Conferencia Episcopal
El nuncio mantuvo un largo despacho con el Papa

Revolución en el mapa episcopal español

Inminentes nombramientos en las diócesis de Ciudad Real y Jaén

El nombramiento de monseñor Gerardo Melgar Viciosa, hasta ahora obispo de Osma-Soria, como obispo de Ciudad Real, y el inminente del obispo de Plasencia, monseñor Amadeo Rodríguez Magro, como obispo de Jaén, dos sedes que llevan vacante largo tiempo, acelera el proceso de cambio en el mapa del episcopado español y va consolidando algunas tendencias de influjo en las designaciones episcopales.

Un dato significativo, no relacionado directamente con estos nombramientos, es la audiencia que, con mayor duración de lo habitual, mantuvo el Nuncio Apostólico en España, monseñor Renzo Fratini, con el Papa Francisco el pasado sábado, dos de abril.

En la sede de la Conferencia Episcopal aseguran que se trata de una entrevista ordinaria. Otras fuentes, también en el seno de los organismos de la Conferencia Episcopal, apuntan que el Papa le habría comunicado al Nuncio su inminente traslado. En todo caso, dentro de la agenda de temas que se abordaron está la situación política y social de España, las diócesis vacantes, el caso particular de algún obispo español y una serie de recientes acontecimientos internos de la Conferencia Episcopal que están complicando el clima de comunión entre los obispos. 

La designación de un obispo que ha estado en varias ternas anteriores, Amadeo Rodríguez Magro, para Jaén –lugar en el que se esperaba a monseñor Ginés Beltrán, obispo de Guadix-Baza-, cuenta con el aval del Secretario General de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo. Todo apunta a que habrá un segundo período de búsqueda de nuevos perfiles episcopales de acuerdo con el pontificado del Papa Francisco.

El apoyo del nombramiento del nuevo obispo de Jaén ha venido de la mano del cardenal Ricardo Blázquez, que conoce muy de cerca a los obispos castellanos. Máxime si la apuesta por enviar a Logroño un obispo de Aragón está auspiciada por el arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora, que se ha convertido en le aval principal de los nombramientos de religiosos como obispos en España.

Este cambio de Osma-Soria a Ciudad Real pone en una curiosa situación a la Provincia eclesiástica de Burgos, dado que sus dos diócesis sufragáneas no vascas, Palencia y Osma-Soria, se encuentran a partir de ahora vacantes. Tarea para monseñor Fidel Herráez a quien no le tiembla la mano a la hora de tomar decisiones en conciencia. Hay quien afirma que también puede ser una estrategia para poner las cosas no fáciles al actual arzobispo de Burgos.

El retraso en el nombramiento del obispo de Palencia se puede deber a la no concordancia de criterios entre los que influyen en los procesos. Máxime si se tiene en cuenta que el candidato mejor posicionado –y que respondería a la lógica de los anteriores nombramientos- sería el obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, quien parece tener el veto del arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro. Razones que hay que buscar en la época en la que el obispo burgalés de nacimiento fuera obispo auxiliar de Oviedo.