Servicio diario - 06 de junio de 2016


 

San Antonio María Gianelli – 7 de junio
Posted by Isabel Orellana Vilches on 6 June, 2016



(ZENIT – Madrid).- Vino al mundo en Cerreta, Italia, el 12 de abril de 1789. Su familia era muy pobre; cultivaban tierras arrendadas en las que él trabajó hasta los 18 años, sin descuidar el estudio, la oración y las obras de caridad. Al plantearse el ingreso en el seminario que sus padres no podían costear en manera alguna, providencialmente recibieron ayuda de una acaudalada y noble viuda, Nicolasa Assereto, quien lo alojó en su mansión de Génova hasta que obtuvo plaza en el seminario. Se incorporó como alumno externo hasta 1808; luego quedó interno. Esta etapa fue, según sus palabras, la más feliz de su vida. Era tal su aplicación que el profesor de retórica, impulsor de la academia literaria «de los Constantes» integrada por alumnos destacados, lo seleccionó para encabezarla. Su lección inaugural sobre la virtud de la constancia mostró su madurez y permitió vislumbrar al santo que llegaría a ser. Participó en una misión y se le encomendó hablar de la muerte, uno de sus temas predicados más sobresalientes y preferidos para él.
Fue ordenado en 1812 tras una formación apresurada. Y, a pesar de ser sacerdote, prolongó un curso más sus estudios en el seminario. Su primera ocupación fue asistir al abad de la parroquia genovesa de San Mateo, que se hallaba impedido. Inició una labor pastoral y apostólica itinerante, que mantuvo toda su vida, y se convirtió en un destacado predicador. En 1814 se unió a los Misioneros Rurales, una congregación eclesial nacida en Génova en 1713, y después de asumir varios cargos, fue designado superior. Al morir el abad, el cardenal Spina, que lo conocía bien, lo nombró vice-abad. Impartió retórica en las Escuelas Pías de Cárcare con tan buenos resultados que el purpurado le encargó la cátedra de esa disciplina en el seminario de Génova. Diez años de docencia marcados por una clara consigna para los futuros sacerdotes: «Sean doctos, sí, pero sobre todo santos».
En 1826 monseñor Lambruschini, arzobispo de Génova, le envió como arcipreste a San Juan Bautista en Chiavari diciendo a sus habitantes: «Os envío la más bella flor de mi jardín». Y a Gianelli: «haga cuenta que emprende una misión, no de pocos días, sino de 10 o 12 años…». Doce años estuvo dejando allí lo mejor de sí, encaminando a todos hacia Cristo con una sublime caridad, ejercitada en medio de contratiempos, rivalidades e injusticias que se cernieron sobre él dentro del seminario. Exquisito en su trato, abrió sus «reglas dispositivas y preparatorias» con una sentencia de oro: «La primera cortesía y la más noble de todas las formas de urbanidad es tolerar y soportar a quien no la tiene». Fue confesor y director espiritual en el conservatorio de las Hijas de San José para las que redactó sus reglas y costumbres.
Se afilió a la Sociedad económica, de la que hizo una institución nueva ayudado por las mujeres, y se afanó por el hospicio de caridad y trabajo buscando el bien de los necesitados. Cumplió escrupulosamente el sentimiento que expuso a los feligreses cuando se hizo cargo de la parroquia: «Un párroco no es otra cosa, sino un padre de una gran familia, él tiene que regirla, gobernarla y nutrirla, sobre todo en el espíritu, pero como padre de los pobres y como primer custodio del templo y del altar… para converger a tan alto fin ora y predica el Evangelio…». Era muy devoto de María cuyo amparo solía buscar yendo a orar al santuario de la Virgen del Huerto. Y Ella fue su inspiración para instituir en 1829 el Instituto de las Hijas de María Santísima del Huerto con doce primeras mujeres que iban a dedicarse al servicio de hospitales, hospicios para huérfanos y escuelas.
Le urgía la caridad, y le preocupaba que sus hijas la pusieran en práctica con la radicalidad evangélica. De ahí su insistente recomendación: «La dulzura, las buenas maneras, la paciencia no pueden ser nunca excesivas»; «Sabed ejercitar una gran paciencia con las personas de afuera cuando acuden a vosotras. Oídles. Responded con dulzura y buenos modales». En 1835 no escondió su angustia por la tragedia de la peste que segó la vida de gran parte de sus fieles. Con hondo sentido penitencial, ceñido con una corona de espinas, exclamó: «Hiere, oh Señor al pastor, pero deja salva a la grey».
Fue consagrado obispo de Bobbio en 1838 por el cardenal Tadini. El rector del seminario de Génova, antiguo alumno de Gianelli y confidente suyo, al volver de la ceremonia dijo a los clérigos: «Hoy han consagrado obispo a un santo». En su despedida de Chiavari, Gianelli se había excusado pidiendo perdón a sus feligreses, en particular por haber callado alguna vez la denuncia de desórdenes y vicios. Humilde y sencillo, decía «¿Yo, nacido pobre; yo, de baja condición, yo, un don nadie… yo, obispo?». Partió habiendo repartido entre los pobres sus escasas pertenencias. Hasta se fue desprendiendo por el camino del préstamo que le hicieron unos amigos. Llegaba a Bobbio con este sentimiento: «No puedo ser bueno sino estoy dispuesto a morir por vosotros, por cada uno de vosotros».
En abril de 1844 en una de sus cartas develaba su grandeza de espíritu, y prontitud para responder con gozo al peso de la soledad que acompaña a la persona de gobierno; dejaba entrever también su celeste añoranza por lo divino: «Hay que estar alegres. Pero, ¿cómo conseguirlo, cuando todos los vientos traen tristeza y melancolía? Hay que hacer que la alegría surja de la melancolía, de la tristeza misma, aún cuando solo sea porque ha sido fiel compañera de nuestro Señor Jesucristo». Su labor apostólica y entrega tuvo la misma intensidad que había marcado su vida, aunque al recibir el viático se acusó de haber sido «un obispo indulgente y flojo». Murió en Piacenza el 7 de junio de 1846 a consecuencia de una tisis. Pío XI lo beatificó el 19 de abril de 1925, y Pío XII lo canonizó el 21 de octubre de 1951. Su biógrafo G. Frediani lo denominó «El santo de hierro».




