Servicio diario - 12 de abril de 2016


 

El Papa en Sta. Marta: ‘Existe una persecución disfrazada de cultura, modernidad y progreso’
Redaccion | 12/04/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- “La persecución es el pan de cada día en la Iglesia. Así lo ha asegurado el papa Francisco en la homilía de la misa matutina celebrada este martes en Santa Marta. Como le sucedió a Esteban, el primer mártir, o a los “pequeños mártires” asesinados por Herodes; también hoy muchos cristianos son asesinados por la fe en Cristo y otros incluso son perseguidos “educadamente” porque quieren manifestar el valor del ser “hijos de Dios”.
Existen persecuciones sanguinarias, ha observado, como ser devorados por fieras para la alegría del público en las gradas o saltar por los aires debido a una bomba a la salida de misa.
Del mismo modo, ha hablado de las persecuciones de guante blanco, amamantadas “de cultura”, esas que te envían a una esquina de la sociedad, que llegan a quitarte el trabajo si no te adecuas a leyes que “van contra Dios Creador”.
El pasaje del martirio de Esteban, descrito en el pasaje de los Hechos de los Apóstoles propuesto por la liturgia del día, lleva al Papa a hacer consideraciones conocidas y nuevas sobre una realidad que desde hace dos mil años es una historia dentro de la historia de la fe cristiana, la persecución.
De este modo, el Santo Padre ha considerado que la persecución “es el pan de cada día en la Iglesia”, Jesús lo ha dicho. Así, el Pontífice ha observado que cuando hacemos turismo por Roma y vemos el Coliseo, “pensamos que los mártires eran esos asesinados por los leones”. Pero –ha añadido– los mártires no han sido solo esos o esos otros. “Son hombres y mujeres de todos los días: hoy, el día de Pascua, hace apenas tres semanas… Esos cristianos que celebraban la Pascua en Pakistán fueron martirizados precisamente porque celebraban al Cristo Resucitado. Y así la historia de la Iglesia va adelante con sus mártires”.
En la homilía, Francisco ha explicado que el martirio de Esteban desencadenó una cruel persecución anticristiana en Jerusalén análoga a esas sufridas por quien hoy no es libre de profesar su fe en Jesús.
Al respecto, el Santo Padre ha advertido de que hay otra persecución de la que no se habla tanto, una persecución “disfrazada de cultura, disfrazada de modernidad, disfrazada de progreso”.
Es una persecución, ha definido el Papa un poco irónicamente como “educada”. Así, ha explicado que este tipo de persecución se da cuando se persigue al hombre no por confesar el nombre de Cristo, sino por querer tener y manifestar los valores del Hijo de Dios. “¡Es una persecución contra Dios Creador en la persona de sus hijos!”, ha exclamado.
Por esta razón, el Santo Padre ha observado que todos los días vemos que las potencias hacen leyes que obligan a ir sobre este camino y una nación que no sigue estas leyes ‘modernas’, ‘cultas’, o al menos que no quiere tenerlas en su legislación, es acusada, perseguida educadamente. “Es la persecución que quita al hombre la libertad, también de la objeción de conciencia”, ha precisado.
En esta misma línea, el Obispo de Roma ha indicado que esta es la persecución del mundo que quita la libertad, mientras que Dios nos ha hecho libres de dar testimonio “del Padre que nos ha creado y de Cristo que nos ha salvado”. Y el jefe de esta persecución educada, ya Jesús indicó quién es: el príncipe de este mundo.
“Y cuando las potencias quieren imponer actitudes, leyes contra la dignidad del Hijo de Dios, persiguen a estos y van contra el Dios Creador. Es la gran apostasía. Así la vida de los cristianos va adelante con estas dos persecuciones. También el Señor nos ha prometido no alejarse de nosotros”, ha concluido el Santo Padre.
(Texto de Radio Vaticano, traducido y adaptado por ZENIT)





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La Santa Sede: las ‘armas autónomas letales’ son una incitación progresiva a la guerra
Redaccion | 12/04/16

