el mundo, porque consideran que el islam es la verdadera religión", ha concluido su Beatitud Louis Raphael I Sako.

 

Anuncian una coalición de 34 países islámicos para luchar contra el terrorismo

Las operaciones militares se coordinarán y apoyarán desde Riad

Arabia Saudí ha anunciado este martes la formación de una coalición de 34 naciones islámicas para luchar contra el terrorismo. Según han explicado los promotores de la iniciativa, su finalidad es “proteger a la nación islámica contra todos los grupos y organizaciones terroristas sin importar su nombre, que extienden la muerte y la corrupción sobre la Tierra y amenazan con aterrorizar a los inocentes”.

El terrorismo “debe ser combatido con todos los medios y es necesaria la colaboración para eliminarlo”, reza el comunicado difundido por la Agencia de Prensa Saudí estatal (SPA).

Asimismo, subraya que el islam prohíbe “la corrupción y la destrucción en el mundo” y los actos terroristas constituyen “una grave violación de la dignidad humana y los derechos humanos, en especial el derecho a la vida y el derecho a la seguridad”.

En una conferencia de prensa, el príncipe Mohammed bin Salman, ministro de Defensa, hijo del rey y segundo en la línea de sucesión del trono, ha señalado que la nueva coalición militar islámica desarrollará mecanismos para la colaboración con otras naciones y organismos internacionales para apoyar las acciones antiterroristas.

“En la actualidad, todos los países musulmanes combaten al terrorismo de manera individual”, ha afirmado. Para vencer la batalla contra la violencia, “es muy importante la coordinación de las acciones”, ha añadido.

Con este fin, la alianza liderada por Arabia Saudí contará con un centro de operaciones conjunto con sede en Riad, para coordinar y respaldar las operaciones militares contra el autodenominado Estado Islámico en Siria e Irak, y otras formaciones que actúan en el Sinaí, en Yemen, en Libia, en Malí, en Nigeria, en Pakistán y en Afganistán, entre otros lugares.

En la coalición participarán Arabia Saudí, Jordania, los Emiratos Árabes Unidos, Pakistán, Bahrein, Bangladesh, Benin, Turquía, Chad, Togo, Túnez, Djibouti, Senegal, Sudán, Sierra Leona, Somalia, Gabón, Guinea, los Territorios Palestinos, Comoros, Qatar, Costa de Marfil, Kuwait, Líbano, Libia, Maldivas, Malí, Malasia, Egipto, Marruecos, Mauritania, Níger, Nigeria y Yemen. Otra docena de países, entre los que destaca Indonesia, han expresado su apoyo a la alianza impulsada por Riad y estudian su colaboración con la misma.

 

Arabia Saudí: al menos 17 mujeres elegidas en el histórico comicio

Por primera vez en la historia postulan mujeres. Es la tercera elección desde el 2005, tras 40 años sin elecciones

En los comicios municipales realizados en Arabia Saudí este domingo 12 de diciembre,  al menos 17 mujeres fueron elegidas. Son las primeras elecciones en las que las mujeres pueden presentarse, en un país que aplica el islam sunnita (wahabita) de manera rigurosa.

Además han sido las terceras elecciones oficiales en la historia del reino ultra-conservador saudita, tras la primera del 2005, después de cuarenta años en las que no se realizaron.

En Arabia Saudí las mujeres no pueden conducir coches, viajar fuera de su casa o salir del país si no son acompañadas por un pariente hombre, así como no pueden recibir atención médica estando solas.

Las elegidas entre las 978 candidaturas, provienen de diversas zonas del país y de variadas clases sociales. Los datos oficiales indican que 130 mil mujeres participaron en las elecciones mientras que los hombres fueron más de 1,3 millones.

Las mujeres que postularon no pudieron hablar directamente y tuvieron que presentar sus ideas y programas a través de algún hombre que les hizo de portavoz.

En el año 2011, el difunto rey Abdullah bin Abdul Aziz estableció que las mujeres puedan ser candidatas y votar. También se permitió para facilitar los negocios, que las mujeres puedan hospedarse en los hoteles sin una carta del cónyugue. Este monarca nombró por primera vez a una mujer como viceministro, abrió la primera universidad mixta y eliminó a los vendedores hombres en los negocios de lencería íntima de mujeres y en las perfumerías. En enero de este año le sucedió el nuevo rey Salman, que mantuvo los derechos concedidos.

 

Burundi: ejecuciones extrajudiciales y peligro de conflicto étnico

Las manifestaciones contra el tercer mandato del presidente Pierre Nkurunziza se han producido tanto en los barrios de los hutus como en los de los tutsi

Han sido entre 150 y 200 las personas encontradas muertas en lo que parecen ser ejecuciones extrajudiciales en Bujumbura y en la “Bujumbura rural”, la zona suburbana de la capital de Burundi. Lo comunican fuentes locales de la Agencia Fides, que por razones de seguridad han pedido permanecer en el anonimato.

