Servicio diario - 02 de marzo de 2016


 

El Papa: ‘La salvación es siempre un don gratuito de Dios’
Rocío Lancho García | 02/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano). – El papa Francisco ha celebrado una semana más la audiencia general en la plaza de San Pedro. Acompañado de miles de peregrinos venidos de todas las partes del mundo, este miércoles ha reflexionado sobre la relación que existe entre misericordia divina y corrección.
Tal y como es habitual, antes de dar comienzo a la audiencia, el Santo Padre ha dado una vuelta en el papamóvil por los pasillos de la plaza, para poder así saludar más de cerca a los fieles allí congregados. Muchos alzaban sus pancartas y banderas, y mostraban su cercanía y entusiasmo al paso del Pontífice. Y mientras, él se detenía de forma especial cuando le acercaban algunos niños, para darles su bendición.
En el resumen de la catequesis que Francisco hizo en español indicó que “Dios se comporta con nosotros como un padre de familia, que ama a sus hijos, los socorre, los cuida, los perdona. Y que también los educa y corrige cuando se equivocan, para ayudarlos a ser responsables, a crecer en el bien y en la libertad”.
De este modo, aseguró que la relación “padre-hijo” es figura de la alianza entre Dios y su pueblo. Esta relación –precisó el Santo Padre– se fragmenta cuando el hombre rechaza la paternidad de Dios. “A causa del pecado, pretende convertir la libertad en autonomía y, dejándose llevar por el orgullo, se contrapone a él y vive en una ilusión de autosuficiencia”, aseguró Francisco.
Por otro lado, subrayó que “cuando el pueblo se aleja de Dios, desconfía de él y no le obedece, experimenta entonces la aflicción de la prueba. Dios la permite con vistas a la salvación, para que el pueblo pecador, sintiendo el vacío y la amargura del estar lejos de él, pueda abrirse a la conversión y al perdón”. Y así, el Pontífice quiso recordar que “Dios habla amorosamente a la conciencia de sus hijos, para que se arrepientan y se dejen amar de nuevo por él”. Asegurando que “la salvación es siempre un don gratuito de Dios”, advirtió de que “supone la decisión de escucharlo y dejarse convertir por él”.
Finalmente, el Santo Padre aseveró que “la corrección forma parte del camino de la misericordia divina”. Dios –concluyó– perdona a su pueblo, deja siempre una puerta abierta a la esperanza, Dios no cierra nunca la puerta, y le indica que el camino de la salvación no es el de los sacrificios, sino la práctica del bien y la justicia.
A continuación, saludó a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. “Que el Señor Jesús nos alcance la gracia de acoger el perdón y la misericordia que el Padre ofrece gratuitamente a todos, para que aprendamos a vivir como hijos suyos”, deseó el papa latinoamericano.
Tras finalizar los saludos en las distintas lenguas, Francisco dedicó unas palabras a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. De este modo, recordó que pasado mañana será primer viernes del mes, dedicado a la devoción del Corazón de Jesús. Por eso, pidió a los jóvenes que pasen el día en el que se hace memoria de la muerte de Jesús “con particular intensidad espiritual”. A los enfermos, les invitó a mirar la cruz de Cristo “como apoyo en vuestro sufrimiento”. Y para concluir, exhortó a los recién casados a ejercitar en su vida conyugal “el ayuno de las obras del mal y la práctica de las virtudes”.







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Audiencia del Papa: texto completo de la catequesis del 2 de marzo
Redaccion | 02/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano). – El santo padre Francisco durante la audiencia general de este miércoles ha precisado que el culto no pude reducirse a rituales pensando que son los sacrificios que nos salvan, cuando en verdad es la misericordia divina la que perdona gratuitamente el pecado.
Y recordó que existen benefactores de la Iglesia que vienen con la ofrenda, que entretanto es fruto de la sangre de tanta gente explotada, maltratada, esclavizada con trabajo mal pagado, ofrenda que merece ser rechazada. Porque a Dios es necesario acercarse con manos purificadas, evitando el mal y practicando el bien y la justicia.
Publicamos a continuación el texto completo de la catequesis.

