Servicio diario - 16 de marzo de 2016


 

El Papa: ‘Dios ama con un amor sin límites’
Rocío Lancho García | 16/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, una semana más, se ha reunido con miles de fieles en la plaza de San Pedro en ocasión de la audiencia general. Venidos de todas las partes del mundo, los peregrinos allí congregados han manifestado su alegría y entusiasmo con la llegada del Pontífice en el papamóvil. Este miércoles y en el contexto del Jubileo ha proseguido con las catequesis que está realizando desde hace varias semanas, sobre la misericordia.
Así, en el resumen hecho en español, ha recordado que el profeta Jeremías se dirige a los israelitas que habían sido deportados y les anuncia el regreso a su tierra. “Esta vuelta en patria es signo del amor infinito de Dios que no abandona a sus hijos, sino que los cuida y los salva”, ha asegurado. Además, ha señalado que “el exilio fue una experiencia muy dura para el pueblo de Israel e hizo que su fe vacilase”. También nosotros –ha añadido– podemos vivir a veces algún tipo de exilio, como la soledad, el sufrimiento, la muerte, que nos hace pensar que estamos abandonados por Dios.
A este punto, el Santo Padre ha reconocido que nos podemos preguntar ‘¿Dónde está Dios?’ A propósito ha explicado que “Jeremías nos da una respuesta: Dios está cerca de nosotros, es fiel y hace grandes obras de salvación en favor de quien espera en él”. Dios –ha proseguido– ama con un amor sin límites, que ni el pecado puede frenar, y hace que el corazón del hombre se llene de alegría y de consolación.
Finalmente, el Papa ha precisado que “Jesús ha llevado a plenitud el anuncio del profeta. Su pasión, muerte y resurrección es la expresión definitiva y más plena del amor misericordioso de Dios, que nos devuelve del exilio, nos conforta en las adversidades y nos concede alegría, paz y vida eterna”.
A continuación, Francisco ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica. A ellos les ha animado “a no desfallecer ante las dificultades y a confiar siempre en la fidelidad de Dios. Él, con su misericordia, los consolará y les hará plenamente felices”.
Para concluir la audiencia, el Santo Padre ha dedicado unas palabras a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. De este modo, ha recordado que mañana jueves es la fiesta de san Patricio, apóstol de Irlanda. Por eso ha pedido que “su vigor espiritual” estimule a los jóvenes a “ser coherente con la fe”. Igualmente ha deseado que la confianza del Santo en Cristo Salvador sostenga a los enfermos “en los momentos de mayor dificultad”. Y para finalizar ha exhortado a que la dedicación misionera de san Patricio recuerde a los recién casados “la importancia de la educación cristiana de los hijos”.
Leer el texto completo de la audiencia





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Audiencia del Papa: texto completo de la catequesis del 16 de marzo
Redaccion | 16/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Publicamos a continuación la catequesis del Santo Padre en la audiencia general que se realizó este miércoles en la plaza de San Pedro.

Queridos hermanos y hermanas, buenos días.
En el libro del profeta Jeremías, los capítulos 30 y 31 son llamados “libros de la consolación”, porque en ellos la misericordia de Dios se presenta con toda su capacidad de confortar y abrir el corazón de los afligidos a la esperanza. Hoy queremos también nosotros escuchar este mensaje de consolación.
Jeremías se dirige a los israelitas que han sido deportados a tierra extranjera y les preanuncia el regreso a su patria. Este retorno es signo del amor infinito de Dios Padre que no abandona a sus hijos, sino que los cuida y los salva. El exilio fue una experiencia devastante para Israel. La fe había vacilado porque en tierra extranjera, sin el templo, sin el culto, después de haber visto el país destruido, era dificil continuar creyendo en la bondad del Señor.
Me viene al pensamiento la cercana Albania y cómo después de tantas persecuciones y destrucciones ha conseguido alzarse en la dignidad y en la fe. Así sufrieron los israelitas en el exilio.
También nosotros podemos vivir a veces una especie de exilio, cuando la soledad, el sufrimiento, la muerte nos hacen pensar que Dios nos ha abandonado. Y cuántas veces hemos escuchado esta palabra: ‘Dios se ha olvidado de mí’. Muchas veces personas que sufren se sienten abandonadas.
Y cuántos hermanos nuestros vemos que están viviendo en este tiempo una situación real y dramática de exilio, lejos de su patria, con los escombros de sus casas aún en los ojos, en el corazón el miedo y a menudo, lamentablemente, ¡el dolor por la pérdida de personas queridas! En estos casos uno se puede preguntar: ¿Dónde está Dios? ¿Cómo es posible que tanto sufrimiento pueda llegar a hombres, mujeres y niños inocentes?
Y cuando tratan de entrar en otra parte les cierran la puerta. Y están allí, en la frontera, porque muchas puertas y muchos corazones están cerrados. Los inmigrantes de hoy que sufren al abierto, sin comida y no pueden entrar, no se sienten acogidos. ¡A mí me gusta mucho cuando veo las naciones, los gobernantes, que abren el corazón y abren las puertas!
El profeta Jeremías nos da una primera respuesta. El pueblo exiliado podrá volver a ver su tierra y a experimentar la misericordia del Señor. Es el gran anuncio de consolación: Dios no está ausente, ni tampoco hoy en estas dramáticas situaciones, Dios está cerca, y cumple grandes obras de salvación para quien confía en Él. No se debe ceder en la desesperación, sino continuar y estar seguros de que el bien vence al mal y que el Señor secará toda lágrima y nos librará de todo miedo. Por eso Jeremías presta su voz a las palabras del amor de Dios para su pueblo:
“Yo te amé con un amor eterno, por eso te atraje con fidelidad. De nuevo te edificaré y serás reedificada, virgen de Israel; de nuevo te adornarás con tus tamboriles y saldrás danzando alegremente” (31,3-4).
El Señor es fiel, no abandona a la desolación. Dios ama con un amor sin fin, que ni siquiera el pecado puede frenar, y gracias a Él el corazón del hombre se llena de alegría y de consolación.
El sueño consolador de la vuelta en patria continúa en las palabras del profeta, que dirigiéndose a los que volverán a Jerusalén dice: “Llegarán gritando de alegría a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor, hacia el trigo, el vino nuevo y el aceite, hacia las crías de ovejas y de vacas. Sus almas serán como un jardín bien regado y no volverán a desfallecer” (31,12).
En la alegría y en el reconocimiento, los exiliados volverán a Sión, subiendo al monte santo hacia la casa de Dios, y así podrán de nuevo elevar himnos y oraciones al Señor que los ha librado. Este volver a Jerusalén y a sus bienes es descrito con un verbo que literalmente quiere decir “fluir, desplazar”. El pueblo es visto, en un movimiento paradójico, como un río pleno que se desliza hacia la altura de Sión, subiendo hacia la cima del monte. ¡Una imagen audaz para decir cuánto es grande la misericordia del Señor!
La tierra, que el pueblo había tenido que abandonar, se había convertido en presa de los enemigos y desolada. Ahora, sin embargo, retoma vida y florece. Y los mismos exiliados serán como un jardín, como una tierra fértil. Israel, llevado de nuevo a la patria por su Señor, asiste a la victoria de la vida sobre la muerte y de la bendición sobre la maldición. Es así que el pueblo es fortificado y esta palabra es importante, consolado, es consolado por Dios. Los repatriados reciben vida de una fuente que gratuitamente les riega donando su fecundidad.
A este punto, el profeta anuncia la plenitud de la alegría, y siempre en nombre de Dios proclama: “Yo cambiaré su duelo en alegría, los alegraré y los consolaré de su aflicción” (31,13).
El salmo nos dice que cuando volvieron a la patria la boca se les llenó de alegría. Era una alegría muy grande. Es el don que el Señor quiere hacer también a cada uno de nosotros, con su perdón que convierte y reconcilia. El profeta Jeremías nos ha dado el anuncio, presentado la vuelta de los exiliados como un gran símbolo de la consolación dada al corazón que se convierte. El Señor Jesús, por su parte ha cumplido este mensaje del profeta. El verdadero y radical regreso del exilio y la luz confortante después de la oscuridad de la crisis de fe, se realiza en la Pascua, en la experiencia plena y definitiva del amor de Dios, amor misericordiosos que dona alegría, paz y vida eterna.





