Servicio diario - 18 de mayo de 2016


 

El Papa: El rico no es condenado por sus riquezas, sino por no compadecerse del pobre
Posted by Rocío Lancho García on 18 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Jóvenes, niños y ancianos, procedentes de todos los rincones del mundo, han acudido hoy a la plaza de San Pedro para la cita semanal con el santo padre Francisco en la audiencia general. Como cada miércoles, el Francisco ha salido a la plaza en el papamóvil para pasar cerca de los fieles allí reunidos. Despertando el entusiasmo y la alegría de los peregrinos, el Pontífice ha bendecido y saludado a los presentes.
En la catequesis de esta semana, el Santo Padre ha reflexionado sobre la parábola del rico epulón y del pobre Lázaro, que “presenta dos modos de vivir que se contraponen”. Así, en el resumen hecho en español ha recordado que “el rico disfruta de una vida de lujo y derroche” en cambio, “Lázaro está a su puerta en la más absoluta indigencia, y es una llamada constante a la conversión del opulento, que este no acoge”.
La situación –ha observado– se invirtió para ambos después de la muerte. De este modo, ha subrayado que “el rico fue condenado a los tormentos del infierno, no por sus riquezas, sino por no compadecerse del pobre”. En su desgracia, ha añadido, pidió ayuda a Abrahán, con quien estaba Lázaro. “Pero su petición no pudo ser acogida, porque la puerta que separaba al rico del pobre en esta vida se había transformado después de la muerte en un gran abismo”, ha aseverado el Santo Padre.
Así, ha concluido indicando que esta parábola “nos enseña que la misericordia de Dios con nosotros está estrechamente unida a la nuestra con el prójimo” y “cuando falta nuestra misericordia con los demás, la de Dios no puede entrar en nuestro corazón cerrado”. Dios –ha precisado el Santo Padre– quiere que lo amemos a través de aquellos que encontramos en nuestro camino.
A continuación, el papa Francisco ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica. De este modo, les ha invitado a no perder la oportunidad, que se presenta constantemente, “de abrir la puerta del corazón al pobre y necesitado, y a reconocer en ellos el rostro misericordioso de Dios”.
Después de los saludos en las distintas lenguas, el Pontífice ha dirigido unas palabras a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. A los jóvenes les ha invitado a que aprendan de san Francisco de Paola que “la humildad es fuerza y no debilidad”. A los enfermos les ha solicitado que no se cansen de “pedir en la oración la ayuda del Señor especialmente en la dificultad”. Finalmente ha exhortado a los recién casados a que compitan como los santos en el estimarse y ayudarse el uno al otro.


Texto completo de la catequesis del papa Francisco en la audiencia del miércoles 18 de mayo de 2016
Posted by Redaccion on 18 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha reflexionado en la catequesis de esta semana sobre la parábola del hombre rico y del pobre Lázaro. Así ha observado que Lázaro representa el grito silencioso de los pobres de todos los tiempos y la contradicción de un mundo en el que riquezas inmensas y recursos están en las manos de pocos. Del mismo modo ha precisado que si no abrimos la puerta de nuestro corazón al pobre, esa puerta se queda cerrada también para Dios.