(ZENIT – Roma).- Es necesario romper el círculo vicioso de la carrera a los armamentos más avanzados tecnológicamente. Esta es la petición de monseñor Ivan Jurkovič, observador permanente de la Santa Sede en la ONU, en su intervención en el encuentro sobre armas letales autónomas, celebrada este lunes en Ginebra.
Los robots asesinos o máquinas programadas para matar de forma independiente de cualquier operador humano son la nueva frontera sobre la que se discute desde este lunes en la sede de las Naciones Unidas de Ginebra. Los drones aún son controlados, pero aparatos de este tipo podrían llegar en breve a operar autónomamente de acuerdo a una programación preestablecida. Son las llamados LAWs (Lethal Autonomous Weapon Systems) o Armas Autónomas Letales.
El prelado ha apelado a la prevención como camino para evitar la difusión de estas armas. La Santa Sede, informa Radio Vaticano, desea “una acción colectiva para detener el desarrollo y el uso de armas autónomas letales”. Además, monseñor Jurkovič ha advertido que “cuando una reacción llega tarde”, como en el caso de las armas químicas o nucleares, “el coste en vidas humanas se vuelve enorme”.
Por otro lado, el Observador vaticano ante la Onu de Ginebra ha subrayado que el uso de estas armas hiper-tecnológicas, no guiadas por el hombre “no nos protege de los ataques o del terrorismo de cualquier tipo, perpetrado por personas que usan métodos rudimentarios, sino que están preparadas para sacrificar vidas”. Así, ha añadido que el equilibrio del terror nuclear, ha mostrado sus límites y “con la búsqueda y el desarrollo de las armas autónomas letales, estamos todavía en una lógica que no trae frutos”.
Monseñor Jurkovič ha aseverado que invertir en estas armas “no contribuye a la defensa de la paz” sino que representa “una incitación progresiva a la guerra”. Si queremos la paz –ha observado– debemos no solo evitar acumular armas, sino que debemos también convertir las mentes.
Para concluir su intervención, el diplomático vaticano ha subrayado que la paz debe nacer de la confianza mutua entre los pueblos y las naciones, no del terror de las armas. “La verdadera guerra que hay que vencer es por la justicia, los derechos humanos, el respeto de las minorías y el desarrollo integral”.





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Francia: Católicos y musulmanes celebran a la Virgen María
Sergio Mora | 12/04/16

(ZENIT – Roma).- El lunes pasado, solemnidad de la Anunciación del Señor, unos cuatrocientos católicos y musulmanes se reunieron en un encuentro de oración en el que quisieron agradecer a Dios y rendir homenaje a la Virgen María, cada uno respetando la propia tradición.
Se realizó así –en medio de fuertes medidas de seguridad– la primera edición de la ‘fiesta islámico cristiana’ en la iglesia maronita de Nuestra Señora del Líbano en Lyon, la segunda ciudad universitaria de Francia.
La fiesta encuentra origen –según informó el Osservatore Romano— en una iniciativa similar que se realiza en el Líbano, país que desde hace diez años organiza estos eventos para reflexionar sobre la figura de María, que ocupa un papel de importancia tanto en el cristianismo como en el islam. El gobierno libanés proclamó en el 2010 la solemnidad de la Anunciación del Señor, como una festividad no laborable.
Participaron en el acto realizado en la iglesia de Nuestra Señora del Líbano, el cardenal arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin; el rector de la Gran mezquita, Kamel Kabtane; el director de servicio nacional para las relaciones con los musulmanes (organismo de la Conferencia Episcopal); el padre Vincent Feroldi y el presidente del Consejo francés del culto musulmán.
El vicepresidente del Instituto francés de civilización musulmana en Lyon, Bruno Guiderdoni, señaló que el contexto hoy es difícil, porque muchas personas se centran en lo que separa a los cristianos y musulmanes, fomentando así la discusión. Por eso invitó “a elevarse en silencio, en oración, compartiendo un momento de oración y la figura de María lo permite”.
El rector de la Gran mezquita por su parte señaló: “Tenemos necesidad urgente de recordar que compartimos un patrimonio espiritual común”.
La atmósfera, comentó el periódico «La Croix» era un tanto irreal, con una campana que sonaba, después con el muyaidín de la mezquita que llamaba a la oración, seguido por la recitación del Padre Nuestro y después la Fatiha, la profesión de fe musulmana tanto en árabe como en francés.
El delegado episcopal para las relaciones con los musulmanes en Lyon, subrayó la importancia de este primer encuentro y deseó que se puedan repetir, como se realiza en Beirut.





