Servicio diario - 30 de marzo de 2016


 

Colombia: el Gobierno y el ELN se sentarán a negociar la paz
Iván de Vargas | 30/03/16

(ZENIT – Madrid).- El Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo grupo guerrillero del país, han acordado comenzar a negociar formalmente un acuerdo de paz, y así poner fin a un conflicto armado que dura más de 50 años.
Ambas partes mantenían contactos preliminares desde enero de 2014, pero no habían logrado ponerse de acuerdo sobre la agenda de las negociaciones y la logística del proceso, según han precisado fuentes de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
Estas mismas fuentes también han señalado que las conversaciones serían independientes a las que sostienen desde hace más de tres años el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana.
Esta previsto que el anuncio oficial sobre las negociaciones de paz tenga lugar este mismo miércoles en Caracas. “Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional invitan a los medios de comunicación nacionales e internacionales a un anuncio conjunto que se llevará a cabo el día 30 de marzo de 2016 en Caracas, Venezuela”, dice un comunicado remitido a la prensa. Las dos partes también habrían aceptado el acompañamiento de Cuba, Noruega, Venezuela, Chile, Brasil y Ecuador.
El ELN, que nació en 1964 inspirado por la Revolución Cubana y que tuvo en sus filas al sacerdote Camilo Torres que empuño las armas para imponer un sistema socialista, ya había mantenido acercamientos para superar el conflicto con los gobiernos del presidente Álvaro Uribe en el 2002 y en el 2007, pero estos no prosperaron.
A diferencia de las FARC, los principales comandantes de esta guerrilla, que cuenta con menos de 2.000 combatientes, han sobrevivido a una ofensiva militar y permanecen en la clandestinidad.
El conflicto armado interno con los dos principales grupos rebeldes ha dejado en Colombia más de 220 mil muertos, decenas de miles de desaparecidos y millones de desplazados.






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Uruguay: poner una imagen de María en la Rambla es símbolo de libertad
Redaccion | 30/03/16

El cardenal arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, consideró que la solicitud realizada a las autoridades municipales de poner una imagen de la Virgen María en la Rambla de Montevideo no es apropiarse de ningún espacio público sino que “constituye una expresión de la libertad y por lo tanto de la verdadera laicidad”.
Lo hizo en un comunicado publicado ayer en las web de la Conferencia Episcopal de Uruguay y de la arquidiócesis, con el título: “Declaración – Imagen de la Virgen María en la Rambla de Montevideo”.
Allí explica como surgió la iniciativa: en la rambla del Buceo, “desde hace cinco años, un grupo cada vez más numeroso de creyentes se reúne el cuarto sábado de enero para el rezo del Rosario por las familias, orando para que en todas las familias uruguayas reine la paz y la armonía”.
El cardenal lamenta entretanto la polémica que se suscitó el tema y pidió disculpas si “algunas personas se han sentido descalificadas, ya que no tuvo ninguna intención de agredir a nadie”.
El arzobispo señala que “la Virgen María es una persona histórica, madre de Jesús de Nazaret, el hombre que ha marcado la historia de la humanidad tanto que su nacimiento es el punto de partida para marcar el inicio de nuestra era”. Y que “en la tradición cristiana ella es la criatura humana más importante, más santa, símbolo de la pureza, la maternidad, la humildad, el coraje de quien estuvo al pie de la cruz de su Hijo, y acompañó luego a la comunidad cristiana naciente. Para muchos es un signo de consuelo y esperanza”.
Señala también que es una figura religiosa venerada por la inmensa mayoría de los cristianos, por la Iglesia Católica Romana y las Iglesias ortodoxas de oriente y que en la cultura occidental, se le rinde homenaje de de diversas maneras: en manifestaciones artísticas como en “La Piedad” de Miguel Ángel, el “Avemaría” de Schubert, en la“Anunciación” de Fra Angélico.
El arzobispo señala que en su país hay personas, ciudades y lugares geográficos que llevan su nombre, así como diversos héroes patrios comenzando por Artigas, quienes manifestaron su devoción a la Virgen, y que existieron diversos eventos históricos nacionales relacionados con María.
Además precisa que hoy “la Iglesia Católica concretamente ha contribuido y continúa contribuyendo a la construcción de la sociedad, no como un factor externo a la misma, sino como parte integrante del entramado social”.
El cardenal abordó el problema de la descristianización: “Este intento de ‘descristianizar’, ¿fue positivo para nuestro país? Es claro que nosotros entendemos que no. Parte de las polémicas que se suscitan en torno a nuestra laicidad, cuando de Iglesia Católica se trata, tiene que ver, a nuestro modo de entender, con algún reflejo que queda de ese ‘laicismo combatiente’ que se dio en nuestro país hace cien años”. Y aseguró que hoy la Iglesia “está muy lejos de reclamar antiguas hegemonías. Solamente ejerce su libertad en la sociedad plural”, teniendo el cuenta lo señalado por el Concilio Vaticano II.
“Creemos que -concluye la nota- más allá de lo que determine la Junta Departamental respecto al tema, el hecho en sí de que se pueda debatir libremente sobre esta propuesta u otra, contribuye a la sana convivencia de una sociedad plural y democrática”.





