Servicio diario - 09 de mayo de 2016


 

El Papa en Sta. Marta: ‘La vida cristiana no es una ética, es un encuentro con Jesucristo’
Posted by Redaccion on 9 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El Espíritu Santo mueve la Iglesia, pero para muchos cristianos hoy es un perfecto desconocido o incluso “un prisionero de lujo”. Esta ha sido la advertencia realizada por el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en Santa Marta. De este modo ha precisado que el Espíritu Santo nos hace cristianos “reales” no “virtuales” y ha exhortado a los fieles a dejarse empujar por Él para que nos enseñe el camino de la libertad. Durante la misa de esta mañana, el Santo Padre ha dedicado un pensamiento especial a las hermanas vicencianas, que trabajan en la Casa Santa Marta, en el día de la fiesta de su fundadora, Santa Luisa de Marillac.
“Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo”. El Pontífice ha hecho referencia a esta frase del diálogo entre los primeros discípulos en Éfeso y san Pablo, de la Primera Lectura del día, para recordar la presencia del Espíritu Santo en la vida de los cristianos. También hoy, ha observado, sucede como a esos discípulos que, aún creyendo en Jesús, no sabían quién era el Espíritu Santo.
Muchos, ha señalado Francisco, dicen haber “aprendido en el Catecismo” que el Espíritu Santo está “en la Trinidad”, pero después no saben “más que eso del Espíritu Santo” y se preguntan qué hace.
De este modo, el Pontífice ha afirmado que “el Espíritu Santo es el que mueve la Iglesia, es el que trabaja en el Iglesia, en nuestros corazones, es el que hace de cada cristiano una persona diferente de la otra, pero de todos juntos hace la unidad”. Eso es lo que lleva adelante, abre las puertas y te invita a dar testimonio de Jesús.
El Santo Padre ha precisado que el Espíritu Santo es el que nos mueve a alabar a Dios, nos mueve a rezar. “El Espíritu Santo es el que está en nosotros y nos enseña a mirar al Padre y a decirle: ‘Padre’. Nos libera de esta condición de huérfano en la que el espíritu del mundo quiere llevarnos”, ha indicado.
Asimismo, el Pontífice ha subrayado que el Espíritu Santo es “el protagonista de la Iglesia viva: es el que trabaja en el Iglesia”. El peligro –ha advertido– es que cuando no vivimos esto, cuando no estamos a la altura de esta misión del Espíritu, reducidos la fe a una moral, a una ética. Por eso ha explicado que no hay que detenerse al cumplir los mandamientos y “nada más”. “Esto se puede hacer, esto no se puede hacer; hasta aquí sí, hasta aquí no. Y desde allí a la casuística y a una moral fría”, ha observado.
La vida cristiana no es una ética, es un encuentro con Jesucristo. Y es el Espíritu Santo que “me lleva a este encuentro con Jesucristo”. Al respecto ha indicado que nosotros, en nuestra vida, tenemos en nuestro corazón al Espíritu Santo como un ‘prisionero de lujo’: no dejamos que nos empuje, no dejamos que nos mueva. Hace todo, sabe todo, sabe recordarnos qué ha dicho Jesús, sabe explicarnos las cosas de Jesús. Solamente –el Espíritu Santo– no sabe hacer una cosa: cristianos de salón. No sabe hacer “cristianos virtuales pero no virtuosos”. El Papa ha asegurado que el Espíritu hace cristianos reales, Él toma la vida real así como es, con la profecía de leer los signos de los tiempos y nos lleva adelante así. Por eso advierte que “es el gran prisionero de nuestro corazón. Decimos: ‘es la tercera personas de la Trinidad’ y terminamos ahí…”.
Finalmente, el Santo Padre ha asegurado que esta semana “nos hará bien reflexionar sobre qué hace el Espíritu Santo en mi vida” y preguntarse si nos “ha enseñado el camino de la libertad”.
El Espíritu Santo, que está en mí, “me empuja a ir fuera” y tenemos que preguntarnos ¿tengo miedo?, ¿cómo es mi valentía, la que me da el Espíritu Santo, para salir de mí mismo, para testimoniar a Jesús?, ¿cómo va mi paciencia en las pruebas? Porque también la paciencia –ha indicado– la da el Espíritu Santo.
Para concluir la homilía, el Pontífice ha invitado a reflexionar en esta semana de preparación a la Fiesta de Pentecostés, si realmente creemos en el Espíritu Santo y ha exhortado a hablar con Él y decir: “Yo sé que Tú estás en mi corazón, que Tú estás en el corazón de la Iglesia, que Tú llevas la Iglesia adelante, que Tú haces la unidad entre nosotros, pero diferentes entre nosotros, en nuestra diversidad”.



