Servicio diario - 08 de febrero de 2016


 

El Papa desea ir a México como
‘misionero de la misericordia y de la paz’

Unos días antes de emprender su viaje, el Santo Padre envía un vídeomensaje al pueblo mexicano

El papa Francisco pone rumbo a México este viernes, 12 de febrero. Por eso, tal y como es habitual, unos días antes de emprender su viaje apostólico ha enviado un vídeomensaje al pueblo que le acogerá próximamente.

Así, el Santo Padre asegura que “estoy contento” y “siento una gran alegría”. Asegurando que “siempre tuve un recuerdo especial en mi oración por todos los mexicanos”, el Papa indica que “los llevo dentro de mi corazón, ahora podré visitarlos y pisar esa bendita tierra, tan amada de Dios, y tan querida de la Virgen María”.

En el vídeo, Francisco responde a una pregunta: “¿Y qué pretende el Papa con este viaje?”. La respuesta –asegura– es inmediata y sencilla: “Deseo ir como misionero de la misericordia y de la paz; encontrarme con ustedes para confesar juntos nuestra fe en Dios y compartir una verdad fundamental en nuestras vidas”. Y esa verdad es “que Dios nos quiere mucho, que nos ama con un amor infinito, más allá de nuestros méritos”.

Por otro lado, el Pontífice subraya que quiere estar “lo más cerca posible de ustedes”, pero de modo especial “de todos aquellos que sufren, para abrazarlos y decirles que Jesús los quiere mucho, que Él siempre está a su lado”.

Reconoce alegrarse al saber que se están preparando para el viaje con mucha oración. Por esta razón, el Papa precisa que “la oración ensancha nuestro corazón y lo prepara para recibir los dones de Dios”. La oración –añade– ilumina nuestros ojos para saber ver a los demás como los ve Dios, para amar como ama Dios. De este modo, Francisco también les agradece mucho que recen por él.

Finalmente, el Papa les confía otro de sus deseos más grandes: “poder visitar la casa de la Virgen María”. Así, explica que “como un hijo más, me acercaré a la Madre y pondré a sus pies todo lo que llevo en el corazón”. El Santo Padre reconoce que “es lindo poder visitar la casa materna, y sentir la ternura de su presencia bondadosa”. Allí, en la Basílica de Guadalupe, el Papa mirará a los ojos de la Virgen “y le suplicaré que no deje de mirarnos con misericordia, pues ella es nuestra madre del Cielo”.

Para concluir su mensaje, confía a María desde ahora su viaje y “a todos ustedes, mis queridos hermanos mexicanos”.

 

El Papa recuerda la importancia
de ‘construir puentes’

En un coloquio con el Corriere della Sera, el Papa comenta algunos temas de actualidad como su encuentro con Kirill, la inmigración en Europa y las consecuencias de la primavera árabe
“Estoy muy feliz”. Así comenta el papa Francisco su futuro encuentro con el patriarca de Rusia, Kirill, que tendrá lugar este viernes en el aeropuerto de La Habana. En un coloquio en Santa Marta con varias personas, entre las que estaba presente un periodista del diario italiano Corriere della Sera, el Santo Padre cuenta algunos detalles sobre este histórico momento para la Iglesia.

“Yo he dejado hacer. Solo he dicho que quería encontrar y volver a abrazar a mis hermanos ortodoxos”. Añadió que “han sido dos años de negociaciones en secreto, bien dirigidas por buenos obispos. Para los ortodoxos se ha ocupado Hilarion, que además de ser bueno es también un artista, un músico. Han hecho todo ellos”, explicó el mismo Francisco.

Asimismo, el Papa señala que son puentes lo que es necesario construir. “Paso a paso, hasta llegar a estrechar la mano de quien está al otro lado. Los puentes duran y ayudan a la paz. Los muros no: parece que nos defienden, y sin embargo separan solamente. Por eso deben ser derribados, no construidos. Y están destinados a caer, uno tras otro. Pensemos en el de Berlín. Parecía eterno y sin embargo: puff, un día se ha caído”, indicó el Santo Padre.