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Pakistaníes en España rezarán por las víctimas del atentado terrorista
Redaccion | 30/03/16

(ZENIT – Madrid).- Miembros de la comunidad cristiana pakistaní cantarán en su idioma por la paz, durante la misa que ha convocado el cardenal arzobispo de Valencia, monseñor Antonio Cañizares, para este miércoles a las 20 horas en la catedral, por las víctimas del atentado del domingo de pascua en Lahore, Pakistán, en el que murieron más de 70 personas y resultaron heridas más de 300.
Desde primera hora de esta mañana, numerosas personas han ido colocando de forma espontánea velas, flores y oraciones escritas por la paz y mensajes de cercanía y solidaridad con las víctimas, en las inmediaciones de la Puerta de los Hierros del principal templo diocesano.
En la eucaristía, un grupo de cristianos pakistaníes interpretarán en idioma urdu un canción “para pedir por la paz y la protección de Dios”, según ha indicado a la agencia de noticias de la archidiócesis (AVAN) el presidente de la comunidad pakistaní en Valencia, Jamshed Safdar.
Además, un cristiano pakistaní será el encargado de realizar la primera Lectura, ha explicado Safdar, al tiempo que ha indicado que “acudiremos con nuestras familias, adultos y niños”.
Igualmente, participarán fieles valencianos, procedentes de distintas parroquias, grupos y movimientos cristianos, así como feligreses a nivel particular.
La misa de esta tarde también será oficiada por las víctimas de los atentados del 22 de marzo en Bruselas, y de los perpetrados en distintos lugares del mundo, así como por las universitarias que perdieron la vida en el accidente de autobús de Tarragona, ocurrido el día 20.
La celebración litúrgica, en la que intervendrá la Coral Catedralicia con piezas del Requiem de Fauré, será retransmitida en directo a través de la página web de la Seo.





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Los obispos españoles nombran al nuevo presidente de CONCAPA
Redaccion | 30/03/16

(ZENIT – Madrid).- El Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española (CEE), a propuesta de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, ha nombrado este martes a Pedro José Caballero García nuevo presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA). Pedro Caballero sustituye en el cargo a Luis Carbonel Pintanel, que ostentaba esta responsabilidad desde hace 12 años.
Desde el año 2013, este laico de la archidiócesis de Toledo era el vicepresidente nacional de CONCAPA. Además, ha sido el presidente de CONCAPA Castilla-La Mancha desde el año 2010 hasta la actualidad.
La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos, una organización con más de 85 años de existencia, llega a más de tres millones de familias y tiene representación en todas las Comunidades Autónomas y diferentes organismos nacionales e internacionales. Su objetivo fundamental es defender los derechos de la familia, particularmente en el ámbito educativo.





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España: la asignatura de Religión Islámica enseñará a rechazar el radicalismo
Iván de Vargas | 30/03/16

(ZENIT – Madrid) La Comisión Islámica de España (CIE) ha actualizado los contenidos de la asignatura de Religión Islámica en Secundaria y Bachillerato para enseñar a rechazar el radicalismo. Así, dicha materia incluirá un apartado específico en cada curso para que los alumnos sean capaces de “predecir, detectar y prevenir la violencia terrorista”.
“La mayoría de la población española sabe diferenciar y separar claramente que una banda armada de asesinos no representa a la sociedad ni a una parte de esta, y que todos debemos colaborar en la lucha antiterrorista”, declaró el imán de la Mezquita Central de Madrid y presidente del CIE, Riay Tatary Bakry, a la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE).
Tatary también considera importante el papel de la escuela pública en la enseñanza de la Religión Islámica para que los niños y jóvenes sean conscientes de que “las atrocidades que cometen los terroristas van en contra de la esencia misma del islam, que reside en la protección de la vida”.
El programa elaborado por la Comisión incluye con carácter transversal la educación cívica y constitucional, la igualdad de oportunidades, la no discriminación, la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la prevención de la violencia de género, el rechazo a la violencia terrorista y la resolución pacífica de conflictos en todos los ámbitos de la vida personal y social, así como los valores que sustentan la libertad, la justicia, la paz, la democracia y, en general, el respeto a los derechos humanos.
Según se explica en el nuevo currículo aprobado por la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en primero de la ESO los alumnos que elijan esta asignatura optativa deberán ser capaces de “utilizar contenidos de los textos del islam para prevenir situaciones de cúmulo de odio”. En segundo, estudiarán la libertad religiosa como “un derecho fundamental” y las clases tendrán como objetivo que el alumno sea capaz de “tolerar las críticas e incluso la negación” de su propia religión. En tercero, los estudiantes deberán saber definir términos como “homofobia, antisemitismo, islamofobia, xenofobia y racismo” y tendrán que poder “reconocer y describir situaciones sexistas y estigmatizadoras”.
No será hasta en cuarto curso de la ESO cuando se abordará de manera más detallada el tema del terrorismo. Ese año, los contenidos estarán enfocados a que el alumno pueda “predecir, detectar y prevenir toda violencia, en particular la terrorista”, su “criminalidad” y el “daño” que causa a las víctimas. En esta línea, la materia pretende que el estudiante identifique “la carencia de humanismo, de reconocimiento y respeto a los demás existente en el uso del lenguaje oral integrista”.
Se valorará además si “conoce y toma conciencia de los factores sociales que pueden ejercer influencia sobre la radicalización”. Los alumnos deberán estudiar cómo “reaccionar ante un acto terrorista promoviendo estrategias para lograr su prevención” y se evaluará si “toman conciencia del fenómeno planetario del terrorismo, conociendo las claves de su discurso”.
En Bachillerato, la asignatura tendrá una “función preventiva, en la medida que detecta y reduce el riesgo de adquirir concepciones erróneas y extralimitadas acerca del islam”.
Esta materia fue introducida a finales de 2014 en el currículo escolar, aunque de momento solo la imparten 48 profesores en centros de Primaria de Andalucía, País Vasco, Aragón, Canarias, Ceuta y Melilla. Por eso, las asociaciones musulmanas han advertido de que la actualización no se podrá llevar a cabo hasta que el Ministerio y las consejerías de Educación contraten a los docentes necesarios para dar la asignatura de Religión Islámica en Secundaria y Bachillerato. Aun así, la CIE ya ha preparado 12 libros de texto para impartir los nuevos contenidos. Su novedad más relevante es la incorporación de un bloque sobre “la inviolabilidad, dignidad y libertad humanas”.