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El CEU organiza en Madrid un congreso que abordará la crisis de los refugiados
Redaccion | 16/03/16

(ZENIT – Madrid).- La Universidad CEU San Pablo ha presentado este miércoles en Madrid la Conferencia Internacional “Migración y Asilo: Nuevos retos y oportunidades”, que organiza los días 21 y 22 de abril.
El ministro de Educación, Cultura y Deporte en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, inaugurará este congreso en el que intervendrán, entre otras personalidades, la representante en España del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Francesca Friz-Prguda; el ministro de Asuntos Europeos de Polonia hasta 2013 y miembro del Parlamento, Rafal Trzaskowski; el director del Departamento de Asuntos Europeos y G20 del Gabinete de la Presidencia, Jorge Toledo Albiñana; el padre Benham Benoka, sacerdote sirio-católico en Ankawa (Irak); el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro; el director nacional de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Javier Menéndez; el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, así como varios embajadores y catedráticos de diferentes universidades europeas.
“Este Congreso abordará los temas de la Unión Europea ante la crisis de los refugiados, la experiencia española, el papel de los Estados Europeos ante la crisis de los refugiados, los principios y valores cristianos ante esta crisis, así como pautas para afrontar el futuro”, han señalado los organizadores en un comunicado. “El objetivo es establecer un diálogo entre diferentes disciplinas y enfoques teniendo en cuenta desde las dimensiones económicas y legales, hasta las actitudes sociales, los valores morales, los derechos humanos y las diferentes políticas para abordar la crisis migratoria”, han añadido.
Durante la presentación de este encuentro, la hermana Yeshua Peralta, miembro de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado, ha compartido su testimonio en Siria y Egipto. Según ha explicado, su testimonio es un llamamiento a la acción. “En Siria y en Irak los cristianos han perdido todo lo material, pero han ganado todo espiritualmente y en su corazón sigue brillando la luz de la esperanza, siguen esperando la paz”, ha dicho. Asimismo, la hermana Peralta ha asegurado que “la guerra les ha hecho aferrarse a lo esencial y estar siempre preparados para morir porque puede suceder en cualquier momento”. “Viven las Bienaventuranzas y se han aferrado a lo esencial, que es Dios”, ha destacado la religiosa.
En el acto, también han participado el director de Pastoral y Voluntariado de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Andrés Ramos Castro; la responsable de Relaciones Institucionales de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Amparo Llobet; la catedrática de Historia Económica y miembro del Comité Organizador de la Conferencia Internacional sobre “Migración y Asilo”, Blanca Sánchez Alonso, y el vicerrector de Profesorado e Investigación de la Universidad, Agustín Probanza.





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India: Los mártires de Orisa serán recordados cada 30 de agosto
Redaccion | 16/03/16