“Queridos hermanos y hermanas, buenos días.
Hablando de la misericordia divina, hemos evocado varias veces la figura del padre de familia, que ama a sus hijos, les ayuda, los cuida y les perdona. Y como padre, les educa y les corrige cuando se equivocan, favoreciendo su crecimiento en el bien.
Es así que Dios es presentado en el primer capítulo del profeta Isaías, en el que el Señor, como padre afectuoso pero también atento y severo, se dirige a Israel acusándole de infidelidad y corrupción, para llevarlo de nuevo al camino de la justicia.
Inicia así nuestro texto: “¡Escuchen, cielos! ¡Presta oído, tierra! porque habla el Señor: Yo crié hijos y los hice crecer, pero ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su amo y el asno el pesebre de su dueño; ¡pero Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento!” (1, 2-3).
Dios, mediante el profeta, habla al pueblo con la amargura de un padre decepcionado: ha hecho crecer a sus hijos, y ahora ellos se han rebelado contra Él. Incluso los animales son fieles a su amo y reconocen la mano que les da de comer; el pueblo sin embargo ya no reconoce a Dios, se niega a entender. Aún herido, Dios deja hablar al amor, y hace un llamamiento a la conciencia de estos hijos degenerados, para que se arrepientan y se dejen amar de nuevo. Y esto es lo que hace Dios. Viene a nuestro encuentro para que nos dejemos amar por Él, el corazón de nuestro Dios.
La relación padre-hijo, a la que a menudo los profetas hacen referencia para hablar de la relación de alianza entre Dios y su pueblo, se ha desnaturalizado. La misión educativa de los padres está dirigida a hacerle crecer en la libertad, a hacerles responsables, capaz de cumplir obras de bien para sí y para los otros. Sin embargo, a causa del pecado, la libertad se convierte en reivindicación de autonomía, reivindicación de orgullo y el orgullo lleva a la oposición y a la ilusión de la autosuficiencia.
Y es aquí donde Dios llama a su pueblo: ‘Os habéis equivocado de camino’. Llama de nuevo. Afectuosamente y amargamente dice “mi” pueblo, Dios nunca nos reniega. Nosotros somos su pueblo. El más malo, el más malo de los hombres, la más mala de las mujeres, el pueblo más malo, son sus hijos. Y este es Dios. Nunca, nunca nos renegó. Siempre dice: ‘hijo ven’. Este es el amor de nuestro padre. Y esta es misericordia de a Dios. Tener un padre así nos da esperanza, nos da confianza. Esta pertenencia debería ser vivida en la confianza y en la obediencia, con la conciencia de que todo es don que viene del amor del Padre. Y sin embargo, aquí está la vanidad, la necedad y la idolatría.
Por eso el profeta se refiere directamente a este pueblo con palabras severas para ayudarlo a entender la gravedad de su culpa:
“Ay, nación pecadora, […] hijos pervertidos! ¡Han abandonado al Señor, han despreciado al Santo de Israel, se han vuelto atrás! (v. 4).
La consecuencia del pecado ha sido un estado de sufrimiento, y sufre las consecuencias también el país, devastado y convertido como en un desierto, al punto que Sión, es decir Jerusalén, se convierte en inhabitable. Donde hay rechazo de Dios, de su paternidad, no hay más vida posible, la existencia pierde sus raíces, todo aparecer pervertido y aniquilado. Sin embargo, también en este momento doloroso está en vista la salvación. La prueba se da para que el pueblo pueda experimentar la amargura de quien abandona a Dios, y por tanto enfrentarse con el vacío desolador de una elección de muerte. El sufrimiento, consecuencia inevitable de una decisión autodestructiva, debe hacer reflexionar al pecador para abrirlo a la conversión y al perdón.
Es el camino de la misericordia divina: Dios no nos trata según nuestras culpas (cfr Sal 103,10). La punición se convierte en instrumento para provocar la reflexión. Se comprende así que Dios perdona a su pueblo, da la gracia y no destruye todo, pero deja abierta siempre la puerta a la esperanza. La salvación implica la decisión de escuchar y dejarse convertir, pero permanece siempre don gratuito.
El Señor, por tanto, en su misericordia, indica el camino que no es el de los sacrificios rituales, sino más bien de la justicia. El culto es criticado no porque sea inútil en sí mismo, sino porque, en vez de expresar la conversión, pretende sustituirla; y se convierte así en búsqueda de la propia justicia, creando la creencia engañosa de que sean los sacrificios los que salvan, y no la misericordia divina la que perdona el pecado.
Para entenderlo bien, cuando una está mal va al médico, cuando uno se siente pecador va al Señor. Pero si en vez de ir al médico va al brujo, no sana. Y muchas veces preferimos ir por caminos equivocados buscando una justificación, una justicia, una paz que nos viene regalada como don del propio Señor si no vamos sobre el camino y le buscamos a Él.
Dios, dice el profeta Isaías, no agradece la sangre de los toros y de los corderos (v. 11), sobre todo si la oferta se hace con las manos sucias de la sangre de los hermanos (v. 15). Y pienso en algunos benefactores de la Iglesia que vienen con la ofrenda, ‘toma para la Iglesia’. Y esta ofrenda es fruto de la sangre de tanta gente explotada, maltratada, esclavizada con trabajo mal pagado. Yo diré a esta gente, por favor, llévate tu cheque, quémalo. El pueblo de Dios, es decir, la Iglesia, no tiene necesidad de dinero sucio. Necesita corazones abiertos a la misericordia de Dios.
Es sin embargo necesario acercarse a Dios con manos purificadas, evitando el mal y practicando el bien y la justicia. Que bonito como termina el profeta: “¡Cesen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien! ¡Busquen el derecho, socorran al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan a la viuda” (vv. 16-17). Pensad en tantos, tantos refugiados que desembarcan en Europa y no saben donde ir.
Entonces, dice el Señor, los pecados, aún si fueran de color escarlata, se volverán blancos, como la nieve, este es el milagro del amor de Dios, y cándidos como la lana, y el pueblo podrá nutrirse de los bienes de la tierra y vivir en la paz (v. 19).
Es este el milagro del perdón que Dios, el perdón que Dios como Padre quiere donar a su pueblo. La misericordia de Dios se ofrece a todos, y estas palabras del profeta valen también hoy por nosotros, llamados a vivir como hijos de Dios”.