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Texto completo de la catequesis en la audiencia del 30 de marzo de 2016
Sergio Mora | 30/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco concluyó este miércoles las catequesis sobre la misericordia en el Antiguo testamento, y recordando el ‘Miserere’, señaló como el salmista reconoce la confianza en Dios, ya que al perdonarnos demuestra que su amor vale más que nuestro pecado y nos invita a sumergirnos en ese océano de misericordia. Y quien ha sido perdonado por la gracia divina, puede enseñar a no pecar más.
A continuación el texto completo:
«Terminamos hoy las catequesis sobre la misericordia en el Antiguo Testamento, y lo hacemos meditando sobre el Salmo 51, llamado Miserere. Se trata de una oración penitencial, en la cual el pedido de perdón está precedido por la confesión de la culpa y en el cual el orante, dejándose purificar pro el amor del Señor, se vuelve una nueva criatura, capaz de obediencia, de firmeza de espíritu, y de alabanza sincera.
El título que la antigua tradición judía ha puesto a este salmo hace referencia al rey David y a su pecado con Betsabé, la esposa de Urías el ittita. Conocemos la historia. El rey David, llamado por Dios para pastorear a su pueblo y a guiarlo en los caminos de la obediencia a la Ley divina, traiciona su misión y después de haber cometido adulterio con Betsabé, hace asesinar al esposo.
El profeta Natán le desvela su culpa y le ayuda a reconocerla. Es el momento de la reconciliación con Dios, en la confesión del propio pecado. Y aquí David fue humilde y grande.
Quien reza este salmo está invitado a tener los mismos sentimientos de arrepentimiento y de confianza en Dios que tuvo David cuando se corrigió, y bien siendo rey se humillo sin tener temor de confesar su culpa y mostrar la propia miseria al Señor, convencido entretanto de la certeza de su misericordia; y no era una pequeña mentira la que había dicho, ¡sino un adulterio y un asesinato!
El salmo inicia con estas palabras de súplica:
¡Ten piedad de mí, oh Dios, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado! (vv. 3 – 4).
La invocación está dirigida al Dios de misericordia porque, movido por un gran amor como el de un padre o de una madre, tenga piedad, o sea nos haga gracia, muestre su favor con benevolencia y comprensión. Es un llamado del corazón a Dios, el único que puede liberar del pecado. Son usadas imágenes muy plásticas: borra, lávame, vuélveme puro.
Se manifiesta en esta oración la verdadera necesidad del hombre: la única cosa de la que tenemos necesidad verdadera en nuestra vida es la de ser perdonados, liberados del mal y de sus consecuencias de muerte.
Lamentablemente la vida nos hace sentir tantas veces estas situaciones, y sobre todo es esas tenemos que confiar en la misericordia. ¡Dios es más grande que nuestro pecado, no nos olvidemos esto, Dios es más grande que nuestro pecado!
– Pero padre no oso decirlo, las he hecho tan pesadas, tantas y grandes…
Dios es más grande que todos los pecados que nosotros podamos hacer. Dios es más grande que nuestro pecado.
Lo decimos juntos, todos juntos: Dios es más grande que nuestro pecado… Una vez más: Dios es más grande que nuestro pecado… Una vez más: Dios es más grande que nuestro pecado. Y su amor es un océano en el cual nos podemos sumergir sin temor de ser vencidos: el perdón para Dios significa darnos la seguridad de que él no nos abandona nunca. Por cualquier cosa que podamos reprocharnos, él es aún y siempre más grande que todo, porque Dios es más grande que nuestro pecado.
En este sentido, quien reza con este salmo busca el perdón, confiesa al propia culpa, pero reconociéndola celebra la justicia y la santidad de Dios. Y después aún pide gracia y misericordia.
El salmista se confía a la voluntad de Dios, sabe que el perdón divino es enormemente eficaz, porque crea lo que dice. No esconde el pecado, sino que lo destruye y lo borra, lo borra desde la raíz, no como sucede en la tintorería cuando llevamos un traje y borran la mancha, no, Dios borra justamente nuestro pecado desde la raíz, todo.
Por lo tanto el penitente se vuelve puro, y cada mancha es eliminada y el ahora está más blanco que la nieve incontaminada.
Todos nosotros somos pecadores, ¿es verdad ésto? Si alguno de los presentes no se siente pecador que levante la mando. Nadie, todos lo somos. Nosotros pecadores con el perdón nos volvemos criaturas nuevas, llenas por el Espíritu y llenas de alegría. Entonces una nueva realidad comienza para nosotros, un nuevo corazón, un nuevo espíritu, una nueva vida. Nosotros pecadores perdonados, que hemos recibido la gracia divina, podemos incluso enseñar a los otros a no pecar más.
Pero padre soy débil, porque yo caigo, caigo, caigo. Pero si caes levántate, levántate. Cuando un niño se cae levanta la mano para que el papá o la mamá te levante. Hagamos lo mismo. Si tu caes por debilidad en el pecado levanta tu mano y el Señor la toma y te levantará, ¡esta es la dignidad del perdón de Dios! Dios ha creado al hombre y a la mujer para que estén de pie. Dice el salmista:
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
(…)
Yo enseñaré tu camino a los impíos
y los pecadores volverán a ti. (vv. 12 – 15)
Queridos hermanos y hermanas, el perdón de Dios es aquello que necesitamos todos, y es el signo más grande de su misericordia. Un don que cada pecador perdonado está llamado a compartir con cada hermanos o hermana que encuentra. Todos los que el Señor nos ha puesto a nuestro lado, los familiares, los amigos, los colegas, los parroquianos… todos, como nosotros, tienen necesidad de la misericordia de Dios. Es bello ser perdonados pero es necesario para ser perdonados que antes perdones, perdona. Nos conceda el Señor por la intercesión de María Madre de Misericordia, ser testigos de su perdón, que purifica el corazón y transforma la vida. Gracias».
(Traducido desde el audio por ZENIT)