(ZENIT – Roma).- La Iglesia del estado de Orissa (centro-este de la India) celebrará el “Día de los Mártires” el 30 de agosto de cada año. Lo informó hoy la Agencia Fides, señalando que lo ha establecido así la Conferencia Regional de los Obispos de Orissa, escogiendo esta fecha, que es un día después de martirio de san Juan Bautista.
Monseñor John Barwa, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar y presidente de la Conferencia regional, ha declarado a Fides: “Estamos encantados con esta decisión, adoptada para honrar y respetar el sacrificio de más de 101 personas que perdieron sus vidas durante las masacres contra los cristianos de 2007 y 2008: la mayor parte de las víctimas eran del distrito de Kandhamal”.
La Conferencia Regional de los Obispos de Orissa ha pedido oficialmente a la Conferencia Episcopal de la India (CBCI) que instituya el día 30 de agosto como “fiesta nacional” para conmemorar a los mártires de Orissa. “Estamos a la espera de la decisión de la CBCI, pero estamos casi seguros de que el dictamen será favorable” ha dicho monseñor Barwa, que ha realizado una intervención en la reciente Asamblea Plenaria de los obispos de la India, celebrada en Bangalore.
La Conferencia de Obispos de Orissa ya ha designado un equipo especial de sacerdotes e investigadores para documentar los incidentes que causaron la muerte de 101 cristianos en Orissa. Con el apoyo de la Conferencia Episcopal, la diócesis de Cuttack-Bhubaneswar quiere comenzar el proceso diocesano para la declaración de martirio, mediante la designación de un “postulador” para la causa.
Por su parte, la comunidad católica local en Orissa ha acogido con alegría la decisión de los obispos de celebrar el ‘Día de los mártires’ el 30 de agosto.
A inicios de este año, el cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay y presidente de la CBCI, manifestó su consentimiento para iniciar la causa de beatificación de los mártires de “Kandhamal”. Se trata de los fieles asesinados en Orissa en 2008, durante la feroz campaña de masacres contra los cristianos llevada a cabo por extremistas hindúes, en la que murieron al menos 101 fieles y más de 56 mil se vieron desplazados, en un verdadero proceso de “limpieza étnica de cristianos” en el distrito.





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España: Los contribuyentes destinan más de 250 millones de euros a la Iglesia
Iván de Vargas | 16/03/16

(ZENIT – Madrid).- El número de Declaraciones de la Renta a favor de la Iglesia católica ha aumentado hasta los 7,2 millones en 2015 (23.174 más que en el anterior ejercicio) y la cantidad destinada por los contribuyentes españoles a esta institución asciende a los 250,3 millones de euros.
Así lo ha anunciado este miércoles por la mañana el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Fernando Giménez Barriocanal, quien ha explicado en un desayuno informativo que la Iglesia católica recibirá 2,7 millones de euros más que en la anterior campaña gracias a los 7.291.771 contribuyentes que han marcado la casilla correspondiente a esta institución.
“La Iglesia ha tenido un peso muy importante en momentos de crisis. La recesión económica ha puesto de manifiesto su labor en todos los niveles, asistencial, pastoral, de acompañamiento”, ha asegurado Giménez Barriocanal. “Marcar la casilla de la Iglesia y también la de otros fines de interés social es una buena forma de hacer el bien”, ha recordado.
En el turno de preguntas, el vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE ha dicho que la Iglesia no es una organización empresarial, sino que cumple una misión dentro de la sociedad para la cual necesita recursos. “Si tiene más recursos, hará más cosas y si tiene menos recursos, hará menos cosas”, ha apuntado.
Cada año, la Iglesia católica realiza un mayor esfuerzo por dar a conocer su actividad al servicio de la sociedad española. En este sentido, “la presentación de la memoria de actividades de la Iglesia busca mostrar de forma clara y exhaustiva, en qué invierte la Iglesia el dinero que cada año recibe de los contribuyentes que han marcado la casilla de la Iglesia católica en su Declaración de la Renta”, ha señalado la CEE en un comunicado. “Es el compromiso de la Iglesia a favor de la transparencia y también como muestra de gratitud a quienes manifiestan su confianza en la Iglesia de esta manera”, ha añadido.
“Se pretende que cada vez sean más los que conozcan la vida de la Iglesia y la apoyen marcando la X en la Declaración de la Renta, sabiendo que su contribución será utilizada para sostener las actividades de la Iglesia con los niveles de eficacia y austeridad que acompañan las iniciativas de toda la Iglesia”, han explicado los obispos en su nota.
“Se sostiene así la labor religiosa y espiritual de la Iglesia, que incluye una dimensión social sobresaliente, por ejemplo con el acompañamiento a miles de personas desasistidas o con la formación de millones de personas en virtudes y valores que contribuyen al equilibrio en la sociedad”, han destacado.
Ante estos datos provisionales (la Agencia Tributaria dará a conocer los datos definitivos este verano), la CEE ha realizado la siguiente valoración: en primer lugar, que “el aumento de las declaraciones presentadas a favor de la Iglesia y de la cantidad consignada, aunque es un incremento pequeño, es positivo pues viene marcado por el inicio de la recuperación económica en España, lo que ha supuesto una leve mejora a nivel recaudatorio”. Por otro lado, “el porcentaje indica que todavía es posible concienciar a más personas de la actividad de la Iglesia para que destinen una parte de sus impuestos, sin pagar más y sin que le devuelvan menos, a la actividad pastoral, social y caritativa, en suma evangelizadora, que realiza la Iglesia”.
Los obispos españoles también han indicado que en 14 de las 17 comunidades autónomas se ha incrementado el importe asignado en euros a la Iglesia católica, siendo las más importantes: Madrid, Andalucía, Cataluña y Valencia. Por su parte, las comunidades autónomas donde más se marca la casilla de la Iglesia en la Declaración de la Renta son: Castilla-La Mancha, Murcia, Extremadura y la Rioja, superando todas ellas el 46 por ciento. Por encima del 50 por ciento se encuentra cuatro provincias: Ciudad Real (55,37 por ciento), Cuenca (51,14 por ciento), Jaén (50,62 por ciento) y Badajoz (50,10 por ciento).
Por primera vez, la Agencia Tributaria ha facilitado información sobre la asignación por tramos de edad, por sexo del primer declarante, así como los datos de las declaraciones conjuntas.
De estos datos se desprende que el número de declaraciones a favor de la Iglesia católica según el sexo muestran una cierta igualdad, si bien las declaraciones de mujeres (35,35 por ciento) superan a las de hombres (34,93 por ciento). Lo mismo ocurre cuando las declaraciones son conjuntas (37,23 por ciento) a favor de la Iglesia, mientras que las individuales tienen casi dos puntos menos (34,55 por ciento).





