Servicio diario - 23 de marzo de 2016


 

Francisco en la audiencia: La Semana Santa muestra que el amor de Dios no tiene límites
Sergio Mora | 23/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco inició hoy el habitual encuentro semanal de los miércoles con los fieles, entrando en la Plaza de San Pedro en el papamóvil, saludando a las miles de personas allí reunidas. El vehículo que lo llevaba se detuvo diversas veces y el Santo Padre bendijo a los niños y bebes que le acercaron.
Las medidas de seguridad para ingresar en la plaza eran altas como es habitual, aparentemente no mayores de las rutinarias, a pesar de los atentados en Bruselas que golpearon este martes el corazón de Europa. Por lo que se refiere al programa de Semana Santa, no habrá ningún cambio, de acuerdo a lo indicado ayer por la Oficina de Prensa del Vaticano.
La catequesis de este miércoles frío y ventoso, a pesar de ser el inicio de la primavera en Europa, comenzó con la lectura en varios idiomas del evangelio de Lucas. A continuación el Pontífice explicó que en los tres días de Semana Santa, hay que vivir el Triduo Pascual sintiendo la misericordia de Dios.
“Parece que el idioma español es muy bullicioso”, dijo el Papa al escuchar los fuertes aplausos de la plaza cuando inició a hablar en dicho idioma. Y al resumir la catequesis dijo: “Nuestra reflexión de hoy nos introduce en el Triduo Pascual. Tres días intensos que nos hablan de la misericordia de Dios, pues hacen visible hasta dónde puede llegar su amor por nosotros”. Y recordó que en el evangelio san Juan dice: «Jesús, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo».
Así el Santo padre quiso precisar que Jesús “¡Los amó hasta el fin! El Triduo Pascual es el memorial de un drama de amor que nos da la certeza de que nunca seremos abandonados en las pruebas de la vida”.
“El Jueves Santo, con la institución de la Eucaristía y el lavatorio de los pies, Jesús nos enseña que la Eucaristía es el amor que se hace servicio. El Viernes Santo, llegamos al momento culminante del amor, un amor que quiere abrazar a todos sin excluir a nadie con una entrega absoluta. El Sábado Santo, es el día del silencio de Dios, Jesús comparte con toda la humanidad el drama de la muerte, no dejando ningún espacio donde no llegue la misericordia infinita de Dios” explicó el Papa.
“En este día –añadió Francisco– el amor no duda, como María, la primera creyente. Ella no dudó. sino que espera con confianza en la palabra del Señor hasta que Cristo resucite esplendente el día de pascua”.
Y concluyó: “Saludo cordialmente a los bulliciosos peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Que en estos días santos, acojamos en nuestro corazón la grandeza del amor divino en el misterio de la Muerte y Resurrección del Señor”.
Al dirigirse a los fieles de lengua italiana, el Santo Padre saludó a los participantes del Congreso UNIV para estudiantes universitarios, promovido por la prelatura del Opus Dei. Y dirigiéndose a los peregrinos de idioma alemán saludó al grupo de jóvenes que participan a la peregrinación del Regnum Christi. El Papa envió también sus saludos a los peregrinos de idioma árabe, especialmente a los que venían de Egipto, Irak y de Oriente Medio.
Hacia el final de la audiencia, el Papa indicó que “con corazón dolorido”, asegura su oración y cercanía “a la querida población belga”. En particular dirigió su pensamiento a los familiares de las víctimas y a todos los heridos, así como a todas las personas de buena voluntad a quienes pide “perseverar en la oración” y pedirle al Señor en esta Semana Santa, que “conforte todos los corazones afligidos y convertir los corazones de estas personas enceguecidas por el fundamentalismo cruel”.
E invitó a rezar en silencio por intercesión de la Virgen: “Ahora en silencio recemos por los muertos, los heridos y por todos los familiares, así como por todo el pueblo belga”, golpeado por este drama.
La audiencia terminó con la bendición de los objetos religiosos que los fieles han llevado y con el canto del ‘Pater Noster’.
Leer el texto completo de la audiencia





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Atentado en Bélgica: el Papa pide una condena unánime del terrorismo
Sergio Mora | 23/03/16