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España: El cardenal Tagle participa en la 45ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada
Redaccion | 30/03/16

(ZENIT – Madrid).- Con motivo del Año Jubilar de la Misericordia convocado por el papa Francisco, el Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid (ITVR) ha organizado su 45ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada bajo el lema “La Vida Consagrada con entrañas de misericordia”. Con el objetivo de profundizar en la relación entre misericordia y vida consagrada, el encuentro tendrá lugar en la sede de la Fundación Pablo VI del 31 de marzo al 3 de abril de 2016, durante la Semana de Pascua, según informa el ITVR en su página web.
En las jornadas participarán, entre otros, el cardenal Luis Antonio Tagle, presidente de Caritas Internationalis; el cardenal Joao Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA); monseñor Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid; el teológo francés Jean-Claude Lavigne, OP; y el padre Antonio Spadaro, SJ, director de La Civiltà Cattolica.
El ITVR de Madrid
El Instituto Teológico de Vida Religiosa es un centro superior de investigación y docencia, fundado por los Misioneros Claretianos en 1971. Desde su fundación, este centro adscrito a la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca lleva a cabo un estudio riguroso sobre la inspiración bíblica (módulo de fundamentación bíblica) y la historia de las formas de vida consagrada (módulo de fundamentación histórica); ofrece una reflexión sistemático-teológica sobre la identidad y misión carismática de esta forma de vida en el conjunto de otras formas de vida cristiana (módulo de teología sistemática); reflexiona científicamente sobre aspectos prácticos y existenciales que la caracterizan en cada tiempo y cultura (módulo de praxis).
El Instituto sigue el proceso de renovación y adaptación de la vida consagrada teniendo en cuenta la eclesiología de comunión, la interculturalidad, las visiones inclusivas, los desafíos históricos emergentes. Se sitúa, junto con la Universidad Pontificia de Salamanca, en el espacio común europeo de Enseñanza Superior (proceso de Bolonia). Está atento a la globalidad de la vida consagrada en los diversos continentes y se enriquece con la aportación de alumnos y alumnas pertenecientes a ellos.





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El Papa en la audiencia: ‘Dios al perdonar enseña que su amor es mayor que mi pecado’
Sergio Mora | 30/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- En un día en el que se notaba el inicio de la primavera en Italia, el papa Francisco realizó la audiencia general de los miércoles en una Plaza de San Pedro adornada con flores debido a la Pascua, dedicando la catequesis en este Año Jubilar, a la misericordia en el Antiguo Testamento.

