NOTA DE PRENSA | CENTRO JURÍDICO TOMÁS MORO

El Centro Jurídico Tomás Moro aboga por el voto familiar

 

  • Es patente la familia y la unidad familiar están huérfanas de representación política al no tener una voz propia

  • Si queremos un sistema político avanzado no podemos seguir dando la espalda a la familia, siendo necesario avanzar en legislaciones protectoras de los derechos de la familia y en legislaciones que asuman como necesaria la perspectiva de familia en su planteamientos y desarrollos.

Madrid, 19 de abril de 2016


 

El Congreso de los Diputados ha debatido hoy la posibilidad de adelantar la edad legal para el sufragio hasta los 16 años.

Algunos partidos políticos han defendido la rebaja de la edad de voto al considerar necesario que los menores puedan participar en los procesos electorales.

El Centro Jurídico Tomás Moro ya ha manifestado en otras ocasiones la necesidad de convertir las instituciones democráticas en la legítima representación de toda la sociedad, y no de parte de ella. En  este sentido desde este Centro Jurídico pedimos a los partidos políticos que den representación política a la célula básica de la sociedad: la familia.

Es necesario recordar que el sufragio familiar es el único tipo de sufragio que garantiza que la representación electoral sea realmente universal, pues asigna uno o más votos supletorios a los padres de familia en relación al número de hijos.

Dicho voto familiar no sólo permitiría mejorar la representatividad de toda la sociedad, sino que implicaría un compromiso por parte de los partidos políticos en la defensa de la familia como núcleo social sin el que es imposible construir una sociedad en libertad e igualdad.

Es necesario que nuestros representantes políticos superen antiguos conceptos individualistas para desarrollar representaciones políticas más ricas y plurales en las que todos los miembros de la sociedad independientemente de su sexo, edad o condición se sientan representados.

Es patente que la "unidad familiar" es así considera a efectos civiles, fiscales, censales ,etc., pero es igualmente patente que la familia y la unidad familiar están huérfanas de representación política al no tener una voz propia. No deja de ser una falla democrática que las normas legales hagan recaer en los padres la responsabilidad de los actos de los menores y sin embargo no pueden decidir sobre normas que no sólo marcarán su futuro, sino que marcan su propio presente.

Es necesario que nuestros representantes políticos avancen en la concesión de derechos a favor de la "unidad familiar" reconociendo en este sentido el esfuerzo que las familias han realizado y siguen realizando para paliar los déficit del estado de bienestar, pues la actual crisis económica habría precipitado a miles de ciudadanos a la pobreza extrema si no hubieran sido asistidos por sus propias familias.

Para el Centro Jurídico Tomás Moro resulta evidente que cualquier ciudadano con derecho a voto ha nacido, se ha criado y se ha formado como ciudadano en una familia, por lo que resulta necesario dotar a la familia de la representatividad política de la que actualmente carece.

Si queremos un sistema político avanzado no podemos seguir dando la espalda a la familia, siendo necesario avanzar en legislaciones protectoras de los derechos de la familia y en legislaciones que asuman como necesaria la perspectiva de familia en su planteamientos y desarrollos.

 

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