El Papa en Sta. Marta: Las bienaventuranzas son el navegador de la vida cristiana
Posted by Redaccion on 6 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha invitado a seguir y vivir las bienaventuranzas, que como “navegadores” indican a los cristianos el itinerario correcto de la vida. Lo ha hecho durante la homilía de esta mañana en la misa celebrada en Santa Marta. Del mismo modo ha advertido sobre los tres peldaños de la “anti-ley” cristiana donde se puede resbalar: la idolatría de la riqueza, de la vanidad y del egoísmo.
Y para no perderse, a lo largo del camino de la fe, los cristianos tienen un indicador de dirección muy preciso: las bienaventuranzas. Ignorar las ruedas que propone puede suponer resbalar por los “tres peldaños” de los ídolos del egoísmo, idolatría del dinero, vanidad, la saciedad de un corazón que ríe con satisfacción propia ignorando a los otros.
A propósito del discurso de la montaña, el Santo Padre ha afirmado que Jesús “enseñaba la nueva ley, que no cancela la antigua” si no que la “perfecciona” llevándola a su plenitud.
Así, ha precisado que “esta es la nueva ley, esta que nosotros llamados las bienaventuranzas”. Es la nueva ley del Señor para nosotros. “Son la hoja de ruta, el itinerario, son los navegadores de la vida cristiana. Precisamente aquí vemos, en este camino, según las indicaciones de este navegador, que podemos ir adelante en nuestra vida cristiana”, ha observado.
El Pontífice ha proseguido la homilía completando el texto de Mateo con las consideraciones que el evangelista Lucas pone al final del mismo pasaje de las bienaventuranzas, es decir, como lo llama, la lista de los “cuatro problemas”: ay de los ricos, de los saciados, de los que ríen, de los que todos hablan bien. En esta línea ha recordado que ha dicho “muchas veces” que las riquezas son buenas” mientras “lo que hace mal” es “el apego a las riquezas” que se convierte en una “idolatría”.
De este modo, ha precisado que esta es la anti-ley, es el navegador equivocado. Al respecto ha observado que es curioso, “estos son tres peldaños que llevan a la perdición, así como las bienaventuranzas son los peldaños que llevan adelante en la vida”. Y estos tres peldaños que llevan a la perdición son el apego a las riquezas, porque no necesito nada. La vanidad que todos hablen bien de mí y el orgullo que es la saciedad, las risas que cierran el corazón.
Para concluir la homilía, el papa Francisco ha seleccionado una entre las bienaventuranzas que, afirma, “no digo que sea la llave” de todas “sino que nos hace pensar mucho”. Bienaventurados los mansos.
“Pero, Jesús dice de sí mismo: ‘aprended de mí que soy manso de corazón’, que soy humilde y manso de corazón’. La mansedumbre es una forma de ser que nos acerca mucho a Jesús. Sin embargo, la actitud contraria siempre conlleva a la enemistad, las guerras… muchas cosas, muchas cosas feas que suceden. Pero la mansedumbre, la mansedumbre de corazón que no es una tontería, no: es otra cosa. Es la profundidad en el entender la grandeza de Dios, y adoración”, ha finalizado el Pontífice.