Este miércoles la Plaza de San Pedro estaba adornada con flores por la Pascua
El Santo Padre ingresó a la plaza como de costumbre en el papamóvil, saludando a los varios miles de fieles allí presentes y bendiciendo a los pequeños que le acercaban mientras pasaba o se detenía el vehículo, así como a los enfermos que le esperaban.
“Con la meditación del salmo 51, llamado Miserere, terminamos nuestras catequesis sobre la misericordia en el Antiguo Testamento” dijo el Santo Padre. Y recordó que se trata de un salmo penitencial que, según una antigua tradición judía, expresa el arrepentimiento del rey David después de su pecado con Betsabé.
“Se invita a quien reza con este salmo -prosiguió el Papa- a tener esos mismos sentimientos de arrepentimiento y confianza en Dios. El salmo comienza con una invocación a Dios misericordioso, porque es el único que puede liberar del pecado. Se manifiesta así que el anhelo más profundo del hombre, lo que más necesita en su vida es ser perdonado, verse libre del mal y de sus consecuencias”.
Francisco aseveró que “con su perdón, Dios nos enseña que su amor es más grande que nuestro pecado”, y precisó que también “nos asegura que Él nunca nos abandona”. Además el salmista “sabe que el perdón de Dios es realmente eficaz, porque no esconde el pecado sino que lo destruye, lo cancela, y de esta manera, el pecador pasa a ser una criatura nueva, con un corazón nuevo y una vida nueva”.
Por último, recordó el Pontífice, “el salmo nos habla que quien ha sido perdonado y se ha abierto a la gracia divina puede enseñar a los demás a no pecar más”.
Hacia el final de la audiencia el Santo Padre saludó en diversos idiomas a los peregrinos, y dirigiéndose a los de lengua española, hizo una mención particular a los fieles de la diócesis de Barbastro-Monzón, acompañados de su obispo, Mons. Ángel Javier Pérez Pueyo, a los fieles de la Diócesis de León, acompañados de su obispo, Mons. Julián López Martín, así como a los demás grupos provenientes de España y Latinoamérica, lo que despertó una ovación por parte de los presentes.
Y el Papa concluyó: “Que la Virgen María, Madre de Misericordia, interceda por nosotros, para que sepamos ser testigos del amor del Señor, que perdona nuestros pecados, nos purifica y nos transforma. Feliz Pascua de Resurrección”.

Texto completo de la catequesis en la audiencia del 30 de marzo de 2013





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Venezuela: la Asamblea Nacional aprueba una ley de amnistía. Maduro asegura que no pasará
Sergio Mora | 30/03/16

(ZENIT – Roma).- La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó este martes el proyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, destinada a obtener la liberación de los presos políticos.
La diputada opositora Delsa Solórzano, que presentó el proyecto de ley, aseguró que “nuestro país quiere hoy reconciliación, nuestro país anhela hoy saber que amnistía es reconciliación”.
El presidente Nicolás Maduro, por su parte, aseguró en un discurso televisado que “leyes para amparar terroristas y criminales, no pasarán por aquí. Hagan lo que hagan”. El mandatario dijo que en su país no hay presos políticos, sino políticos presos y podría apelar al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que declare la ley inconstitucional, y que no pase, como sucedió ya en otras ocasiones.
El proyecto de ley que contó con los votos de la oposición, una vez aprobada de manera definitiva daría la liberación entre otros al dirigente del opositor partido Voluntad Popular (VP) Leopoldo López, condenado a 14 años de cárcel en septiembre de 2015, declarado culpable de incitación pública a la violencia y por haber liderado una manifestación no autorizada por el Municipio Libertador de Caracas. La manifestación reprimida por la Guardia Nacional Boliviariana tuvo un saldo de 43 muertes, entre ellos oficialistas y opositores. La Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y diversas organizaciones internacionales de derechos humanos condenaron el arresto porque consideraron que fue motivado políticamente.
El domingo, con motivo de la oración del Regina Coeli, el papa Francisco se refirió a la situación de Venezuela, “en las difíciles condiciones en las que vive”:
Que la Pascua y su mensaje, deseó el Santo Padre, “se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos. Y que se promueva en todo lugar la cultura del encuentro, la justicia y el respeto recíproco, lo único que puede asegurar el bienestar espiritual y material de los ciudadanos”.





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Beata Natalia Tulasiewicz – 31 de marzo
Isabel Orellana Vilches | 30/03/16