Al concluir la audiencia de este miércoles en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco calificó los atentados en la capital de Bélgica como una “cruel abominación que está causando solamente muerte, terror y horror”.
Un doble ataque terrorista sacudió ayer la ciudad de Bruselas, sede del gobierno belga y del Parlamento de la Unión Europea, con dos explosiones en el aeropuerto de Zaventem y una tercera en la estación de metro de Maelbeek, en el centro de la capital, causando al menos 34 muertos y unos 300 heridos.
“Con el corazón dolorido –dijo el papa Francisco– he seguido las tristes noticias de los atentados terroristas de ayer en Bélgica, que han causado numerosas víctimas y heridos”. Y añadió: “Les aseguro mis oraciones y mi cercanía a la querida población belga, a todos los familiares de las víctimas y a todos los heridos”.
El Santo Padre hizo “un nuevo llamado a todas las personas de buena voluntad” pidiendo que “se unan y al unísono condenen esta cruel abominación que está causando solamente muerte, terror y horror”.
“A todos pido perseverar en la oración” solicitó el Pontífice para pedirle al Señor, en esta Semana Santa, “que conforte los corazones afligidos” y también para que “convierta los corazones de estas personas enceguecidas por el fundamentalismo cruel”.
Al concluir este llamado Francisco hizo un pedido ante los miles de fieles presentes en la Plaza de San Pedro y a los que seguían la audiencia a través de los medios de comunicación: “Por intercesión de la Virgen María, hagamos una oración: Ave María…”
Y concluyó: “Ahora en silencio recemos por los muertos y por los heridos, y por los familiares así como por todo el pueblo belga”.





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El arzobispo de Bruselas agradece las oraciones de la Iglesia española
Redaccion | 23/03/16

(ZENIT – Madrid).- El arzobispo de Malinas-Bruselas, monseñor Jozef De Kesel, ha remitido una carta a la Conferencia Episcopal Española (CEE) en respuesta al “mensaje fraterno” que, en nombre de los obispos españoles, ha enviado el cardenal Ricardo Blázquez Pérez tras los ataques terroristas de ayer en Bruselas.
En su escrito, el prelado belga señala que mantienen “la esperanza en un mundo mejor donde todos aquellos que, de una forma u otra buscan a Dios, puedan vivir en paz y respeto mutuo”. “Con el corazón lleno de la fe pascual, compartida por muchos cristianos en el mundo, expresamos nuestro agradecimiento” por “el mensaje fraterno que nos ha enviado con motivo de los atentados perpetrados en Bruselas”, asegura.
“Sinceramente, le damos las gracias por sus oraciones, tan valiosas en estos días de duelo para todo nuestro país”, destaca monseñor De Kesel, al tiempo que recuerda que los hechos han ocurrido “en el umbral de los días del año que son más sagrados para los cristianos y que nos hacen revivir el mal absoluto vencido por el amor de nuestro Señor”.





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STOPLGBTFOBIA arremete contra los obispos de Alcalá y Getafe por una carta pastoral
Iván de Vargas | 23/03/16

(ZENIT – Madrid).- El Observatorio Español contra la LGBTfobia (STOPLGBTFOBIA) ha puesto en conocimiento de la Fiscalía de Delitos de Odio la carta de los obispos de Getafe y de Alcalá de Henares –monseñor Joaquín Mª López de Andújar, monseñor José Rico y monseñor Juan Antonio Reig– en la que consideran “injusta” la denominada ley de transexualidad de la Comunidad Autónoma de Madrid.
En un comunicado difundido este martes, la organización LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) estudia querellarse contra los obispos de Alcalá y Getafe y condena la “infame” pastoral de los prelados madrileños, en la que arremeten contra la “Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación”, que se aprobó en la Asamblea de Madrid el pasado 17 de marzo.
“Desde el Observatorio Español contra la LGBTFOBIA, estamos consternados, insultados y humillados con esta grave injerencia y acusación por parte de la jerarquía católica en la Comunidad de Madrid”, asegura el presidente de esta organización, Francisco Ramírez, porque “fomenta la exclusión, la discriminación y la injusticia contra las personas LGBT”.
Por otra parte, los obispos madrileños estarían fomentando la insumisión ante la ley, según el máximo responsable de STOPLGBTFOBIA, que considera una “barbaridad” que los prelados argumenten que la ley de transexualidad de la Comunidad de Madrid sea “antinatural” y atente “contra el orden el orden natural de Dios y la naturaleza”.
Finalmente, Ramírez insta a la sociedad civil y a los partidos políticos a condenar y denunciar “este discurso del odio, que tanto daño sigue haciendo a nuestra sociedad”, y solicita a los Plenos de los Ayuntamientos de Getafe y de Alcalá de Henares que reprueben este escrito.
También puede leer: Los obispos de Alcalá y Getafe condenan la ley de identidad de género





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La Santa Sede abrirá los archivos sobre la dictadura militar argentina