(Texto traducido y transcrito desde el audio por ZENIT )





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Plácido Domingo: ‘Una experiencia emocionante’ saludar al Papa
Sergio Mora | 02/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano). – El tenor madrileño Plácido Domingo saludó hoy al santo padre Francisco en la plaza de San Pedro, al concluir la audiencia general de los miércoles. Visiblemente emocionado el reconocido artista español se acercó al Santo Padre, se inclinó, besó el anillo y le presentó a su esposa Marta Ornelas, acompañada por otros miembros de la familia.
Plácido Domingo le regaló un álbum con varias de sus interpretaciones y conversó unos instantes con el Papa, mientras que un asistente pontificio le entregó dos recuerdos del encuentro.
El tenor de 75 años señaló que tuvo la oportunidad de cantar ante los tres papas anteriores, y que espera aún poder hacerlo delante de Francisco. Entorno a Plácido Domingo, se encontraban varios españoles que aplaudieron y corearon.
El famoso cantante le agradeció al Papa el encuentro. El tenor que estuvo en los más importantes palcos y teatros del mundo definió este momento como una “experiencia emocionante”. Lo hizo en su cuenta Twitter en inglés en la que escribió: “¡Qué experiencia tan emocionante! ¡Gracias Santo Padre!”.
El artista, que mantiene un récord por la amplitud de su repertorio, debutó nuevamente el 25 de febrero pasado en el teatro La Scala de Milán, interpretando como barítono a Franceso Foscari, en una nueva producción de Due Foscari del compositor italiano Verdi.





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Francisco agradece a Ayuda a la Iglesia Necesitada por la labor que realiza
Redaccion | 02/03/16

El papa Francisco ha dado las gracias a la fundación de derecho pontificio, Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), por la labor que desempeña. El Santo Padre recibió este martes en la Casa Santa Marta al director de AIN en Italia, Alessandro Monteduro, y a la portavoz, Marta Petrosillo. La asociación acompañó a monseñor Joseph Coutts, presidente de la Conferencia episcopal de Pakistán, que pudo concelebrar con el Papa en la misa matutina.
La fundación pontificia regaló al Santo Padre –informan en un comunicado– una copia de la Biblia del niño en cada uno de los idiomas de los países que el Santo Padre ha visitado en estos tres años de pontificado.
Se trata de una Biblia ilustrada por niños, la cual fue ideada en 1979 por el fundador de AIN, el padre Werenfried van Straaten. Hasta hoy, la fundación pontificia ha impreso más de 51 millones de copias, en 178 lenguas y dialectos.
Tal y como recuerdan, el papa Francisco conoce desde hace años a la asociación con la que ha colaborado cuando era arzobispo de Buenos Aires. Y precisan que en el año 2007, en una carta de felicitación enviada a los vértices de la fundación por el 60º aniversario, el entonces cardenal Bergoglio definió a Ayuda a la Iglesia Necesitada, como “un símbolo de comunión y fraternidad con la Iglesia que sufre”.





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Venezuela: Salesianos denuncian violencia contra su Centro agrícola en Barinas
Redaccion | 02/03/16

(ZENIT – Roma). – La Comunidad Salesiana que dirige la Escuela Técnica de Barinas, en Venezuela, ha denunciado que “hay unas 15 hectáreas de la institución ocupadas ilegalmente y que en los últimos días esa ocupación ha dado paso a la violencia con la quema de una camioneta de la institución a pocos metros de los depósitos de gas, poniendo en peligro a los alumnos y a los salesianos que viven en el centro agrícola”.
Según ha informado la agencia Fides, el incidente se remonta a hace una semana, “cuando 188 estudiantes con 10 miembros del personal del centro agrícola se despertaron por el ruido de una explosión, el camión había sido incendiado por un grupo de personas que huyeron inmediatamente después”.
El padre Rafael Montenegro, director de la institución, cuenta que “cuando quisimos apagar el fuego vimos que no salía agua ya que el tablero eléctrico estaba quemado, por lo que no funcionaban las bombas de agua”. Y precisa que lo más grave es “que cuando amaneció nos dimos cuenta de que había un reguero de combustible desde donde estaba estacionado el camión hasta donde se encuentran las bombonas de gas, a 5 metros de distancia, y encima de las bombonas había trapos mojados con gasóleo; ha sido un milagro que el fuego no llegase allí”.
La Escuela Técnica Agrónoma Salesiana San José está situada en Barinas, a unos 500 km de Caracas. Lleva en funcionamiento 32 años al servicio de la región, “con gran estima entre la población y con una reconocida labor educativa entre sus alumnos, muchos de ellos sin recursos y procedentes de zonas rurales alejadas”.
Informa Fides que “la ocupación de los terrenos del Centro es obra de personas que quieren instalarse allí y luego apoderarse de la tierra”. En los últimos meses –precisa– han ocurrido diferentes incidentes, y la valla del centro ha sido demolida por los ocupantes, que incluso han llegado a quemar parte de los cultivos de maíz, muy valiosos en la zona, poniendo en riesgo la producción anual. Tras la denuncia a las autoridades, hace 10 días fueron detenidas 13 personas.