De 108 mártires beatificados por Juan Pablo II el 13 de junio de 1999, 9 eran laicos, hombres en su mayoría. Dos mujeres componían este grupo. Una era Natalia. Había entregado su vida por la fe a sus 39 años. Quiso defender los pilares que sustentaban su existencia y acompañar a los débiles. Un testimonio de indudable valor siempre, y especialmente en el periodo que atravesamos.
Era polaca. Había nacido el 9 de abril de 1906 en Rzeszów. Fue la segunda de seis hijos. Su familia sembró en su corazón la semilla de la fe, y la defensa de este sagrado depósito se convirtió en lo más importante de su vida. De otro modo, ni habría sido agente de pastoral, ni se habría expuesto conscientemente a ponerla en peligro. Debido a la profesión de su padre, inspector fiscal, vivieron en distintos lugares. En Cracovia estudió en el colegio regido por las clarisas. Y en 1921, al establecerse en Poznań, siguió su formación con las ursulinas. Entre 1931 y 1932 se licenció en filología polaca. A lo largo de los años afianzó sus principios evangélicos que le ayudarían a afrontar la pérdida de su hermana mayor por causa de la tuberculosis, lesión que ella misma contrajo. Fue a Rabki para recibir tratamiento, y allí impartió clases en el colegio de la Sagrada Familia de Nazaret. Todo ello acontecía en los preámbulos de un momento histórico-político álgido que cambiaría la faz de su país.
Dándole la espalda a un amor que se resistía a compartir con ella la fe, entendió, pese a todo, que su lugar estaba en el mundo, no en el convento. Fue honesta, coherente, generosísima. No entraba en sus planes de futuro forjar un hogar junto a un hombre que abiertamente profesaba el ideal comunista. Ocho años intentando que Jack se convirtiera sin conseguirlo le bastaron para dejar cerrado este capítulo de su vida, no sin dolor, no sin sacrificio. En 1934 canceló su compromiso y abrió sus brazos a un nuevo horizonte. Inteligente, vital e inquieta, solía rodearse de personas que no cediesen a lo banal. Amaba la música –en 1931 había defendido la tesis «Mickiewicz y la música»– y le fascinaba la literatura. Además, se deleitaba con la naturaleza, con el teatro… Era políglota, investigadora, narradora de cuentos, relatos, y estaba inclinada también a la labor periodística que tuvo su manifestación en elaborados reportajes publicados en la prensa de su país. Viajó por Italia y al pasar por Asís debió experimentar gran emoción al encontrarse en la patria del Poverello, que era uno de los santos que admiraba. Entre sus lecturas se hallaba su vida, junto a la de Teresa de Avila, Juan de la Cruz y Alberto Chmielowski. Una personalidad muy atractiva, prolongación de su encanto natural.
Desde 1933 a 1937 en su quehacer docente fue sembrando de esperanza el futuro de sus alumnos que acudían a las aulas de la escuela de San Casimiro de Poznań, y en el liceo regido por las madres ursulinas. Era una líder apostólica nata. Por influjo de la excepcional formación que había recibido en su hogar, desde niña se había ido abriendo paso en su interior un poderoso sentimiento impregnado de la bienaventuranza «los que tienen hambre y sed de justicia». Así lo expresó: «El hambre es doble dentro de mí. El hambre de santidad y el hambre de belleza. En realidad, son los mismos». Formaba parte de la Sociedad de María.
Nada más producirse la invasión de Hitler y Stalin sobre Polonia en 1939, responsables de regímenes opuestos a todo fenómeno religioso dictaron contra ella una orden de extrañamiento. Y de la noche a la mañana se encontró desprovista de hogar y de la elemental seguridad y libertad a la que todo ciudadano tiene derecho. Profesionalmente pasó a ser una docente obligada a impartir enseñanza de forma clandestina. Vivió en Ostrowiec Kielecki y finalmente se trasladó a Cracovia, lugar al que también se desplazó su familia. En ese momento vio consternada cómo el ejercicio de las clases quedaba completamente vedado para ella. Infinitamente más doloroso fue ver que las circunstancias dramáticas le impedían ejercitar su apostolado. Y sumamente preocupada por la repercusión que los hechos que acontecían podían tener en la vida espiritual de tantas jóvenes como ella, especialmente de las que habían sido enviadas a Alemania para realizar trabajos forzados, en 1943 se ofreció voluntariamente para partir allí, y se convirtió en obrera de una de las fábricas. De ese modo podía alentar a sus compañeras a que conservaran intacta la fe. La decisión surgió después de visitar a uno de sus hermanos en el ghetto y ver las condiciones infrahumanas que rodeaban a todos.
Ella formaba parte de la resistencia polaca. No es difícil imaginar el desaliento y la angustia de estas jornaleras, y el bálsamo que supuso la ofrenda de Natalia que les transmitía su plena confianza en Dios omnipotente. Junto al trabajo que desempeñaba en la fábrica Günther-Wagner de Hannover, de forma valerosa infundía esperanza en el Creador y animaba a confiarse a Él a más de trescientas obreras polacas. Este intenso apostolado laical que llevaba a cabo llamó la atención. Y fue arrestada por la Gestapo en 1944. La reclusión les parecía poco y la torturaron de forma atroz, ultrajándola en la cárcel de Colonia para internarla después en el campo de exterminio de Ravensbrück, Alemania. Ese Dios al que imploraba le había dado una fuerza de hierro.
El Viernes Santo de 1945, a pesar de las vejaciones sufridas que la habían dejado extremadamente debilitada, dio una lección en el barracón sobre la Pasión y Resurrección de Cristo que infundió gran ánimo en los creyentes. Una de sus heroicas lecciones fue el perdón: «No se puede vivir con el odio, el odio lleva siempre a la muerte […]. No se puede odiar ni siquiera a aquellos que nos han hecho mal». El 31 de marzo, Domingo de Pascua, la condujeron a la cámara de gas, donde entregó su vida al Padre. Dos días más tarde los aliados liberaron a todos los prisioneros.