Por otro lado, en Pontífice aseguró que “no podemos decir que estamos rodeados de un mundo en paz. Hacia donde nos giremos hay conflictos. Yo he hablado de la tercera guerra mundial por partes. En realidad no es por partes: es una guerra”. Y preguntó: “¿cómo se hacen las guerras?”. A lo que respondió: “actuando sobre la economía, con el tráfico de armas, y haciendo la guerra contra nuestra casa común, que es la naturaleza. Los traficantes están haciendo mucho dinero, comprando armas de un país que se las da para golpear a otro, su enemigo. Y se sabe cuáles son”.

Por otro lado, el Papa indicó que “Occidente debe hacer autocrítica sobre la primavera árabe”. En esta línea subrayó que “sobre la primavera árabe e Irak se podía imaginar antes lo que podía suceder. Y en parte ha habido una convergencia de puntos de vista entre la Santa Sede y Rusia. En parte, está bien que no exageremos porque Rusia tiene sus intereses”.

Otro tema abordado en el coloquio en Santa Marta, fue la inmigración en Europa. Es un desafió –aseguró– para afrontarlo con inteligencia, naturalmente, porque detrás está el problema enorme y terrible del terrorismo. A propósito de Europa, el papa Francisco observó que “debe y puede cambiar. Debe y puede reformarse. Si no es capaz de ayudar económicamente a los países de los que provienen los refugiados, debe plantearse el problema de cómo afrontar este gran desafío que es en primer lugar humanitario, pero no solo”. Se ha roto un sistema educativo –indicó–, que transmitía los valores de abuelos a nietos, de padres a hijos. Es necesario plantearse cómo reconstruirlo.

 

Inicia la decimotercera reunión
del Papa con el C9

Concluye mañana martes y recién entonces se sabrá la temática abordada
 
La decimotercera reunión del santo padre Francisco con el Consejo de los 9 cardenales (C-9) ha iniciado este lunes por la mañana en el Vaticano y concluye mañana martes, tal y como estaba programado.

El conocido como C9 fue creado por el papa Francisco el 13 de abril de 2013 e institucionalizado el 30 de septiembre de ese año. Los cardenales provienen de los cinco continentes y dan consejos y opiniones, pero es el Santo Padre quien decide las medidas que deberán ser tomadas.

Como es habitual durante los encuentros del Consejo de cardenales, al finalizar la reunión la Oficina de Prensa informará sobre los contenidos abordados. En la última reunión del C9, que tuvo lugar en diciembre pasado, se delinearon algunas particularidades sobre los dos nuevos dicasterios que ya fueron anunciados, uno sobre caridad, justicia y paz y otro sobre laicos, familia y vida

El Consejo está integrado por los cardenales Óscar Rodríguez Maradiaga (coordinador), Pietro Parolin (secretario de Estado), Giuseppe Bertello, Francisco Javier Errázuriz Ossa, Seán Patrick O’Malley, Reinhard Marx, Laurent Monsengwo Pasinya, Oswald Gracias y George Pell.

 

La Pontificia Comisión para la Tutela de Menores
avanza en su labor

Entre las nuevas propuestas están ‘la petición de recordar a todas las autoridades de la Iglesia la importancia de una respuesta directa a las víctimas’ y ‘la institución de una Jornada Universal de Oración y de una liturgia penitencial’
La Pontificia Comisión para la Tutela de Menores se ha reunido en Roma durante siete días. En un comunicado entregado hoy por el director de la oficina de prensa, el padre Federico Lombardi, la comisión explica que los encuentros de los seis grupos de trabajo se han concentrado sobre la actualización de los proyectos en marcha y sobre el desarrollo y la elaboración de las propuestas.

Los colaboradores externos que han asistido a los grupos de trabajo han sido el “Catholic Fund for Overseas Development” (CAFOD) (Fondo Católico para el Desarrollo) y un experto de Derecho Penal Canónico.

De este modo, se han presentado a la Asamblea Plenaria borradores de propuestas para discusiones posteriores y decisiones sobre las políticas que se presentarán al Santo Padre. “Las líneas guía –explica el comunicado– servirán para reconocer la diversidad de informaciones y orientaciones que actualmente están a disposición de la Iglesia en el mundo”.

Asimismo indican que algunas propuestas para presentar al papa Francisco incluyen “la petición de recordar a todas las autoridades de la Iglesia la importancia de una respuesta directa a las víctimas” y “la institución de una Jornada Universal de Oración y de una liturgia penitencial”.