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Gil Tamayo: ‘Uno de los retos de la Conferencia Episcopal es animar la educación en comunicaciones sociales’
Redaccion | 02/03/16

(ZENIT – Madrid). – El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el sacerdote y periodista José María Gil Tamayo, ha afirmado este martes por la tarde en Valencia que “una de las grandes tareas pendientes en la educación son las comunicaciones sociales” y ha añadido que “animar esta dimensión educativa es también uno de los retos de la Conferencia Episcopal desde su comisión de medios”.
En una ponencia sobre “La dimensión comunicativa de las Conferencias Episcopales: Gestión y Pastoral”, con motivo del 50 aniversario de la Conferencia Episcopal Española, Gil Tamayo ha señalado que “hoy es necesario enseñar a descodificar, ya que gran parte de los conocimientos nos llegan a través de los medios de comunicación, y en el ámbito de los colegios se da aún poca importancia a la comunicación social y a tener las claves educativas y éticas sobre este campo”.
Durante su conferencia, el portavoz de la CEE también ha destacado la necesidad de la Iglesia de estar presente en el continente digital. “Tenemos que aprender los lenguajes y las herramientas de este nuevo escenario porque estamos obligados a estar ahí”, ha dicho Gil Tamayo, al tiempo que ha asegurado que se trata de “un nuevo espacio de evangelización que exige paciencia, ya que es un mundo vertiginoso”.
Además, el sacerdote y periodista ha puesto de manifiesto que es necesario “que los principios éticos rijan la comunicación” y ha destacado que “cuando la comunicación atenta a los sentimientos religiosos se atenta a la libertad de expresión”.
De igual forma, cuando los medios informan de la Iglesia “lo que sí exijo es profesionalidad y respeto”, ha apuntado Gil Tamayo, que ha concluido su intervención asegurando que “en la Conferencia Episcopal no declaramos non grato a nadie, a ningún periodista”.
El secretario general de la CEE ha clausurado con su disertación las jornadas tituladas “La Conferencia Episcopal Española en su 50 aniversario”, que fueron inauguradas el lunes por el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, según ha informado la agencia AVAN. También han participado en este encuentro el profesor ordinario de Teología Dogmática de la Universidad de Navarra, José Ramón Villar Saldaña; el profesor emérito de la Facultad de Teología de Valencia, Miguel Payá; el profesor de la Universidad Católica de Murcia y de la Francisco de Vitoria y miembro de la Asesoría Jurídico Civil de la CEE, Jesús Miguel López Nieto; y el catedrático acreditado de Derecho Eclesiástico, vicerrector general y de Planificación Estratégica de la Universidad Católica de Valencia, Ricardo García García.





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Pakistán: recogen testimonios para la beatificación del ministro cristiano asesinado en 2011
Iván de Vargas | 02/03/16