Redaccion | 23/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El Vaticano ha confirmado este miércoles la apertura “en pocos meses” de los archivos relativos a la dictadura militar en Argentina por voluntad del papa Francisco, según ha manifestado el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, en una rueda de prensa informal con periodistas.
“Como anunciado ya en el pasado, el papa Francisco manifestó su deseo de abrir para su consulta los archivos del Vaticano relativos a la dictadura en Argentina (1976-1983). Para ello es necesario catalogar el material. El trabajo se está realizando y estimamos que se terminará en los próximos meses”, ha señalado el sacerdote jesuita.
Una vez concluidas las tareas pendientes, “se podrán estudiar los tiempos y las condiciones para su consulta, de acuerdo con la Conferencia Episcopal Argentina”, ha destacado el padre Lombardi. Aun así, “tratamos de responder a preguntas específicas sobre cuestiones particulares de carácter jurídico (exhortos) o humanitario”, concluyó.





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España: Centro islámico condena los atentados en Bélgica, pero sufre un ataque
Redaccion | 23/03/16

(ZENIT – Madrid).- Un grupo de ultraderecha ha lanzado este martes bengalas junto a la Mezquita de la M-30 y ha colgado un cartel de un pasaje elevado en el que se puede leer “Hoy Bruselas, ¿mañana Madrid?”.
El hecho ha sido reivindicado por el Hogar Social Madrid ‘Ramiro Ledesma’, que en su cuenta oficial de Twitter ha explicado que se trata de una acción “contra el islamismo radical”, tras los atentados registrados ayer en el aeropuerto Zaventem y en la estación de metro de Maelbeek de la capital belga que han dejado un saldo de 31 muertos y decenas de heridos.
Por su parte, el Centro Cultural Islámico de España ha condenado este miércoles “las reacciones extremistas” tras el ataque a la Mezquita de la M-30.
En un comunicado oficial difundido por el Dr. Sami El Mushtawi, ha querido destacar que los ataques de ayer son “inaceptables”, ya que “ni la lógica ni la religión admiten este nefasto atentado” en Bruselas. “Los musulmanes en todas parte del mundo hemos condenado este terrible hecho que dejó víctimas inocentes, incluso musulmanes también”, ha señalado.
Así, el Centro Cultural Islámico ha insistido que condena “una vez más enérgicamente este acto”, al igual que “cualquier acción que causa daño a inocentes, en todas partes del mundo”. El Centro Islámico condena “las reacciones extremistas” tras el ataque a la Mezquita. Por último, los responsables de la Mezquita de la M-30 han reiterado que la religión musulmana “no tiene relación alguna con este tipo de actos y acciones”.