Publicamos a continuación el texto completo de la catequesis.
“Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Deseo detenerme hoy con los aquí presentes, en la parábola del hombre rico y del pobre Lázaro. La vida de estas dos personas parece pasar por andenes paralelos: sus condiciones de vida son opuestas y del todo incomunicadas. La puerta de casa del rico está siempre cerrada al pobre, que está fuera, tratando de comer algo de lo que sobra en la mesa del rico. Este lleva vestidos de lujo, mientras que Lázaro está cubierto de llagas; el rico da banquetes todos los días, mientras que Lázaro muere de hambre. Solo los perros le cuidan y van a lamerle las llagas.
Esta escena recuerda la dura reprimenda del Hijo del hombre en el juicio final: “porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber; estaba […] desnudo, y no fui vestido; enfermo y preso, y me han visitado” (Mt 25,42-43). Lázaro representa bien el grito silencioso de los pobres de todos los tiempos y la contradicción de un mundo en el que riquezas inmensas y recursos están en las manos de pocos.
Jesús dice que un día ese hombre rico murió, ese hombre murió. Los pobres y los ricos mueren, tienen el mismo destino, todos nosotros, no hay excepciones a esto. Y ese hombre se dirigió a Abrahán suplicándole con el apelativo de “padre” (vv. 24.27). Reivindica ser su hijo, perteneciente al pueblo de Dios. Ni siquiera en vida ha mostrado consideración alguna hacia Dios, es más, ha hecho de sí mismo el centro de todo, cerrado en su mundo de lujo y de derroche.
Excluyendo a Lázaro, no ha tenido en cuenta ni al Señor ni a su ley. ¡Ignorar al pobre es despreciar a Dios! Y esto debemos aprenderlo bien. Ignorar al pobre es despreciar a Dios. Hay un particular en la parábola que hay que notar: el rico no tiene nombre, solamente un adjetivo, “el rico”; mientras que el del pobre se repite cinco veces, y “Lázaro” significa “Dios ayuda”. Lázaro, que está delante de la puerta, es un reclamo viviente al rico para acordarse de Dios, pero el rico no acoge este reclamo. Será condenado no por sus riquezas, sino por no haber sido capaz de sentir compasión por Lázaro y socorrerlo.
En la segunda parte de la parábola, encontramos a Lázaro y al rico después de la muerte (vv. 22-31). En el más allá, la situación ha cambiado: el pobre Lázaro es llevado por los ángeles al cielo ante Abraham, el rico sin embargo se precipita entre los tormentos. Entonces el rico “alzó los ojos y vio de lejos a Abraham, y Lázaro junto a él”. A él le parece ver a Lázaro por primer vez, pero sus palabras le traicionan: “Padre Abraham –dice– ten piedad de mí y manda a Lázaro –lo conocía ¿eh?– a meter en el agua la punta del dedo y a mojarme la lengua, porque sufro terriblemente en esta llama”. Ahora el rico reconoce a Lázaro y le pide ayuda, mientras que en vida fingía no verlo. ¡Cuántas veces, cuántas veces, tanta gente finge no ver a los pobres! Para ellos los pobres no existen. Antes le negaba incluso lo que le sobraba de la mesa, ¡y ahora quiere que le lleve agua! Todavía cree poder tener derechos por su precedente condición social.
Declarando imposible cumplir su petición, Abraham en persona ofrece la clave de toda la historia: él explica que bienes y males han sido distribuidos de forma que compense la injusticia terrena y la puerta que separaba en vida al rico y al pobre, se ha transformado en un “gran abismo”.
Mientras Lázaro estaba bajo su casa, para el rico había la posibilidad de salvación, abrir la puerta, ayudar a Lázaro, pero ahora que ambos han muerto, la situación se ha hecho irreparable. Dios no es llamado nunca directamente, pero la parábola advierte claramente: la misericordia de Dios con nosotros está unida a nuestra misericordia hacia el prójimo; cuando falta nuestra misericordia con los demás, la de Dios no encuentra espacio en nuestro corazón cerrado, no puede entrar. Si yo no abro la puerta de mi corazón al pobre, esa puerta se queda cerrada, también para Dios y esto es terrible.
En este punto el rico piensa en sus hermanos que corren el riesgo de terminar igual y pide que Lázaro pueda volver al mundo para advertirles. Pero Abraham replica: “Tienen a Moisés y a los profetas, que los escuchen”. Para convertirnos, no tenemos que esperar eventos prodigiosos, sino abrir el corazón a la Palabra de Dios, que nos llama a amar a Dios y al prójimo. La Palabra de Dios puede hacer revivir un corazón marchito y sanarlo de su ceguera.
El rico conocía la Palabra de Dios, pero no la dejado entrar en el corazón, no la ha escuchado, por eso ha sido incapaz de abrir los ojos y de tener compasión del pobre. Ningún mensajero y ningún mensaje podrán sustituir a los pobres que encontramos en el camino, porque en ellos viene Jesús mismo a nuestro encuentro: “Todo lo que habéis hecho a uno solo de estos mis hermanos más pequeños, me lo habéis hecho a mí” (Mt 25,40), dice Jesús.
Así en el intercambios de las situaciones que la parábola describe está escondido el misterio de nuestra salvación, en la que Cristo une la pobreza a la misericordia. Queridos hermanos y hermanas, escuchando este Evangelio, todos nosotros, junto a los pobres de la tierra, podemos cantar con María: “Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías” (Lc 1,52-53).
(Texto traducido por ZENIT desde el audio).


La carta de despedida del papa Francisco al arzobispo de La Habana
Posted by Redaccion on 18 May, 2016