Este miércoles, se cumple el quinto aniversario de la muerte de Shahbaz Bhatti, ministro de las Minorías católico asesinado el 2 de marzo de 2011 por integristas islámicos cuando defendía a Asia Bibi, la madre de familia pakistaní falsamente acusada de blasfemia y condenada a muerte, que todavía hoy sigue en prisión. En Islamabad, la Iglesia local ha comenzado estos días a recopilar los testimonios que se utilizarán para la apertura del proceso diocesano para declarar mártir al político cristiano.
En declaraciones a la agencia Fides, el padre John Williams, que trabaja en la Comisión “Justicia y Paz” de la diócesis de la capital, ha explicado que “en el Islam quién muere por la fe es un ´shahid´, un mártir. Para la Iglesia católica, el proceso es más largo, pero después de cinco años de su muerte, se puede iniciar una investigación diocesana”. “En la diócesis se está empezando a recoger testimonios útiles para esto. Varias personas se están interesando. El obispo de Islamabad ha dado el consentimiento y ha implicado a Faisalabad, diócesis donde Bhatti nació y vivió”, ha añadido. “Entonces en esa diócesis el obispo era Joseph Coutts, que hoy está en Karachi, y es el actual presidente de la Conferencia Episcopal”, ha recordado.
El padre William también ha señalado que “el actual obispo de Islamabad, Rufin Anthony, nació en el mismo pueblo de Bhatti y conoce el lugar, la familia, la comunidad local”. “Existen todas las condiciones favorables para llevar a cabo una investigación exhaustiva que esperamos que pueda concluir con un éxito positivo”, ha destacado. “Toda la comunidad católica en Pakistán espera que sí. La memoria de Bhatti todavía está viva”, ha asegurado.
Por su parte, el padre Bonnie Mendes, que también es de Faisalabad y conocía al ministro asesinado desde la infancia, ha manifestado que “como cristianos en Pakistán estamos llamados a dar testimonio del Evangelio de Jesucristo”. “Nuestra vocación es vivir el Evangelio en Pakistán, que significa ser hombres y mujeres de paz, responder al mal con el bien, aceptando la cruz de Cristo. Esta es nuestra misión, confiando siempre en la salvación que viene de Dios y no de los hombres”, ha enfatizado. “Es lo que vivió Shahbaz Bhatti. Su padre le dejó una fe profunda, enseñándole a ser fiel hasta el final. Shahbaz Bhatti lo fue hasta el martirio. Quería ayudar a la emancipación de todos, los pobres y los marginados. Por ello dio su vida”, ha concluido.
El único ministro cristiano en Pakistán, sabía que podía ser asesinado en cualquier momento. En un vídeo póstumo, afirmaba: “Quiero compartir que yo creo en Jesucristo, que ha dado su propia vida por nosotros. Sé cuál es el significado de la Cruz y el valor de la Cruz y estoy listo para morir por defender los derechos de mi comunidad y de las personas que sufren, incluso hasta morir a causa de mis principios. Prefiero morir por mis principios y la justicia de mi comunidad antes que hacer concesiones por estas amenazas”.
Además, Shahbaz Bhatti dejó un impresionante testamento espiritual: “Quiero vivir en Cristo y quiero morir en Él. No siento miedo en este país. Los extremistas han intentado matarme muchas veces, me han encarcelado, amenazado, perseguido, y han aterrorizado a mi familia. Yo solo digo que, mientras esté con vida, hasta mi último suspiro, seguiré sirviendo a Jesús y a esta pobre y sufriente humanidad, a los cristianos, a los necesitados, a los pobres”.
“Creo que los más necesitados, los pobres, los huérfanos, sea cual sea su religión, deben ser tratados por encima de todo como seres humanos. Estas personas son parte de mi cuerpo en Cristo, son la parte perseguida y necesitada del cuerpo de Cristo. Si llevamos a cabo esta misión, entonces nos habremos ganado un sitio a los pies de Jesús y yo podré mirar Su rostro sin sentir vergüenza”, apuntaba entonces el político pakistaní.
“Solo busco un sitio a los pies de Jesús. Quiero que mi vida, mi carácter y mis acciones hablen por mí, y que digan fuerte y claro que sigo a Jesucristo. Este deseo es tan fuerte en mí que me consideraría un privilegiado si –debido a este esfuerzo combativo para ayudar a los necesitados, los pobres y los cristianos perseguidos de Pakistán– Jesús quisiera aceptar el sacrificio de mi vida”, concluía Shahbaz Bhatti.
El ministro de las Minorías de Pakistán fue asesinado por varios hombres armados, que interceptaron el coche en el que viajaba de camino a una reunión del Gobierno. En el lugar del crimen se encontraron panfletos a favor de la ley de la blasfemia firmados por grupos afines a los talibanes.





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El cardenal O’Malley valora el papel del periodismo para destapar los casos de abusos
Redaccion | 02/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano). – El cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston y presidente de la Pontificia Comisión para la Tutela de menores, ha definido a la ganadora del Oscar 2016 a la mejor película, Spotlight, como “una película importante para todos aquellos que han sido golpeados por la tragedia de los abusos sexuales cometido por el clero”. La película, dirigida por Tom McCarthy, narra la investigación periodística realizada en el diario The Boston Globe, que en el año 2002, destapó los casos de abusos a menores cometidos en la diócesis de Boston.
En un comunicado oficial del cardenal O’Malley, asegura que “contando de forma detallada la historia de esta crisis, los medios de comunicación han llevado a la Iglesia a reconocer los crímenes y los pecados cometidos por sus miembros y a afrontar sus debilidades, el daño causado a las víctimas y a sus familiares, las exigencias de los supervivientes”.
En esta misma línea, el purpurado reconoce que “en una democracia como la nuestra, el periodismo es esencial en nuestra forma de vivir” porque “el rol de los medios de comunicación al mostrar los casos de abusos, ha abierto una puerta que la Iglesia ha atravesado para responder a las necesidades de los supervivientes”.
Y esto, precisa el arzobispo de Boston, “debe ser una prioridad de la vida de la Iglesia en todos sus aspectos”, es decir “proteger a los niños y asistir a las víctimas y sus familias”.
Del mismo modo, el cardenal O’Malley subraya también el compromiso de la Iglesia para llevar adelante “políticas y procedimientos de vigilancia para prevenir que se repitan ciertas tragedias”. Al respecto, cita los programas educativos sobre la tutela de menores, la obligación de verificar los precedentes, señalar y colaborar con las autoridades civiles cuando alguien es acusado de abusos, el cuidado y el apoyo a las víctimas y a sus familias.
Finalmente, pide nuevamente perdón “por todos aquellos que han sido heridos por la tragedia de los abusos sexuales cometidos por algunos miembros del clero”. Rezamos –concluye el cardenal–para que, cada día, el Señor nos guíe en el camino de la sanación y de la renovación.