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¡Resucitamos muertos!
Felipe Arizmendi Esquivel | 30/03/16

VER
Con ocasión de la Cuaresma y Semana Santa, los sacerdotes de las ocho parroquias de nuestra ciudad episcopal, ayudándose unos a otros, se organizaron para ofrecer a los fieles la oportunidad de confesarse. El último día, miércoles santo, los dos obispos y doce sacerdotes empezamos a confesar a las 5 de la tarde, y terminamos a las nueve y media de la noche. Eran filas interminables de personas que esperaban horas, con tal de recibir la absolución. ¡Cuántas resurrecciones, cuántas liberaciones, cuántas lágrimas de gratitud! Aunque es muy cansado estar por tanto tiempo sentado y escuchando a cada persona, ¡cuánto poder nos ha dado el Señor! En verdad, ¡resucitamos muertos, liberamos encadenados, reparamos vidas destruidas, levantamos caídos, reanimamos desesperados, reconstruimos hogares, confortamos corazones! ¡Qué importante y necesario es este servicio! Cuando se acepte mi renuncia episcopal, regresaré a mi diócesis de origen y me dedicaré sólo a ello.
Estando en Ocosingo para celebrar el Triduo Pascual, el sábado santo pasaron seis migrantes de Honduras, con siete niños de 3 a 9 años, solicitando un apoyo económico para seguir su intento de llegar al Norte. Después de escucharles y sugerirles no exponer a sus pequeños a tantos peligros por el camino, nos dijeron que vienen huyendo de la violencia y la inseguridad en su país. Con una pequeña ayuda que les dimos y con la posibilidad de que pasen a los albergues que para ellos hemos implementado, se mostraron muy agradecidos, puesta su confianza en que Dios no los dejará. La misericordia les permite vivir con esperanza, huyendo de la muerte.
PENSAR
Sobre el sacramento de la Misericordia, la Confesión, ha dicho el Papa: “Los errores que cometemos, aunque sean grandes, no rompen la fidelidad del amor de Dios. En el sacramento de la Reconciliación, podemos siempre comenzar de nuevo: El nos acoge, nos restituye la dignidad de hijos suyos y nos dice: ¡Ve hacia adelante! ¡Quédate en paz! ¡Levántate, ve hacia adelante! (6-III-2016).
“Esta misericordia divina puede llegar gratuitamente a todos los que la invocan. En efecto, la posibilidad del perdón está verdaderamente abierta a todos; es más, está abierta de par en par, como la más grande de las puertas santas, porque coincide con el corazón mismo del Padre, que ama y espera a todos sus hijos, de modo particular a los que más se han equivocado y están lejos. La misericordia del Padre puede llegar a cada persona de muchas formas: a través de la apertura de una conciencia sincera; por medio de la lectura de la Palabra de Dios que convierte el corazón; mediante un encuentro con una hermana o un hermano misericordiosos; en las experiencias de la vida que nos hablan de heridas, de pecado, de perdón y de misericordia.
Está también la vía cierta de la misericordia, recorriendo la cual se pasa de la posibilidad a la realidad, de la esperanza a la certeza. Esta vía es Jesús, quien tiene el poder sobre la tierra de perdonar los pecados (Lc 5,24), y transmitió esta misión a la Iglesia (cf Jn 20,21-23). El sacramento de la Reconciliación es, por lo tanto, el lugar privilegiado para experimentar la misericordia de Dios y celebrar la fiesta del encuentro con el Padre…
Cada fiel arrepentido, después de la absolución del sacerdote, tiene la certeza, por la fe, de que sus pecados ya no existen. ¡Ya no existen! Dios es omnipotente. A mí me gusta pensar que tiene una debilidad: una mala memoria… Una vez que El te perdona, se olvida. ¡Y esto es grande! Los pecados ya no existen, fueron cancelados por la divina misericordia. Cada absolución es, en cierto modo, un jubileo del corazón, que alegra no sólo al fiel y a la Iglesia, sino sobre todo a Dios mismo… Es importante, por lo tanto, que el fiel, después de recibir el perdón, ya no se sienta oprimido por las culpas, sino que guste la obra de Dios que lo ha liberado, viviendo en acción de gracias, dispuesto a reparar el mal cometido y yendo al encuentro de los hermanos con corazón bueno y disponible” (4-III-2016).
ACTUAR
Si tus pecados te agobian, acércate al sacramento de la Reconciliación y serás libre; ¡resucitarás!





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San Pedro Regalado – 30 de marzo
Isabel Orellana Vilches | 29/03/16