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El Foro Español de la Familia pide la prohibición universal de los ‘vientres de alquiler’
Redaccion | 16/03/16

(ZENIT – Madrid).- Este jueves se someterá a votación en la Asamblea de Madrid, una Proposición No de Ley (PNL) sobre maternidad subrogada. La propuesta del Grupo Parlamentario Ciudadanos “instará al Gobierno central a legalizar en España los vientres de alquiler en contra de lo que están reclamando desde el Parlamento Europeo a grupos feministas de todo el mundo”, ha señalado el Foro Español de la Familia en un comunicado.
De salir adelante esta propuesta, “España retrocedería en materia de derechos humanos permitiendo la compraventa del niño que se gesta y admitiendo por primera vez el alquiler del cuerpo de la mujer”, ha advertido esta plataforma familiar.
Su presidente, Mariano Calabuig, ha explicado que “el Foro de la Familia reclama la prohibición universal de los vientres de alquiler por suponer un atentado a la dignidad de la mujer y del niño que se gesta. Los vientres de alquiler suponen una nueva forma de esclavitud”.
“La legalización de los vientres de alquiler supondría un retroceso que permitiría nuevas formas de explotación de las mujeres, especialmente de las que carecen de recursos económicos, y una apertura de un nuevo mercado de compraventa de niños incompatible con una sociedad civilizada, como ha indicado el Parlamento Europeo en la resolución en la que condenó la práctica de subrogación en diciembre de 2015”, ha destacado la citada organización.
Calabuig también ha recordado que las filósofas Victoria Camps y Amelia Valcárcel, la jurista María Luisa Balaguer o las sociólogas Soledad Murillo y Rosa Cobo figuran entre las promotoras de un manifiesto en el que consideran que la maternidad subrogada es éticamente injustificable.
En su manifiesto, las conocidas feministas explican su postura: “Nos mostramos radicalmente en contra de la utilización de eufemismos para dulcificar o idealizar un negocio de compra-venta de bebés mediante alquiler temporal del vientre de una mujer, viva ésta en la dorada California o hacinada en un barrio de la India. Así es que nos afirmamos en llamar a las cosas por su nombre, no se puede ni se debe describir como ‘gestación subrogada’ un hecho social que cosifica el cuerpo de las mujeres y mercantiliza el deseo de ser padres-madres”.
Por último, el presidente del Foro Español de la Familia ha asegurado que “en los países donde es legal este tema se está produciendo una verdadera explotación de las mujeres más pobres del Tercer mundo por parejas ricas del Primer mundo, así como múltiples casos de tratamiento de los niños gestados a través de esta técnica como si de cosas desechables se tratase: exigencia de aborto de los niños con enfermedades, rechazo de los padres de alquiler ante los hijos con alguna enfermedad, etc.”.





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Benedicto XVI: “Es la misericordia lo que nos mueve hacia Dios”
Redaccion | 16/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Unas pocas líneas han sido suficientes para demostrar el aprecio de Benedicto XVI por su sucesor Francisco. Acaba de publicarse el libro “Por medio de la fe. Doctrina de la justificación y experiencia de Dios en la predicación de la Iglesia”, en el que Ratzinger cita por primera vez públicamente a su sucesor, el papa Francisco, y su práctica pastoral centrada en el misericordia.
El volumen, del jesuita Daniele Libanori, publica los actos de un congreso teológico celebrado en Roma el pasado mes de octubre. En esta ocasión, monseñor Georg Gänswein leyó el texto de una entrevista con el papa Benedicto XVI realizada por el teólogo jesuita Jacques Servais titulado “Qué es la fe y cómo se llega a creer”, casi completamente centrada sobre el tema de la misericordia.
“Para mí es un signo de los tiempos el hecho de que la idea de la misericordia de Dios se convierta cada vez más central y dominante” dice en el coloquio el Papa emérito, citando dos santos. Primero a la mística polaca Faustina Kowalska cuyas visiones reflejan “el deseo de la bondad divina que es proprio del hombre de hoy”, después a Juan Pablo II que la canonizó y dedicó un domingo a la Divina misericordia, publicando después la encíclica “Dios rico de misericordia”, en 1980.
Wojtyla – dice Benedicto XVI – “estaba profundamente impregnado por este impulso, también si esto no siempre surgía de forma explícita. Pero no es casualidad que su último libro, que vio la luz precisamente inmediatamente antes de su muerte, habla de la misericordia de Dios. A partir de las experiencias en las cuales desde los primeros años de vida que tuvo que constatar toda la crueldad de los hombres, él afirma que la misericordia es la única verdadera y última reacción eficaz contra el poder del mal. Solo allí donde haya misericordia termina la crueldad, termina el mal y la violencia”.
De este modo, el Papa emérito cita a Francisco que –subraya– “se encuentra completamente de acuerdo con esta línea. Su práctica pastoral se expresa precisamente en el hecho de que él nos habla continuamente de la misericordia de Dios. “Es la misericordia lo que nos mueve hacia Dios, mientras que la justicia nos asusta ante ella”, prosigue. Asimismo, Benedicto XVI en la entrevista indica que en su punto de vista esto pone de manifiesto que bajo la pátina de seguridad de sí mismo y de la propia justicia, el hombre de hoy esconde un profundo conocimiento de sus heridas y de su indignidad frente a Dios. Él espera la misericordia”.
Al preguntarle Servais sobre el tema de la entrevista “qué es la fe y cómo se llega a creer”, Benedicto XVI explica que “la fe es un contacto profundamente personal con Dios, que me toca en mi tejido más íntimo y me pone frente al Dios viviente en absoluta inmediatez de forma que yo pueda hablarle, amarle y entrar en comunión con él”. Al mismo tiempo, “esta realidad principalmente personal tiene que ver de forma inseparable con la comunidad: forma parte de la esencia de la fe el hecho de introducirme en el nosotros de los Hijos de Dios, en la comunidad que peregrina de hermanos y hermanas”.
La Iglesia no se ha hecho a sí misma –concluye el Papa emérito– sino que ha sido creada por Dios y viene continuamente formada por Él, encontrando su expresión en los sacramentos, sobre todo en el bautismo.