Francisco pide a los socios del Círculo de San Pedro ser instrumentos de la ternura de Dios
Posted by Rocío Lancho García on 9 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha agradecido a los socios del Círculo de San Pedro lo que hacen cada día al servicio de los sectores más débiles de la población de nuestra sociedad. Lo ha hecho durante la audiencia que les ha concedido esta mañana en el Vaticano. Además, ha precisado que para llevar la visita del Señor a los que sufren en el cuerpo y en el espíritu, “debemos cultivar la fe, esa fe que hace de la escucha de la Palabra de Dios y busca una profunda comunión con Jesús”.
Durante su discurso ha asegurado a los presentes que su Sodalicio, incluido en la realidad eclesial de la diócesis de Roma, es expresión de una Iglesia “en salida”. Un Iglesia –ha precisado– que camina para buscar, visitar, encontrar, escuchar, compartir y detenerse ante las personas más pobres. Y ha añadido que “a cada uno de vosotros se os pide no solamente ir a encontrar a los más necesitados, sino a ir llevando a Jesús”. “Es ir como discípulos, amigos del Señor; se trata de compartir su palabra, la del Evangelio, de repetir sus gestos de perdón, de amor, de don, de no buscar el propio prestigio, sino el bien de los otros”, ha recordado el Santo Padre.
Por otro lado, el papa Francisco ha precisado que delante de ellos tienen el ejemplo de la Virgen, a la que “rezamos con particular devoción en este mes de mayo”. De este modo les ha pedido que, como ella, no se cansen de “salir”, de ir deprisa a encontrar y llevar la visita de Dios. Asimismo ha reconocido que María es icono de la fe. “Solo en la fe se lleva a Jesús y no a sí mismo”.
Por otro lado ha indicado que en este Año Santo de la Misericordia, “mientras nos esforzamos en recorrer el camino de las obras de misericordia, estamos llamados a renovarnos en la fe”.
El Pontífice ha animado a los presentes a continuar en su testimonio al Evangelio de la caridad, a ser cada vez más signo e instrumento de la ternura de Dios hacia todas las personas, especialmente las más frágiles y descartadas.
Finalmente, el Santo Padre les ha dado las gracias también por el Óbolo de San Pedro, que recogen en todas las iglesias como signo de su participación a la gran atención del Obispo de Roma por la pobreza de esta ciudad. Para concluir, ha encomendado a los presentes, a sus familias y su trabajo apostólico “a la protección de la Virgen Santa, la Salus Populi Romani y a la intercesión de los santos Pedro y Pablo”.