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La Justicia de Australia absuelve a obispo acusado de abusos
Sergio Mora | 02/03/16

(ZENIT – Roma). – El obispo del ordinariato militar de Australia, Max Davis, fue absuelto de las acusaciones de abusos sexuales contra un menor, según el fallo de la Corte del Oeste del país que realizó el proceso del 8 al 15 de febrero pasado.
Lo indicó la diócesis australiana de las Fuerzas Armadas, en un comunicado que emitió una vez concluido el juicio, en el que precisa como el obispo, el 30 de junio de 2014 “renunció a su cargo” en la ‘Catholic Diocese of the Australian Defence Force‘ para no obstaculizar el proceso judicial y que ahora “se tomará el tiempo necesario para decidir si regresa al ministerio público”.
El ordinariato castrense, siempre a través del comunicado, “animó a todas las víctimas que sufrieron abusos por parte del clero o personas vinculadas a la Iglesia, agencias o personas, a denunciar el caso a la policía y a buscar ayuda a través de las oficinas legales y servicios de apoyo”.
El obispo australiano había sido acusado por la policía local de haber abusado en 1969 de un menor de 16 años en la escuela St. Benedict, dos años antes de ser ordenado sacerdote y de otras acusaciones hasta 1972. Ocupaba el cargo de obispo castrense desde el 2003.
Mons. Davis defendió siempre su inocencia y durante el juicio salió a la luz que el obispo había denunciado ante las autoridades de la escuela a un religioso por las señalaciones recibidas por algunos estudiantes.





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Las víctimas de pedofilia en Australia escriben una carta al Papa
Redaccion | 02/03/16

Mientras el máximo responsable de la economía y las finanzas de la Santa Sede, y estrecho colaborador del papa Francisco, el cardenal australiano George Pell, se encuentra testificado por su actuación ante los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos en Australia, un grupo de víctimas presentes en Roma ha escrito una carta a mano ayer por la noche y se la han enviado este miércoles al Pontífice y al cardenal vicario Agostino Vallini.
En la misiva, los firmantes le piden al Santo Padre ser recibidos antes de que dejen la capital italiana el próximo viernes. “Queremos la ayuda del Pontífice y de la Iglesia para que esto no vuelva a ocurrir, queremos proteger a nuestros hijos de lo que sufrimos nosotros”, ha declarado a los medios Paul Levey, víctima del sacerdote Gerald Risdale, actualmente encarcelado en Australia por haber abusado sexualmente de decenas de menores.
“No queremos hacer recriminaciones por lo sucedido, queremos solamente que la Iglesia nos ayude a apoyar y salvar a muchas víctimas que todavía no han hablado y que necesitan ayuda”, ha añadido.
“Somos pacíficos, no estamos aquí para combatir, pues no tenemos la fuerza, queremos solamente ayuda para nuestra comunidad y creemos que podemos hacerlo al lado de la Iglesia”, ha concluido Levey, cuyo viaje a la Ciudad Eterna ha sido costeado a través de donaciones voluntarias.
El cardenal Pell está siendo interrogado por videoconferencia desde un hotel de Roma por la Comisión Real australiana para una Respuesta Institucional al Abuso Sexual de Menores. Al responder sobre los crímenes cometidos por curas pedófilos en su país y de su presunto ocultamiento de los casos, el purpurado ha señalado que su predecesor y arzobispo de Melbuorne, Mons. Frank Little, que falleció en 2008, no lo había informado y él no recibió informaciones adecuadas sobre cuanto estaba sucediendo. Aún se esperan una o dos audiencias más.





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El Colegio Español en Roma estrena su página web
Rocío Lancho García | 02/03/16

(ZENIT – Roma). – El Pontificio Colegio Español de San José, una institución de la Conferencia Episcopal Española en Roma presentó este martes su nueva página web e imagen institucional.
Este lugar de acogida para sacerdotes y seminaristas que vienen a estudiar a la Ciudad Eterna, desde su fundación por el beato Manuel Domingo y Sol en 1892, ha desarrollado un importante servicio de formación y acompañamiento a más de 3500 sacerdotes y seminaristas españoles.
Durante la presentación a los colegiales este martes, en la que también estuvo presente el cardenal Antonio Cañizares; el rector del Colegio, José San José Prisco; y el ecónomo, Javier Malo, ilustraron cómo ha sido el proceso de creación y cuál era el objetivo principal.
Gracias a la nueva página web, será más sencillo “acercarse” a las actividades que se van sucediendo a lo largo del año, conocer sus servicios e instalaciones, saber de los acontecimientos más señalados, o consultar el catálogo de la biblioteca.
Una página web moderna, dinámica y sobria a la vez, realizada por Opera Pro Institutis. Presentes también en la presentación los responsables del proyecto, Riccardo Rossi explicó que la síntesis de este trabajo es “representar de una forma esencial” la imagen de esta institución. De hecho, en el nuevo logo, se ve con pocos y sencillos trazos la fachada del Colegio y la cruz característica que se encuentra en la capilla, algo fácilmente reconocible para todas las personas que visitan este lugar.
La nueva web, también ofrece información sobre la fundación Mater Clementissima, promovida y erigida por la Conferencia Episcopal Española, CEE, con personalidad jurídica canónica y civil en España en favor del Pontificio Colegio Español de San José en Roma.
Asimismo, la web presenta también la Casa “San Juan de Ávila”. La CEE y el Pontificio Colegio Español de San José en Roma están habilitando parte de las instalaciones del Colegio para convertirlas en esta Casa, como servicio pastoral a las diócesis y parroquias y a todos aquellos peregrinos que vienen a Roma y buscan un lugar familiar y acogedor para alojarse. Contará con 96 habitaciones, capilla, salas de conferencias, zona deportiva, piscina y zona de juegos infantiles. La apertura del centro está previsto para julio de 2016.