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Texto completo de la catequesis del papa Francisco en la audiencia del 3 de marzo de 2016
Redaccion | 23/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Publicamos a continuación el texto completo de la catequesis del papa Francisco en la audiencia del 3 de marzo de 2016:
«¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!
Nuestra reflexión sobre la misericordia de Dios nos introduce hoy al Triduo Pascual. Viviremos el jueves, viernes y sábado santo como momentos fuertes que nos permiten de entrar cada vez más en los grandes misterios de nuestra fe: la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Todo nos habla en estos tres días de misericordia, porque nos vuelve visible hasta donde llega de lejos el amor de Dios. Escucharemos la narración sobre los últimos días de vida de Jesús.
El evangelista Juan nos ofrece la llave para entender el sentido profundo: “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo los amo hasta el final”. El amor de Dios no tiene límites. Como repetía con frecuencia veces san Agustín, es una mor que va hasta el final y sin fin.
Dios se ofrece realmente todo por cada uno de nosotros. Sin poner ningún límite. El misterio que vivimos en esta Semana Santa es una gran historia de amor que no conoce obstáculos. La pasión de Jesús dura hasta el final del mundo, porque es una historia que comparte los sufrimientos de toda la humanidad. Y una permanente presencia en las situaciones de la vida personal de cada uno de nosotros. En resumen, el Triduo Pascual es el memorial de un drama de amor que nos da la certeza que no seremos nunca abandonados en las pruebas de la vida.
El Jueves Santo, Jesús instituye la eucaristía, anticipando en el banquete pascual su sacrificio en el Gólgota, y para hacer entender a los discípulos el amor que le anima, le lava los pies a ellos, ofreciendo a ellos el ejemplo en primera persona de como ellos mismos deberán actuar.
La eucaristía es el amor que se vuelve servicio, es la presencia sublime de Cristo que desea saciar el hambre de cada hombre, especialmente de los más débiles, para volverlos capaces de un camino como testimonios ante las dificultades del mundo. Y no solamente, al darse a nosotros como alimento, Jesús certifica que tenemos que aprender a partir con los otros el pan, este alimento, para que se vuelva una verdadera comunión de vida con quienes se encuentran en necesidad. Él se dona a nosotros y nos pide permanecer en él para hacer lo mismo.
El Viernes Santo es el momento culminante del amor. La muerte de Jesús que en la cruz se abandona al Padre para ofrecer su salvación al mundo entero expresa el amor donado hasta el final, hasta el final, sin fin. Un amor que quiere abrazar a todos, ninguno excluido, un amor que se extiende a todas las épocas y lugares, un manantial inagotable de salvación al cual cada uno de nosotros pecadores puede ir.
Dios nos ha demostrado su amor supremo con la muerte de Jesús, y entonces también nosotros regenerados por el Espíritu Santo podemos y tenemos que amarnos los unos a los otros.
Y por último el Sábado Santo es el día del silencio de Dios. Tiene que ser un día de silencio y nosotros tenemos que hacer de todo para que sea para nosotros, justamente, una jornada de silencio, como fue en aquel tiempo: el día del silencio de Dios. Jesús depuesto en el sepulcro comparte con toda la humanidad el drama de la muerte. Es un silencio que habla y expresa el amor como solidaridad hacia los abandonados desde siempre, que el Hijo de Dios alcanza colmando el vacío que solo la misericordia infinita del Padre Dios puede llenar.
Dios calla pero por amor. En este día el amor -aquel amor silencioso- se transforma en espera de la vida, en la Resurrección. Pensemos en el Sábado Santo: nos hará bien pensar en el silencio de la Virgen, ‘la Creyente’, que en silencio estaba esperando la Resurrección. La Virgen debería ser el símbolo para nosotros, de aquel Sábado Santo. Pensar así, como la Virgen ha vivido aquel Sábado Santo, en la espera. Es el amor que no duda, pero que espera en la palabra del Señor, para que el día de Pascua se vuelva manifiesto y resplandeciente.
Es todo un gran misterio de amor y de misericordia. Nuestras palabras son pobres e insuficientes para expresarlo en plenitud. Nos puede servir como ayuda la experiencia de una muchacha, no muy conocida, que ha escrito páginas sublimes sobre el amor de Cristo. Se llamaba Juliana de Norwich; era analfabeta; esta joven tuvo visiones de la pasión de Jesús, y después cuando entro en la clausura describió, con lenguaje simple, pero profundo e intenso, el sentido del amor misericordioso.
Decía así: “Entonces nuestro buen Señor me preguntó: ‘¿Estás contenta que yo haya sufrido por ti?’
Yo le dije: “Sí, buen Señor, y te agradezco mucho; sí buen Señor, que tú seas bendecido”. Entonces Jesús, nuestro buen Señor, dijo: “Si tu estás contenta también yo lo estoy. El haber sufrido la pasión por ti es una alegría, una felicidad, un gozo eterno; y si pudiera sufrir aún más lo haría”.
Este es nuestro Jesus, que a cada uno de nosotros dice: “Si pudiera sufrir más por ti, lo haría”.
¡Como son hermosas estas palabras! Nos permiten entender realmente el amor inmenso y sin límites que el Señor tiene hacia cada uno de nosotros. Dejémonos envolver por esta misericordia que viene hacia nosotros; y en estos días, mientras tenemos fija la mirada sobre la pasión y muerte del Señor, acojamos en nuestro corazón la grandeza de su amor y como la Virgen el Sábado, en silencio, a la espera de la Resurrección».

Palabras al final de la audiencia
«Con el corazón dolorido he seguido las tristes noticias de los atentados terroristas de ayer en Bélgica, que han causado numerosas víctimas y heridos. Les aseguro mis oraciones y mi cercanía a la querida población belga, a todos los familiares de las víctimas y a todos los heridos.
Hago un nuevo llamado a todas las personas de buena voluntad para que se unan y al unísono condenen esto cruel abominación que está causando solamente muerte, terror y horror. A todos pido perseverar en la oración y pedirle a Señor, en esta Semana Santa, que conforte los corazones afligidos y convierta los corazones de estas personas enceguecidas por el fundamentalismo cruel. Por intercesión de la Virgen María, hagamos una oración: “Ave María…” Ahora en silencio recemos por los muertos y por los heridos, y por los familiares así como por todo el pueblo belga».
(Texto traducido desde el audio por ZENIT)





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El rector mayor de los salesianos pide rezar por la libración del padre Tom
Redaccion | 23/03/16