“Oficialmente, la cifra de muertos es de 87, pero la sociedad civil y otras fuentes afirman que los muertos encontrados por las calles van de 150 a más de 200. Según las autoridades las personas asesinadas, en su mayoría jóvenes, estaban armados", explican. 

“La mayoría de estos cadáveres fueron encontrados con las manos atadas a la espalda y con disparos de bala en la cabeza. Un signo claro de ejecución extrajudicial”. “El número de personas que han muerto de esta manera podría ser aún mayor, ya que se sospecha la existencia de fosas comunes”, añade la fuente.

La ola de ejecuciones extrajudiciales (se sospecha que cometidas por la policía) ha sucedido tras el asalto coordinado por un grupo rebelde contra tres campamentos militares en Bujumbura en la noche entre el 10 y 11 de diciembre.

“El asalto fue rechazado, pero la mayoría de los rebeldes se las arreglaron para regresar a sus escondites en las montañas”, dicen las fuentes de Fides, según las cuales se está tratando de provocar un nuevo conflicto étnico.

“La mayoría de los muertos son tutsis. Las manifestaciones contra el tercer mandato del presidente Pierre Nkurunziza se han producido tanto en los barrios de los hutus como en los de los tutsi. Por tanto, la crisis actual es política y no étnica. Pero al atacar principalmente a la oposición tutsis y no mencionando a la hutu por el momento, se está tratando de dar un matiz étnico a la crisis”.

Según fuentes de Fides, “desde el principio de la crisis por el tercer mandato del presidente en violación de la Constitución, el 26 de abril, ya se han producido de 500 a 600 asesinatos de personas. Además hay que sumar a los desplazados internos y a los burundeses obligados a refugiarse en países vecinos”.

 

La paz de Belén llega a Madrid

El evento será presidido por el arzobispo Carlos Osoro en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe. Participarán más de 1.800 miembros del Movimiento Scout Católico

Bajo el lema “Luz en mi sendero”, Scouts de Madrid - MSC celebrará el reparto de la Luz de la Paz de Belén. El encuentro, presidido por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro Sierra, girará en torno a la recepción y entrega de la llama “con un mensaje de paz, amor y esperanza, símbolo de unidad y compromiso en la construcción de un mundo mejor”, ha informado la diócesis en su página web.

El evento tendrá lugar el próximo 19 de diciembre, a las 17:00 horas, en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe de Madrid. En la capital de España, serán más de 1.800 miembros de los 38 grupos que componen Scouts de Madrid - MSC y que se encuentran repartidos por toda la comunidad, los que participarán en el reparto tras un encuentro oficiado por monseñor Osoro. Niños, niñas, jóvenes y adultos tomarán parte en el multitudinario acto, que consistirá en la recepción de la llama llegada de Viena, la eucaristía presidida por el arzobispo de Madrid, y el posterior reparto en parroquias, hospitales, residencias de ancianos, hogares y otros espacios. Así será cómo más de cuatro mil jóvenes madrileños darán la bienvenida a la Navidad.

La historia de la Luz de la Paz de Belén, original de los Scouts y Guías de Austria, lleva muchos kilómetros recorridos. Cada año, un niño enciende la llama en la gruta del Nacimiento de Jesús en Belén y la traslada a Viena. Una vez allí, se realiza una celebración ecuménica a la que acuden delegaciones scouts de distintos países europeos, así como asociaciones y organizaciones sociales reunidas con un mismo fin: acercar el símbolo de Paz a toda la sociedad. Posteriormente, esta llama se reparte en hospitales, residencias de ancianos, parroquias, familias y entre personalidades de la vida política, social y cultural.

Con 55 años de historia, el Movimiento Scout Católico (Scouts MSC) es el mayor movimiento de educación en el tiempo libre para infancia y juventud presente en todas las comunidades autónomas de España. Lo forman 27 mil scouts, 5.500 educadores voluntarios, 12 mil familias y 400 grupos scouts. Además, forma parte de la Organización Mundial del Movimiento Scout, que cuenta con más de 40 millones de miembros en todo el mundo.  

 

Comentario a la liturgia dominical

P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el seminario diocesano Maria Mater Ecclesiae de são Paulo (Brasil).

Idea principal: La visita de María a su prima Isabel es un gesto de caridad y misericordia.

Síntesis del mensaje: Hemos comenzado el año de la misericordia, convocado por el Papa Francisco. Y precisamente en este año meditaremos cada domingo el evangelio de san Lucas, el evangelio de la misericordia. Hoy tenemos el ejemplo de caridad misericordiosa de María. Ain Karim es el lugar de la misericordia de María para con su prima Isabel, embarazada, que necesitaba los cuidados y la ternura de María.