(ZENIT – Roma).- El santo padre Francisco envió el 7 de mayo una carta al cardenal Jaime Ortega y Alamino en ocasión de la misa de despedida de su función de arzobispo de La Habana y recordó también a monseñor Alfredo Petit Vergel, obispo auxiliar de La Habana. De este modo, el Papa se unió a la acción de gracias al Señor “por el ministerio de estos pastores que con tanta solicitud han servido a la Iglesia y a los hermanos”.
El celo pastoral del cardenal Ortega, un amigo muy querido -indica el Papa en su carta– ha fructificado en multitud de iniciativas de evangelización y caridad. Ha destacado “su labor en favor del acercamiento entre Cuba y la Santa Sede” habiendo recibido a los tres últimos Papas, que en memorables visitas a esa Isla, y aún en tiempos delicados, “no ha escatimado esfuerzos para fomentar la reconciliación en el seno de la sociedad cubana para abrir caminos de diálogo entre Cuba y otros países”, recuerda el Santo Padre. Que además precisa que “en esta tarea no ha faltado la discreta y efectiva colaboración de monseñor Petit como obispo auxiliar”.
Finalmente, el papa Francisco pide que el recuerdo y ejemplo de estos pastores, “aliente el espíritu de discípulos y misioneros en todos los miembros de esa Iglesia particular cubana, que confío a la Virgen de la Caridad del Cobre y bendigo de corazón”.
Por su parte, el cardenal Jaime Ortega al despedirse de los fieles el pasado sábado aseguró que permanece “cercano, me quedo entre ustedes”, porque los sacerdotes nunca se retiran y que seguirá “siempre sirviendo a la Iglesia”. En sus palabras agradeció también a las autoridades “haber sido capaces de avanzar sin retrocesos por un camino de diálogo” superando así los “periodos críticos y momentos difíciles”.
El purpurado reconoció entretanto que este diálogo “no fue comprendido por muchos dentro y fuera del país, dentro y fuera de la Iglesia y dentro y fuera de las estructuras gubernamentales”.
Finalmente agradeció también al presidente Raúl Castro “por haber aceptado los buenos oficios del papa Francisco para un acercamiento entre Cuba y EE.UU. en el cual se han dado ya pasos importantes”. Es de notar también en la gestión del cardenal Ortega que en los últimos años un centenar de estructuras, entre templos y edificios confiscados durante la revolución castrista, fueron restituidos a la Iglesia.
Leer también:
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El Santo Padre saluda a niños huérfanos y refugiados de Ucrania
Posted by Redaccion on 18 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco se ha mostrado cercano una vez más con la dramática situación que golpea a Ucrania. De este modo, en los saludos de la audiencia general ha dedicado unas palabras “con especial afecto” a los niños ucranianos huérfanos y refugiados por culpa del conflicto armado que aún se desarrolla en el este del país. Por intercesión de María Santísima –ha indicado– renuevo mi oración para que se alcance una paz duradera, que pueda aliviar a la población tan probada y ofrezca un futuro sereno a las nuevas generaciones.
La situación de Ucrania está muy presente en las preocupaciones del Santo Padre y así lo demostró la reciente colecta que convocó el pasado 24 de abril en todas las Iglesias católicas de Europa. Un gesto de caridad, dijo el Papa, que “además de aliviar los sufrimientos materiales”, quería expresar su cercanía y solidaridad personal y de toda la Iglesia, a Ucrania. Asimismo, está previsto que el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, viaje a este país en el mes de julio “para expresar su solidaridad con las víctimas”.
Por otro lado, saludando también a los fieles polacos, ha indicado que hoy se recuerda el día del nacimiento de san Juan Pablo II. Por eso, se ha “unido espiritualmente” al presidente de la República de Polonia, a quien recibió en el Vaticano la semana pasada; a los combatiente y los participantes en la santa misa en el cementerio polaco de Montecassino en recuerdo de los caídos. También se une a aquellos reunidos en Toruń para la consagración del Santuario de la “Beata Virgen María Estrella de la Nueva Evangelización y de san Juan Pablo II”.
Finalmente les ha deseado que estos eventos importantes “sean para vosotros una invitación a rezar por la paz, por la Iglesia en Polonia y para la prosperidad de vuestra patria”.



Documental sobre los salesianos que salvaron miles de vidas en Duékoué
Posted by Sergio Mora on 18 May, 2016