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¿Qué reflexión hace Amoris Laetitia sobre la nulidad matrimonial?
Rocío Lancho García | 12/04/16

(ZENIT – Roma).- La lentitud de los procesos que definen los casos de nulidad matrimonial “irrita y cansa a la gente”. Es una de las observaciones realizadas por el papa Francisco en su recién publicada exhortación apostólica Amoris Laetititia. Un tema que preocupa en profundidad al Santo Padre ya que no esperó a la publicación de la exhortación para tomar medidas al respecto tras el primer sínodo de los obispos. Tal y como explica el Pontífice en su reciente documento una gran número de los padres sinodales “subrayó la necesidad de hacer más accesibles y ágiles, posiblemente totalmente gratuitos, los procedimientos para el reconocimiento de los casos de nulidad”.
Asimismo indica que sus dos recientes motu proprio sobre esta materia, publicados el pasado 8 de septiembre, “han llevado a una simplicación de los procedimientos para una eventual declaración de nulidad matrimonial”. A través de ellos, el Papa también he querido “hacer evidente que el mismo obispo en su Iglesia, de la que es constituido pastor y cabeza, es por eso mismo juez entre los fieles que se le han confiado”. Por ello, “la aplicación de estos documentos es una gran responsabilidad para los ordinarios diocesanos, llamados a juzgar ellos mismos algunas causas y a garantizar, en todos los modos, un acceso más fácil de los fieles a la justicia”. Esto implica “la preparación de un número suficiente de personal, integrado por clérigos y laicos, que se dedique de modo prioritario a este servicio eclesial”.
Por lo tanto, recuerda el Papa en su exhortación, “será necesario poner a disposición de las personas separadas o de las parejas en crisis un servicio de información, consejo y mediación, vinculado a la pastoral familiar, que también podrá recibir a las personas en vista de la investigación preliminar del proceso matrimonial”. Unas medidas, que sin duda alguna, se acercan al sufrimiento de las personas que pasan por este proceso.
El sacerdote Miguel Ángel Ortiz, profesor de Derecho Matrimonial Canónico en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma, abogado del Tribunal de la Rota Romana desde 1996 y juez externo del Tribunal de Apelación en el Vicariato de Roma, explica a ZENIT que como el mismo Papa ha subrayado, esta reforma “pretende agilizar los procesos, hacerlos más cercanos a los fieles. No pretende relativizar la indisolubilidad del matrimonio”.
Asimismo explica que Francisco “ha decidido suprimir algunos elementos del proceso (la necesidad de obtener dos sentencias afirmativas, principalmente)” y “ha facilitado un procedimiento más breve para los casos en los que la nulidad resulta más clara por la presencia de elementos –algunas circunstancias, documentos, etc. – y que la presentan como manifiesta desde el primer momento”.
El elemento que no puede ser modificado –precisa el profesor– es lo que constituye la misma esencia del proceso de nulidad: su carácter declarativo (el juez no disuelve ni rompe el matrimonio, sino que declara que desde el principio hubo un vicio que impidió que realmente se prestara un consentimiento eficaz) y la certeza que debe adquirir el juez cuando dicta sentencia”. Por otro lado, explica el profesor Ortiz que “el juez debe estar moralmente cierto de la nulidad del matrimonio, sin que albergue dudas razonables acerca de su validez, pues en ese caso estaría obligado a dar una sentencia negativa”.
Finalmente, precisa que como es evidente y el mismo Papa recuerda en el mencionado número, la reforma recién promulgada constituye “una gran responsabilidad para los ordinarios diocesanos, llamados a juzgar ellos mismos algunas causas y a garantizar, en todos los modos, un acceso más fácil de los fieles a la justicia”.





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La Fontana di Trevi se iluminará de rojo a favor de los cristianos perseguidos
Redaccion | 12/04/16

(ZENIT – Roma).- La Fontana di Trevi, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Roma, se iluminará de rojo el próximo 29 de abril, a las 20.00. Ayuda la Iglesia Necesitada quiere recordar así la sangre de tantos mártires cristianos que hoy, incluso más que en los primeros siglos, son asesinados por odio a la fe.
A través de esta iniciativa, AIN, quiere llamar la atención sobre el drama de la persecución anticristiana. Tal y como explican el presidente y director de AIN Italia, Alfredo Montovano y Alessandro Monteduro, “la sistemática violación del derecho a la libertad religiosa, sobre todo en perjuicio de los cristianos, se debe convertir en un tema central en el debate público, para evitar el riesgo de la indiferencia y la consecuente prolongación de una agonía intolerable”.
Desde su nacimiento en 1947, la fundación pontificia ha denunciado las persecuciones por motivos religiosos. Un compromiso que desde 1999 ha encontrado un poderoso instrumento en el Informe sobre la libertad religiosa en el mundo, cuya próxima edición será publicada el 15 de noviembre. “Los contenidos del Informe serán poco útiles si no se convierten en patrimonio común, si no sacude nuestras conciencias, si no produce una reacción pública y difundida para apoyar a tantos perseguidos que no puede hacer que se escuche su voz”, indicaron en AIN.
Durante el evento del 29 de abril en la Fontana di Trevi, AIN dará voz a algunas historias y testimonios del martirio cristiano, empezando por el obispo caldeo de Aleppo, monseñor Antoine Audo, que se encontrará esos días en Italia invitado por la fundación pontificia. El acto será inaugurado por el presidente internacional de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el cardenal Mauro Piacenza.
Han sido muchas las realidades y asociaciones que se han adherido a esta iniciativa.
Finalmente, Montovano y Monteduro invitan a todos los que lo deseen a estar presentes, “muchos de nuestros hermanos perseguidos y olvidados os estarán agradecidos, porque vuestra presencia les representará, dándoles plena visibilidad en el escenario público”. Y concluyen asegurando que “sobre el fondo de la mágica fuente romana iluminada de rojo, se espera que se pueda entonar el preludio de una reacción duradera y concreta y todo lugar, para que los perseguidos del siglo XXI pueden volver cuanto antes a gozar plenamente de su derecho natural a la libertad religiosa”.