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, el viaje de María a Ain Karim tiene resonancia bíblicas: el traslado entre danzas y alegría del Arca de la Alianza en tiempos de David: ¡presencia de Dios lleno de misericordia con su pueblo elegido! El Arca de la Alianza es ahora la Madre del Mesías: ¡Dios continua derramando su misericordia ahora a través de María! El encuentro de las dos mujeres creyentes está lleno de simbolismo misericordioso: María lleva en su seno al Mesías, el Dios de la ternura y misericordia, y también Isabel va a ser madre del Precursor. Las dos están llenas de alegría, las dos han aceptado el plan de Dios sobre sus vidas y le entonan sus alabanzas, cantando la misericordia divina. El encuentro entre estas dos mujeres sencillas, representantes del Antiguo y del Nuevo Testamento, es también el encuentro entre el Mesías, lleno de misericordia, y su precursor. Es más, entre Dios misericordioso y la humanidad pecadora. Encuentro cargado todo de gran misericordia. De Dios con la humanidad, simbolizada en esas dos mujeres, María e Isabel.

En segundo lugar, veamos los gestos de misericordia de María en este evangelio de la Visitación a su prima Isabel. ¿Quién debe sembrar en nosotros esa misericordia? El Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el amor del Padre y del Hijo; amor hecho ternura, detalles, bondad, caridad, servicio. María sale con prisa de Nazaret movida por el Espíritu Santo para ayudar a su prima, pues la caridad misericordiosa madruga. María entra en la casa de su prima impulsada por el Espíritu Santo y la saluda y abraza deseándole la paz, “Shalom”, pues la caridad misericordiosa siempre desea la paz a todos. Será el Espíritu Santo quien hace saltar de gozo a Juan que estaba en el seno de su madre Isabel al enterarse del fruto que María llevaba en su vientre, Jesús lleno de misericordia. Será el Espíritu Santo quien hará exclamar a Isabel: “Bendita tú entre las mujeres”, pues la caridad misericordiosa siempre sabe reconocer las bendiciones de Dios para con sus hijos, sin dejarse llevar por la envidia. María canta el Magnificat, porque reconoce con humildad la misericordia de Dios para con Ella. Y María se queda con Isabel tres meses porque la misericordia es generosa y se da hasta el final sin medida alguna.

Finalmente, este año tiene que ser un año permeado de misericordia. Estas son las palabras del Papa Francisco: “¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! A todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros” (Misericordiae Vultus, n. 5). Y más adelante en la misma bula de proclamación del año santo dice esto: “Es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre” (n. 12). Al igual que María manifestó su misericordia con Isabel con gestos, así también nosotros en nuestro día a día, en casa, en el trabajo, en el colegio y universidad, en la calle, en el comercio, en la parroquia, entre los amigos y vecinos, y también para con aquellos con los que no simpatizamos naturalmente. Gestos de perdón, ternura, bondad, comprensión, consuelo, servicio, atención, ayuda. Sigue el Papa: “Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo” (n. 15)

Para reflexionar: ¿mi corazón esta lleno de misericordia para con todos mis hermanos? ¿Cómo vivo las 14 obras de misericordia que la Iglesia me ha enseñado en el catecismo, n. 2447? Ahí están resumidas: Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al necesitado, vestir al desnudo, visitar al enfermo, socorrer a los presos, enterrar a los muertos (materiales). Enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que está en error, perdonar las injurias, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos de los demás y rogar a Dios por vivos y difuntos (espirituales).

Para rezar: Hoy con más fervor, si cabe, recemos la Salve que aprendimos desde niños, oración que rezuma misericordia: “Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!”. 

Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org

 

Beata María de los Ángeles (Marianna) Fontanella - 16 de diciembre

«Esta carmelita, edificada por la lectura de vidas de santos y conmovida por la imagen de un Crucificado, se sintió llamada a entregar su vida a Cristo. Es un ejemplo de fidelidad y perseverancia en medio de sus noches de espíritu»

Nació en Turín, Italia, el 7 de enero de 1661. Era la última de once hermanos habidos en el matrimonio de los condes Giovanni Donato y María Tana, que estaba emparentada con la madre de san Luís Gonzaga. Fue educada conforme convenía a su origen aristocrático y se convirtió en una joven despierta e inteligente, de trato exquisito. Su gran temperamento y vivacidad discurría parejo al equilibrio y templanza que exhibió en muchos instantes de su vida. Su infancia estuvo caracterizada por una poderosa inclinación hacia lo espiritual; construía altares, y le agradaba escuchar las vidas de santos que le leía una empleada doméstica, costumbre que tuvo un poderoso influjo en su vocación. Su modelo era san Luís Gonzaga. Como hizo santa Teresa de Jesús, huyó de casa con su hermano en busca del martirio. Esta sensibilidad tuvo otro momento de fulgor al descubrir un Crucificado sin brazos en el ático de su hogar, que la dejó profundamente conmocionada. Tanto es así, que conmovida por su visión desterró a su muñeca del dormitorio y convirtió a la imagen en objeto de su ternura. Ante ella suplicaba con lágrimas el perdón de sus pecados. Humanamente, su pasión era la danza, en la que sobresalía con creces.

