Servicio diario - 24 de mayo de 2016


 

Francisco ofrece la misa matutina por China
Posted by Redaccion on 24 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha ofrecido la misa celebrada esta mañana en Santa Marta por China y su población. “Ofrezco esta misa por todos los chinos, por este gran país, para que el Señor bendiga China”. Estas han sido las palabras del Santo Padre al inicio de su homilía matutina de este martes.
Y es que el 24 de mayo es la Jornada de oración por la Iglesia en China, coincidiendo con la memoria de la Bienaventurada Virgen María ‘Auxilio de los Cristianos’ en la que numerosos peregrinos se dirigen al Santuario de Sheshan, en Shanghai.
También en el ángelus del pasado domingo, el Santo Padre rezó para que en el Año Santo de la Misericordia los católicos chinos puedan “convertirse en signo concreto de caridad y reconciliación”.
No es la primera vez que el papa Francisco muestra su admiración y cercanía por el gigante asiático, a pesar de la delicada relación diplomática existente entre China y la Santa Sede, ante la cual el Santo Padre ha continuado con el acercamiento iniciado por su predecesor Benedicto XVI.
En 2007, el ahora papa emérito escribió una carta a los feligreses chinos en la que les hacía llegar “las expresiones de mi fraterna cercanía”. Y les señalaba la alegría “por vuestra fidelidad a Cristo Señor y a la Iglesia”, fidelidad que se ha manifestado a veces con graves sufrimientos. Si bien reconocía que “existe preocupación por algunos aspectos importantes de la vida eclesial en vuestro país”, precisó.
Sin pretender tratar todos los detalles de problemas complejos –añadió Benedicto XVI–, quisiera con esta Carta ofrecer algunas orientaciones sobre la vida de la Iglesia y la obra de evangelización en China, para ayudar a descubrir lo que les pide el Señor y Maestro, Jesucristo, ‘la clave, el centro y el fin de toda la historia humana’.
Con esta carta, fechada el 27 de mayo, solemnidad de Pentecostés del año 2007, y publicada el 30 de junio del mismo año, el papa Benedicto XVI presentaba la Jornada de oración por la Iglesia en China, el día 24 de mayo, fiesta litúrgica de la Santísima Virgen María, Auxilio de los Cristianos.
Por su parte, el papa Francisco también ha mostrado varios gestos concretos. En su vuelo hacia Corea del Sur, en agosto de 2014, al sobrevolar el espacio aéreo chino, escribió una telegrama al presidente Xi Jinping.


El Papa en Sta. Marta: El camino a la santidad necesita valentía, esperanza, gracia y conversión
Posted by Redaccion on 24 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Moverse hacia la santidad quiere decir “caminar en la presencia de Dios de forma irreprensible”. Así lo ha indicado el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada en Santa Marta. Un compromiso que necesita un corazón que sepa esperar con valentía, interrogarse, abrirse ‘con sencillez’ a la gracia de Dios.
La santidad no se compra ni se gana con las mejores fuerzas humanas. Así, el Papa ha explicado que “la santidad sencilla de todos los cristianos”, “la nuestra, la que debemos hacer todos los días”, es un camino que se puede recorrer solo si la sostienen cuatro elementos imprescindibles: valentía, esperanza, gracia, conversión.
Durante la homilía, el Pontífice ha comentado el pasaje litúrgico de la primera Carta del apóstol Pedro, la que define como “un pequeño tratado de santidad”. La santidad es “caminar en la presencia de Dios de forma irreprensible”.
De este modo, ha precisado que “la santidad es un camino, la santidad no se puede comprar, no se vende. Ni siquiera se regala”. La santidad –ha aseverado Francisco– es un camino en la presencia de Dios, que debo hacer yo: no puede hacerlo otro en mi nombre. “Yo puedo rezar para que otro sea santo, pero el camino debe hacerlo él, no yo”, ha recordado.
A continuación, el Santo Padre ha propuesto una serie de palabras que nos enseñan cómo es la santidad de cada día, esa santidad anónima.
La primera es “valentía”. Por eso, ha explicado que “el Reino de los Cielos de Jesús” es para “aquellos que tienen la valentía de ir adelante”. Y la valentía es movida “por la esperanza”. Segunda palabra que lleva a la santidad. La valentía que espera “en un encuentro con Jesús”.
Después está el tercer elemento, cuando Pedro escribe: “poned toda vuestra esperanza en esa gracia”.
Recordando que la santidad no podemos hacerla solos, el Santo Padre ha subrayado que la santidad es una gracia. “Ser bueno, ser santos, ir todos los días un paso adelante en la vida cristiana es una gracia de Dios y debemos pedirla”, ha precisado.
En esta línea, Francisco ha invitado a leer el capítulo 11 de la Carta a los Hebreos. Cuenta el camino “de nuestros padres, de los primeros llamados por Dios” y cómo ellos fueron adelante.
Por otro lado, ha indicado que Pedro en su carta subraya la importancia de un cuarto elemento. Así, indica que cuando invita a sus interlocutores a no conformarse con los deseos de un tiempo, les estimula esencialmente a cambiar desde dentro el propio corazón, en un continuo trabajo interior.
El Pontífice ha explicado en su homilía cómo es la conversión de todos los días. Conversiones pequeñas. “Si tú eres capaz de no hablar mal de otro, estás en el buen camino para hacerte santo”, ha asegurado. Por eso ha invitado a “morderse la lengua” cuando tengamos ganas de criticar al vecino o al compañero de trabajo. Se hinchará un poco la lengua –ha bromeado– pero vuestro espíritu será más santo en este camino.
Finalmente, el Papa ha recordado que el camino de la santidad es sencillo. Y ha animado a los presentes a “no volver atrás sino ir siempre hacia adelante” y con fortaleza.