El C9 inicia su decimoquinta reunión de trabajo sobre la reforma de la Curia
Posted by Rocío Lancho García on 6 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El consejo de los nueve cardenales, más conocido como C9, ha iniciado esta mañana su 15ª reunión, en las que trabajan sobre la reforma de la Curia romana. La reunión durará hasta este miércoles 8 de junio.
La última sesión que celebró el Consejo instituido por Francisco, fue del 11 al 13 de abril. Durante esa sesión, se siguieron afrontado consideraciones sobre varios dicasterios de la Curia para la preparación de la nueva Constitución Apostólica. En concreto, debatieron sobre las Congregaciones para el Culto Divino, la Vida Consagrada, las Causas de los Santos y la Doctrina de la Fe.
También fue objeto de reflexión los criterios para la recogida de informaciones para los nombramientos de nuevos obispos y el significado y el papel de los nuncios.
Asimismo, en abril se presentaron algunas actualizaciones por parte del cardenal George Pell, prefecto de la Secretaría para la Economía, y del cardenal Sean O’Malley sobre la actividad de la Comisión para la tutela de menores.
Precisamente, este sábado, el papa Francisco publicó los estatutos del nuevo dicasterio “Laicos, Familia y Vida”. Además promulgó el motu proprio “Como una madre amorosa”, que establece las modalidades con las cuales serán suspendidos de su cargo los obispos negligentes ante las denuncias a sacerdotes que han recibido denuncias por casos de abusos a menores.


El Papa excomulga al grupo del ‘Niño Jesús de Gallinaro’
Posted by Salvatore Cernuzio on 6 June, 2016



(ZENIT – Roma).- La organización pseudo-religiosa, centrada en el culto a la difunta vidente Giuseppina Norcia y guiada por el yerno Samuel, estaba comprometida con la difusión de “doctrina falsamente religiosas y enseñanzas bíblicas distorsionadas y extrañas a la verdad de los textos sagrados”.
El papa Francisco ha excomulgado al grupo “Niño Jesús de Gallinaro”. La noticia se hizo pública el domingo por la mañana, con la lectura del decreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe durante la misa en todas las parroquias de la diócesis italiana de Sora-Cassino-Aquino-Pontecorvo.
Excomulgados latae sententiae por “el delito canónico de cisma” es la motivación adoptada por el Vaticano. Una decisión tomada por el explícito compromiso de la secta a difundir en diversas localidades “doctrinas falsamente religiosas y enseñanzas bíblicas distorsionadas y extrañas a la verdad de los textos sagrados” como se lee en una nota de la curia de Sora.
Esta organización pseudo-religiosa se profesa católica pero se presenta en su página web como “Iglesia cristiana universal de la nueva Jerusalén” y señala al Vaticano como “nueva Babilonia”. Existen testimonio de personas que han frecuentado el grupo y que se reconocen escandalizadas por las “herejías” del líder del grupo, Samuel, yerno de la fundadora del movimiento, Giuseppina Norcia, y auto proclamado su “heredero espiritual”.
Giuseppina Norcia era una vidente que decía que se le aparecían regularmente Dios, la Virgen, Jesús y el arcángel Miguel. Cuando falleció en 1989, a los 49 años, entró en escena Samuel, marido de su hija Anna, ‘profeta’ desconocido del que ni siquiera se sabe su apellido. La suegra le había confiado el encargo de mantener el destino del grupo. A lo largo de los años, Samuel ha centrado todo el culto de la secta en su persona, dando así lugar a un devocionismo popular. Y la situación fue degenerando con el paso del tiempo: se prohibió a los fieles frecuentar los sacramentos, rechazar las enseñanzas y la autoridad del Papa definido como “herético” y “blasfemo”, interrumpir cualquier tipo de relación con los sacerdotes y las respectivas comunidades parroquiales.
Además de las herejías y las transgresiones de la disciplina eclesiástica, detrás de la obra del “Niño Jesús de Gallinaro” hay un imperio económico e inmobiliario alzado con los ofrendas de miles de peregrinos y grupos de oración que llegaban al pequeño pueblo para visitar el “santuario”. Es decir, un inmueble no consagrado construido poco después de la muerte de Norcia, llamado ‘Cuna del Niño Jesús’ y destinado a la acogida de los fieles que iban cada año a rendir homenaje a “mamá Giuseppina” y el culto al Niño.
Por todo ello, en el documento de la Congregación para la Doctrina de la fe se subraya que “para cuidar la integridad de la fe, de la comunión eclesial, y de la acción pastoral de la Iglesia a favor del pueblo de Dios”, las iniciativas de la llamada ‘Iglesia cristiana universal de la nueva Jerusalén’ están “en absoluta oposición con la doctrina católica, y por tanto no tienen nada que ver con la gracia de la fe y de la salvación congida por Jesucristo a la Iglesia fundada sobre la roca firma del apóstol Pedro”.