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Siria: El Vaticano denuncia crímenes contra la humanidad
Sergio Mora | 16/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La Santa Sede denunció este martes en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, que en Siria se están cometiendo “crímenes contra la humanidad” que quedan “impunes”, entre ellos “ataques diarios contra la población civil”.
Lo informó el programa en inglés de la Radio Vaticano, que en su web publica la intervención de monseñor Richard Gyhra, observador ad interim de la misión permanente de la Santa Sede en Ginebra.
Durante el conflicto en Siria –que ha cumplido cinco años este mes– se han registrado más de 270 mil muertos, más de 4,5 millones de refugiados y unos 7 millones de desplazados internos, según los datos de las organizaciones internacionales.
Monseñor Gyhra señaló en su intervención que “los recientes acontecimientos que están sucediendo en Siria parecen reforzar el sentimiento de abandono delante de una tragedia humana sin fin causada por la continuación del conflicto y el éxodo de los refugiados, el desprecio de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario”.
El observador de la Santa Sede señaló además que es urgente enviar ayuda humanitaria a la región e invitó a todas las partes a participar en el proceso de paz.
Y explicó que “una dimensión crucial que debe ser observada en la construcción sostenible del proceso de paz es el respeto hacia una sociedad plural, en la cual se reconozca a las minorías étnicas, religiosas y lingüísticas un lugar como miembros de pleno derecho en la sociedad y el Estado sirio”.
“La supervivencia y el bienestar de estas minorías –señaló Mons. Gyhra– son la garantía de un Estado democrático, respetuoso de las diferencias”. Además el retorno de los refugiados y los desplazados internos se vuelve “una condición esencial para la reconciliación, la reconstrucción y la sostenibilidad” en cualquier solución al conflicto.





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El Papa nombra al padre Luis Ángel de las Heras nuevo obispo de Mondoñedo-Ferrol
Redaccion | 16/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha nombrado al claretiano padre Luis Ángel de las Heras Berzal nuevo obispo de la diócesis española de Mondoñedo-Ferrol. La diócesis de Mondoñedo-Ferrol estaba vacante por el traslado de monseñor Manuel Sánchez Monge a la de diócesis de Santander.
El anuncio ha sido hecho este miércoles por la Oficina de prensa de la Santa Sede, precisando que el padre Luis Ángel de las Heras, CMF, es presidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) desde 2013 y Superior Provincial de la Provincia de Santiago de los Misioneros Claretianos.
El obispo electo de Mondoñedo-Ferrol nació en Segovia el 14 de junio de 1963. A los 14 años ingresó en el seminario menor de los claretianos de Segovia. En 1981 comenzó el año de noviciado en Los Negrales (Madrid), donde hizo su primera profesión el 8 de septiembre de 1982. Este mismo año inició los estudios filosófico-teológicos en el Estudio Teológico Claretiano de Colmenar Viejo, en Madrid, (afiliado a la Universidad Pontificia Comillas). Emitió la profesión perpetua el 26 de abril de 1986, año en que concluye la licenciatura en Estudios Eclesiásticos. Al concluir la formación inicial, fue destinado al Equipo de Pastoral Juvenil de la provincia claretiana de Castilla, a la vez que cursó estudios de Licenciatura en Ciencias de la Educación en la Universidad Pontificia Comillas. Recibió la ordenación sacerdotal el 29 de octubre de 1988.
Inició su ministerio sacerdotal, en 1989, en las parroquias que los claretianos tienen encomendadas en el barrio madrileño de Puente de Vallecas (Santo Ángel de la Guarda y Nuestra Señora de la Aurora). Un año más tarde, en 1990, con otros claretianos y algunos laicos de la Parroquia, fundó la Asociación “Proyecto Aurora” (dedicada a la atención y acogida de drogodependientes en coordinación con “Proyecto Hombre”) y la dirigió durante seis años. Participó también durante 9 años en la animación de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) de la antigua provincia claretiana de Castilla.
En septiembre de 1995 fue nombrado auxiliar del prefecto de Estudiantes en el Seminario de Colmenar Viejo. Después fue formador de postulantes, superior y maestro de novicios en Los Negrales (Madrid). En Colmenar Viejo ejerce también como consultor, vicario provincial y prefecto de los seminaristas Mayores. En la Confederación Claretiana de Aragón, Castilla y León fue delegado de formación del Superior de la Confederación, de 2004 a 2007. Este último año fue elegido prefecto de Espiritualidad y Formación de la Provincia claretiana de Santiago. Durante el sexenio 2007-2012 fue también vicario provincial y prefecto de Estudiantes y Postulantes en Colmenar Viejo, así como profesor en el Instituto Teológico de Vida Religiosa y en la Escuela Regina Apostolorum de Madrid.
El 31 de diciembre 2012 fue elegido Superior Provincial de los Misioneros Claretianos de la Provincia de Santiago. Y el 13 de noviembre de 2013 presidente de CONFER.

Leer también El nuevo presidente de los religiosos: ‘Francisco insiste en que seamos profetas’





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Irak: la Iglesia es contraria a la formación de brigadas cristianas
Redaccion | 16/03/16