(ZENIT – Madrid).- Pedro Regalado y de la Costanilla nació en Valladolid, España, hacia 1390. Perdió a su padre siendo muy pequeño. Su madre lo llevaba temprano al convento de San Francisco donde actuaba como monaguillo, por lo que fácilmente se estableció un vínculo entrañable con los religiosos a los que acompañaba en la santa misa, despertando en él una temprana vocación. A los 13 años ingresó en el convento.
Era jovencísimo cuando le impusieron el hábito. Los muros de los claustros albergaban a personas sin escrúpulos ni vocación. Se habían recluido en esos recintos con variadas y distintas intenciones, lo cual se evidenciaba en una falta de espíritu religioso. A nada de ello fue ajeno el momento histórico que propició numerosos arribismos de esta naturaleza. En esa época, el venerable fray Pedro de Villacreces, egregio maestro en teología por las universidades de París, Toulouse y Salamanca, estaba dispuesto a actuar para renovar la vida monástica que se había impregnado de muchas sombras proyectadas en ella al margen de la consagración. Con este objetivo, el obispo de Osma le autorizó a fundar por tierras burgalesas.
En 1404 llegó a Valladolid. Procedía de las cuevas de Arlanza y del eremitorio de La Salceda donde se hallaba buscando seguidores para secundarle en tan delicada misión. Cuando Pedro Regalado lo conoció a sus 14 años, entró en inmediata sintonía con él. La diferencia de edad –el fraile superaba los 60–, nunca fue un muro entre ambos; todo lo contrario. Y es que los dos compartían el anhelo de conquistar la santidad, y ante este altísimo fin nada se interpone. Entonces fray Pedro ya era considerado santo por muchos, y fue instructor del joven que aprendió a estimar junto al fraile el cumplimiento de la observancia franciscana.
Unidos partieron rumbo a La Aguilera, lugar colindante a Aranda de Duero, para fundar un convento. Con sumo gozo, y sin temor a la austeridad porque buscaba la gloria de Dios con todas sus fuerzas, se abrazó el muchacho al rigor de la regla. Y no era baladí. De las veinticuatro horas que tiene el día, diez estaban destinadas a la oración comunitaria y personal, trabajo y limosna. Éste era, en esencia, el plan cotidiano. El bondadoso fraile se ocupó de formar a Pedro Regalado para el sacerdocio. Éste celebró su primera misa en la ermita del convento en 1412. De algún modo era su credencial para realizar el apostolado en la cuenca media del Duero. Su virtud, percibida en palabras y gestos, era bendecida con hechos prodigiosos por los que fue reconocido como «el santo del Duero». Nadie quedaba indiferente ante sus dotes taumatúrgicas. Fray Pedro de Villacreces podía respirar tranquilo; Dios había bendecido a la Orden con un gran santo. Durante once años cumplió con alegría las humildes misiones que le encomendaron. Ofrecía limosnas a los pobres que llegaban al convento, trabajó en la cocina como ayudante, y fue sacristán, entre otras.
En 1415 cuando fray Pedro fundó El Abrojo en la provincia de Valladolid, su discípulo estaba tan bien formado y había dado tales muestras de virtud que no dudó en elegirlo maestro de novicios. Y como tal prosiguió su vida de intensísima mortificación y penitencia. Recorría el entorno como un consumado predicador. Con su sencillez y ardor apostólico arrebataba numerosas conversiones. Todos acudían a él con el corazón contrito y la certeza de que saldrían plenamente renovados después de mostrarle las huellas de sus heridas. Nada tiene de particular que en octubre de 1422, cuando se produjo la muerte de Villacreces, tras el capítulo de Peñafiel los religiosos de las dos casas fundadas por él pensaran en Pedro Regalado para que siguiera al frente de todos como prelado o vicario. Y no se equivocaron. La reforma se extendió como un floreciente rosario de nuevas fundaciones, conocidas como «las siete de la fama».
Pedro, con su inflamada devoción por la Eucaristía, la Pasión de Cristo y María, hilvanaba las jornadas consumiéndose en oración y sacrificios, sosteniendo el rigor de la regla que había heredado. Toda disciplina cabía en su acontecer. Los habitantes del lugar sabían de su severo ascetismo. Veían su escuálida figura perfilada sobre el cerro del Águila, rebosante de austeridades, portando los símbolos del Redentor: cruz, corona de espinas y soga, mientras realizaba el Via Crucis.
Los milagros se sucedían, como también los favores celestiales que recibía. Uno de ellos, quizá el más renombrado, alude a un 25 de marzo, festividad de la Anunciación; estuvo vinculado a su amor por María. Fue Ella quien debió colmar el anhelo del santo de poder postrarse ante su imagen en la iglesia de La Aguilera mientras rezaba maitines. El lugar distaba unos ochenta km. del Abrojo. Pero los ángeles hicieron posible este sueño de Pedro trasladándole en un santiamén al templo, mientras una estrella que simbolizaba a la Virgen los conducía. Devuelto del mismo modo al convento, una vez hubo cumplido su anhelo, todo se produjo en tan brevísimo espacio de tiempo que ninguno de sus hermanos llegó a percatarse de su ausencia, ignorando lo concerniente a este hecho prodigioso.
En 1456 Pedro viajó a San Antonio de Fresneda, cerca de Belorado, y se reunió con un religioso antiguo compañero suyo que se hallaba enfermo. También él regresó al Abrojo debilitado. Ante la cercanía de su muerte, se trasladó a La Aguilera y el 30 de marzo de ese año entregó su alma a Dios. Cuando en el estío de 1493 la reina Isabel la Católica visitó el convento, se dirigió a las damas de su séquito y aludiendo a la tumba de Pedro, dijo: «Pisad despacio, que debajo de estas losas descansan los huesos de un santo». Fue beatificado por Inocencio XI el 17 de agosto de 1683. Benedicto XIV lo canonizó el 29 de junio de 1746. Es el Patrón de Valladolid.