A lo largo del año, se han programado algunos seminarios sobre los aspectos unidos a la tutela de menores con la participación de colaboradores externos, para “establecer mayor transparencia sobre los procesos canónicos”, indica el comunicado de la Comisión. Además, indican que en la próxima Asamblea Plenaria serán presentados un informe y algunas recomendaciones y será también activada un página web para compartir las Buenas Normas para la tutela de los menores en el mundo.

Por otro lado, señalan que “los miembros de la Comisión están activamente en contacto con numerosas Conferencias Episcopales, y han presentado el tema de la tutela de menores a las Conferencias de Religiosos y a las Congregaciones”.

También explican que a lo largo del año los miembros de la Comisión se han reunido con obispos y las autoridades que se ocupan de la tutela de los menores en Filipinas, en Austria, en las Islas del Pacífico, en Nueva Zelanda, Escocia, Polonia, América Central (Costa Rica), United States National Safe Environment and Victims Assistance Coordinators (SECs) y con los Coordinadores de la Asistencia a las Víctimas (VACs). Y tras los seminarios conducidos por los miembros de la Comisión en el pasado mes de agosto en Filipinas, la Conferencia Episcopal de Filipinas ha creado una oficina para la tutela de los menores y ha formulado una exhortación pastoral sobre el cuidado pastoral y la protección de los menores.

En el próximo mes de marzo, está programado un encuentro en Ghana con los secretarios generales del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), y un segundo encuentro con los médicos de la Asociación de Miembros de la Conferencia Episcopal de África oriental (AMECA) en Tanzania, que se ocupan de la tutela de menores. Los miembros de la Comisión participan también en la Conferencia Anglófona de Tutela que se celebra en Roma y en la United States National Safe Environment and Victims Assistance Coordinators 2016. Finalmente, para el 2017, la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia (FABC) ha pedido un seminario con los miembros de la Comisión.

Por otro lado, la Comisión ha dado la bienvenida al reciente anuncio que dentro de una semana, en la Pontificia Universidad Gregoriana, dará inicio el primer curso de estudios para conseguir un diploma para la Tutela de Menores, con 19 participantes procedentes de cuatro continentes: África, Europa, América y Asia.

Para concluir el comunicado, en el que informan de las últimas novedades, indican que el encuentro de la Comisión en septiembre de 2016 tendrá el objetivo estratégico de tutelas a los menores en las escuelas católicas, pidiendo contribuciones de expertos de América Latina, Inglaterra y Gales.

El pasado fin de semana, la Comisión anunció que uno de sus miembros, el activista británico contra la pedofilia Peter Saunders, que había sido víctima de abusos por parte de un sacerdote católico cuando era pequeño, dejaba de formar parte del grupo. La Comisión Pontificia para la protección de menores –indicó un comunicado publicado el sábado– discutió la orientación y los objetivos de la propia comisión. Como resultado de la discusión se decidió que el señor Peter Saunders tomará un período de licencia en su participación como miembro para reflexionar cómo él pueda contribuir del mejor modo en el trabajo de la comisión. 

 

La Iglesia en Egipto recuerda el martirio de los 21 coptos en Libia

Se celebrarán misas y encuentros de oración en la diócesis de las víctimas del Isis, un año después del asesinato

La diócesis copto ortodoxa de Samalot se prepara para celebrar el primer aniversario del martirio de los 21 coptos asesinados en Libia por los yihadistas del Estado Islámico. Las celebraciones –indican fuentes egipcias citadas por la agencia Fides– tendrán su culmen con la solemne liturgia programada el martes 16 de febrero.

En los días precedentes y posteriores, obispos y sacerdotes celebrarán misas y tendrán encuentros de oración y reflexión en la diócesis a la que pertenecían la mayor parte de los coptos víctimas del asesinato perpetrado en una localidad costera libia, cuyo vídeo fue publicado en las webs yihadistas.