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El cardenal Hummes destaca el compromiso de la Iglesia en la región amazónica
Sergio Mora | 12/04/16

(ZENIT – Roma).- El cardenal Claudio Hummes, presidente de la Comisión episcopal para el Amazonas, y de la red eclesial pan-amazónica (Repam), indicó a los obispos brasileños reunidos en ocasión de la Asamblea Plenaria hasta el 15 de abril en Aparecida, que es necesario trabajar en la región amazónica y dar a conocer el “rostro amazónico de la Iglesia”.
La Plenaria de la Conferencia Episcopal Brasileña está dedicada al papel de los laicos “sal de la tierra y luz del mundo”, teniendo en cuenta la difícil situación social del país, debido a una crisis más de índole moral que económica, indicó el diario del vaticano L’Osservatore Romano.
“La Iglesia tiene –dijo el cardenal– una deuda enorme con los indígenas, que tienen que volver a ser protagonistas de su historia, incluida la religiosa”. El desafío señalado se refiere a la población indígena situada en más de cincuenta diócesis que corresponden a un territorio superior a la mitad de Brasil, y que ha visto un número creciente de comunidades evangélicas y poblaciones indígenas, históricamente maltratadas y olvidadas por el resto de la sociedad.
Evidenciando los progresos de los últimos años, señaló el aumento del número de los sacerdotes, religiosos, laicos y misioneros comprometidos con en el Amazonas. “Este crecimiento se debe también a la formación sacerdotal que ha promovido iniciativas de una Iglesia ‘en salida’, misericordiosa, hecha de pobres y para los pobres” dijo.
Destacó también el trabajo de la Repam, activa en siete de los nueve países del área amazónica, destinada a reforzar la acción evangelizadora en la región, iniciativa dada en respuesta al llamado hecho por el papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud.
Y ante la creciente urbanización del Amazonas, Hummes señaló la necesidad de escoger un modelo de desarrollo económico que respete el ambiente, y denunció el caso de la isla de Marajó, el estuario del río Amazonas, donde se vive una situación agravada por la pobreza, desempleo y los abusos de menores.





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El rey de Jordania financia la restauración del Santo Sepulcro
Redaccion | 12/04/16

(ZENIT – Roma).- “Su majestad Abdallah II ha enviado una donación (makruma) para proveer –a cargo personal de su majestad– a la restauración de la tumba de Jesús en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén”. Lo ha anunciado la agencia de prensa Petra, tal y como indica Radio Vaticano, que cita una carta oficial enviada por la corte hachemita al patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén, Teófilo III.
Un gesto de gran valor considerando que será un soberano musulmán quien aporte para los gastos de la restauración del lugar más venerado por los cristianos de todo el mundo: el santuario del Santo Sepulcro, el lugar de la sepultura y de la resurrección de Jesús en Jerusalén.
La restauración fue anunciada durante la vigilia pascual del mundo occidental a las tres confesiones cristianas que por razones históricas comparten la jurisdicción sobre la iglesia más importante de Jerusalén: los greco-ortodoxos, los latinos (representados por los Franciscanos de la Custodia de Tierra Santa) y los armenios.
La restauración se ha hecho necesaria por la degradación de la estructura provocada por la humedad debido a la respiración de los miles de peregrinos y del humo de las velas.
Ya existía un estudio y un proyecto de intervención elaborado por la National Technical University de Atenas sobre el cuál hay acuerdo de todas las partes: las obras deberían durar ocho meses y concluir a comienzos del 2017.
El anuncio de la Corte hachemita, fue recibido como un gesto de generosidad por el patriarca Teófilo III. “El rol desarrollado por Jordania en la protección de la presencia de los cristianos en Tierra Santa es claro e innegable. El rey Abdallah está guiando los esfuerzos de todos los jordanos en el sembrar las semillas del amor y de la fraternidad entre musulmanes y cristianos en esta era en la que guerras sectarias están quemando naciones enteras”.