(ZENIT – Madrid).- Con motivo de la celebración del Jueves Santo, el rector mayor de los salesianos, Ángel Fernández Artime ha pedido oraciones por la paz y la liberación del padre Tom Uzhunnalil, misionero secuestrado recientemente en Yemen por un comando islamista.
“El Jueves Santo es un momento fundamental del año litúrgico. El Jueves Santo, Jesús instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio, comenzó su pasión y finalmente fue abandonado a la voluntad del Padre. Es por esto que la Iglesia desde siempre, celebró en la vigilia momentos intensos de oración”, ha explicado la congregación religiosa en un comunicado.
Por esta misma razón, mirando el dolor que existe en muchas partes del mundo “con tantas personas de diferentes religiones y confesiones, que sufren un verdadero martirio”, el rector mayor ha invitado a los salesianos “a vivir un momento muy intenso y de fe, de oración en la noche del Jueves Santo, cuando acompañemos a Jesús en el dolor y en la soledad de Getsemaní”.
“Espero sinceramente que toda nuestra Familia Salesiana en el mundo y nuestros jóvenes se unan, en diferentes lugares y en diferentes momentos, a ésta oración por la paz”, ha dicho el sacerdote español en un mensaje de vídeo.
El rector mayor también ha expresado en nombre de toda la congregación “nuestra cercanía y nuestra solidaridad” a la familia del padre Uzhunnalil. Así, el décimo sucesor de san Juan Bosco ha asegurado que sigue de cerca y con atención la situación e implora al Señor “una profunda paz para que pueda vivir en este momento confiando en el Señor Jesús”.
Desde el pasado 4 de marzo, este misionero salesiano de origen indio está en manos de un grupo yihadista que masacró a cuatro monjas de la Madre Teresa de Calcuta y a otras 12 personas en Adén, en el sur de Yemen.





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La estela de san Pedro Poveda, de norte a sur
Nieves San Martín | 23/03/16