Francisco desea al presidente Macri reconciliación y fraternidad para Argentina
Posted by Sergio Mora on 24 May, 2016



(ZENIT – Roma).- El papa Francisco envió una carta al presidente de Argentina, Mauricio Macri, con motivo de la celebración del 25 de mayo, fiesta patria que señala el inicio de la independencia del país.
En el telegrama oficial que fue dado a conocer ayer por los medios argentinos, Santo Padre manifiesta que reza para que el Señor conceda a los argentinos “copiosos dones de su misericordia” y “los ayude a avanzar en la búsqueda del bien común, la reconciliación y la fraternidad”. El pontífice expresó también su “cordial felicitación” al presidente argentino.

La misiva del Pontífice al presidente
“En el día en que esta amada nación celebra su Fiesta Patria, me complace manifestar a vuestra excelencia mi cordial felicitación, que acompaño con mi oración al Señor para que conceda a todos los argentinos copiosos dones de su misericordia, que les ayuden a avanzar continuamente en la búsqueda del bien común, la reconciliación y la fraternidad”.
La carta de respuesta del presidente al Santo Padre
“Santo Padre
En nombre de todo el pueblo argentino, agradezco su cordial felicitación y sus oraciones con motivo de un nuevo aniversario de nuestra Patria. Desde esta tierra que lo vio nacer seguimos con admiración su tarea evangélica en procura de la paz y el bien común, llevando su mensaje a todas las naciones. Por ello, además de nuestro agradecimiento, le hacemos llegar nuestra firme decisión de avanzar en la concreción de los objetivos que Ud. menciona – reconciliación y fraternidad – para alcanzar la unión de todos los argentinos. Lo saludo cordialmente”.