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Ecuador: Los obispos piden diálogo y cooperación leal
Redaccion | 12/04/16

(ZENIT- Roma).-La Conferencia Episcopal de Ecuador (CEC) concluyó su 139 Asamblea Plenaria recordando que “en unión al Papa Francisco, hemos iniciado el ‘Año de la Misericordia’ con la apertura de las puertas santas”, sin olvidar “el profundo dolor por las tribulaciones y la dramática situación de nuestros hermanos en la fe en diferentes partes del mundo”.
Ante el período electoral que se acerca, con presidenciales fijadas para enero de 2017, y el peligro de la exasperación de los enfrentamientos políticos, los obispos piden actitudes de diálogo y colaboración sinceras, para que Ecuador pueda enfrentar, con eficacia y sentido de responsabilidad, la situación adversa que atraviesa el país, las situaciones de precariedad, inseguridad y desempleo; las drogas y la trata de personas.
Los obispos indican también su satisfacción por la apertura del proceso de canonización del siervo de Dios Pablo Muñoz Vega; agradecen al papa Francisco por el rico magisterio de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, “donde redescubrimos la belleza del plan de Dios sobre el matrimonio y el don de la familia” e invocan a la Santísima Virgen María, para “que alcance de su hijo Jesús todas las gracias necesarias para que la Misericordia de Dios llegue a todos los ecuatorianos”.
A continuación el texto completo.
MENSAJE DE LOS OBISPOS DEL ECUADOR REUNIDOS EN SU CXXXIX ASAMBLEA PLENARIA
Los Obispos de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana reunidos en Quito, del 4 al 8 de abril, hemos celebrado nuestra CXXXIX Asamblea Plenaria. Han sido unos días de alegría pascual, así como de profunda unidad y fraternidad, en el que abordamos diversos temas.
Tenemos aún presente la Visita Pastoral del Papa Francisco al Ecuador. Les invitamos a repasar y aprovechar la riqueza de los mensajes que nos dejó; así nos fortaleceremos en la fe, nuestras familias se renovarán y toda la sociedad crecerá en solidaridad, gratuidad y subsidiaridad.
Con entusiasmo y esperanza, y en unión al Papa Francisco, hemos iniciado el “Año de la Misericordia” con el gesto, tan significativo, de la apertura de las “puertas de la misericordia” en nuestras iglesias particulares. Agradecidos por esta providencial iniciativa, damos testimonio que esta convocatoria está calando hondamente en nuestro pueblo, y que en todas nuestras jurisdicciones se ha desarrollado una rica programación, en sintonía con las sugerencias de la Bula Misericordiae Vultus; y que, en este sentido, se está dando gran impulso al compromiso de las obras de misericordia, a la atención generosa en el sacramento de la Reconciliación y al desarrollo de una actitud más misericordiosa y acogedora en todo el pueblo cristiano.
El mes de febrero, los mismos Obispos tuvimos un retiro espiritual para vivir mejor este Año, dentro del cual tuvimos la experiencia de una conmovedora visita a un centro carcelario. Dios quiera que la experiencia eclesial de este Año jubilar se traduzca en una auténtica renovación de la fe.