Poco a poco se iba dando cuenta de que le atrapaban ciertas flaquezas, experimentando vanidad y agrado ante los halagos de los que era objeto. Una visión de Cristo ensangrentado y coronado de espinas, que contempló en el espejo, le hizo aborrecer la vanidad. Otro instante de inflexión en su vida fue la primera comunión que recibió en 1672. Después, inclinada a luchar contra sus tendencias, buscaba en la oración la fuerza precisa para hacerles frente, iniciando un camino de mortificación y penitencia que no abandonaría. Se dedicó a visitar enfermos y a ejercitar obras de caridad. Su director, el párroco padre Malliano, acertadamente la condujo por el sendero de la virtud. En 1673 ingresó en el monasterio cisterciense de Santa María de la Estrella para recibir formación. Permaneció allí año y medio porque su madre, viendo sus muchas cualidades, y dado que el conde había muerto en 1668, no dudó en ponerla al frente de la administración de la casa, y tuvo que dejar la comunidad.

Dos años más tarde la beata sondeó nuevamente el parecer materno porque quería ser religiosa, pero su madre fraguaba su matrimonio. No hubo acuerdo, y comenzó una enconada lucha en defensa de su vocación que se dilató en el tiempo en medio de numerosas vicisitudes y contrariedades. Por fin, convencida su madre de que no podía disuadirla, dio su consentimiento para que ingresara con las cistercienses de Saluzzo. Pero en 1675 o 1676, en el transcurso de un viaje a Turín para ver la Sábana Santa, la joven conoció a un padre carmelita. Tuvieron una conversación tan decisiva que determinó ingresar en el monasterio de carmelitas descalzas de Santa Cristina. De nuevo su madre se opuso a que consagrara su vida en una Orden con regla tan austera, pero el 19 de noviembre de ese año Marianna logró su propósito.

La vida conventual fue extremadamente difícil para ella, como narró en su autobiografía. Las pruebas espirituales que duraron catorce años incluyeron sequedad en la oración, animadversión a sus hermanas, así como a las penitencias y mortificaciones, asechanzas del demonio, una hipersensibilidad a su entorno percibido con un insoportable hedor que le llevaba a rechazar el alimento. Ella, que había gustado de los favores divinos, de repente no encontraba consuelo en la oración y debía caminar en fe porque no vislumbraba a Dios: «¡Me has engañado, Dio mío! Cuando era libre me dabas consuelo y dulzura; y ahora que estoy ligada a Ti no me das más que amargura». Sus súplicas insistentes a Cristo le sumían en una sima más oscura, y la experiencia de aborrecimiento de sí misma llenaba su existencia de angustia y repugnancia por sus muchas ofensas. En ese desierto surgieron las dudas acerca de su vocación, atentados y tentaciones contra la caridad, el abandono del convento y hasta la desesperación, además de incitaciones contra la pureza. Frente a ello, con su oración insistente forjada en la fe, ofrecida con espíritu de reparación y fidelidad en la obediencia, alcanzó la gracia de la perseverancia.

De ese estado interior de luchas que terminaron en 1691 nadie tuvo noticia. Ante los demás su virtud brillaba poderosamente. Austera en su vida, se consideraba la más indigna de todas. «O dadme mortificaciones o hacedme morir», rogaba a Dios. En 1682 los éxtasis ya habían comenzado a ser frecuentes y, en ocasiones, públicos. Era devota de María y de san José, y a él dedicó el Carmelo de Moncalieri que fundó con gran celo apostólico en 1702 aunque no pudo estar presente en su inauguración que se produjo al año siguiente. En 1696 logró que la diócesis de Turín instituyese la festividad del patrocinio del santo Patriarca. Fue una excelente maestra de novicias. Elegida priora cuatro veces, se negó a encarnar la misión una quinta en 1717, fecha ya cercana a su muerte: «Pueden empeñarse en hacerme priora; yo me empeñaré con mi Jesús a ver quien puede más». Murió el 16 de diciembre de ese año. Fue beatificada por el papa Pío IX el 25 de abril de 1865. Fue la primera carmelita descalza italiana en subir a los altares. San Juan Bosco redactó su biografía para este momento.