Los coptos egipcios fueron secuestrados en Libia a primeros de enero de 2015. El vídeo de su decapitación fue publicado en la red el 15 de febrero. Ese vídeo — indicó en ese momento Anba Antonios Aziz Mina, obispo copto católico de Guizeh– fue construido como una puesta en escena cinematográfica, con el intento de sembrar el terror.  También recordaba que en el vídeo se ve que algunos de los mártires, en el momento de su bárbara ejecución, repiten ‘Señor Jesucristo’. “El nombre de Jesús ha sido la última palabra que salió de sus labios. Como en la pasión de los primeros mártires, se han encomendando a Aquel que pocos después les acogería. Y así han celebrado su victoria, la victoria que ningún verdugo podrá quitarles”, precisó.

El vídeo, de unos cinco minutos de duración, se titulaba “Un mensaje firmado con sangre para la nación de la cruz” y según el Estado Islámico estaba dirigido a “la gente de la cruz, seguidores de la hostil iglesia egipcia”. El lugar donde ocurren las ejecuciones es Trípoli, la capital libia.

 

El lugar donde fue bautizado Jesús
es declarado Patrimonio de la Humanidad

Betania de Transjordania es el enclave bíblico más importante del Reino Hachemita de Jordania
A nueve kilómetros al norte del Mar Muerto, en la orilla este del río Jordan, Betania de Transjordania es el enclave bíblico más importante del Reino Hachemita de Jordania y el pasado 2 de febrero fue declarado oficialmente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se trata del quinto lugar del país que recibe este reconocimiento después de Petra, Quseir Amra, Um Al Rassas y el desierto de Wadi Rum.

En la ceremonia celebrada en París, el arzobispo Maroun Lahham, vicario patriarcal para Jordania del Patriarcado Latino de Jerusalén, ha definido este enclave como “un lugar donde todavía resuena la voz de Cristo” en un país, Jordania, “tranquilo y seguro, en medio de un Oriente Medio en llamas”. “El Evangelio lo había declarado ya hace dos mil años, la devoción popular siempre lo ha confirmado, las investigaciones arqueológicas lo han puesto de relieve, los Papas lo han visitado, y hoy la comunidad internacional lo declara oficialmente”, ha señalado el arzobispo Lahham. “A partir de esta tarde –ha añadido– podemos declarar en voz alta que Jordania es Tierra Santa. La Tierra Santa incluye especialmente a Jerusalén, Belén y Nazaret, pero Jordania no es menos santa por ello”.

Betania fue el lugar donde se estableció Juan Bautista y donde Jesús fue bautizado. El Señor también oró aquí por primera vez ante Dios y reunió a sus primeros discípulos, ha recordado la Oficina de Turismo de Jordania en España. Este lugar ha recibido la visita de los tres últimos pontífices: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.

El área cuenta con restos romanos y bizantinos, incluyendo además restos de cinco iglesias paleocristianas y capillas. Actualmente se celebran bautizos y es un lugar importante de peregrinación cristiana.

A lo largo de la geografía jordana se pueden descubrir numerosos enclaves mencionados en el Antiguo y Nuevo Testamento por lo que no es de extrañar que el país haya fascinado a un sinfín de peregrinos que lo han visitado para seguir los pasos de algunos de los profetas más importantes de la Biblia.

Algunas de las iglesias más antiguas del planeta se encuentran en Jordania, como la sala de oración del siglo II de Betania, la iglesia del siglo IV de Umm Qays y las ruinas del que se cree que es el templo más antiguo del mundo en la ciudad de Áqaba al sur del país. La iglesia bizantina de San Jorge en Mádaba (siglo VI) guarda el mapa mosaico de Tierra Santa más antiguo.

 

El Salvador: los obispos se muestran preocupados por la violencia del país

Los prelados exhortan a las autoridades a no ceder en el esfuerzo para cambiar esta situación
“Como  pastores,  aunque  nos  sentimos impotentes  ante  esta situación, no podemos callar, pues el valor sagrado de la vida humana está siendo cada vez más vulnerado”, denuncian en su mensaje. Asimismo, recuerdan que “la vida de la persona es sagrada y nadie puede privar a otro de tal derecho, porque  desde su inicio es fruto de  la acción creadora de  Dios y permanece siempre en  una especial relación con el Creador, su único fin”.