El Gran Imán de Al Azhar: Quienes asesinan no han entendido los textos del Islam
Posted by Rocío Lancho García on 24 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El Gran Imán de Al Azhar, Ahmad Al-Tayyib, se reunió este lunes en el Vaticano con el santo padre Francisco, un encuentro histórico, especialmente después de que la Universidad de Al Azhar, rompiera las relaciones con la Santa Sede en 2011. Después del encuentro el Gran Imán concedió una entrevista a Radio Vaticano en la que aprovechó para realizar un llamamiento al mundo entero “para que se una y cierre filas para enfrentarse al terrorismo y acabar con él”. Al respecto aseguró que si el fenómeno del terrorismo se descuida, “no pagarán el precio solo los orientales, sino que tanto los orientales como los occidentales sufrirán sus consecuencias”.
Por lo tanto su petición es ponerse de acuerdo inmediatamente e intervenir “para acabar con la riada de sangre”. Al respecto quiso precisar que el terrorismo existe pero “el Islam no tiene nada que ver con ese terrorismo” y esto “se aplica a los ulemas musulmanes y a los cristianos y musulmanes de Oriente”. Los que asesinan a los musulmanes y a los cristianos –observó el Gran Imán– no han entendido los textos del Islam, sea intencionalmente o por negligencia.
En esta misma línea, manifestó su rechazo por la “emigración forzada”, “la esclavitud” y “la compraventa de mujeres en nombre del Islam”. Y precisó que la cuestión “no debe presentarse como una persecución contra los cristianos en Oriente”, al contrario, “hay más víctimas musulmanas que cristianas, y todos juntos sufrimos esta catástrofe”.
Asimismo, el Gran Imán dijo que no se puede culpar a las religiones a causa de las desviaciones de algunos de sus seguidores.
A propósito de la importante obra de renovación de los libros de texto a la que se dedica la Universidad de Al Azhar, el Gran Imán explicó que los renovaron en el sentido de que “aclaramos los conceptos musulmanes que han sido desviados por aquellos que se sirven de la violencia y del terrorismo y por los movimientos armados que presumen de trabajar por la paz”. De este modo han mostrado “la parte desviada y la comprensión errada” al mismo tiempo que han tratado de dejar claro a los estudiantes “cuáles eran los conceptos correctos, de los que estos extremistas y terroristas se han desviado”.
Así a través de la “Casa de la Familia egipcia” –que agrupa a los musulmanes con todas las denominaciones cristianas en Egipto, y que es un proyecto conjunto entre Al Azhar y las iglesias– tratan de responder “a los que aprovechan las oportunidades” y “se emboscan para sembrar disturbios, divisiones y conflictos entre cristianos y musulmanes”.
Otra iniciativa que realizan en Al Azhar es con imanes de mezquitas europeas, como parte de un programa de dos meses de duración, “para proporcionar formación al diálogo, revelar los conceptos erróneos y tratar de la integración de los musulmanes en sus sociedades y en las naciones europeas para que constituyan un recurso para la seguridad, la riqueza y la fuerza de esos países”.
A propósito del encuentro con Francisco, el Gran Imán señaló que “nuestra visita de hoy obedece a una iniciativa de Al Azhar, de acuerdo con el Vaticano, para continuar nuestra misión sagrada, que es la misión de las religiones: hacer que los seres humanos sean felices en todas partes”. Recordando que las relaciones se había suspendido por circunstancias precisas, indicó que ahora que esas circunstancias ya no existen y “reanudamos el camino del diálogo y esperamos que sea mejor que cuanto estaba antes”.
Ahmad Al-Tayyib dijo que la primera impresión sobre el Santo Padre es que es “un hombre de paz, un hombre que sigue las enseñanzas del cristianismo, que es una religión de amor y de paz”. Asimismo aseguró que “es un hombre que respeta a las demás religiones y muestra consideración por sus seguidores”.También observó que es una persona que dedica su vida a servir a los pobres, que asume la responsabilidad de las personas. Cualidades que –añadió– compartimos con él y por eso deseamos conocerle para trabajar juntos en pro de la humanidad en este vasto campo común.
Finalmente, también explicó los deberes de las grandes autoridades religiosas en el mundo de hoy que son al mismo tiempo, pesadas y graves “porque sabemos que todas las filosofías e ideologías sociales modernas que han tomado las riendas de la humanidad alejándose de la religión y del cielo han fracasado en el intento de hacer felices a las personas y alejarlas de la guerra y del derramamiento de sangre”. Por eso afirmó que ha llegado el momento de que los representantes de las religiones divinas “participen con fuerza y concretamente en el intento de dar a la humanidad una nueva orientación hacia la misericordia y la paz, para que la humanidad salga de la gran crisis que padecemos”.


“Dublín será la capital de las familias del mundo”
Posted by Sergio Mora on 24 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El próximo Encuentro Mundial de las Familias, programado en la ciudad de Dublín del 22 al 26 de agosto de 2018, y que lleva por título “El Evangelio de la familia, alegría por el mundo”, ha sido presentado este martes en la Sala de Prensa de la Santa Sede.
Lo hicieron monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia y el arzobispo de Dublín Diarmuid Martin, quienes recordaron que será la primera gran reunión de las familias del mundo tras el Sínodo de las Familias, después del cual el papa Francisco escribió la exhortación apostólica Amoris Laetitia, documento que señaló será ‘la Carta Magna’ del encuentro programado.
Mons. Paglia señaló también la importancia de profundizar la Amoris Laetitia de acuerdo con los diversos contextos culturales, porque la exhortación del Santo Padre no es “simplemente una actualización de la pastoral familiar”, sino “un nuevo modo de vivir en la Iglesia” y de “realizar ese amor que vuelve gozosa la vida del pueblo de Dios, de las familias y de la sociedad”.
Subrayó que es importante dar a conocer, no solo en Irlanda sino en todo el mundo, esta iniciativa para que todas las familias de alguna manera se puedan adherir. Sobre la participación, precisó que se esperan varios miles de personas en los tres primeros días del congreso y una participación multitudinaria los dos últimos días, el sábado y el domingo. Mons. Martin añadió que durante las conferencias que fueron parte del Congreso Eucarístico Internacional en Dublín, participaron unas 18 mil personas.
Mons. Paglia señaló que el Congreso que lleva por título “El evangelio de la Familia, alegría para el mundo” será una invitación a Europa y al mundo para que encuentre la fuerza y la energía misionera “al descubrir la vocación y la misión de la familia”.
Y que será también “una invitación a elegir el ‘nosotros’ de la familia, como respuesta a la necesidad de amor que necesita cada hombre y mujer”. Asimismo, para que “las Iglesias cristianas, las grandes religiones mundiales, la sociedad política y civil, puedan encontrar ese ‘espíritu familiar’” que permite enfrentar “la dimensión individualista que lamentablemente está afectando cada vez más las realidades religiosas y civiles en todo el mundo”.
Concluyó agradeciendo a la Iglesia de Irlanda por su compromiso y señaló que será un encuentro decisivo para las familias y toda la Iglesia, sea irlandesa, que europea y de todo el mundo.
Por su parte el arzobispo de Dublín recordó que este evento de 2018 en la ciudad de la que es arzobispo, fue anunciado en Filadelfia durante el pasado Encuentro Mundial de la Familia, y que en el Sínodo del año pasado sobre la familia, el papa Francisco le dijo: “Acuérdese que Dublín inicia hoy”.
Mons. Martin señaló también que el Santo Padre ve el IX Encuentro no como algo aislado, sino como parte de un proceso de discernimiento, acompañamiento y animación de las familias. El de Dublín “es un evento de toda la Iglesia, con la esperanza de que sea una etapa decisiva para la aplicación de los frutos del proceso Sinodal y de la exhortación apostólica Amoris Laetitia”. Y también –concluyó– una etapa decisiva en la renovación eclesiástica que ha iniciado en el país.