El cardenal Sandri viajará a Turquía
Posted by Redaccion on 6 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, viajará a Estambul, acogiendo la invitación para presidir la consagración episcopal del monseñor Rubén Tierrablanca González, OFM, obispo titular de Tubernuca, vicario apostólico de Estambul y administrador apostólico del exarcado para los fieles bizantinos.
El programa prevé la participación en la divina liturgia en el Fanar, por invitación de su santidad Bartolomé I, durante la mañana del sábado 11 de junio, fiesta onomástica del patriarca. Por la tarde, en la catedral Latina, la celebración eucarística con la ordenación de Tierrablanca.
El domingo 12 de junio, el cardenal Sandri presidirá la misa en la residencia Ma Maison, gestionada por las Pequeñas Hermanas de los Pobres, para los ancianos alojados en el lugar, a los que se unirán un grupos de jóvenes refugiados sirios e iraquíes, asistidos normalmente por los salesianos de Estambul. Al finalizar, comerá con todos los Ordinarios Católicos de Turquía.
Durante el viaje, el cardenal prefecto será acompañado por monseñor Angelo Accattino, encargado de Asuntos ad interim de la nunciatura apostólica en Turquía, y será huésped de la sede local de la Representación Pontificia, que fue la residencia del Delegado Apostólico Angelo Giuseppe Roncalli, después papa san Juan XXIII.



Oración en Roma por el concilio pan-ortodoxo
Posted by Redaccion on 6 June, 2016



(ZENIT – Roma).- El Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos ha organizado un momento de oración por la celebración del concilio pan-ortodoxo. De este modo, este sábado 11 de junio, por la tarde, se rezarán las vísperas en la basílica de San Pablo Extramuros en Roma. Será una forma –se lee en la invitación– para manifestar la cercanía espiritual de la Iglesia católica a toda la Iglesia ortodoxa que, como se sabe, del 19 al 27 de junio se reúne en Creta, por primera vez desde hace más de un milenio.
El lugar y fechas del encuentro en la isla griega lo decidieron los primados de las Iglesias ortodoxas autocéfalas reunidos en el Centro Ortodoxo de Chambésy (Suiza) del 21 al 28 de enero, por invitación del patriarca ecuménico Bartolomé I.
En el comunicado final, se enumeraban los temas aprobados oficialmente, que formarán parte de la agenda de esta histórica reunión. Entre otras cuestiones, se tratarán la diáspora ortodoxa; la misión de la Iglesia Ortodoxa en el mundo contemporáneo; el sacramento del matrimonio y sus impedimentos; la importancia del ayuno y su observancia hoy; y las relaciones de las Iglesias ortodoxas con otras confesiones cristianas. Por decisión de los primados, se publicarán todos los textos aprobados.
También se autorizó la participación de observadores no ortodoxos, durante las sesiones de apertura y cierre del Santo y Gran Concilio.