Por otro lado, aseguran que “el fenómeno de la delincuencia, los asesinatos, robos, extorsiones, violaciones y otros delitos, siguen llevando más luto y sufrimiento a las familias salvadoreñas, situación que empeora y pone  en  crisis a las  instituciones del  Estado encargadas  de proteger a  la población”. Muchas veces –observan– el armamento de los delincuentes supera al de las fuerzas encargadas de la seguridad pública  y  con  frecuencia,  estos grupos  operan  con  impunidad,  condenamos  el  perverso comercio de armas y municiones que alimenta el crimen y sigue desangrando al noble pueblo salvadoreño.

Los obispos salvadoreños subrayan que es “totalmente  inaceptable  que  los  criminales  sigan enriqueciéndose  a  costa  del  sacrificio  y sufrimiento de  la gente honrada  y trabajadora, por medio  del robo y  las extorsiones”.

Además, exhortan a las autoridades correspondientes a no ceder en el esfuerzo, que muchas veces exige sacrificios heroicos, y les aseguran su apoyo a través de la oración.

Igualmente, precisan que “no podemos olvidar el clamor de las víctimas de la delincuencia y de sus familiares, ante la escasa y a veces nula, atención que reciben”. Por esta razón, se solidarizan con ellas en la oración y les apoyan en su deseo de justicia.

Concluyen su mensaje asegurando que “la impunidad no debe ser la regla, y que le corresponde al Estado generar las condiciones, a través de mecanismos de investigación transparentes y efectivos, y de la administración de una pronta y cumplida justicia, para que las salvadoreñas y los salvadoreños podamos vivir en paz”.

 

Comentario a las lecturas litúrgicas del miércoles de ceniza

Ciclo C Textos: Joel 2, 12-18; Sal 50, 3-6.12-14-17; 2 Co 5, 20-6,2; Mt 6, 1-6.16-18
Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el seminario diocesano Maria Mater Ecclesiae de são Paulo (Brasil).

Idea principal: Conversión para avanzar en el camino de la santidad que nos conduce al Cristo Pascual.

Síntesis del mensaje: la ceniza que ahora nos será impuesta nos debe recordar que somos poca cosa, que no podemos sentirnos orgullosos, ni tener odios, ni egoísmos… y de esta manera alcancemos “por medio de las prácticas cuaresmales, el perdón de los pecados; y alcancemos, a imagen de tu Hijo resucitado, la vida nueva de tu reino”.

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, un poco de historia. En los siglos VIII y IX la imposición de la ceniza se unía, en el contexto litúrgico, a la penitencia pública. Aquel día se mandaba salir a los “penitentes” de la iglesia. Y este gesto repetía, de alguna manera, aquél otro de Dios arrojando a Adán y Eva, pecadores, del paraíso… En esta perspectiva se colocan las palabras del Génesis que se refieren precisamente a este episodio: “Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella te sacaron; pues eres polvo y al polvo volverás… Y el Señor Dios lo expulsó del jardín del Edén, para que labrase el suelo de donde lo había sacado” (Gn 3,19s). Sólo más tarde la imposición de la ceniza tomó un simbolismo distinto: el de la fragilidad y brevedad de la vida. El recuerdo de la muerte. La referencia a la tumba. Me parece, sin embargo, que es válido, sobre todo, el significado primitivo, que expresa penitencia, expiación por el pecado. “El hombre-polvo” quiere decir el hombre que se ha alejado de Dios, que ha rehusado el diálogo, que ha sido echado de su casa, que ha rechazado el dinamismo del amor para caminar siguiendo una trayectoria de desilusión y de muerte. “El hombre-polvo” es el hombre que se opone a Dios, da la espalda a su propio ser y se condena a la nada. Pero en este dramático itinerario de alejamiento y visitación, existe la posibilidad del retorno. Retorno al origen. En lugar de precipitarse hacia la tumba, es posible cambiar de dirección -¡he ahí la conversión¡- y volver a la fuente. “Acuérdate que eres polvo y como polvo volverás… a Dios”. Con tal que lo quieras. Ya, en este momento.

