Divertida, inteligente, alejada del adoctrinamiento; en “salida”, como diría el papa Francisco, son algunas señas de identidad de Si Dios quiere, de Edoardo María Falcone, quien ha entrado por la puerta grande en la dirección, tras realizar distintos guiones para el cine, porque su película ha obtenido los premios David de Donatello, al mejor Director Novel, el del Sindicato Italiano de Periodistas Cinematográficos en esta misma categoría y el del Público en el Festival de Tokio.

Tomasso es un tan prestigioso como prepotente cardiólogo que ridiculiza a sus subalternos y menosprecia a sus pacientes. Ateo recalcitrante, su comportamiento es también parecido con su mujer, hijos y yerno. Andrea, uno de sus hijos, anuncia a la familia una noticia que darles, de la cual su padre deduce que se trataría de declararse homosexual, pero lo que Andrea les dice es que quiere ser sacerdote.

Ante esto, Tomasso (Marco Giallini, No te muevas), que había indicado a los suyos que acogieran con alegría la opción sexual del hijo, monta en cólera cuando oye que el joven quiere irse al seminario, con lo que su respeto y liberalismo se esfuman en un santiamén. Pero Tomasso no es de los que se arrugan y está dispuesto a disuadir a su vástago de la opción de vida, tras la cual descubre la influencia de don Pietro (Alessandro Gassman, hijo de Vittorio Gasssman).
En un guion con unos giros acertados y sorprendentes, recorremos un trecho del camino del paulatino cambio de Tomasso con respecto a sus empleados y familia. El inicio se da gracias a una serie de circunstancias que le acercan involuntariamente al padre Pietro.

Por su parte, el sacerdote, con una entrada triunfal con banda sonora “heavy”, incluida, que supondría una deslumbrante avanzadilla de su poder evangélico de convicción, no cumple esas expectativas (un nuevo acierto del guion del propio Falcone y Marco Martani) pues se mueve en coordenadas discretas. Dedica sus energías a ayudar a las personas en sus necesidades cotidianas, con lo que ejemplifica su compromiso evangélico sin “homilías” extemporáneas, como ocurre en otros filmes de género religioso.

Por eso, sus momentos desternillantes, el respeto a la libertad y a los tiempos de las personas y un dramático final apoteósico, Si Dios quiere es una película distinta que disfrutarán creyentes, ateos y agnósticos, porque habla sin discursos “religiosos” de la ternura incondicional de Dios por cada ser humano.

Título original: Se Dio vuole- Italia 2015
Duración: 87 min.
Director: Edoardo Maria Falcone
Guión: Edoardo Maria Falcone, Marco Martani
Reparto: Marco Giallini, Alessandro Gassman, Laura Morante, Ilaria Spada, Edoardo Pesce, Enrico Oetiker, Carlo De Ruggeri, Giuseppina Cervizzi, Alex Cendron, Fabrizio Giannini, Silvia Munguia