(ZENIT – Roma).- En 2011 en Costa de Marfil, la misión salesiana “Santa Teresa del Niño Jesús” en Duékoué permitió salvar la vida de unas 30 mil personas que se alojaron en sus dependencias de apenas 2,5 hectáreas en plena guerra civil.
Lo recordó la Agencia Salesiana de Noticias, precisando que sobre este tema el cineasta Raúl de la Fuente, ha realizado el documental “30.000”, de la vida misionera en Duékoué, quien además calificó esta historia como “heroica” ya que unos salesianos cambiaron la vida de miles de personas.
No es la primera vez que suceden gestos de este tipo, si pensamos que en las últimas semanas, los salesianos que se encuentran en la ciudad de Alepo afirmaron que no abandonarán este epicentro del conflicto bélico en Siria, para tratar de ayudar a las familias que todavía están allí.
En Costa de Marfil, cuando de las tropas rebeldes avanzaban sobre Duékoué, los asesinatos, violaciones, mutilaciones y humillaciones eran lo habitual del día a día de la ciudad. Tan solo las instalaciones salesianas se libraban de ello.
Según explica el salesiano Carlos Berro, “la gente respetaba el carácter de la parroquia y por eso no entraban allí a hacer barbaridades”. Por ello, esta misión se convirtió en el centro de peregrinación de hasta 30.000 personas que veían en ella su tabla de salvación.
Una vez finalizó el conflicto bélico, el trabajo de los salesianos no terminó. “En África, la lluvia parece que se lo lleva todo. No percibes a primera vista que haya habido un conflicto armado tan reciente, pero cuando te paras a hablar con la gente descubres los dramas y ves que está muy presente”, detalla el director De la Fuente.
Y señala que la labor salesiana prosigue ahora “tratando de cerrar heridas, escuchando, reclamando indemnizaciones para las víctimas, trabajando para alcanzar algún tipo de reconciliación social, ofreciendo una formación a jóvenes que incluso llegaron a ser agresores para que puedan ganarse la vida”.
El autor del documental que obtuvo el premio Goya 2014 al Mejor Corto Documental por ‘Minerita’, asegura que es un “privilegiado por poder dar a conocer el trabajo de estos misioneros”. Y gracias a ellos, muchos pueden decir que están vivos, y como reclama Berro en el audiovisual, “eso hay que festejarlo”.
Ver el documental de 21 minutos en Youtube



Michael Hopkins, el astronauta que comulgaba en la Estación Espacial Internacional
Posted by Redaccion on 18 May, 2016



(ZENIT – Roma).- “Cuando uno ve la tierra desde el espacio y observa desde lo alto todas las bellezas naturales existentes es muy difícil llegar a la conclusión de que no existió una fuerza inteligente que creó todo esto”.
Son las palabras de Michael S. Hopkins, coronel de la Fuerza Aérea de EE.UU. y astronauta de la NASA que partió en septiembre de 2013 a bordo de la nave Soyuz TMA-10M para llegar a la Estación Espacial Internacional.
Unas semanas antes de salir, el astronauta estadounidense completó el camino de catequesis para los adultos que la Iglesia católica ofrece a los que piden ser bautizados. Una conversión, explicó, que nació no sólo porque su esposa y sus dos hijas adolescentes son católicas, sino porque “sentía que algo me faltaba en la vida”.
Gracias a un acuerdo especial con la Arquidiócesis de Galveston-Houston y con la ayuda del padre James H. Kuczynski, párroco de la iglesia de Santa María Reina en Friendswood, el astronauta llevó consigo al espacio una teca con seis hostias consagradas, cada una dividida en cuatro pedazos. Lo suficiente para recibir la comunión una vez por semana durante las 24 que permaneció abordo de la estación espacial.
“Sabiendo que Jesús estaba conmigo, enfrenté con más seguridad el vacío del universo, cuando salí de la estación espacial”, dijo.
Hopkins además se puso de acuerdo con un empleado de la NASA, para recibir por correo electrónico durante las 24 semanas de la misión, la homilía de su párroco.
Las fotos del astronauta rezando en el interior de la “capilla espacial”, un atrio de cristal conocido como la “cúpula” desde donde se puede admirar el panorama cósmico, recordó a muchos una Nochebuena 1968, cuando el astronauta estadounidense Frank Borman, a bordo de la Apolo 8 en órbita alrededor de la luna, leyó en directo por televisión el libro del Génesis.
En 1994, Sid Gutiérrez, Thomas Jones y Kevin Chilton oraron juntos en el transbordador espacial, en vuelo a 125 millas encima del Océano Pacífico. Por lo que se refiere al astronauta Mike Massimino, en el año 2000 quiso confesarse antes de partir. Además, llevó consigo una bandera del Vaticano, que al regresar a la Tierra se la regaló al Papa san Juan Pablo II.