En segundo lugar, y Dios, ¿qué espera de nosotros? ¡Conversión, cambio de vida, vuelta a comenzar! Me vuelvo tierra y me confío al Constructor para que me rehaga del todo. Me he equivocado. He perdido el camino de la vida. He perdido el reino. He comprometido incluso a los otros en mi pecado (todo pecado es un pecado “público” con consecuencias desastrosas para toda la comunidad eclesial). Es justo que se me ponga a la puerta. Pero, a la vuelta de la esquina, vuelvo a condición de… polvo. O sea, de materia prima. Y él se inclinará aún sobre este polvo para darle el aliento de vida. Así mi “nada” es tocada por la plenitud divina. De la ceniza salta una chispa de vida. Y ahora la sutil capa de polvo ya no puede ocultar el esplendor del rostro de un hijo de Dios. Todo, pues, comienza de nuevo. Puede ser “nuevo” si acepto no el… fin, sino el principio. No el montoncito de ceniza de la tumba. Sino el puñado de tierra en las manos del Artífice. El poco de tierra dispuesta a recibir el “aliento”. Y convertirse así, de nuevo, en un “viviente”. La cita, pues, con la ceniza es fundamentalmente la cita con la Vida. ¡La ceniza me recuerda la cuna, no la tumba!

Finalmente, los medios que Dios pone en nuestras manos en esta cuaresma para llevar a cabo nuestra conversión son los que Jesús nos recomienda en el evangelio de hoy: oración, limosna o caridad y ayuno. Oración: Intensificar nuestros espacios de oración. Pero sobre todo orar mejor. Ayuno: Ayunar de las muchas cosas que empequeñecen nuestra vida cristiana. Limosna: la llamamos también “caridad”: amor. El amor al hermano, sobre todo al necesitado, en quien Cristo se hace más presente, pasa por el socorro material suficiente y digno, no mezquino. Todo eso se convierte entonces en un gran empuje para avanzar, para caminar. Jesús, en el evangelio, nos ha hablado de este camino. Nos ha dicho que tenemos que dar de lo nuestro a los que lo necesitan; nos ha dicho que tenemos que orar, que tenemos que acercarnos a Dios con todo nuestro ser; nos ha dicho que tenemos que ayunar, que tenemos que renunciar a tantas cosas (comida, televisión, diversión, lo que sea) para dedicarnos con más ahínco al Evangelio. Y nos ha dicho que todo eso lo tenemos que hacer no para que nos vean y nos feliciten, sino por fe, por amor, por deseo de fidelidad. En este tiempo de Cuaresma hemos de vivir intensamente este empuje para avanzar. Cada uno de nosotros tenemos que proponernos hacer de esta Cuaresma un verdadero paso adelante en la vida cristiana. Reconociendo el propio pecado, poniendo toda nuestra confianza en Dios, esforzándonos de verdad en el seguimiento de Jesucristo. Para llegar llenos de gozo a la Pascua.

Para reflexionar: la llamada sigue siendo la misma: ¿das de verdad limosna, sí o no? Y esto quiere decir: ¿compartes con los otros y vas a compartir más aún durante esta cuaresma?; ¿rezas o no rezas, y estás dispuesto a rezar más durante esta cuaresma?; ¿aceptarás una vida más ascética para salir de la comodidad… y también para poder compartir un poco más? No hay nada que nos impida escoger otros esfuerzos, otros progresos; no faltan sugerencias para ello en el evangelio. Lo que debe animarnos y hasta entusiasmarnos es que una cuaresma tomada así, en serio, puede marcar profundamente nuestra vida.

Para rezar: Recemos con el salmo 50, 9-11:

Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de tu presencia, y no quites de mí tu santo Espíritu. 

Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org

 

Beato Leopoldo de Alpandeire – 9 de febrero

«El virtuoso capuchino, santo limosnero, conquistó incontables almas para Cristo haciendo de su misión un campo abonado para que germinase el bien en los corazones afligidos. En todos infundió su excelsa devoción por la Virgen María»
 Leopoldo de Alpandeire Sánchez Márquez (su nombre de pila era Francisco Tomás), nació el 24 de junio de 1864 en Alpandeire, Málaga, España. Era el primogénito de cuatro hermanos. Sus padres trabajaban en el campo, labores en las que él se empleó en cuanto tuvo edad para ello. A esta ocupación dedicó treinta y cinco años de su vida, dejando un reguero de caridad en las personas que halló a su paso. Alimento, escasas pertenencias y dinero, el poco que tenía, salían de su zurrón y bolsillos a costa de mermarlo a su familia y a sí mismo, con tal de asistir a cualquiera que consideraba más pobre que él. Compasión, generosidad, penitencia y misericordia, junto con su amor a la Eucaristía y admirable devoción mariana, fueron algunas de sus muchas virtudes. Adolecía de formación, pero tenía la sabiduría adquirida con su oración, que es lo que cuenta, y su gran corazón era incomparable con cualquier enseñanza académica.