Sirve un sistema humanitario que haga frente a los retos cada vez mayores
Posted by Redaccion on 24 May, 2016



(ZENIT – Roma).- El presidente de Cáritas Internationalis y arzobispo de Manila, el cardenal Luis Antonio Tagle asegura que “es posible mejorar la eficiencia de la ayuda a las personas en las situaciones de emergencia mediante una mayor cooperación con las organizaciones locales y de inspiración religiosa”. Lo hizo durante su intervención un una sesión especial sobre la Participación Religiosa que tuvo lugar dentro de la Cumbre Humanitaria Internacional que se celebra Estambul este lunes y martes.
Así, advirtió de que “la creciente desigualdad, el cambio climático, la escasez de agua, la urbanización, los conflictos por recursos y la expansión del extremismo pondrán en peligro a millones de personas en los próximos años”. Necesitamos un sistema humanitario –indicó– que pueda hacer frente a estos retos cada vez mayores.
Por otro lado, observó que a pesar de que las organizaciones locales, incluyendo organizaciones de inspiración religiosa, ofrecen redes de infraestructura que proporcionan albergue, cuidado y educación, los donantes del sistema humanitario actual apenas las conocen. Por eso indicó que “si los donantes quieren llegar a más personas con una ayuda de mejor calidad, deben utilizar las herramientas existentes que se encuentran a su disposición”. La Cumbre Humanitaria Mundial –aseguró– es una oportunidad para transformar el sistema actual, dando a las organizaciones locales el lugar que les corresponde.
La red internacional de Cáritas, indica un comunicado publicado por la institución, el actual enfoque de arriba a abajo en la respuesta humanitaria “debe ser reemplazado por una mayor inversión en la acción local, fortaleciendo la capacidad de las bases y mejorando la cooperación y la coordinación”.
Cáritas Internationalis participa de forma activa en las sesiones de Estambul, “una cita a la que acude con una ambiciosa agenda de propuestas orientada a reforzar y mejorar los desafíos a los que se enfrentan los agentes humanitarios de todo el mundo, especialmente en lo que respecta a la forma en la que ofrecemos apoyo y respuestas con dignidad y respeto a aquellos que lo necesitan”.
En las propuestas de Cáritas Internationalis ante la Cumbre de Estambul se identifican cinco responsabilidades fundamentales. En primer lugar “liderazgo global para prevenir los conflictos y ponerles fin”. En segundo lugar pide “respetar las normas que protegen a la Humanidad”. En tercer lugar solicitan “no dejar a nadie atrás”. En cuarto lugar exhortan a “cambiar las vidas de las personas desde la distribución de ayuda hasta acabar con las necesidades”. Y finalmente invitan a “invertir en humanidad”.
Por otro lado se comprometen específicamente a “fomentar iniciativas finalizadas a mejorar la colaboración y la coordinación efectivas”, “apoyar a los miembros locales para reforzar la implicación en la acción humanitaria dentro del país”, “poner en armonía y simplificar las herramientas y los procedimientos de emisión de informes e invertir más en el refuerzo de las evaluaciones de necesidades y los mecanismos de llamamiento conjuntos”, “ser transparentes sobre el coste completo de la acción humanitaria”, “aceptar las transferencias de efectivo como una herramienta humanitaria práctica” e “invertir en garantía de calidad para manifestar nuestra adhesión a los estándares humanitarios y las buenas prácticas”.