España: La archidiócesis de Granada crea el Instituto Internacional Laudato Si’
Posted by Redaccion on 18 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Monseñor Javier Martínez, arzobispo de Granada, ha erigido, en la fiesta de Nuestra Señora de Fátima, el Instituto Internacional “Laudato Si'” para la custodia de la Creación, vinculado de forma especial al Instituto de Teología “Lumen Gentium” de la archidiócesis.
Este Instituto Internacional, que lleva el nombre de la encíclica del papa Francisco, “se erige para el estudio y la promoción de la creación que transmita, profundice y ponga por obra las indicaciones de la encíclica Laudato Si’”, explica una nota publicada por la archidiócesis.
Asimismo, indican que los fines del Instituto Internacional son, por un lado, “el estudio y la educación en la custodia de la creación a la luz de la encíclica y de la tradición cristiana”, y por otro, “la promoción de iniciativas de acción para la aplicación de la encíclica, y especialmente en la promoción del desarrollo comunitario y el emprendimiento, sobre todo en el mundo rural, desde las comunidades cristianas”.
En todas sus actividades, “el Instituto tenderá al bien hacer, tanto en la búsqueda de la verdad como en la atención cuidadosa a la ética y a la estética que se derivan del hecho cristiano”, esto es, de la tradición social cristiana, cuyo último documento es dicha encíclica. Asimismo, “el Instituto presta atención y promueve el diálogo con otras tradiciones culturales y religiosas en relación a la custodia de la creación”.
Entre sus primeras actividades está un curso de verano, que se llevará a cabo del 11 al 15 de julio próximo. El curso se titula “Entender la Laudato Si’: La vocación a la custodia” y pretende “ayudar a profundizar en las diferentes dimensiones de la custodia, con énfasis en la de la naturaleza”. Más información del curso aquí.
El presidente nato del Instituto Internacional “Laudato Si'” es el arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, y junto a él, como miembros fundadores, figuran el director del Instituto de Teología “Lumen Gentium”, D. Enrique Rico Pavés; el ingeniero de Ciencias Forestales y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, D. Pablo Martínez de Anguita, que asumirá la Dirección del curso; el sacerdote diocesano formado en Estados Unidos y Vicerrector del Seminario Mayor, D. Ildefonso Fernández-Fígares; la vicedirectora del ONG “Pax in Terra”, Dª Mary Taylor; y el presidente de Vita Nova, una empresa dedicada al reposicionamiento y remodelación de barrios en USA, D. Michael B. Taylor.



El Gobierno de Maduro bloquea la web de Cáritas Venezuela
Posted by Redaccion on 18 May, 2016



(ZENIT – Roma).- El gobierno del presidente Nicolás Maduro bloqueó la web y los teléfonos de Caritas Venezuela, una medida que llega después de haber ya detenido las actividades del ente caritativo de la Iglesia católica en el país.
Lo informó la Radio Vaticano citando a diversas ONG’s humanitarias las cuales explican lo que está sucediendo, “por el temor de Maduro de que quede evidente la grave crisis por la cual están pasando los enfermos venezolanos”, declaró el padre Santiago Martín, colaborador de Magnificat TV, al diario español ABC.
El Gobierno prohibió a Cáritas hacer llegar ayuda humanitaria al país después de que la Conferencia Episcopal Venezolana denunció en su segunda exhortación pastoral del año “la gravísima situación que vive el país”.
Los obispos habían considerado que el reciente encuentro con el vicepresidente Aristóbulo Istúriz, era una ventana abierta para el diálogo, y habían solicitado que se permita la ayuda humanitaria como remedios, alimentos y otros productos, que varios países ofrecieron a Cáritas y a organizaciones sociales de otras confesiones.
En la entrevista a ABC, el padre Santiago Martín denunció la insensibilidad del Gobierno, que permite “que los propios ciudadanos se mueran de hambre” y señalando que la medida demuestra odio hacia la Iglesia.
El mandatario Maduro presionó a Cáritas para que desmienta las afirmaciones del sacerdote, pasando a continuación a bloquear la web y cortar las líneas telefónicas.
Por su parte el canal estatal ‘Venezolana de Televisión’, asegura en una nota que una funcionaria de la ‘Asociación Civil Cáritas’ perteneciente a la Conferencia Episcopal Venezolana, cuyo nombre queda en el anonimato, le habría indicado que la web Cáritas no está operativa “por falta de pago”.


Los obispos peruanos lanzan un plan de prevención contra la trata de personas
Posted by Redaccion on 18 May, 2016



(ZENIT – Roma).- La comisión de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Peruana autorizó el proyecto “Prevención de la trata de personas y tráfico de migrantes en Perú: reforzar las reces sociales para prevenir y asistir a las víctimas, a nivel nacional y en las áreas fronterizas”.
Una iniciativa que será realizada en colaboración con la ONG “Progetto Mondo MLAL” (Movimiento Laicos América Latina) y cuyo objetivo es reducir la vulnerabilidad social de las potenciales víctimas de la trata y del tráfico de migrantes en todo el territorio peruano, en particular en las zonas limítrofes.
Lo informó la agencia de noticias FIDES, señalando que en una de las áreas de intervención del vicariato apostólico de Jaén, se realizará un encuentro de formación para sacerdotes, religiosos, catequistas rurales y autoridades locales que definirán las redes y planos de acción.
El seminario tratará temas como los derechos humanos y migración, la doctrina social de la Iglesia en materia de migración y la realidad de la trata en Perú. Se prevé además que sea el inicio de un trabajo pastoral constante y coordinado permanentemente con las instituciones de gobierno y de la sociedad civil de la zona.
El último informe de la Comisión parlamentaria señala que Perú es un lugar de origen de tránsito de trata internacional. Aunque los datos no se han actualizado, del 2004 al 2011 la policía registró 974 víctimas, de las cuales el 92 por ciento eran mujeres y el 8 por ciento hombres. Las zonas más afectadas son las del interior del país y de la selva amazónica. El Gobierno informó que en el 2011 el 58 por ciento de las las víctimas eran menores.