El Papa pide que la comunicación en la Iglesia una verdad y misericordia
Posted by Rocío Lancho García on 9 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Este domingo se celebró la 50ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, la única celebración mundial querida por el Concilio Vaticano II para “hacer más eficaz el multiforme apostolado de la Iglesia”, como recuerda el decreto conciliar Inter Mirifica de 1963.
Por ello, el papa Francisco lanzó un mensaje firmado desde sus cuentas en las redes sociales Twitter (@pontifex_) e Instagram (@Franciscus): “A ti, que desde la gran comunidad digital me pides bendiciones y oración, quiero decirte ‘tú serás el don precioso en mi oración al Padre’ y no te olvides de rezar por mí para que sea siervo del Evangelio de la Misericordia”.
El Pontífice también recordar esta celebración después de la oración del Regina Coeli en la plaza de San Pedro, explicando que “los padres conciliares, reflexionando sobre la Iglesia del mundo contemporáneo, comprendieron la importancia crucial de la comunicación, que ‘pueden construir puentes entre las personas, las familias, los grupos sociales y los pueblos. Y esto es posible tanto en el mundo físico como en el digital’ (Mensaje 2016).
Dirigiéndose a todos los trabajadores de la comunicación, el Santo Padre deseó “que nuestra forma de comunicar en la Iglesia se siempre un claro ejemplo evangélico, un estilo que una la verdad y la misericordia”. Estas palabras hacen referencia al tema elegido por el Santo Padre para el Mensaje para esta Jornada Mundial, publicado el 24 de enero de 2016: “Comunicación y misericordia: un encuentro fecundo”.
Tal y como ha explicado a Radio Vaticana el prefecto de la Secretaría para la Comunicación, monseñor Dario Edoardo Viganò: “El Papa ha publicado en su perfil oficial de Instagram, Franciscus, un quirógrafo: es decir, una nota escrita de su puño y letra porque en estas semanas ha podido leer algunas peticiones y algunos comentarios a las fotos publicadas y muchos de ellos piden cercanía, oración…”.
Del mismo modo ha precisado que “las personas expresan el sentirse familiares con el papa Francisco, el sentirse muy cercanos: preguntan y cuentan sus problemas personales, piden, por ejemplo, una oración de cercanía por la enfermedad de un hijo o por un amor herido. Y entonces el Papa ha querido responder personalmente, con este escrito, a los ‘habitantes de la comunidad digital’ –así los ha llamado– diciendo que ellos se convierten en el corazón de su oración en esta Jornada”.



El Santo Padre alienta la ‘Marcha por la Vida’ en Portugal
Posted by Redaccion on 9 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Es necesario “un renovado compromiso para la promoción de los valores humanos, morales y espirituales” en defensa de la persona y de la familia. Así lo recuerda el papa Francisco en un mensaje, firmado por monseñor Angelo Becciu, Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, enviado a los organizadores de la “Marcha por la Vida” que se celebra el sábado 14 de mayo en Portugal.
De este modo, el Santo Padre subraya la importancia de “inspirar a los individuos, a las familias y a la sociedad portuguesa en la búsqueda del bien común, fundado en la armonía, en la justicia y en el respeto de los derechos de la personas humana, desde la concepción hasta la muerte natural”.
Asimismo, el papa Francisco recuerda lo que ha escrito en la exhortación Amoris Laetitia: ”Una mirada atenta a la vida cotidiana de los hombres y mujeres de hoy muestra inmediatamente la necesidad que hay por todos lados de una robusta inyección de espíritu familiar. No sólo la organización de la vida común se topa cada vez más con una burocracia del todo extraña a las uniones humanas fundamentales, sino, incluso, las costumbres sociales y políticas muestran a menudo signos de degradación”.
La Marcha, organizada por la Federación portuguesa por la vida, ha llegado a la sexta edición y se celebrará sobre todo en Lisboa. El tema de este año es “Caminando siempre por la vida”. La iniciativa –explica Radio Vaticano– asume también un valor particular, dado el debate actual dentro del país, sobre la posibilidad de legalizar la eutanasia. Los promotores esperan que la iniciativa sea “un claro testimonio público para la defensa de la vida en todas las fases de su desarrollo”.



El Papa viajará en tranvía en la JMJ de Cracovia
Posted by Redaccion on 9 May, 2016



(ZENIT – Roma).- El papa Francisco viajará en tranvía acompañado de niños y personas con discapacidad, durante su estancia en Cracovia, Polonia, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra del 25 al 30 de julio. La noticia la ha dado el gobernador de la ciudad, Josef Pilch, en un encuentro con la prensa.
Por otro lado, también ha informado sobre la entrega al Pontífice de la llaves de la ciudad de Cracovia y una etapa fuera del programa al hospital pediátrico, a 12 kilómetros del centro de la ciudad.
Una de las principales prioridades de los organizadores es la seguridad y el bienestar de los peregrinos. “Estamos trabajando para que los peregrinos se sientan seguros, cómodos y alegres, durante la JMJ. Estamos seguros de que a su regreso transmitirán al resto del mundo que Cracovia es un lugar de gente amable, una ciudad de acogida, que merece la pena visitar”, afirma el gobernador Pilch en declaraciones recogidas por La Razón.
En la zona del Campus Misericordia, donde se celebrará la vigilia y la misa conclusiva, se espera la llegada de 2 millones de fieles. Además será posible descargar una aplicación móvil para estar informados sobre todas las noticias del evento. Durante los días de la JMJ se celebrarán entre 80 y 120 eventos entre música, festivales y exposiciones.