(ZENIT – Roma).- La iglesia caldea “no tiene ningún vínculo, ni directo ni indirecto, con las ‘Brigadas Babilonia’ (Babylon Brigades), ni con ninguna otra milicia armada que se presente como cristiana”.
Lo ha declarado con firmeza y sin medias tintas, el patriarca caldeo Louis Raphael I, en un comunicado oficial publicado por el Patriarcado caldeo para marcar de forma permanente su distancia con los grupos armados que actúan en el escenario iraquí y que tratan de reclamar su afiliación a las comunidades cristianas locales.
Así informó la agencia Fides, precisando que el patriarca indicó que aquellos que quieran defender su comunidad pueden hacerlo enrolándose en las fuerzas armadas nacionales.
En el comunicado publicado el domingo, 13 de marzo, el Primado de la Iglesia caldea expresamente desautoriza también a las personalidades caldeas que siguen afirmando haber recibido supuestos permisos eclesiásticos con los que pretenden ejercer como representantes de la comunidad cristiana local.
“Ancianos notables (Sheikh), aprovechándose de la enfermedad del patriarca, el cardenal Emmanuel III Delly – se lee en el comunicado patriarcal, recibido en la Agencia Fides – habían obtenido cartas que les atribuían poderes, pero cuando el patriarca Louis Raphael I tomo el cargo de su puesto, envió una carta a todas las autoridades civiles para aclarar que ningún notable representa políticamente a la Iglesia caldea, y los únicos representantes políticos oficiales de la comunidad caldea son los elegidos legítimamente en el Parlamento” .
Los “Leones de las Brigadas Babilonia” (The Christian Lions of Babylon Brigades) se presentan a sí mismos como “ciudadanos cristianos entrenados para defender las ciudades cristianas de Mesopotamia de los delincuentes terroristas extranjeros del Estado Islámico (Daesh) y de los terroristas de países como Afganistán, Arabia Saudita, Qatar, Túnez, Turquía, Kuwait, Libia y Marruecos”.
El patriarca caldeo Louis Raphael I ha reiterado en varias ocasiones, su toma de distancia con respecto a estos grupos que en las comunidades cristianas sirias, asirias y caldeas, sostienen la necesidad de defender sus derechos comunitarios y luchar contra las fuerzas yihadistas a través de la formación de grupos armados organizados sobre una base confesional, reiterando que quienes quieran defender su comunidad pueden enrolarse en las fuerzas armadas nacionales.





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Beato Juan Nepomuceno Zegrí y Moreno – 17 de marzo
Isabel Orellana Vilches | 16/03/16

«Curar todas las llagas, remediar todos los males, calmar todos los pesares, desterrar todas las necesidades, enjugar todas las lágrimas, no dejar, si posible fuera en todo el mundo, un solo ser abandonado, afligido, desamparado, sin educación religiosa y sin recursos». ¿Hay algo más hermoso que estos propósitos cimentados en la suprema excelencia de la caridad, mandamiento esencial otorgado por Cristo? Fueron los que animaron la vida de este beato que nunca se cansó de prodigar a manos llenas todo el bien que concibió, postrado ante el Redentor y custodiado por la Virgen de la Merced. Su lema era: «todo para bien de la humanidad, en Dios, por Dios y para Dios».
Nació en Granada, España, el 11 de octubre de 1831. Su raigambre cristiana estaba fuertemente asentada por la fe que profesaban sus padres Antonio y Josefa, ciudadanos estimados y de gran relevancia en la capital. Ello, y la cuidada educación que recibió, fue determinante para su vocación sacerdotal. Su padre, reputado médico y catedrático de la universidad, era un hombre sensible que no pasaba por alto las necesidades ajenas. Siempre que estuvo en su mano atenderlas actuó generosamente. Imbuido de tantos valores, Juan destacó entre los compañeros de clase por su aplicación al estudio y ejemplar comportamiento. Y cuando se hallaba en el frontispicio de un futuro halagüeño, pudiendo adquirir la notoriedad que le permitían sus muchas cualidades personales junto al estatus social familiar que disfrutaba, conquistando escalas circundadas por el éxito, optó por entregarse a Cristo.
Ingresó en el seminario en 1850 y en el transcurso de esos años de formación se hicieron patentes sus magníficas dotes de oratoria. Casi doscientos sermones recogidos por él dan cuenta de la fecundidad de su palabra que brotaba de su oración. No era un simple predicador, sino un confesor de la fe; por eso llegaba a calar en el corazón de tantas personas. En estos valiosísimos escritos queda patente su inclinación a los débiles desamparados y aquéllos cuya existencia discurría por un continuo valle de lágrimas por los motivos que fuesen.
Fue ordenado sacerdote en 1855. A los pocos días perdió a su madre víctima del cólera. Abrazado a la cruz inició su trayectoria pastoral, que compaginó con la docencia en el colegio de San Bartolomé y Santiago. Entre tanto, proseguía sus estudios que culminaron con la obtención del doctorado en teología, la licenciatura en derecho civil y canónico, y un bachillerato en filosofía y letras. Esta formidable preparación le capacitó para asumir la cátedra de psicología, lógica y ética del Instituto de Granada, al tiempo que se hacía cargo de las parroquias de Huétor Santillán y de Loja. Además, ejerció como predicador numerario de la reina Isabel II, fue sacerdote castrense, formador de seminaristas, arcipreste y examinador sinodal en Granada, Jaén y Orihuela. Su finura humana y espiritual, el talante humilde, misericordioso, paciente, afable, lleno de dulzura, y su manifiesta ternura hacia los demás, suscitó gran estima hacia su persona.
En 1869 fue destinado a la diócesis de Málaga como vicario general, canónigo de la catedral y visitador de religiosas. La Providencia guió sus pasos y le puso al frente de la casa de la misericordia de Santa María Magdalena y San Carlos. Para un espíritu tan sensible como el suyo, consternado por las necesidades y el sufrimiento ajeno, la oportunidad de hallarse inmerso en ese colectivo de desfavorecidos no hizo más que acrecentar la aspiración de servirles, que formaba parte de su manera de ser. Contemplaba afligido y lleno de piedad a las jóvenes descarriadas que anhelaban modificar el rumbo de su desdichada existencia. En 1872 murió su padre. Y en 1878 impulsó la fundación de las Hermanas Mercedarias de la Caridad asociada a la Orden mercedaria. Esta obra sería su cruz y su gloria.
Las primeras religiosas tomaron el hábito en Granada en la primavera de ese año, trasladándose a continuación a Málaga. En medio de tenebrosos y espurios intereses, esos que impulsa el maligno, cinco de las nueve primeras integrantes de este movimiento eclesial quedaron seducidas por la oferta de un sacerdote, Diego Aparicio, que había estado al lado de Juan al inicio de la fundación, y le abandonaron. Optaron por regresar a Granada junto al presbítero para volver a poner en marcha allí la Orden. Con el corazón afligido e incontenible emoción, el beato manifestó: «Con dos que haya, la obra sigue; no se desanimen, Dios proveerá… ». Fijada la sede de Granada como origen de la casa general y noviciado en 1880, a todas quedó claro, porque así lo dijo su fundador, que sus objetivos habrían de ser: «ejercer todas las obras de misericordia espiritual y corporal en la persona de los pobres… ».
Después de un primer periodo de fecunda andadura se desencadenaron graves acontecimientos. En 1888 Juan fue ignominiosamente acusado por una de sus hijas. La creyeron y él fue destituido de su misión al frente de la congregación. Los arzobispos de Granada y de Sevilla, provincia de la que procedía la hostigadora, emprendieron una labor de esclarecimiento de los hechos que discurrió de forma confusa, con el desacuerdo de las religiosas de ambas ciudades. Además, se mezclaron otras ambiciones respecto a la Orden instigadas por varios eclesiásticos, con lo cual el padre Zegrí se entrevistó en Roma con León XIII. Se rehabilitó su imagen y se le permitió retomar sus funciones. Pero no fue bien recibido por el arzobispo de Granada ni por las religiosas. En julio de 1896 les dirigió una carta haciendo notar su inocencia. No logró llegar a sus entrañas. En 1901 conoció la aprobación de la obra que tantos sufrimientos le había causado. Pero murió a causa de una pertinaz diabetes, y lo hizo solo, completamente abandonado, el 17 de marzo de 1905. Dos décadas más tarde sus hijas repararon su error. Él contempló desde el cielo ese gesto. Juan Pablo II lo beatificó el 9 de noviembre de 2003.