Santa María Madre de Dios ruega por nosotros
Posted by Redaccion on 18 May, 2016



(ZENIT – Madrid).- En su nueva carta semanal, el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, anima a acercarse especialmente a la Virgen María estos días, incidiendo en que Ella «refleja la perfección del plan de Dios, vincula a Cristo con el primer capítulo del Génesis». «No habrá hombre nuevo sin tierra nueva. No habrá un cielo sin suelo», añade el prelado, para más adelante afirmar que María ofrece «la expresión máxima de la belleza y de la hermosura transfigurada, la imagen de la nueva humanidad». Adjuntamos íntegro el texto de la carta, titulada «Santa María Madre de Dios ruega por nosotros»:
En este mes de mayo, necesariamente tengo que hablaros de la Santísima Virgen María, a quien la Iglesia se dirige de una manera especial. Os invito a todos a invocarla. En Madrid, acercaos a nuestra catedral y rezad a santa María la Real de la Almudena. Llevadle esa flor que sois cada uno de vosotros, con vuestras vidas concretas, con alegría unas veces y otras con sufrimientos. Santa María os escucha y os hace sentir en el hogar en el que la puso el Señor, la Iglesia, para acompañarnos, alentarnos, darnos esperanza y recordarnos lo que tenemos que hacer como discípulos de su Hijo.
¡Cuántos poetas y pintores, teólogos y escritores, han cantado las grandezas de Santa María! En el Siglo de Oro español, muchos artistas supieron captar la realidad del hecho más importante de la historia: la victoria sobre el mal. En la Santísima Virgen María descubren cómo la creación entera exulta de gozo pues Ella, como dice Lope de Vega, «da muerte al que nos quita la vida». El pueblo también ha sabido captar las glorias de María e incluso antes de proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción, muchos hombres y mujeres así lo reconocían y vivían. Esta realidad ha configurado su historia, sus costumbres, sus ideales más altos. Todos nosotros hemos sido partícipes de momentos y circunstancias en las que se nos ha contagiado la gloria de esa nueva imagen de humanidad que se manifiesta en Santa María. Gloria que alcanza su dimensión más grande cuando nos situamos ante Ella diciéndole: «Ruega por nosotros pecadores».
Hay una fecha muy bella que os quiero recordar: el día 8 de diciembre de 1854, cuando el Papa Pío IX proclamaba solemnemente el dogma de la Inmaculada Concepción, cuyo contenido estricto quedó sancionado con la bula Ineffabilis Deus. Con palabras muy precisas, entre otras cosas se dice: «declaramos, afirmamos y definimos que ha sido revelada por Dios, y por consiguiente, que debe ser creída firme y constantemente por todos los fieles, la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, salvador del género humano». Os invito a vivir la alegría que nace del cariño inmenso de Dios a los hombres y que la encontramos ya en la Virgen María. Son muy conocidas las palabras del Concilio Vaticano II: «Realmente, el misterio del hombre solo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Pues, Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, de Cristo, el Señor. Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la grandeza de su vocación. […] Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros en todo semejante a nosotros excepto en el pecado» (GS 22).