Los Oratorianos festejarán en Roma la clausura oficial de su Jubileo
Posted by Redaccion on 24 May, 2016



(ZENIT – Roma).- El Año Jubilar del Oratorio de San Felipe Neri concluirá este 26 de mayo en Roma –que inició hace un año en ocasión del V centenario de su nacimiento (el 21 de julio de 1515)– con una misa celebrada en la fiesta litúrgica del santo. Lo informó hoy la Procura General del Oratorio en un comunicado enviado a la redacción de ZENIT.
La eucaristía programada a las 19 horas, en la Iglesia de Santa María in Vallicella, Chiesa Nuova, será presidida por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede. Concelebrarán los obispos oratorianos Edoardo Cerrato, de Ivrea, y Robert Byrne, obispo auxiliar de Birmingham; el delegado apostólico para el Oratorio, Felix Selden C.O, el procurador general de la Confederación del Oratorio, padre Mario Alberto Avilés, C.O. y participarán una gran cantidad de fieles venidos de Roma, otras partes de Italia y Europa.
En las 86 Congregaciones establecidas por todo el planeta se ha vivido de manera particular este Jubileo con diversas iniciativas tanto espirituales, como litúrgicas, culturales o literarias. Cada Comunidad del Oratorio pudo mostrar así a la Iglesia particular la riqueza del carisma oratoriano y dar a conocer especialmente la figura del así llamado por san Juan Pablo II, el “Profeta de la Alegría”. Asimismo cada oratorio hará su cierre particular del Año jubilar.
Sobre el Jubileo vivido y su significado el sacerdote y procurador general, Mario Avilés, afirmó: “El Año Jubilar con motivo del V Centenario del nacimiento de san Felipe Neri ha sido una oportunidad para los oratorianos en el mundo de repensar sobre el carisma que nuestro fundador, el Apóstol de Roma, nos ha dejado en herencia”.
“Las palabras dirigidas por el santo padre Francisco con motivo de la apertura del V Centenario el 25 de mayo del 2015, nos invitaron a recordar el método utilizado por san Felipe para ganar almas para Dios, el ‘Cincelador de Almas’ como le llamó el santo padre Francisco, llegaba a todos con sencillez y allí en donde les encontraba, les transformaba el alma” dijo.
Providencialmente –concluyó el procurador general– el V Centenario del co-patrono de Roma coincidió con el Jubileo de la Misericordia. “Qué mejor ejemplo que la vida de nuestro Felipe Neri para este Año jubilar; nuestro santo, desde su llegada a Roma aún como laico, asistía a los más necesitados en la cofradía de la Santísima Trinidad y después como sacerdote con largas horas que pasaba en el Trono de la Misericordia, confesando en ocasiones desde la mañana hasta la tarde”, precisó.