(ZENIT – Roma).- Ni siquiera los creadores, la troupe que ha rodado el filme biográfico sobre un santo del siglo XX, san Pedro Poveda, hubiera soñado con este éxito de público y mucho menos que, al final de la película, el público aplauda. Algo insólito en Madrid. La propia Institución Teresiana, asociación fundada por el canónigo linarense, no se hubiera atrevido a soñar con este inesperado éxito. De norte a sur, de este a oeste, la estela benéfica de Poveda deja a los espectadores pensativos. Una vida tan nítida, luminosa, simpática, entregada hasta dar la vida, es como la perla preciosa del evangelio. Y junto a él, esa mujer extraordinaria que fue María Josefa Segovia. Juntos lucharon por una España mejor, que empezaba por una educación de calidad para el pueblo; juntos sufrieron la incomprensión de los buenos y la persecución de políticos, y educadores exquisitos, que pensaban en España como su finca particular, y que sólo ellos sabían cómo educar al pueblo…
Prórrogas y colas
La Institución Teresiana, con muy buen criterio y una cuidada política de medios, preparó con tiempo el terreno, sabiendo que la película es modesta, no sólo por presupuesto, sino porque está dirigida a un público lamentablemente hoy minoritario, y en especial porque durante tanto tiempo se ha ignorado adrede el fin de tantos héroes anónimos, inocentes que dieron con alegría la vida por su fe y sus ideales, en los años revueltos de la II República y la guerra civil.
Los centros, proyectos, colegios, residencias, asociados y amigos de la Institución Teresiana gestionaron la proyección de la película, en sus ciudades; hubo autobuses enteros de chavales y chavalas que hicieron de ese día una fiesta. Y aseguraron un público. Pero hete aquí que los empresarios de algunas salas decidieron prorrogar la permanencia en cartel de Poveda, por un suceso sorprendente. Una de las más espaciosas salas del centro de Madrid, ha prorrogado ya dos semanas la proyección de Poveda. A las 3,45 de la tarde, quince minutos antes, hay ya una larga cola, en días de diario. Otro cine cotizado, en el centro de la ciudad, y dos de la periferia, la proyectan, al ver que es la segunda película más vista de Madrid en la semana del estreno.
Más de 50 ciudades, de norte a sur
Ciudades en las que en principio no se preveía la proyección del filme han decidido llevar Poveda a sus salas (http://www.povedalapelicula.com/cines/). El Ministerio de Educación la ha recomendado, como ejemplo de educación en la igualdad de oportunidades. Las críticas, aún sabiendo que es un producto de poco coste y medios modestos, señalan la estupenda banda sonora, el buen trabajo de los actores que encarnan a Poveda –Raúl Escudero–, a María Josefa Segovia –Elena Furiase, nieta de la conocida Lola Flores–, al miliciano Felipe –Miguel Berlanga– y al escopetero Manolo –Fran Calvo–; sólo hubo una crítica leve pero torticera –no a la película, sino a las teresianas de Poveda–, por parte de un bloguero que no deja a obispo con cabeza.
Pero, ¿por qué este inusitado éxito? Porque por muchos años en España se predicó la reconciliación entre “las dos españas”, tanto por la Iglesia católica, como por los vencidos que sufrieron la represión franquista. En la Transición, lo que parecía amnesia era en realidad deseo de los protagonistas de aquellos desgraciados hechos. También Pasionaria y Carrillo hablaban de reconciliación. Pasionaria murió asistida por el cura comunista padre Llanos, pero la memoria todavía sangraba.
Hoy, que han muerto muchos de ellos, sus nietos quieren saber. Y se enteran de cosas inauditas: en España, en los años 36-39, en zona “roja”, no se podía llevar un crucifijo al cuello, los curas debían ir sin sotana pues de lo contrario arriesgaban la vida, los católicos practicaban su fe y comulgaban en clima de catacumbas. Hubo seis mil sacerdotes y religiosas masacrados sólo por serlo, y varios miles más, hasta llegar a diez mil, laicas y laicos asesinados por ser de Accion Católica, rezar el rosario, dar catequesis, no ocultar su cristianismo, o simplemente ser buenos ciudadanos y testigos ante el juez de crímenes o asesinatos de inocentes. Tiempos muy revueltos. Y en aquella vorágine de odio y sangre, destaca nítida la figura de un hombre de paz, manso, que aconseja a sus seguidores no dejarse impresionar por las terribles noticias –a los diez días del golpe de estado–, pero sí leer todos los días la vida de los mártires de la Iglesia primitiva…
Una vida así, tronchada sólo por hacer el bien, y por tratar de influir cristianamente en la educación pública del país, no deja a nadie indiferente. Este éxito evidencia que en España ha llegado el momento de contar muchas historias, historias de valientes, que son tradición oral de las familias.
Es el tiempo propicio y por eso, en el sur, en una ciudad como Huelva se proyecta Poveda en los multicines La Dehesa Islantilla. Un periodista local no olvida que en los días de proyección se celebra el Día de la Mujer Trabajadora. Todos los años, se repite como un mantra que las mujeres siguen discriminadas y que la conciliación es un buen deseo y nada más, aunque se dieran pasos: “En estos últimos días en que se han acentuado los comentarios sobre los derechos de la mujer, con motivo del día a ella dedicado, esta película pone de relieve cómo su protagonista, el sacerdote Pedro Poveda, fue un eficaz y firme innovador en la búsqueda de nuevos cauces en el ámbito docente y formativo a favor de las españolas de los primeros años del siglo XX”.
“Ejerció su activa labor sacerdotal en las barriadas marginales y desarraigadas de las cuevas de Guadix en Granada, promoviendo iniciativas sociales y educativas que favorecieron la protección y formación de las mujeres. Posteriormente Poveda, trasladado a Covadonga, Asturias, inició una nueva experiencia con la colaboración de mujeres jóvenes fundando la Institución Teresiana que intensificó su ejemplar misión apostólica”.