Colombia: “Es la hora de la misión ad gentes de los laicos”
Posted by Redaccion on 6 June, 2016



(ZENIT – Roma).- Los participantes del XII Congreso Nacional Misionero, culminado el evento celebrado en Bucaramanga del 26 al 29 de mayo, se reunieron y analizaron las ponencias, los foros y toda la temática que se expuso y debatió en los cuatro días de la jornada misionera.
De este modo, las conclusiones realizadas comienzan asegurando que la gran mayoría de los participantes al Congreso Misionero “es consciente de que la Iglesia es misionera, Cristo la fundó para evangelizar y todos están de acuerdo en que esto toca a todos, es decir a los laicos, a los consagrados, a los seminaristas, a los sacerdotes, a los obispos, a las comunidades religiosas, a las diversas comunidades eclesiales y a las Iglesias particulares, todos necesitamos una mayor conciencia misionera universal y una respuesta más generosa en la misión ad gentes ad intra y ad extra”.
Por otro lado, los participantes subrayan la necesidad de promover constantemente la espiritualidad misionera, la animación misionera y la formación misionera en los seminarios, casas de formación, agentes de pastoral y en todos los laicos, en cuanto “en los planes pastorales de las Iglesias particulares, a nivel general, no aparece con claridad la orientación para la misión ad Gentes”.
También precisan que es necesario y urgente integrar todas las fuerzas misioneras para evitar la dispersión de actividades y mejorar la acción misionera con una pastoral de conjunto que tenga como centro la misión; fortalecer la pastoral indígena y afrodescendiente; dar a conocer la riqueza espiritual de santa Laura Montoya, y sobre todo “empaparnos de su espiritualidad mística, de su pedagogía y de su sentido misionero”.
La última de las conclusiones reitera que “es la hora de la misión ad gentes de los laicos. Hacen falta más escuelas de formación misionera para los laicos”.
“La misión ad gentes es la protagonista, pero se necesita y es un clamor urgente que se vincule a toda la Iglesia”, indica la Conferencia Episcopal de Colombia en la nota de presentación de las conclusiones. También aseguran la importancia de que los laicos “tengan permanente formación, dentro de sus grupos apostólicos y religiosos para ser pioneros en la misión ad gentes”.
Asimismo, precisan que las personas hacen un llamado a los sacerdotes “para que se mantengan en constante experiencia con la misión y tengan vivencias actuales para explicar y transmitir a la comunidad y a las parroquias que pastorean”. Es un compromiso y es una misión –observan– colocar la misión ad gentes en el lugar que merece y añaden que “necesitamos de todos para que este deseo se haga realidad en nuestras comunidades”.



Obispos argentinos invitan a “Un minuto por la paz”
Posted by Redaccion on 6 June, 2016



(ZENIT – Roma).- La Conferencia Episcopal Argentina, Acción Católica Argentina y la Comisión Nacional de Justicia y Paz invitan a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a la iniciativa “Un minuto por la paz”. Este evento –indican los obispos argentinos en un comunicado– busca sumar nuestro compromiso y oración por la paz, todavía quebrada o amenazada en distintas regiones del mundo.
De este modo, la convocatoria es el 8 de junio 2016, a las 13.00, fecha en que se cumple el segundo aniversario del histórico encuentro entre el papa Francisco y los presidentes de Israel y Palestina, que se celebró en el Vaticano.
Convocado en todo el mundo por el Foro Internacional de Acción Católica y la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas, la idea es que ese día, a las 13.00 hs, cada persona se detenga un momento, durante un minuto, “rezando cada uno según su propia tradición”. Y precisan en el comunicado que “podremos hacerlo solos o en grupo, en nuestros hogares o lugares de trabajo o estudio, o compartiendo una celebración en el templo”.
Y así, ofrecen a todos “esta oportunidad, este gesto, para animar la oración permanente y el compromiso con la Paz y la Misericordia, con la intención especial por los refugiados que sufren cotidianamente las consecuencias de la violencia”.
Esta iniciativa ya cuenta con la adhesión de varias instituciones en el país.