El Oratorio de San Felipe Neri en el mundo
Posted by Redaccion on 24 May, 2016



(ZENIT – Roma).- La Congregatio Oratorii Sancti Philippi Nerii, es una sociedad de Vida Apostólica conformada por sacerdotes seculares y seglares que viven en común, sin votos religiosos, iniciada por san Felipe Neri, en las inmediaciones de la iglesia romana Santa María in Vallicella.
El papa Gregorio XIII la erigió en 1575 con la bula “Copiosus in misericordia Deus”, y su característica es que sus sacerdotes tienen el compromiso de seguir el modelo fundado por san Felipe Neri.
El jueves 26 de mayo de 2016 concluye en Roma el Año Jubilar Oratoriano, iniciado hace un año en el V centenario del nacimiento del santo y que coincide con el Jubileo de la Misericordia. A continuación referimos algunos datos ofrecidos por la congregación.
Los oratorianos en el mundo
Actualmente los oratorianos en todo el mundo son más de 6000, distribuidos en 86 casas. Entre ellos hay 580 sacerdotes. Cada casa oratoriana es autónoma y sus miembros tienen estabilidad en la casa a la que pertenecen. El carisma es la vida familiar en caridad, humildad y alegría.
El estilo de vida oratoriana iniciado en el siglo XVI, sin embargo se revela hoy más que nunca adecuado para el buen desarrollo espiritual, apostólico y humano de los sacerdotes. Incluso para los mismos laicos, pues, el Oratorio de San Felipe Neri, como dijo san Juan Pablo II, fue el inicio de los primeros grupos parroquiales, al dar tanta importancia a la formación laical.
Riqueza espiritual
Juan Pablo II describió a san Felipe Neri, para el Congreso General del Oratorio en el año 2000, como “portador de una gran herencia para toda la Iglesia”. Y entonces el Papa polaco expresó su cercanía a los oratorios de todo el mundo “…deseando que la continua visita a las fuentes de su espiritualidad y de su entera obra suscite en cada Congregación una renovada conciencia de la validez y de la actualidad de su método misionero y traiga una significativa contribución a la labor de la nueva evangelización”.
También el papa Benedicto XVI, haciéndose eco de su predecesor, afirmó para el Congreso General del Oratorio de 2006: “Este método seguido en su tiempo por san Felipe Neri con gran inventiva apostólica ayuda a los jóvenes y adultos a descubrir la belleza del amor divino. Con su misteriosa presencia, de hecho, Cristo nos aferra a sí para hacernos suyos y para asimilarnos a Él. Este es el prodigio que obra el misterio cristiano, verdad a ser aceptada en su integridad, sin compromisos, rehuyendo de fáciles acomodamientos al espíritu del mundo. Solo así es posible comprender y transmitir adecuadamente también a los otros la propuesta, tan querida a san Felipe, de la libertad, de la caridad y de la alegría según la eficaz síntesis transmitida por vuestra tradición: En la verdad libres, en la caridad siervos, en todo alegres”.
El papa Francisco, para el inicio del Año Jubilar oratoriano, el 26 de mayo de 2015 manifestó en una carta dirigida a los oratorianos: “Hay una gran necesidad de personas que recen y sepan enseñar a rezar”, el “Apóstol de Roma” “se caracterizó por una intensa y gozosa vida espiritual” y cuyas cualidades pueden servir de ejemplo válido para los obispos, los sacerdotes, las personas consagradas y los fieles laicos”.
Felipe Neri –señaló el Papa en la misiva– fue guía para muchos, anunciando el Evangelio y dispensando los sacramentos. En particular, se dedicó con gran pasión al ministerio de la Confesión, hasta la tarde del último día de su vida terrenal. “Su preocupación era seguir constantemente el crecimiento espiritual de sus discípulos, acompañándolos en las asperezas de la vida y abriéndoles a la esperanza cristiana”, indicó el Santo Padre.
Gracias al apostolado del santo –afirmó Francisco– el compromiso por la salvación de las almas volvió a ser una prioridad para la Iglesia y se comprendió de nuevo que los pastores tenían que estar con el pueblo para guiarlo y sostener su fe.
San Felipe Neri, nació en Florencia (Italia) el 21 de julio de 1515 y falleció el 26 de mayo de 1595 en Roma. Es el fundador de la Congregación del Oratorio. Es llamado también el Santo de la Alegría y Apóstol de Roma. Fue canonizado en 1622.
Para más información sobre el V Centenario del Nacimiento de San Felipe Neri y el Año Jubilar click aquí


Comentario a la liturgia dominical – Noveno domingo tiempo común
Posted by Antonio Rivero on 24 May, 2016