“Poveda (…) nos permitirá seguir a través de las imágenes una vida dedicada por entero a mejorar la situación social y humana de las mujeres de su tiempo. Contados los hechos de manera que el relato de los acontecimientos de la vida del sacerdote vuelven muchas veces al pasado (…), vamos desde la época de su labor entre la sociedad marginada de las cuevas, donde, en principio se le acoge con desconfianza e incluso con hostilidad para después ser admirado y querido por todos, hasta la época más arriesgada de su vida en la violenta, complicada e intolerante España de los años treinta”.
“Pablo Moreno [el director] que ya inició este tipo de cine histórico y biográfico dirigiendo Un Dios prohibido (2013), sobre el asesinato de 51 miembros de la Comunidad Claretiana de Barbastro, ha realizado su película con pocos medios pero con muy buenas intenciones”. “Ha narrado los hechos de la manera más honesta, sin un atisbo de rencor y con un afán reconciliador, destacando como merece el valor testimonial del protagonista y su misión generosa y evangelizadora”.
Cangas de Onís se vuelca
Mientras en el sur se redescubre a este hijo de la tierra andaluza, en el norte, donde vivió y concibió su plan regenerador de la escuela, en Cangas de Onís, cerca del santuario de Covadonga, donde fue canónigo siete años, el cine Colón llena un aforo de más de 550 butacas. están el director, Pablo Moreno, el protagonista, y Juan José Tuñón Escalada, abad de Covadonga; y Juan Manuel González, alcalde; representantes de Goya Producciones, y de la Institución Teresiana (IT).
Apoyan el Ayuntamiento de Cangas de Onís, los ayuntamientos de la comarca, organizaciones como Asturias Actual, y profesionales de medios de comunicación. “Un Santu que se forjó en Covadonga”, “Cangas de Onís honra a Pedro Poveda”, son titulares, en una tierra que vio al joven sacerdote visitar librerías, hablar con intelectuales, recorrer aulas universitarias, congregar a maestros, y sembrar inquietud entre los miopes del mundo de la enseñanza.
Uno de los diarios más vendidos en Asturias, La Nueva España, decía el 13 de marzo: “Doce años después de que acogiese su última proyección cinematográfica, el teatro Colón de Cangas de Onís volvió a abrir sus puertas al séptimo arte para acoger la proyección del largometraje que relata la vida del sacerdote y fundador de la Institución Teresiana san Pedro Poveda. El teatro se quedó pequeño: minutos antes del comienzo de la película ya no quedaban butacas libres. Los presentes destacaron la altura histórica de un personaje adelantado a su tiempo y empeñado en llevar la educación a todos los rincones, así como en dar a las mujeres el protagonismo social que merecen”.
Película de conciliación
El director de la película mostró su satisfacción por la gran acogida que ha tenido: “Quisimos hacer una película que no fuese maniquea ni demagógica y que hiciese honor al espíritu de Poveda. Es una película de conciliación, en la que se cuenta una parte muy importante de nuestra historia”.
Moreno reivindicó la figura del canónigo de Covadonga: “La labor de Poveda en favor de las mujeres y desde una perspectiva cristiana de ponerla a la misma altura de los hombres por una cuestión de lógica interna, sigue estando presente pues sigue habiendo mujeres que cobran menos que un hombre o que tienen vetado el acceso a ciertos lugares”. “No estaría mal que hoy surgiese alguien que aglutinase todas esas sensibilidades como en su día hizo Poveda”, retó.
Laura Moreno, directora de comunicación de la IT expresó su satisfacción por “la buena calidad del producto”. Es “una gran oportunidad” para que el público “reconozca o conozca a esta persona, pionero en ver el valor de la educación y en la promoción de las mujeres, así como también en el diálogo entre la fe y la ciencia, entre la fe y la cultura y la fe y la política”, dijo.
El abad de Covadonga, Juan José Tuñón Escalada, subrayó el significado para el cabildo de Covadonga y la Iglesia asturiana de san Pedro Poveda: “Dejó huella durante los años que estuvo de canónigo en Covadonga. Junto a la Santina gestó un proyecto que luego se extendió por el mundo entero”. El alcalde felicitó al equipo de rodaje y mostró su satisfacción por la promoción que del concejo se hace en el filme.
Entre el público todo eran parabienes. Carmen del Cueto, de Onís, que fue extra: “Me hizo mucha ilusión. El padre Poveda fue un sacerdote de chapeau y un ejemplo a seguir”. Flora Martínez, de Avín, antes de entrar: “Seguro que me gusta la película. Todo el mundo habla maravillas de este hombre”. En la cola Rosita Morán, también de Onís concluye: “Mi padre conoció al padre Poveda y lo llevaba de un lado para otro en diligencia. Era un sacerdote ejemplar”.





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Beato Diego José de Cádiz – 24 de marzo
Isabel Orellana Vilches | 23/03/16