El Salvador del género humano debía recoger a todos los hombres. El nuevo Adán debía nacer de una tierra inmaculada y virgen, sin lluvia de varón, para posibilitar el inicio de la nueva creación. La Virgen María refleja la perfección del plan de Dios, vincula a Cristo con el primer capítulo del Génesis. No habrá hombre nuevo sin tierra nueva. No habrá un cielo sin suelo. ¡Qué bien viene aquí recordar aquellas palabras que fray Luis de León dirige a María: «A Dios de Dios bajáis del cielo al suelo, del hombre alzáis del suelo al cielo» (L. Mª Herrán, Mariología poética española, Madrid 1988, p. 151). Es impresionante contemplar la bendición que la Virgen María oyó por dos veces: «Bendita tú entre las mujeres». Así se lo dijeron el ángel en la Anunciación y su prima Isabel en la Visitación. La primera mujer es causa de muerte para los que vivían y la segunda, María, es causa de salud para los mortales. Cuando meditamos lo que los poetas han cantado, lo que los pintores han captado y lo que los teólogos nos han mostrado sobre María, siente uno algo muy especial: Ella es la materia santa de donde Cristo recibe la carne. El seno de María, como dicen gran parte de los Santos Padres, se convierte en testigo del abrazo y el beso entre Dios y el hombre; según el salmo: «La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra y la justicia mira desde el cielo. El Señor nos dará la lluvia y nuestra tierra dará su fruto» (Sal 84, 12-13). El seno de Santa María se convierte en hogar de la misericordia.
Os invito a decir conmigo esta oración a la Virgen en este mes de mayo: «Santa María Madre de Dios, como discípulos de tu Hijo y miembros de la Iglesia, queremos cumplir y acoger las palabras que desde la Cruz dirigió el Señor a san Juan apóstol: “Ahí tienes a tu Madre”, y también las que dijo a su Madre: “Madre, ahí tienes a tu hijo”. En el apóstol Juan estábamos todos nosotros: niños, jóvenes, adultos, ancianos, sanos y enfermos, ricos y pobres. Hoy te decimos: Santa María, te acogemos como Madre, te queremos como hijos. En Madrid te invocamos con el título de Santa María la Real de la Almudena; apareciste en una muralla. La muralla y los muros separan a los hombres. Abriste un hueco tan grande que te hiciste presente en medio del pueblo para darnos el mensaje de tu Hijo que lo es de libertad, de unidad, de fraternidad. ¿Qué quieres de nosotros Madre de Dios y de todos los hombres? Como Jesús tu Hijo, rompamos la separación del cielo y la tierra, hagamos un puente. Nos dijiste así que somos hermanos de todos los hombres y que juntos formamos la gran familia de los hijos de Dios. Gracias, eres bien aparecida, Santa Madre de Dios, santa y santina, señora de los desamparados, eres Santa María la Real de la Almudena. Ruega por nosotros». Amén.
Aparece María como la expresión máxima de la belleza y de la hermosura transfigurada, la imagen de la nueva humanidad. Se nos presenta en esta historia como la criatura que vive en una dependencia total y absoluta de Dios; en la que manifiesta lo que es la libertad plena que tiene sus cimientos en el reconocimiento de la genuina dignidad que Dios le ha dado, y nos desvela nuestra propia dignidad, la que podemos alcanzar en Cristo. Ella nos muestra que ponerse en manos de Dios es encontrar el camino de la libertad verdadera, ya que, solamente volviéndose hacia Dios, el ser humano llega a ser él mismo. En manos de Dios encuentra su verdadera vocación creada a su imagen y semejanza.
Precisamente aquí está el drama del hombre hoy: cuando margina a Dios de su vida y vive desde sí mismo, no se encuentra, vive aturdido, sin sentido, en la desesperanza. Y es que solo en manos de Dios encuentra su vocación verdadera, su imagen real. Santa María es el reflejo de la Belleza que salva al mundo, nada más ni nada menos que la belleza de Dios que resplandece en el rostro de Cristo, a quien Ella ha llevado en su vientre y lo entrega en la historia para que los hombres contemplemos su Gloria y su Belleza. ¡Qué fuerza tienen estas palabras! «Llena de gracia» es el nombre más hermoso de María. Desde siempre y para siempre, Ella es la amada, la elegida, la escogida para acoger el don más precioso, «el amor encarnado de Dios»: Jesucristo. Ella se convierte en una nueva fuerza viva que orienta e impregna el mundo, desde el momento que dicesí a Dios. Es templo vivo de Dios.
Con gran afecto, os bendice,
+Carlos, arzobispo de Madrid