(ZENIT – México).- Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el seminario diocesano Maria Mater Ecclesiae de são Paulo (Brasil).
Idea principal: La salvación de Dios es para todos, y no privilegio exclusivo de una raza. Dios pide la fe en Cristo Jesús para que esa salvación se haga realidad.
Síntesis del mensaje: Dios, abriendo su salvación a todos sin excepción, está demostrando su grande e infinita misericordia (1ª lectura). Nos hará bien meditar en el mensaje de este domingo, justamente cuando estamos viviendo y celebrando el año de la misericordia. Dios quiere la salvación para todos. Sólo pide que el hombre y la mujer se acerquen a Dios con una fe firme en Cristo Jesús y le expongan con humildad sus necesidades (2ª lectura y evangelio).
Puntos de la idea principal:
En primer lugar, Salomón deja bien claro en la primera lectura de hoy que la salvación es universal. Por eso eleva su oración a Dios para que escuche no sólo a los judíos que vendrán al templo, sino también a los paganos y extranjeros. Dios no es sólo el Dios monopolio de Israel, sino el Dios de todo el mundo. Es el Dios de todos y, por consiguiente, todos deberán conocerle en la oración, honrarle en el culto y tener las manos abiertas para recibir toda clase de gracias que el buen Dios quiera concederles, para después repartirlas a los demás. Salomón muestra aquí un espíritu universal, que luego no imitarán desgraciadamente muchos pueblos. Al profeta Daniel le costó abrirse a esta salvación universal ofrecida por Dios y hasta se enoja con Dios, por ser tan clemente y misericordioso.
En segundo lugar, Pablo en la segunda lectura pone en guarda de aquellos que quieren anunciar otro evangelio distinto que ciertamente no llevará a esa salvación. Pablo escribe a los Gálatas, que eran paganos antes de hacerse cristianos. Les predicó la fe en Cristo y ellos se adhirieron a esta fe, aceptaron el bautismo y obtuvieron las gracias de Dios para conseguir la salvación. Pero más tarde llegaron algunos judaizantes perturbadores diciéndoles que, además de la fe en Cristo, necesitaban la observancia de la ley antigua de Moisés (circuncisión, observancias alimentarias, pureza ritual). Pablo es firme y fuerte: basta la fe y la adhesión a Cristo para salvarse. Es cierto que la fe en Cristo nos pedirá coherencia de vida, es decir, nos hace actuar y realizar las “obras de la fe”, y no tanto las obras de la ley, con las cuales los judíos creían alcanzar para ellos la salvación.
Finalmente, Cristo en el Evangelio, alabando la fe de ese centurión romano, abrió su mano comprensiva a ese criado a punto de morir y ofreció su salvación a esos paganos. Ese oficial pagano tenía el alma preparada para recibir esa salvación ofrecida por Dios, porque era un hombre bueno, honesto y humilde, simpatizante del pueblo de Israel, tanto que les ha construido la sinagoga. Los mismos judíos lo reconocieron delante de Cristo. Jesús queda admirado de la actitud del centurión y elogia su fe, que le arrancó el milagro para su siervo. Si hay algo claro en el evangelio de Lucas, que nos acompaña en este año litúrgico, es justamente la salvación universal traída por Cristo, desde que nace en Belén. Después, cuando Jesús sale a predicar pone atención por los más marginados, alaba al leproso extranjero o al samaritano que tuvo entrañas de misericordia con ese malherido del camino. Jesús, curando al criado del centurión romano, perteneciente a las “fuerzas de ocupación”, diríamos hoy, está demostrándonos que su salvación no tiene fronteras ni pide pasaporte ni papeles, como exigen los países cuando la gente viaja; la dichosa, aburrida y cansada burocracia que todos sufrimos. Cristo abre su corazón y su salvación a todos, sin distinción de raza, lengua, color. Sólo pide fe en Él. Él es el único y universal Salvador (cf. “Dominus Iesus”, Declaración de la Congregación de la Doctrina de la fe, 6 de agosto de 2000). Cristo es el único mediador de la salvación de Dios (1 Tm 2, 5). La Iglesia lleva más de dos mil años predicándolo: “En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos” (Hech 4, 12).
Para reflexionar: ¿Soy de mentalidad abierta o cerrada en alguna clase de racismo o nacionalismo? ¿Sé reconocer los valores que tienen los “otros”, los que no son de nuestra cultura, raza, lengua, religión? ¿Sé dialogar con ellos, ayudarles en lo que puedo? ¿Reconozco que la verdad y el bien no son exclusiva mía? ¿Me alegro de saber que Dios es un Dios abierto, universal, que “hace salir el sol sobre justos y pecadores”? ¿Aun permaneciendo fiel y coherente a mi fe y predicando con convicción esta verdad “En Cristo todos pueden salvarse”, soy persona de diálogo y respeto de los que piensan distinto de mí?
Para rezar: Señor, que la vivencia de la Eucaristía nos enseñe y nos estimule a vivir este universalismo en nuestra vida cristiana, pues es en la Eucaristía donde formamos una asamblea comunitaria heterogénea, pero fraternal, con personas de cultura y edad distinta. Es ahí, Señor, donde elevamos en la oración universal nuestras súplicas a Dios, solidarizándonos con todo el mundo. Es ahí, Dios mío, donde en el gesto simbólico de paz damos y deseamos a los vecinos la paz. Y es ahí, donde comemos el único pan partido, sintiéndonos hermanos los unos de los otros, porque creemos en ti, Cristo Jesús.

Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org









Santa María Magdalena de Pazzi – 25 de mayo
Posted by Isabel Orellana Vilches on 24 May, 2016