José Francisco López-Caamaño y García Pérez nació en Cádiz, España, el 30 de marzo de 1743. Pertenecía a una ilustre familia. Su madre murió cuando él tenía 9 años y se estableció con su padre en la localidad gaditana de Grazalema. Cursó estudios con los dominicos de Ronda, Málaga. Pero a los 15 años eligió a los capuchinos de Sevilla, venciendo su rechazo a la vida religiosa, y a esta Orden en particular, para tomar el hábito y nombre con el que iba a ser encumbrado a los altares. Dejando atrás la cierta aversión inicial al compromiso que estableció, años más tarde, al referirse retrospectivamente a su vocación se aprecia cuánto había cambiado. Puede que ni recordase el peso de sus emociones de adolescente cuando escribió: «Todo mi afán era ser capuchino, para ser misionero y santo».
En 1766 fue ordenado sacerdote. Le acompañaba único anhelo: alcanzar la santidad. Quería ser un gran apóstol sin excluir el martirio. Y dejó constancia de ello: «¡Qué ansias de ser santo, para con la oración aplacar a Dios y sostener a la Iglesia santa! ¡Qué deseo de salir al público, para, a cara descubierta, hacer frente a los libertinos!… ¡Qué ardor para derramar mi sangre en defensa de lo que hasta ahora hemos creído!». Pero el camino de la santidad generalmente Dios no se lo pone fácil a sus hijos. Durante unos años las oscilaciones en su vida espiritual fueron habituales, hasta que sufrió una radical transformación con la gracia de Cristo. Ello no le libró de experiencias que suelen presentarse en el itinerario que conduce a la unión con la Santísima Trinidad. Pasó por contradicciones y oscuridades. Fueron frecuentes sus luchas contra las tentaciones de la carne y tuvo que combatir brotes de apatía en el cumplimiento de su misión, entre otras muchas debilidades que afrontó y superó. Nadie, solo Dios, sabía de las pugnas interiores de este gran apóstol, cuya entrañabilidad y peculiar sentido del humor era especialmente apreciado en las distancias cortas.
Desde 1771 y durante treínta años su actividad en misiones populares se extendió por casi toda la geografía española. Sus grandes dotes de oratoria y elocuencia pasadas por la oración obraban prodigios en las gentes a través una predicación de la que se ha subrayado, además de su rigor, la sencillez y dignidad. Su contribución fue inestimable en un período marcado por el regalismo y el jansenismo que estaban en su apogeo. Como tantas veces sucede al juzgar a mentes preclaras, y más con la hondura de vida del beato, las valoraciones no son siempre benevolentes. Cuando únicamente se examinan sus pasos desde un punto de vista racional, apelando a un análisis histórico frecuentemente cargado de prejuicios, como algunos críticos han hecho, queda en la penumbra lo esencial: su grandeza espiritual y excepcionales cualidades puestas al servicio de la fe y de la Iglesia en momentos de indudable dificultad.
Tratando de la oratoria religiosa, el gran Menéndez y Pelayo lo situó detrás de san Vicente Ferrer y de san Juan de Ávila. Y es que Diego José promovía una profunda renovación espiritual en su auditorio. Llegó a predicar en la corte. Sus palabras tuvieron gran influjo no solo en el ámbito religioso sino también en el público. Junto con la instrucción doctrinal que proporcionaba, impartía conferencias a hombres, mujeres y niños de toda condición social. Les alentaba con la celebración de la penitencia y el rezo público del santo rosario. Suscitaba emociones por igual en clérigos, plebeyos e intelectuales. Su fama le precedía y la muchedumbre que se citaba para oírle no cabía en las grandes catedrales. A veces durante varias horas tenía que hablar al aire libre a un auditorio conformado por cuarenta mil y hasta sesenta mil personas, que le consideraban un «enviado de Dios».
Ese imponente despliegue de multitudes que acudían a él enfervorecidas pone de manifiesto que los integrantes de la vida santa han sido los verdaderos artífices de las redes sociales. Un entramado de seguidores con alta sensibilidad –que muchos hoy día querrían para sí–, supieron identificar la grandeza de Dios y su belleza inigualable plasmada en las palabras de este insigne apóstol. Fueron tres décadas de intensa dedicación llevando con singular celo la fe más allá de los confines de Andalucía en los que era bien conocido. Aranjuez, Madrid, poblaciones de Toledo y de Ciudad Real, Aragón, Levante, Extremadura, Galicia, Asturias, León, Salamanca, incluso Portugal y otras, fueron recorridas a pie por este incansable peregrino que impregnó con la fuerza de su voz, avalada por una virtuosísima vida, el corazón de las gentes. Una gran mayoría en su época lo consideró un «nuevo san Pablo». Penitencia y oración continua fueron sus armas apostólicas, mientras su cuerpo se estremecía bajo un rústico cilicio. Si hubiera contado con los medios y técnicas que existen en la actualidad sus conquistas para Cristo superarían lo imaginable.
Era un gran devoto de María bajo la advocación de la Divina Aurora, de la que fue encendido defensor. Fue agraciado con carismas extraordinarios como el don de profecía y numerosos milagros que efectuaba con su proverbial sentido del humor y el gracejo andaluz que poseía. Su correspondencia epistolar, sermones, obras ascéticas y devocionales son incontables. Se le ha conocido como el «apóstol de la misericordia». Murió en en la localidad malagueña de Ronda el 24 de marzo de 1801 cuando se hallaba en un proceso ante la Inquisición donde fue llevado por quienes no supieron identificar en él al santo que fue. Le cubrieron con penosos signos de ingratitud que desembocaron en una injusta y humillante persecución. Por encima de los ciegos juicios humanos, Dios ya le había reservado la gloria eterna. Fue beatificado por León XIII el 22 de abril de 1894.