La oración del Papa por los incendios de Canadá
Posted by Redaccion on 9 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La ciudad de Fort McMurray, en Canadá, ha quedado completamente desierta y abandonada por sus habitantes a causa de un incendio que ha arrasado al menos 1600 edificios. El fuego ha obligado a la evacuación de más de 90 mil personas. Los números de la tragedia son impresionantes y ya es considerada la “catástrofe natural más costosa de la historia de Canadá”.
Por ello, el papa Francisco ha manifestado su cercanía con las víctimas. A través de un carta firmada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, indica que “el Santo Padre está muy triste por la destrucción y el sufrimiento causados por los incendios que afectan a la zona de Fort McMurray”. “Él reza por todos los desplazados –sobre todo por los niños– que han perdido sus casas”, se lee en la carta publicada por Fides.
Desde que comenzó el incendio el 1 de mayo, el fuego se ha extendido sin detenerse: el primer día ha afectado a una zona de unas 500 hectáreas mientras que el día 6 se calculaba ya que las hectáreas arrasadas por las llamas son de al menos 100 mil.



América Latina: Las diócesis de la frontera reflexionan sobre Laudato si’
Posted by Rocío Lancho García on 9 May, 2016



(ZENIT – Roma).- Este lunes inicia el 31º Encuentro de las “diócesis de frontera”, un encuentro de dos días de duración que reunirá a un centenar de personas, entre obispos, sacerdotes, religiosos y laicos de cuatro países: Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay.
La reunión se lleva a cabo en Paso de la Patria, una localidad conocida como El Paso, en la provincia argentina de Corrientes, y en ella se analizarán los problemas pastorales comunes a las circunscripciones eclesiales de frontera de las cuatro naciones. Tal y como indica la agencia Fides, el tema de este año es el medio ambiente, a raíz de la reciente Encíclica “Laudato Sì”.
De este modo, los participantes discutirán varios temas relacionados con la ecología y el cuidado del medio ambiente, “con todo lo que ahora implica el cambio climático en la región y los problemas que afectan a la zona”. Entre otros temas se abordarán: la desertificación, ambiente y desarrollo, el modelo agro-industrial argentino, el impacto en la economía, el medio ambiente, la salud, los conflictos sociales.
Uno de los participantes del encuentro será fray Sergio Goergen OFM, de Brasil, relacionado con trabajos sobre la cuestión de la desertificación. Asimimso monseñor Julio Bonino, obispo de Tacuarembó (Uruguay), dará pautas de su trabajo relacionado al medioambiente en su país, y Silvia Alonso, licenciada en Gestión de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTreF), con posgrado en Derecho Ambiental, especialista en Salud y Ambiente (Programa para médicos de la UBA equivalente a un master).
Entre los pastores que confirmaron su presencia, están monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, arzobispo de Corrientes; monseñor Luis Collazuol, obispo de Concordia; monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualelguaychú; monseñor Alfredo Dus, arzobispo de Resistencia; monseñor Ricardo Faifer, obispo emérito de Goya; monseñor Julio Bonino, obispo de Tacuarembó (Uruguay); monseñor Liro Vendelino Meurer, de Santo Ângelo (Brasil), y monseñor Jacinto Bergmann, obispo de Pelotas (Brasil).


El cardenal Parolin asegura que diplomacia y política deben estar llenas de misericordia
Posted by Redaccion on 9 May, 2016