A la bella localidad de Ronda llegaron los capuchinos para celebrar la beatificación de fray Diego José de Cádiz. Y el recogimiento y la fuerza con la que hablaban de Dios fue todo un descubrimiento para él: «Yo quiero ser un fraile como éstos», se dijo. Le costó la admisión cuatro años de espera por diversos contratiempos humanos ajenos a su voluntad; mientras, perseveraba en su empeño. En medio, ante las dudas por la falta de respuesta, incluso pensó en el matrimonio, pero siempre sin desistir de su vocación que no ocultó a la joven. Finalmente, en 1899 un sacerdote al que confió la situación que le impedía convertirse en religioso intervino en el asunto, solventándolo. El 16 de noviembre de ese año ingresó en Sevilla. Allí le dieron el nombre de Leopoldo, reconociendo después que esa elección «le había caído como un jarro de agua fría». Este comentario era una nimiedad porque desde el primer instante, labrando la huerta, como se le encomendó, llevó una vida edificante, y así lo constataron sus hermanos de comunidad que vieron en él un fraile humilde, obediente, discreto, fiel a la regla, lleno de fervor.

Fue hortelano sucesivamente en Antequera y Granada, último destino. En éste se le confiaron las misiones de sacristán y limosnero. Inclinado a la contemplación, tomó la labor de pedir limosna como signo de la voluntad divina. Y con esta disponibilidad salió a la calle en la que fue dejando el poso de su admirable virtud. Su convicción: «Dios da para todos», sintetiza su quehacer apostólico y el espíritu orante con el que sobrenaturalizó esta misión ejercida durante medio siglo, incluso en situaciones de grave intolerancia. En incontables ocasiones, el precio de una modesta limosna fue el insulto, el desaire, la violencia verbal y física. Comprensivo y paciente le decía a su compañero de camino: «Hermano, vamos pidiendo y tenemos que recibir de buen grado todo lo que nos den; lo bueno y lo malo». Si algún obrero lo tildaba de holgazán y le instaba a trabajar en lugar de pedir, respondía aplicándose en el tajo con tanta destreza que dejaba a todos atónitos. Era el momento de recordar que un fraile no era un vago, hablándoles a continuación del amor de Dios que se extiende sobre todos. Las gentes, que ya lo conocían y estimaban, tras haber sido apedreado le libraron de la muerte.

Este prudente limosnero solo aceptaba las dádivas que consideraba justas, las que no menoscababan las posibilidades del donante. Siempre entregaba a otros parte de su limosna, como hacía en conventos de religiosas, y no rivalizaba con los pobres, a los que dejaba la vía abierta para mendigar si se cruzaba con ellos. En el ejercicio de su misión logró convertir a muchos, medió por los débiles, evitó injusticias. Contrarrestaba las blasfemias prorrumpiendo en alabanzas. Era especialmente querido por los niños que salían a su encuentro llamándole «Fray Nipordo». Muchos buscaban sus palabras de consuelo y él rezaba con profunda devoción tres avemarías, que atemperaban las preocupaciones de los que acudían a él, seguros de que la divina Providencia les ayudaría gracias a la bondad del religioso. Al juicio sobre debilidades de un hermano, replicaba con admirable piedad: «Es santo a su manera». Y si alguien protestaba, recordaba: «Para ganar el cielo hay que tragar mucha saliva».

Como la prensa local se hizo eco de sus bodas de oro, con peculiar gracejo manifestó a uno de los hermanos: «¡Qué jaqueca, hermano, nos hacemos religiosos para servir a Dios en la oscuridad y, ya ve, nos sacan hasta en los papeles!». Acogió de buen grado todas las contrariedades de la vida y los padecimientos que fueron llegando. A los 89 años mientras mendigaba se fracturó el fémur. Impedido para salir, pudo dedicarse por entero a la contemplación, recóndito anhelo que había pervivido en su corazón. Murió el 9 de febrero de 1956 dejando consternada a la ciudad que siempre vio en él a un santo. Fue beatificado el 12 de septiembre de 2010.