Santa María Bernarda Bütler – 19 de mayo
Posted by Isabel Orellana Vilches on 18 May, 2016



(ZENIT – Roma).- Verena Bütler nació en Auw, cantón de Aargau, Suiza, el 28 de mayo de 1848. Aprendió a amar a Dios así como a María con el rezo diario del rosario en familia junto a sus padres, los humildes campesinos Enrique y Catalina. Heredó el espíritu mariano de su madre, que solía peregrinar al santuario de «María Einsiedeln», pertenecía a la Orden tercera de San Francisco y socorría a los necesitados. Verena era permeable a todo ello. En esta etapa brotó su sensibilidad por las almas del Purgatorio. También hubo travesuras, rabietas diversas y hasta alguna que otra mentira. Inicialmente llegó a sentir cierta inquina hacia quien develaba su mal comportamiento ante Catalina, aunque vencía esta tendencia acercándose a la persona «delatora». Todo esto acontecía antes de sus primeros 7 años de vida. Con la gracia divina iría modificando paulatinamente sus flaquezas.
Cursados los estudios primarios, y sin inclinación por la vía intelectual, optó por trabajar en el campo. La naturaleza entera le seducía porque de algún modo ya vislumbraba en ella la presencia de Dios. Hubo un amor adolescente, que fue correspondido, pero rehusó seguir adelante con el compromiso; se sentía invitada a darse a los demás de distinta forma. Su vida sería siempre un «¡como Dios lo quiera!». A los 18 años inició una experiencia en el convento de la Santa Cruz, de Menzingen. Pudo estar inducida por una imagen que se quedó grabada en su mente siendo niña al ver a una religiosa pidiendo limosna. Entonces se dijo: «seré monja». Sin embargo, mientras se hallaba junto a las hermanas una voz interior, que juzgó inspirada de lo alto, le hizo ver que debía buscar otro camino. No llegó a permanecer con la comunidad ni quince días. Regresó a su casa, reanudó el trabajo, continuó orando, haciendo apostolado y participando activamente en la parroquia; así mantuvo viva la llama de su vocación.
El 12 de noviembre de 1867, de acuerdo con el párroco que le aconsejó certeramente, ingresó en el monasterio de María Auxiliadora, en Altstätten, Suiza. Y el 4 de mayo de 1868 le impusieron el hábito franciscano. Tomó el nombre de María Bernarda del Sagrado Corazón de María. Al año siguiente emitió los votos. Viendo sus cualidades y profunda virtud, la designaron maestra de novicias y posteriormente superiora, cargo para el que fue reelegida sucesivamente en tres ocasiones.
Lejos de allí, en Portoviejo, Ecuador, la mies era mucha y los obreros pocos. Verena había tenido noticias de ello a través del provincial de los capuchinos, padre Buenaventura Frei, que se hallaba en Norteamérica y que estuvo alojado en el convento. Ella vio el signo para fundar una casa en esas tierras, y comenzó a realizar las gestiones pertinentes. Todo fue en vano. No había llegado la hora. Más tarde, el capuchino mantuvo un encuentro con el obispo de Portoviejo, monseñor Pedro Schumacher quien, al conocer la disposición de la beata, solicitó ayuda al monasterio. De modo que, obtenidos los permisos requeridos, el 19 de junio de 1888 Verena partió junto con seis religiosas a Le Havre, Francia; desde allí viajaron a Ecuador. Se encaminaba hacia su misión como fundadora de un nuevo Instituto: la congregación de Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora.
El prelado las acogió encomendándoles Chone, una localidad de 13.000 habitantes en la que precisaban religiosas como ellas para encender su corazón. Se centraron en la educación mientras cultivaban otras vías apostólicas para dar a conocer a Cristo. También asistían a enfermos y auxiliaban a los pobres. La santa puso la base de esta incansable acción en los sólidos pilares de la oración, pobreza, obras de misericordia y fidelidad a la Iglesia. No fue una labor sencilla. Junto a la comunidad debió sortear dificultades climatológicas, económicas, sociales, muchas inseguridades, y hasta malentendidos con algunos miembros de la Iglesia. Hubo religiosas que abandonaron la fundación. Por si fuera poco, en 1895 se desató una enconada persecución contra la Iglesia, y la fundadora tuvo que huir junto a quince religiosas. Embarcaron hacia Colombia y en el trayecto recibieron la invitación de monseñor Eugenio Biffi, obispo de Cartagena, quien les anunciaba que las acogería en su diócesis. Llegaron a Cartagena de Indias en agosto de 1895. El prelado las esperaba y les destinó como residencia un ala del hospital de mujeres, Obra Pía.
Cuando la labor ya se había afianzado y crecieron las vocaciones, surgieron nuevas casas que se extendieron por Colombia, Austria y Brasil. Para todas las religiosas era evidente la virtud de Verena, quien las atendía de manera incansable. Y eso fue manifiesto también en los diversos viajes apostólicos que efectuó, en los que compartía las tareas con sus hermanas de forma sencilla, generosa. Sus gestos estaban marcados por la ternura y la misericordia. Era muy animosa, clara en sus juicios: «Llevar una vida cómoda mientras tantos necesitan un servicio, no nos hace felices, en cambio, no crearnos necesidades produce energía, favorece la salud y alarga la vida». Sus hijas tenían espejo en el que mirarse: «Amadas hijas, Dios está en la escuela, en la enfermería, en la portería, en el locutorio, en todos los servicios. Con simplicidad lo encontraremos en todas partes». Tuvo predilección por los pobres y por los enfermos. «Abran sus casas para ayudar a los pobres y a los marginados. Prefieran el cuidado de los indigentes a cualquier otra actividad», decía.
Estuvo al frente de la congregación 32 años. Cesó por voluntad propia, pero continuó ayudando y sirviendo a sus hermanas. Fue un ejemplo de entereza y de paciencia. No alimentó recelos, perdonó, guardó silencio y nunca se defendió. Aludiendo a quienes le hicieron difícil vida y misión, decía: «Dios lo permitió. Él sabía para que debía servir, nadie tenía mala voluntad; no tenían conocimiento de la vida religiosa». Murió el 19 de mayo de 1924. Juan Pablo II la beatificó el 29 de octubre de 1995. Benedicto XVI la canonizó el 12 de octubre del año 2008.