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Los obispos han hecho un llamamiento a la paz y al orden

Los católicos de Venezuela esperan que con el nuevo gobierno se termine la asfixia a la Iglesia

El ejecutivo chavista prohibió a los sacerdotes visitar a presos políticos, recortó hasta un 75% las ayudas sociales y calificó a la institución como de uno de los tumores del país

La Iglesia Católica Venezolana ha sufrido el acoso del gobierno chavista desde que Hugo Chávez se alzó con el poder. Su sucesor Nicolás Maduró, continuó con esta ofensiva. Con la victoria de la oposición en las pasadas elecciones liderada por Henrique Capriles, que se confiesa católico, se espera que las cosas cambien para los católicos y para muchos otros ciudadanos del país.

Muchas han sido las acciones llevadas a cabo contra la Iglesia católica venezolana, pues tanto Hugo Chávez como su predecesor, Nicolás Maduro, ven en la Iglesia un poder que ellos no pueden controlar ni dirigir. Y aún siendo, católicos -o eso dicen- han arremetido contra esta Institución católica, mientras que han privilegiados a otras confesiones, como las evangélicas.

Chávez intentó ejercer su control sobre la Iglesia y sus instituciones – Cáritas, principalmente –pero no pudo. Entonces, el Gobierno bolivariano cambió su forma de actuar, llevando a cabo una asfixia a la Iglesia. Los desplantes a los católicos han sido constantes – recuérdese aquel Chávez nuestro que entonó Nicolás Maduro-.

Los obispos venezolanos siempre han mantenido la misma posición: defensa de los derechos humanos y respeto a las elecciones. En su última nota publicada, la CEV hace un llamamiento a la paz y al orden y que ningún grupo “alimente el miedo, el odio o las peleas estériles”.

La oposición política, por su parte, siempre han encontrado en la Iglesia un aliado que clamaba por los derechos humanos.

Estas son algunas de las discriminaciones del gobierno chavista hacia la Iglesia Católica:

Se prohíbe a la iglesia católica visitar presos políticos

La comisión de Justicia y Paz de Conferencia Episcopal Venezolana ha pedido en numerosas ocasiones al gobierno de Maduro permiso para visitar a los presos políticos de cara a observar de manera independiente el cumplimiento de las condiciones de su detención y que se respeten los derechos humanos de los presos políticos. También, la CEV pidió que instituciones como Cruz Roja, pudieran visitar a estos presos.

El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Diego Padrón ha insistido en numerosas ocasiones en el diálogo. “Facilitar el dialogo significa entrar en esa actitud positiva de reconocimiento mutuo, y ayudar a que haya un reconocimiento del gobierno hacia quienes piensan distinto. Si no existe ese reconocimiento, no habrá posibilidad de diálogo”, señaló Padrón según recoge el infovzla.

El Gobierno recortó en un 75% las ayudas estatales que daba a la Iglesia, por lo que se disminuyeron las posibilidades de prestar servicios a los ciudadanos a través de numerosas obras sociales y pastorales. El presidente de la CEV ha insistido en múltiples ocasiones al Ejecutivo de Maduro que “aplique medidas económicas más equitativas para que el pueblo no tenga necesidad de hacer horas de colas para conseguir lo básico”.

Presencia en la administración gubernamental defuncionarios vinculados a la izquierda venezolana y con evidentes rechazos hacia la jerarquía de la Iglesia Católica.

Calificar a la Iglesia como uno de los "tumores" que tiene el país al hablar de la jerarquía de la Iglesia católica venezolana y degradarla a una enfermedad que tiene Venezuela.

Amenazas de romper relaciones con el vaticano, pues ello, dice, le da mayor importancia y poder a la Iglesia Católica sobre las demás iglesias, pero no arremete en ningún caso contra ninguna de estas, sino únicamente contra la católica.

Insultar obispos y arzobispos. “Trogloditas y cavernícolas”, llamó Chávez insistentemente a los obispos y arzobispos, y de igual manera opina Maduro. Se les considera retrógrados y con ansias por alcanzar el poder a través de sus conversaciones sobre la Iglesia.