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Francisco y nuestros problemas
Felipe Arizmendi Esquivel | 02/03/16

VER
Algunos sostienen que tanto gobierno como iglesia nos hemos esforzado por ocultar al Papa nuestra realidad, durante su reciente visita, y presentarle todo como si estuviera muy bonito. Nada de eso. Desde que los obispos hicimos la Visita Ad Limina, en mayo de 2014, le informamos con sumo detalle lo que sucede entre nosotros. En diciembre pasado, tuve oportunidad de estar con él en Roma y le llevé la palabra de indígenas, jóvenes, sacerdotes y religiosas de nuestra diócesis, en que le describían sus dolores y esperanzas. Le entregué cinco páginas que elaboramos los obispos de aquí, para que tuviera una información de primera mano. Los mismos testimonios que escuchó en los lugares que visitó, le mostraban la realidad nacional. No vino, pues, a informarse, sino precisamente por los informes que tenía, decidió visitarnos. No vino a conocer, sino a animarnos en la fe, en la lucha por un cambio, según las exigencias del Evangelio, que debe incidir en mejorar la realidad.
Escogió lugares donde precisamente sabía que era necesaria su presencia, por los problemas que conoció por nuestros informes. No le saca la vuelta a los conflictos, ni se esconde ante las dificultades, sino que nos acompaña y nos exhorta para afrontarlos con decisión, y no refugiarnos en la resignación pasiva y plañidera.

PENSAR
En Palacio Nacional, ante la clase política y dirigente del país, enumeró algo de lo que nos aqueja: “La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”.
E insistió: “A los dirigentes de la vida social, cultural y política, les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz”.
Les invitó a encontrar “nuevas formas de diálogo, de negociación, de puentes capaces de guiarnos por la senda del compromiso solidario. Un compromiso en el que todos, comenzando por los que nos llamamos cristianos, nos entreguemos a la construcción de una política auténticamente humana y una sociedad en la que nadie se sienta víctima de la cultura del descarte”.
Esto, sin embargo, “no es sólo un asunto de leyes que requieran de actualizaciones y mejoras —siempre necesarias—, sino de una urgente formación de la responsabilidad personal de cada uno, con pleno respeto del otro como corresponsable en la causa común de promover el desarrollo nacional. Es una tarea que involucra a todo el pueblo mexicano en las distintas instancias tanto públicas como privadas, tanto colectivas como individuales”. Es decir, cada quien hemos de asumir nuestra aportación al bien común. Y en ello la Iglesia no puede quedar al margen, siempre de acuerdo con nuestra identidad y sin componendas partidistas. Dijo: “Le aseguro, señor Presidente, que en este esfuerzo el Gobierno mexicano puede contar con la colaboración de la Iglesia católica, que ha acompañado la vida de esta Nación y que renueva su compromiso y voluntad de servicio a la gran causa del hombre: la edificación de la civilización del amor”.

ACTUAR
Que hay problemas, es inocultable. Que hay pobreza, marginación, narcotráfico, corrupción y demás, no se puede negar. El Papa no vino a taparlos, sino a invitarnos a sumar esfuerzos por un cambio de corazones: que no haya más abusos de unos contra otros; que nos veamos como hermanos, dentro de nuestras legítimas diferencias; que nos preguntemos cada quién qué podemos hacer por el país, y no quedarnos sólo en lamentos y resignaciones inútiles.





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Santa Catalina Drexel – 3 de marzo
Isabel Orellana Vilches | 02/03/16