(ZENIT – Madrid).- A Magdalena no se le ha hecho justicia porque en su acontecer hay un riquísimo trasfondo espiritual que respalda su admirable virtud. Y, sin embargo, la tendencia generalizada ha sido destacar de manera sesgada y errónea sus experiencias místicas, todas de gran alcance, tildándola de histérica, calificando como masoquista su insistente súplica a Cristo de «padecer y no morir». Se ha dejado atrás lo relevante: la centralidad trinitaria de su vida y su deseo de renovación dentro de la Iglesia que le llevó a ofrecerse a Dios como víctima expiatoria. No se ha tenido en cuenta ni su discreción, ni el grado de obediencia que le llevó a narrar los favores celestiales con los que fue agraciada cuando hubiera deseado mantenerlos a resguardo. Eso sí, con todo rigor se la denomina «la extática» por antonomasia, considerándola una de las grandes místicas estigmatizadas.
Nació en Florencia, Italia, el 2 de abril de 1566 en el seno de la ilustre y noble familia Pazzi. El año 1576, en breve intervalo de tiempo, recibió la primera comunión y efectuó voto privado de virginidad. Ambos hechos tenían estrecha conexión ya que a la edad de 8 años había permanecido interna durante un tiempo con las Damas de San Giovannino, monasterio al que regresó cumplidos los 14 con la condición de que le permitiesen recibir diariamente la Eucaristía, algo infrecuente en la época. Es decir que comunión y consagración iban entrelazadas. Obligada a dejar el convento, se esforzó por convencer a sus padres para que le permitieran abrazarse a la vida religiosa. Y en agosto de 1582 realizó una experiencia con las carmelitas de Santa María de los Ángeles para dilucidar el carisma y lugar en el que haría efectiva su entrega. En la quincena que permaneció junto a las religiosas vio que era su camino, máxime cuando tenían el privilegio de recibir la comunión todos los días. En diciembre de ese año ingresó con ellas y en enero de 1583 inició su noviciado.
En esa época ya estaba siendo favorecida con éxtasis. La primera experiencia de esta naturaleza, que se produjo en presencia de su madre, la había vivido en 1578. La primavera de 1584 trajo consigo una desconocida enfermedad diagnosticada como incurable. Y el 27 de mayo, día de la Santísima Trinidad ese año, le permitieron profesar ante el altar de María acostada en una camilla. Fue el inicio de una serie de éxtasis diarios que le sobrevenían después de recibir la comunión, prolongándose durante dos o tres horas. En ellos y durante cuarenta días fue instruida por Cristo. La enfermedad desapareció de improviso, tal como se le había presentado, en la primavera de 1585. En abril recibió los estigmas y fue desposada místicamente por Cristo que le entregó un anillo. A la par comenzaron a desatarse una serie de pruebas, un desierto que iba transformando todo su ser en un fuego de amor que sellaba su encuentro con el Creador.
Una persona como ella, revestida de inocencia, que suspiraba por la pureza en un sentido global y estricto, sufría enormemente al constatar la tibieza moral de la época que había impregnado también a la Iglesia. En 1586 a través de un éxtasis fue invitada a colaborar en la reforma de la misma. En 1589 fue designada vice-maestra de novicias. Al año siguiente perdió a su madre y en una visión contempló que estaba esperanzada y gozosa en el purgatorio. Continuaba experimentando un profundo anhelo de conversión para la Iglesia. No contenta con orar insistentemente por ella, el 1 de mayo de 1595 renovó su ofrenda a Dios con una promesa. Quería arrebatar de Él esa gracia para que nadie permaneciese de espaldas al don de la fe, y rogó que se le concediera el «desnudo padecer». Viviría completamente desprendida de todo lo que tuviera que ver consigo misma. Pero ese momento suplicado por ella en el que iba a quedar sumida en el abandono que demandó no llegaría hasta junio de 1604. A partir de entonces y hasta su muerte estaría despojada de consuelos celestiales. Entretanto, su itinerario espiritual iba conduciéndole por los senderos de la alta mística entretejidos de sufrimientos pero llenos de inenarrables gracias.
Ese año de 1595 fue nombrada maestra de profesas. Y en 1598 maestra de novicias. Cinceló en el corazón de ellas los rasgos del verdadero discípulo de Cristo, comenzando por la vivencia de la caridad. No tomaba nota de las experiencias sobrenaturales que le acontecían. Pero sus superiores le indicaron por obediencia que narrase su vida espiritual. Y tuvo que dictar sus favores consignados en Coloquios y Renovación de la Iglesia, entre otros. En ellos queda plasmada su particular «locura de la cruz», su elegancia en el abrazo a este símbolo del cristiano, su valentía al asumir y reclamar por amor todo sufrimiento, anegada de urgencia apostólica que le llevaba a suplicar enardecida: «¡Almas, Señor; dadme almas!». «Envidio la suerte de los pájaros que pueden volar por el mundo. Si yo tuviese alas volaría a las Indias lejanas para recoger a sus niños abandonados y si Cristo me preguntara si tengo fe yo le contestaría con mis obras».
Su inmolación discurría entre la oración que era comunicación con Dios y la Eucaristía. Absorta en la meditación, con una capacidad para sumergirse en lo divino, podía pasarse varias horas reflexionando sobre dos o tres puntos del evangelio. En 1607, poco antes de su deceso, mientras se hallaba en el jardín junto a sus hermanas, en un éxtasis le fue dado a contemplar el purgatorio. Las religiosas le escuchaban proferir: «¡Misericordia, Dios mío, misericordia!». Esta visión fue especialmente dolorosa para ella que comprobó horrorizada las penas sufridas por los que antepusieron al amor su impenitencia. Al final rogó no volver a presenciar algo así. Extrajo esta lección: «Dime, Señor, el por qué de tu designio, de descubrirme esas terribles prisiones de las cuales sabía tan poco y comprendía aún menos… ¡Ah! ahora entiendo; deseaste darme el conocimiento de tu infinita santidad, para hacerme detestar más y más la menor mancha de pecado, que es tan abominable ante tus ojos». Murió el 25 de mayo de 1607 con fama de santidad, precedida por sus milagros. Urbano VIII la beatificó el 8 de mayo de 1626. Clemente IX la canonizó el 28 de abril de 1669.