(ZENIT – Roma).- El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, ha asegurado que “hoy la diplomacia y la política necesitan estar llenas de misericordia, capaz de superar todas las situaciones de miseria humana”. Lo ha dicho esta mañana en Vilna, Lituania, donde se encuentra como enviado pontificio al Congreso Nacional de la Misericordia.
El purpurado se ha reunido este lunes con los estudiantes del Instituto de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas de la Universidad de la capital lituana y otros representantes de la comunidad académica en la iglesia de santos Juan Bautista y Juan apóstol.
Antes, se había reunido con la presidenta, Dalia Grybauskaite, y había visitado el Memorial de las Víctimas del 13 de enero que recuerda la matanza de las tropas soviéticas en 1991 después de la proclamación de la independencia lituana. Al concluir la jornada, el cardenal Parolin viajará a Estonia y el 11 de mayo a Letonia, última etapa de su viaje.
Desde Benedicto XV, elegido poco después del comienzo de la Primera Guerra Mundial, hasta el papa Francisco: en el último siglo, la actividad diplomática de los Pontífices al servicio de la paz ha asumido cada vez más importancia. El discurso del cardenal ha estado centrado en el tema de la diplomacia de la Santa Sede al servicio de la paz.
De este modo ha destacado la recientes iniciativas del Papa para promover “la recíproca comprensión” entre los Estado y los grupos beligerantes. La diplomacia de la Santa Sede –ha explicado– no es otra cosa que la diplomacia del mismo Papa.
Asimismo ha recordado que la Santa Sede ha estado implicada en las organizaciones internacional desde el principio y ha sido activa para promover una paz duradera con el respeto de los derechos humanos, incluido el derecho a la vida, el derecho a la libertad de conciencia y religión, la ley humanitaria, la protección del ambiente, el desarme, cuidados adecuados para migrantes y refugiados, el desarrollo integral humano, etc.
Asegurando que la contribución de la Santa Sede es moral y espiritual, el cardenal ha subrayado que “promover la paz no es algo extrínseco a la misión de la Iglesia”, es “una parte esencial de su tarea” de proseguir la misión de Cristo.
Por eso, ha precisado que para el papa Francisco, toda auténtica práctica religiosa no puede descuidar la promoción de la paz. De hecho, tal y como ha indicado, el papa Francisco sugiere a la política y a la diplomacia la importancia de trabajar más que para los resultados inmediatos, para los procesos largos, que construyen.