La importancia de la educación de los hijos nunca será suficientemente ponderada. Lo que los padres transmiten, aunque existen múltiples condicionantes internos y externos que influyen en la conducta, tiene un peso capital en sus vidas. Ellos son los principales educadores. La Gaudium et spes recuerda que «la fecundidad del amor conyugal se extiende a los frutos de la vida moral, espiritual y sobrenatural que los padres transmiten a sus hijos por medio de la educación» (Cfr. GS 47-52).
Catalina tuvo la suerte de haber venido al mundo en un hogar conformado por personas generosísimas, y la extraordinaria pedagogía que recibió en él, no solo teórica sino práctica, con especial énfasis en la virtud del desprendimiento, marcó su existencia. Nació en Filadelfia, Pennsylvania, Estados Unidos, el 26 de noviembre de 1858. Era la segunda hija de un filántropo, el conocido financiero Francis Anthony Drexel. Perdió a su madre Hannah Jane Langstroth al mes de nacer. Francis contrajo nuevo matrimonio con Emma Bouvier, y ambos educaron a las niñas –dos habidas en el primer matrimonio del banquero– para que compartiesen sus posesiones, inculcándoles la idea de que sus cuantiosos bienes eran un simple préstamo que habían recibido.
La santa llevó a rajatabla esta enseñanza. En su casa se abrían las puertas constantemente a los necesitados. Además, su padre ejercía un mecenazgo sobre ellos con el cariz evangélico del anonimato: dar sin que nadie lo sepa. En ese amplio abanico de receptores, el Sr. Drexel incluía a los sacerdotes que ejercían su admirable labor pastoral entre los desfavorecidos. Junto a estas acciones caritativas, oraban y asistían a misa comunitariamente. Las tres hermanas recibieron una espléndida formación. La gran visión de Emma propició la inclusión de otras enseñanzas útiles y prácticas para la vida cotidiana de las jóvenes: confección y cocina, complementarias al eficaz aprendizaje que les proporcionaba la labor asistencial que llevaban a cabo. De este modo se acostumbraron a apreciar el valor del esfuerzo y a ser agradecidas por lo que tenían, entre otras virtudes que adquirieron como la sencillez y la humildad.
Durante unos años la familia gozó de la situación ventajosa que tenía, viajando en completa armonía por distintos países de Europa. Abrieron los ojos de Catalina a un mundo nuevo, desconocido, lleno de rica tradición espiritual en su cultura. Cuando tenía 21 años ese paradisíaco hogar se quebró por la súbita enfermedad de Emma. Y durante tres años ella se convirtió en su ángel tutelar. La cubrió de atenciones con exquisita ternura, y constató las crudas aristas del dolor. Ningún bien de este mundo pudo devolverle la salud y la vida a Emma. Catalina entendió de golpe, y de manera definitiva, la futilidad de las riquezas. En enero de 1883 Emma fallecía, y en noviembre de ese año el resto de la familia fue a Venecia. Allí una imagen de María en la basílica de San Marcos se hizo notar para Catalina recordándole el gratis data evangélico. Quedaba marcado su acontecer.
Dos años más tarde moría su padre y heredaba una gran fortuna. Pero quedó destrozada, y buscando otros aires viajó a Europa nuevamente. Poco antes había recorrido con su familia el oeste de los Estados Unidos y estaba impactada por las carencias que detectó. En Alemania buscó misioneros para paliarlas, y desde allí se trasladó a Roma con la misma idea. En la audiencia mantenida con León XIII, esta laica solicitó que le enviara personas entregadas para las misiones que financiaba. El pontífice hizo notar que ella misma podía ser misionera, una propuesta que Catalina acogió con visible sorpresa ya que no había pensando en esa opción vital. Conoció a los indios americanos y a los afro-americanos viendo in situ las pésimas condiciones de vida. Y en 1887 estableció la escuela St. Catherine Indian School en Santa Fe, Nuevo México. Trece nuevos centros fundados en cuatro años dan idea de su ardor apostólico.
En su ánimo pesaba desde hacía mucho tiempo su anhelo de ser religiosa, aunque su director espiritual, el obispo James O’Connor no lo tenía tan claro. Pensaba más en las dificultades que le esperaban y le sugirió orar. Como en 1888 seguía experimentando el anhelo de consagrarse, el prelado la animó a fundar una Institución, hasta entonces desconocida, que tuviera entre sus fines la asistencia de indios y negros. «La responsabilidad de semejante llamada me abruma, porque soy infinitamente pobre en las virtudes necesarias», dijo ella humildemente. Pero el 19 de marzo, bajo el amparo de san José, dio el paso. El obispo murió sin ver materializada la Obra que finalmente surgió con la ayuda del arzobispo de Filadelfia que alentó a Catalina.
Emitió los votos en febrero de 1891 y fundó la Congregación de las Hermanas del Santísimo Sacramento. Donó toda su herencia reservándose lo imprescindible para su mantenimiento, y poco a poco puso en marcha casi 60 escuelas y misiones extendidas por el oeste y sudoeste de Estados Unidos. Creó la institución de educación superior «Xavier University» en Louisiana y se manifestó contra la injusticia y la discriminación racial. El camino no fue fácil, pero en la contrariedad entrevió la riqueza de un itinerario único que conduce a la vida eterna: «Cada prueba que sufrimos, manifestó, es un acto de misericordia de Dios, para que podamos desatarnos de la tierra y aproximarnos a Dios». Sufrió una grave enfermedad que la mantuvo prácticamente inmóvil durante 18 años. Entonces pudo dedicarse por completo a una vida de adoración y contemplación. Encarnó lo que había expresado en otro tiempo: «La aceptación humilde y paciente de la cruz, sea cual fuera su naturaleza, es la obra más elevada que podamos hacer». Murió el 3 de marzo de 1955. Juan Pablo II la beatificó el 20 de noviembre de 1980. Y él mismo la canonizó el 1 de octubre de 2000.