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San Juan de Brébeuf – 16 de marzo
Isabel Orellana Vilches | 15/03/16

«No moriré sino por ti Jesús, que te dignaste morir por mí […]. Prometo ante ti eterno Padre y el Espíritu Santo, ante tu santísima Madre y su castísimo esposo, ante los ángeles, los apóstoles y los mártires y mi bienaventurado padre Ignacio y el bienaventurado Francisco Javier, y te prometo a ti, mi Salvador Jesús, que nunca me sustraeré, en lo que de mi dependa, a la gracia del martirio, si alguna vez, por tu misericordia infinita me la ofreces a mí, indignísimo siervo tuyo…». Ardientemente suplicó y recibió Juan esta gracia del martirio a la que fue fidelísimo, sufriendo uno de los más espantosos que se conocen.
Pertenecía a una acomodada familia de terratenientes. Nacio en Condé-sur-Vire, Normandía oriental, el 25 de marzo de 1593. Allí imperaba el calvinismo, pero los suyos profesaban la fe católica. Cursó estudios de filosofía y teología en la universidad de Caen. A los 21 años entró en una vía de discernimiento vocacional. Se dispuso a ingresar en la Compañía de Jesús, pero asuntos familiares le obligaron a posponer su incorporación hasta 1617. Tenía 24 años. Realizó el noviciado en Rouen donde se le consideró como una vocación tardía. Su dificultad para asimilar las materias se contrarrestó con una formación personalizada.
Profesó en 1619 y fue destinado a la docencia. Contrajo la tuberculosis y tuvo que abandonar las aulas. Su estado era tan grave que, ante el riesgo de muerte, el provincial propició su ordenación en 1622. La mejoría fue tal que ese mismo año reanudó con brío las misiones que le encomendaron: ayudante de ecónomo del colegio y después ecónomo titular. Bajo su responsabilidad tenía 600 alumnos. Más tarde, por indicación del provincial de Francia, asumió las misiones de la Nueva Francia. La noticia, tan querida como inesperada, le llenó de alegría. Sabiendo que los franciscanos requerían la presencia de jesuitas para atender las fundaciones de Canadá, aún pensando que su ofrecimiento no sería acogido, se prestó para viajar a ese país.
En 1625 partió a la misión de Quebec acompañado de dos religiosos. Unos meses más tarde, después de haberse familiarizado con la lengua de los algonquines, se apresuró a evangelizar a los hurones. Informado de la alta peligrosidad de la zona, no temió por su vida y se estableció en el lugar. Desde allí extendió su radio de acción a otros lugares habitados también por los hurones. Fue una etapa de profunda actividad y esfuerzo que le permitió asimilar sus condiciones de vida y costumbres, acogidas por él como si fuera uno de ellos. Realizó viajes extenuantes por bosques y lagos, soportó inclemencias, plagas, falta de higiene de los indios, y muchos problemas de distinta índole. Otros religiosos no fueron capaces de integrarse y regresaron. Al final se encontró solo, pero se mantuvo firme en su misión. Sus ansias martiriales, vinculadas a su celo apostólico, seguían intactas: «Dios mío, ¡cuánto me duele el que no seas conocido, el que esta región extranjera no se haya aún convertido enteramente a ti, el hecho de que el pecado no haya sido aún exterminado de ella! Sí, Dios mío, si han de caer sobre mí todos los tormentos que han de sufrir, con toda su ferocidad y crueldad, los cautivos en esta región, de buena gana me ofrezco a soportarlos yo solo».
En 1629 tuvo que retornar a Francia, momento en el que emitió sus votos perpetuos. Develan irrevocable fidelidad: «Sea yo destrozado antes de violar voluntariamente una disposición de las Constituciones. Nunca descansaré, jamás he de decir: basta». En 1633 regresó junto a los hurones de Ihonatiria. Fundó la Misión de San José y emprendió otra intensa labor apostólica. Tres años más tarde, los frutos eran visibles. Pudo enviar a 12 jóvenes hurones a Quebec para ser educados en la Misión de Nuestra Señora de los Ángeles. Pero se desencadenaron varias epidemias, que una parte de los hurones achacaron a la presencia de los misioneros, por lo que fueron amenazados y Juan pensó que podría morir. Cuando se desató una de ellas en San José, el único que se mantuvo indemne fue él, que había desafiado a los hechiceros. En 1637 fundó en Ossosané, la capital hurona. Nueva plaga, en este caso de viruela, contribuyó a incrementar la hostilidad. El convencimiento de la gente era que los «sotanas negros» ocasionaban tales desgracias. Juan escribió su voto de martirio que recitaba todos los días en la misa. Parte de la población le quería. Por eso, en febrero de 1638 fue nombrado jefe hurón. Siguió un periodo de altibajos en lo que concierne a las bendiciones apostólicas hasta que en una de sus misiones sufrió una caída y regresó a Quebec.
En 1641 fue nombrado superior de Sillery. Hasta allí llegaron evidencias de los atroces martirios contra los hermanos que había enviado a evangelizar. Las huellas de las torturas de los que regresaban con vida eran estremecedoras. Juan, vertiendo sus lágrimas por ellos, siguió incansable, impulsando las misiones. Diez intensos años de entrega entre los indígenas en los que había administrado el bautismo a 50 personas le permitían trasladar con propiedad a sus superiores esta impresión: «Este campo de misión tendrá su fruto más tarde, pero solo mediante una paciencia casi sobrehumana». Volvió con los hurones en 1644. Y cuando llevaba veinte años en la región, encontró la palma del martirio. Sucedió en 1649. Después de fundar en el territorio de los iroqueses, muchos de los cuales le perseguían a él y a la comunidad, un grupo de ellos le apresó en la Misión de San Luís.
Los suplicios fueron terribles. Él oraba: «Jesús, ten misericordia»; mientras, los hurones respondían: «Echon (era el nombre que le daban), ruega por nosotros». Su valentía ante tanta crueldad hizo creer a los feroces verdugos que estaban frente a alguien que excediendo con creces lo humano se hallaba cerca de lo sobrenatural. La tarde del 16 de marzo de 1649 expiró. Pío XI lo canonizó el 29 de junio de 1930 junto a varios misioneros jesuitas. Fueron declarados patronos de la evangelización de América del Norte.