San Juan de Ávila – 10 de mayo
Posted by Isabel Orellana Vilches on 9 May, 2016



(ZENIT – Madrid).- Nació en Almodóvar del Campo, Ciudad Real, España, el 6 de enero de 1499 o 1500. Sus padres eran propietarios de unas minas de plata en Sierra Morena, pero el pequeño Juan no estimaba en nada los recursos que poseía. Formado por ellos en la abnegación y el amor al prójimo, se desprendía de sus pertenencias fácilmente. Así, se deshizo de su sayo nuevo que ofreció a un niño pobre. Fue enviado a estudiar a Salamanca cuando tenía 14 años. Y a los 18 regresó al domicilio paterno después de haber cursado leyes, con el reducto espiritual que le dejó una experiencia de conversión. Vivió en oración y penitencia hasta que en 1520, alentado por un franciscano, partió a Alcalá de Henares para seguir estudios. Tomó contacto con el que luego sería arzobispo de Granada, Pedro Guerrero, y con el venerable Fernando de Contreras. Seguramente conoció allí a san Ignacio de Loyola. Entre tanto, perdió a sus padres. En honor a ellos, cuando en 1526 fue ordenado sacerdote eligió su ciudad natal para decir su primera misa poniendo el signo de invitar a doce pobres a comer a su mesa, entre los cuales repartió sus bienes; comenzó la evangelización en su propio pueblo.
Su siguiente etapa fue Sevilla, desde cuyo puerto pensaba embarcar rumbo a América junto al recién elegido obispo de Tlaxcala, Nueva España. Los planes de la Providencia eran otros. En el compás de espera compartió sus ansias de pobreza, oración y sacrificio con el padre Contreras. Ambos asistían a los pobres y les instruían en la fe. A través de este compañero, la brújula marcó al santo otro destino para su vida. Contreras le habló de él a monseñor Manrique, arzobispo de Sevilla, y éste pidió a Juan que predicara en su presencia. Estuvo toda la noche orando ante el crucifijo, lleno de gran timidez. Según confesó después, en esos momentos pensaba en la vergüenza que Cristo pasó desnudo en la cruz. El sermón causó tal impresión que le llenaron de alabanzas, y él respondió: «Eso mismo me decía el demonio al subir al púlpito». De allí partió a Écija, Sevilla y Cádiz, lugares en los que su predicación y labor como director espiritual siguieron siendo excepcionales.
Sus acciones le acarrearon persecuciones y enemistades. En 1531 fue procesado por la Inquisición siendo acusado de graves hechos que no cometió. Pasó un año en la cárcel sin aceptar defensa alguna porque –así lo reconocía–, estaba en las mejores manos: las de Dios. La celda fue lugar de celestiales consuelos. En el juicio respondió a los cargos que se le imputaban dando testimonio de su fe, sin reprobar a los cinco testigos de la acusación. De pronto aparecieron 55 que testificaron a favor suyo. En prisión escribió Audi, Filia. Este periodo le enseñó mucho más que los libros y experiencias anteriores. Fue liberado, pero la injusta sentencia señalaba «haber proferido en sus sermones y fuera de ellos algunas proposiciones que no parecieron bien sonantes». Y le impusieron, bajo pena de excomunión, que las declarase convenientemente donde las hubiera expuesto.
En 1535 partió a Córdoba llamado por el obispo Álvarez de Toledo. Entonces conoció a fray Luís de Granada. Creó los colegios de san Pelagio y de la Asunción, y un año más tarde se fue a Granada para ayudar al arzobispo en la fundación de la universidad. Allí le oyeron predicar san Juan de Dios y san Francisco de Borja; el influjo de sus palabras cambió radicalmente sus vidas. Tenía gran devoción por el Santísimo Sacramento y por la Virgen. Y sabiendo de su capacidad persuasiva, un día le pidieron que abogase a favor de un templo dedicado a María que se estaba construyendo. Se ofreció él mismo de inmediato: «Yo iré allí, y tomaré una piedra sobre mis hombros para ponerla en la casa que se edifica a honra de la Madre de Dios». Desde luego, como esperaban, movió la generosidad de la gente. Hasta los pobres respondieron a sus peticiones con sus mermadas pertenencias. La clave de su fuerza en los sermones se hallaba en el «amar mucho a Dios». Oración, sacrificio y estudio eran sus pilares. A su espíritu de pobreza unía paciencia, modestia, prudencia, abnegación, discreción; hacía de la frugalidad virtud ejemplar dando testimonio con su propia vida de lo que predicaba. Renunció a dignidades cardenalicias y episcopales.
Formó en Granada un grupo sacerdotal en 1537, que tuvo bajo su amparo, y en 1539 ayudó a la fundación de la universidad de Baeza, Jaén. Gran escritor y predicador, su amor por el sacerdocio le llevó a pedir la creación de seminarios para una verdadera reforma de la Iglesia y del clero. En 1551 enfermó y tuvo que permanecer en la localidad cordobesa de Montilla. Durante quince años siguió escribiendo y aconsejando a personas de toda clase, edad, condición y procedencia. Estuvo relacionado con san Ignacio de Loyola y santa Teresa de Jesús, quien le dio a examinar el «Libro de su vida», y causó gran influjo en san Antonio María Claret. En mayo de 1569 su salud, que ya venía lesionada de atrás, empeoró. En medio del dolor, exclamaba: «Señor mío, crezca el dolor, y crezca el amor, que yo me deleito en el padecer por Vos» o «¡Señor, más mal, y más paciencia!». Esa era su disposición. Pero cuando le vencía le debilidad, manifestaba: «¡Ah, Señor, que no puedo!». Incluso una noche en la que arreciaron los dolores pidió a Dios que los erradicara, y así sucedió. A la mañana siguiente reconoció: «¡Qué bofetada me ha dado Nuestro Señor esta noche!».
Pronto a partir de este mundo, no hallaba mayor consuelo que la recepción de la Eucaristía. «¡Denme a mi Señor, denme a mi Señor!», suplicaba. En los postreros instantes, en medio de intensísimo dolor y fatiga que le hacía proferir: «Bueno está ya, Señor, bueno está», no cesaba de recitar esta jaculatoria: «Jesús, María; Jesús, María». Murió el 10 de mayo de 1569. León XIII lo beatificó el 4 de abril de 1894. Pío XII lo designó patrono del clero secular español el 2 de julio de 1946. Pablo VI lo canonizó el 31 de mayo de 1970. Y el 7 de octubre de 2012 Benedicto XVI lo declaró doctor de la Iglesia.