Como miembros todos de la única Iglesia de Jesucristo, compartimos el profundo dolor por las tribulaciones y la dramática situación de nuestros hermanos en la fe en diferentes partes del mundo. Nuestra mente y nuestro corazón no deja de tenerlos presentes en todo momento, pidiendo a Nuestro Salvador Jesucristo, el testigo fiel, les conceda la fortaleza necesaria, junto con el consuelo de la fraterna y concreta solicitud de toda la Iglesia. Y que su testimonio no deje de fortalecer la fidelidad de todos los bautizados.
En nuestro país, a nivel social, hemos comenzado a vivir momentos difíciles. La perspectiva económica se ve muy incierta, así como los caminos para enfrentarla. Nos preocupan las previsibles repercusiones en la vida de nuestro pueblo, sus decepciones y nuevas situaciones de precariedad, especialmente de los jóvenes envueltos en las drogas, los niños y las mujeres comercializados en la trata de personas y otros en situación de vulnerabilidad, como la inseguridad y el desempleo.
Nos acercamos además a un período electoral, que puede caracterizarse por la exasperación de los enfrentamientos políticos, afectándose todavía más las actitudes de diálogo y colaboración sinceras, que consideramos indispensable para que nuestra sociedad pueda enfrentar, con eficacia y sentido de corresponsabilidad, la situación adversa que atraviesa el país.
Pedimos al Señor que abra nuestros ojos y nos haga conocer las necesidades de todos nuestros hermanos; que Él nos inspire las palabras y las obras para confortar a los que están cansados y agobiados siguiendo el ejemplo y el mandato de Cristo. Queremos ser como Iglesia un vivo testimonio de verdad y libertad, de paz y de justicia para que nuestro pueblo se anime con una esperanza nueva.
Nos alegramos por la apertura del proceso de canonización del Siervo de Dios Pablo Muñoz Vega (1903-1994), jesuita, rector de la Pontificia Universidad Gregoriana, arzobispo de Quito y cardenal de la Iglesia. Hombre profundamente sabio y humilde, que marcó la vida nacional con su actitud evangélica y su palabra iluminadora. Esperamos que su figura ejemplar inspire a todo el pueblo católico y contribuya también, a nivel social, al aprecio por las actitudes de reconciliación y fraternidad que lo caracterizaron. Así mismo, nos alegran los procesos de canonización de Monseñor Alejandro Labaka y la hermana Inés, que dieron su vida por el Evangelio en el Oriente ecuatoriano, como también el proceso de Monseñor Juan Larrea Holguín, jurista y pastor.
Agradecemos al Papa Francisco por el rico Magisterio de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, donde redescubrimos la belleza del plan de Dios sobre el matrimonio y el don de la familia para la sociedad, así como proponer múltiples iniciativas de atención y promoción de la familia en su contexto y problemática actual.
Queremos participar en las alegrías y esperanzas, en las penas y angustias de nuestro pueblo para mostrarles fielmente el camino de la salvación y junto con ellos avanzar en el camino del Reino.
Invocamos a la Santísima Virgen María, Madre de Misericordia, para que continúe bendiciéndonos y nos alcance de su hijo Jesús todas las gracias necesarias para que la Misericordia de Dios llegue a todos los ecuatorianos.