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Monseñor Vallejo: ‘Entregar estos documentos era un modo de pagar mi libertad’
Rocío Lancho García | 15/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Prosiguen los interrogatorios en los tribunales del Vaticano por el caso conocido como Vatileaks 2, el juicio por el robo y filtración a la prensa de documentos reservados sobre la reforma económica de la Santa Sede, que tiene cinco imputados. El primero en ser interrogado ha sido el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, que inició este lunes y ha concluido este martes por la mañana. Por la tarde ha sido el turno del periodista italiano Emiliano Fittipaldi, autor del libro Avaricia. Los otros imputados son Nicola Maio, secretario de monseñor Vallejo; la relaciones públicas Francesca Immacolata Chaouqui y el periodista Gianluigi Nuzzi.
Monseñor Vallejo ha respondido hoy a las preguntas de los abogados de otros imputados. En el interrogatorio del lunes, respondiendo al fiscal, reconoció haber pasado documentos a los periodistas y haberlo hecho porque se sentía bajo mucha presión.
Por su parte, hoy la abogada de Francesca Chaouqui ha querido profundizar algunas de las cosas que monseñor Vallejo explicó ayer. Así, el sacerdote español ha precisado que él se hubiera sentido más tranquilo si supiera que Chaouqui formaba parte de los servicios secretos, tal y como ella le había contado. Las conversaciones entre ambos las ha definido como normales de trabajo y que eran más frecuentes con ella porque era el miembro de la Comisión COSEA que se encontraba en Roma. Con el tiempo, cuenta monseñor Vallejo, las llamadas de Francesca comenzaron a transformarse en lamentos. Y según ha indicado el sacerdote, cuando a ella le quitaron la tarjeta de acceso al Vaticano se enfadó mucho. Finalmente, en el verano de 2014 trató de distanciarse de ella.
En tema central de la mañana de interrogatorio de monseñor Lucio han sido las amenazas, que según él le movían a actuar. Así, él ha explicado que amigos y conocidos de España le advirtieron que le estaban investigando y hacían preguntas sobre él.
A propósito de las amenazas, ha citado un mensaje de whatsapp, que está a disposición del tribunal, enviado por Francesca en el que le dijo “te destruiré delante de todos los periódicos y sabes que puedo hacerlo”. “Si esto no es una amenaza concreta…”, ha añadido el sacerdote.
Por otro lado, ha señalado que cuando vio lo que él define como “el mundo” o “entorno” de Chaouqui, quiso entender si estas personas–los periodistas– estaban vinculados. Porque “podían hacer mucho mal”. Asimismo ha asegurado que nunca vio a Francesca Chaouquo entregar documentos a los periodistas y que él no informó a nadie sobre su intención de hacerlo. “Entregar estos documentos era un modo de pagar mi libertad”, ha declarado.
Monseñor Vallejo ha aclarado que no hubo “amenazas directas o concretas” por parte de los periodistas, pero sí se “sentía amenazado”.
A propósito de su relación con los periodistas, ha explicado que los conoció por separado y que con Fittipaldi llegó a reunirse unas cuatro o cinco veces. Además ha aclarado que consideraba a Nuzzi más cercano a “ese entorno peligroso” de Chaouqui.
Por la tarde le ha tocado declarar a Fittipaldi. El periodista se ha acogido al secreto profesional en dos ocasiones concretas durante el interrogatorio. Por este motivo no ha explicado nada sobre el contenido de los encuentro con monseñor Vallejo y ni sobre el contenido de los documentos. Sí ha explicado que fue Chaouqui quien le presentó a monseñor Vallejo.
Según lo contado hoy por el periodista, monseñor Vallejo le entregó 20 folios, sin que él le pidiera nada, y los dio espontáneamente. A propósito de esta documentación ha señalado su escaso valor periodístico y ha admitido que utilizó solo dos documentos para su libro, que en realidad estaba ya prácticamente terminado en ese momento. Esto sucedió en mayo de 2015.
También ha confirmado que ha conocido a Nuzzi y a Maio con el inicio del juicio. Del mismo modo ha asegurado que nunca ha amenazado a monseñor Vallejo.
La sesión de la tarde ha concluido con la señora Chaouquí saliendo del aula porque se encontraba mal. Ya el lunes su abogada explicó que existe un riesgo de parto prematuro. A continuación llegaron los médicos y la ambulancia para atenderla. La abogada ha pedido al tribunal el historial clínico de su defendida que entregaron ayer, porque los médicos querían llevarla al hospital. Finalmente, Chaouquí ha entrado de nuevo en el aula asegurando que aunque querían ingresarla ella quería seguir con la sala.