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Comentario a la liturgia dominical – Cuarto domingo de Pascua
Antonio Rivero | 12/04/16

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el Centro de Humanidades Clásicas de la Legión de Cristo, en Monterrey (México).
Idea principal: Veamos el corazón misericordioso de Cristo, el Buen Pastor. Y cómo debemos ser las ovejas.
Síntesis del mensaje: De las varias imágenes que intentan describir quién es Jesús para nosotros (Cordero, Señor, Rey, Piedra angular, Luz, Verdad, Puerta….), en este domingo IV de Pascua se nos presenta Jesús como el Buen Pastor, siguiendo el capítulo 10 del evangelio de Juan. Pastor que conoce, ama, alimenta, defiende y da la vida por las ovejas. Y las ovejas, por su parte, escuchan su voz y le siguen, es decir, le obedecen.
Puntos de la idea principal:
En primer lugar, Cristo es Pastor para todos (1ª lectura). Para todo tipo de ovejas: sanas y enfermas, calmadas y rebeldes, nutridas y desnutridas, fuertes y débiles, perniquebradas e íntegras, perdidas o fieles, merinas y de buena lana o montesinas y de buena carne. Ovejas que Él conoce muy bien, las ama con ternura y misericordia, le siguen con alegría, las alimenta diariamente con la vida eterna y las sacia en las fuentes de aguas vivas de los sacramentos y las defiende con el cayado de la Iglesia para que el lobo no las arrebate de su aprisco. Pastor que va delante, guiándonos el camino. Jesús nos conoce y nos ama, se adapta a cada uno, ayudándonos de acuerdo a nuestras necesidades y debilidades. En un rebaño, algunas ovejas son lentas y perezosas, otras son muy ansiosas y rápidas; algunas están enfermas, otras cojas, algunas tienen tendencia a perderse, otras a desviarse. Jesús es cuidadoso en guiar a cada persona, con infinita compasión y misericordia, a los pastos de la vida verdadera y perdurable. Pastor que sabe que esas ovejas se las puso su Padre en las manos (evangelio).
En segundo lugar, ¿cuáles son las condiciones para pertenecer al rebaño de Cristo Pastor de todos y para todos? “Mis ovejas escuchan mi voz…y ellas me siguen”. Escuchar y seguir al Pastor. Escucharle con la inteligencia y seguirle con la voluntad. Escuchar su enseñanza, contenida en los santos evangelios y explicada por la Iglesia. Conocerlo con nuestra inteligencia y así poder amarlo, tendiendo a Él con todo el impulso de nuestra voluntad. Quien se resiste a escuchar la voz de este Pastor camina decididamente hacia su propia perdición. Toda la Escritura es una reiterada invitación a escuchar. En la primera lectura Pablo y Bernabé hablan a la ciudad de Antioquía y fueron muchos los que les escuchaban, tantos que provocaron la envidia y palabras injuriosas a quienes estaban con los oídos cerrados a la Buena Nueva de la resurrección. Para escuchar a este Pastor se necesita humildad y silencio interior. Y para seguir la voz de ese Pastor se necesita docilidad, para dejarse moldear por su doctrina, volviéndose cera blanda en sus manos. Aquí entra la labor del Espíritu Santo que va modelando en nosotros, si le dejamos, la imagen de Cristo, exhortándonos a salir de aquel vicio o pecado, de la mediocridad, de la tibieza, y a desprendernos del hombre terreno y aspirar a las cosas celestiales. Es preciso seguir al Pastor, es preciso seguir al Cordero dondequiera que vaya, haciendo nuestras sus palabras, teniendo su misma mente y corazón.
Finalmente, Pastor, que antes fue Cordero (2ª lectura) que se inmoló en la Cruz para con su muerte darnos la vida eterna y abrirnos las puertas del cielo. Ese Pastor también fue primero Cordero que se sacrificó para purificar y santificar a todas las ovejas. Desde la fuente de los sacramentos nos salpica con su sangre bendita que nos limpia. ¿Qué ganó para nosotros este Cordero? La segunda lectura de hoy nos responde: nos preparó el camino para las praderas eternas, el cielo. Una enorme muchedumbre, imposible de contar, “formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas”. Todos están de pie, ante el trono del Cordero, con túnicas blancas y palmas en las manos, alabándole de manera incesante. Allí, en el cielo, sus ovejas ya no padecerán hambre ni sed, ni serán agobiadas por el sol y el calor, la injusticia y la maldad de los lobos. Ahora viven felices al lado del Pastor-Cordero. Y allí nadie nos arrebatará de las manos de su Padre celestial.
Para reflexionar: ¿Estoy convencido que Cristo me quiere como soy, aun en mis momentos malos y defectuosos? ¿Imito a Jesús el Buen Pastor en la educación de mis hijos, o como profesor, y en todo lo que haga? ¿Soy oveja dócil, receptiva o rebelde y arisca?
Para rezar: recemos el salmo 23
El Señor es mi pastor;
nada me falta.
En verdes praderas me hace descansar,
a las aguas tranquilas me conduce,
me da nuevas fuerzas
y me lleva por caminos rectos,
haciendo honor a su nombre.
Aunque pase por el más oscuro de los valles,
no temeré peligro alguno,
porque tú, Señor, estás conmigo;
tu vara y tu bastón me inspiran confianza.
Me has preparado un banquete
ante los ojos de mis enemigos;
has vertido perfume en mi cabeza,
y has llenado mi copa a rebosar.
Tu bondad y tu amor me acompañan
a lo largo de mis días,
y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré.
Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org








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Beata Margherita da Città di Castello – 13 de abril
Isabel Orellana Vilches | 12/04/16

(ZENIT – Roma).- Tan mal considerada fue esta beata en su más cercano entorno que, exceptuando las humildes personas de bondadoso corazón que la ayudaron, incluidos los dominicos, durante un tiempo pocos pudieron entrever la finísima obra de orfebrería que Dios realizaba en ella cincelando su espíritu con la deslumbrante e inigualable luz de su belleza. Con el ejemplo de su vida, y las gracias de las que fue adornada, se asesta un mazazo a los prejuicios, a la fría conceptualización de una persona por su aspecto externo que, en este caso concreto, fue acompañada de una falta de piedad inaudita. Porque Margherita nació en 1287 en el castillo de Metola (perteneciente entonces a la Massa Trabaria), provincia de Pesaro y Urbino, Italia, con dolorosas deformidades.
Afectada de ceguera, lisiada –con ostensible cojera y una prominente joroba– simplemente por su debilidad, y no es poco, debería haber polarizado en ella toda la ternura de sus padres Parisio y Emilia. Además, siendo nobles y pudientes podrían haberla colmado de atenciones. No fue así. Su llegada parecía obedecer a una desgracia más que a una bendición. Una joven hermosa y saludable habría encajado perfectamente en tan selecto entorno. Pero no era su caso. Siendo la primogénita, la pobre criatura defraudó las esperanzas de su padre que hubiera deseado un varón, y se hizo acreedora de su desdén. La confiaron a una persona del servicio y fue bautizada por el capellán de la fortaleza con absoluta discreción, por no decir casi de forma clandestina. No había lugar para ella en el castillo.
Para mantenerla a resguardo de miradas ajenas, fue recluida en una celda. Cuando fortuitamente fue descubierta por unos invitados, la trasladaron a un habitáculo construido en las inmediaciones de la fortaleza, en una zona boscosa, con un ventanuco para introducir la comida. Tenía 6 años y sus padres no habían vuelto a verla desde que nació. Así que la condenaron a vivir en una fría cárcel. ¡Cuánta desgracia junta! Tan solo el capellán, que le enseñó a orar, pudo apreciar la inteligencia que le adornaba y cómo iba creciendo pertrechada en la sabiduría que proviene de la gracia divina.
Nueve años permaneció en tan inhóspito lugar, sola, contando únicamente con la visita puntual del sacerdote y alguna esporádica de Emilia. En ese tiempo ya había aprendido a reconocer el amor de Dios que acoge a sus hijos con infinita misericordia al margen de defectos y debilidades. En Cristo crucificado halló el modelo a seguir para abrazarse a la cruz, gozosa de poner a sus pies sus particulares sufrimientos regados con muchas lágrimas. El estallido de la guerra obligó a sus padres a aceptarla en la fortaleza, aunque la trataron como a una prisionera manteniéndola en el sótano en pésimas condiciones. Confortada por el capellán, soportaba tanta ignominia con entereza y confianza.
Hacia los 15 años un día fue conducida por sus padres a Città di Castello para solicitar la mediación de un franciscano, (puede que fuese el lego fray Giacomo, fallecido poco tiempo antes con fama de santidad, y ante cuya tumba se produjeron algunos milagros) y lograr su curación. Para ello hicieron un fatigoso viaje atravesando los Apeninos. Da la impresión de que buscaban, sobre todo, librarse de tan embarazosa presencia. Como no obtuvieron lo que deseaban, dejaron a la muchacha en una iglesia abandonada, a su libre albedrío.
La ceguera del corazón, infinitamente más tenebrosa que la física, era atuendo de los padres de Margherita. Obviamente, Dios en su infinita misericordia no iba a desentenderse de esta hija predilecta, tan cruelmente tratada. Y como hace con todos, de forma especial con los que están inmersos en el drama del sufrimiento, la bendeciría de forma singular. Así pues, aunque la joven deambuló llena de angustia como una vagabunda, mendigos, y luego campesinos de gran corazón, se apiadaron de ella. Se cumplía su honda impresión de que, aunque sus padres la desampararon, Dios nunca la abandonaría. Hacia sus 20 años ingresó en un convento, parece que regido por oblatas, que prescindieron de ella al no soportar la presencia de tanta virtud en un claustro de costumbres algo laxas, como era aquél en esos momentos. Para vivir con un santo hace falta disponerse a la exigente entrega consignada en el evangelio, de lo contrario se corre el riesgo de sucumbir ante las propias flaquezas. Es lo que entonces ocurrió.
De nuevo en la calle, Margherita fue acogida por un bondadoso matrimonio compuesto por Venturino y Grigia. La Orden de predicadores la aceptó como laica y durante treinta años vistió el hábito de la Tercera Orden de santo Domingo feliz al poder encarnar la riqueza de este carisma. Gran penitente, acostumbrada a la austeridad, a las mortificaciones y a la oración, fue escalando las altas vías de la contemplación. Con su ejemplo conmovía a la gente que acudía a ella en busca de consejo. Era especialmente devota de la Sagrada Familia y tuvo debilidad por los pobres y los enfermos, a los que socorrió junto a los reclusos y a los moribundos.
Aprendió de memoria el Salterio y solía meditar en el misterio de la Encarnación. Fue agraciada con éxtasis, junto a los dones de profecía y milagros. Murió el 13 de abril de 1320. Según parece, en su corazón encontraron tres perlas que tenían esculpidas respectivamente las imágenes de Jesús, María y José. Quienes la conocían le habían escuchado decir en numerosas ocasiones: «¡Oh, si supierais el tesoro que guardo en mi corazón, os maravillaríais!». Su cuerpo, que se conserva incorrupto –como se constató al abrir el ataúd para darle nueva sepultura el 9 de junio de 1558–, se venera bajo el altar mayor de la basílica de San Domenico en Città di Castello. Pablo V la beatificó el 19 de octubre de 1609. El prelado que se hallaba en Urbino en 1988 la proclamó patrona de los ciegos para esa diócesis.