Servicio diario - 17 de junio de 2016


 

Francisco trae a 9 refugiados más desde Lesbos
Posted by Redaccion on 17 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La visita del papa Francisco a la isla griega de Lesbos terminó con un gesto que dio la vuelta al mundo. El Santo Padre llevó en el vuelo de regreso a Italia a un grupo de 12 refugiados. Ahora un segundo grupo de nueve refugiados, dos de ellos cristianos, ha llegado a Roma.
La Gendarmería Vaticana, con la colaboración del ministro de exteriores de Grecia, el Greek Asylum Service y la comunidad de San Egidio, acompañó a los nueve refugiados desde Atenas a Roma este jueves, 16 de junio. A partir de ahora, la comunidad de San Egidio se encargará de albergarlos.
Los refugiados, seis adultos y tres niños, son todos ciudadanos sirios que estaban en el campo de refugiados de Kara Tepe, desembarcados en la isla de Lesbos, procedentes de Turquía.
También ayer, llegó a Roma un grupo de 81 refugiados gracias a los corredores humanitarios, un proyecto posible gracias a un trabajo entre el gobierno italiano (con los Ministerios del Exterior y del Interior), la Comunidad de San Egidio, la Federación de las Iglesias Evangélicas en Italia y la Mesa Valdense.


Francisco pide que cada ciudad haga una obra de misericordia que permanezca
Posted by Redaccion on 17 June, 2016



(ZENIT – Roma).- “Quiero llamar a todos los hombres y mujeres de buena voluntad de todo el mundo a que en cada ciudad, en cada diócesis, en cada asociación, se haga una obra de misericordia”. Con esta claridad lo pide el Santo Padre en un vídeo mensaje realizado para la campaña “Sé la misericordia de Dios” organizada por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada. La iniciativa para recoger fondos y que durará desde el 17 de junio al 4 de octubre, será para la realización de numerosas obras de misericordia en todo el mundo.
De este modo, en el vídeo del Santo Padre recuerda que “los hombres y las mujeres necesitamos de la misericordia de Dios pero también necesitamos de nuestra misericordia; necesitamos darnos la mano, acariciarnos, cuidarnos, y no hacer tantas guerras”.
Por otro lado invita a los promotores de la campaña a seguir adelante con “el espíritu que han heredado del padre Werenfried van Straaten, que en su momento tuvo la misión de hacer en el mundo estos gestos de cercanía, de aproximación, de bondad, de amor y de misericordia”.
Así que el Pontífice invita a todos a “hacer en cada lugar de todo el mundo una obra pero que quede, una obra fija de misericordia; una estructura para tantas necesidades que hoy hay en el mundo”.


El Papa inicia la campaña ‘Sé la misericordia de Dios’ con una donación
Posted by Sergio Mora on 17 June, 2016



(ZENIT- Sala Marconi de la Radio Vaticano).- “Sé la misericordia de Dios”, este es el lema de la campaña internacional de recaudación de fondos de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), que cuenta con el apoyo del papa Francisco y que ha sido presentada este viernes en la Sala Marconi de la Radio Vaticano.

El portavoz del Vaticano, el padre Lombardi, introduce la presentación (Foto ZENIT cc)
La campaña inició con el encuentro que tuvieron hoy viernes los directores de AIN con el papa Francisco, durante el cual el Pontífice grabó un pequeño vídeo mensaje, dirigido a los hombres y mujeres de buena voluntad, pidiendo que hagan ellos una obra de misericordia, una estructura fija en alguna parte del mundo, “sin tener miedo de la misericordia”, porque “la misericordia es la caricia de Dios”.
En la conferencia de prensa participaron el presidente internacional de AIN, el cardenal Mauro Piacenza, el secretario general Philipp Ozores, y un testimonio de excepción, monseñor Sebastián Shaw, arzobispo de Lahore.
El cardenal Piacenza señaló el trabajo de AIN desde el final de la Segunda Guerra Mundial y precisó que “en la fisionomía de la obra hay un sello claramente pastoral”, una fundación de derecho pontificio que cuenta incluso con un asistente eclesiástico, “que señala los problemas también bajo el perfil espiritual”.
El Papa nos señaló -dijo el cardenal Piacenza- que el Señor hace de AIN un instrumento con el cual abre los brazos y alivia a quien está herido, a quienes sufren persecuciones, éxodos y otras dificultades. Y que Jesús no acepta quedarse en un marco del pasado y quiere seguir haciéndolo a través de los cristianos. “O sea que a través de este tipo de instituciones debemos darle espacio para que Él pueda hacer lo que desea”, añadió. También precisó que poder colaborar de alguna manera es una gracia, en particular en el año de la Misericordia, “por ello debemos movilizar todo lo que se puede movilizar, para responder al llamamiento del Papa, porque con los bienes materiales podemos colaborar y con nuestra espiritualidad salvar”.
El secretario general, Philipp Ozores, señaló que el Papa les comentó en la audiencia de hoy que les conocía desde hace 30 años en su central en donde llegaban ayudas para la Iglesia argentina.
Añadió que “el Papa nos animó y sabe que en nuestro ADN está el hacer obras muy concretas. Para que la misericordia se haga realidad”. La campaña que durará cuatro meses, con cuatro temas principales, concluirá el día de San Francisco. “Y entonces lo recaudado será entregado al papa Francisco”.
Asimismo, anunció que el papa Francisco donó 100 mil euros para un proyecto en la clínica San José, en la ciudad de Erbil, en el Kurdistán iraquí, la cual no hace distinción entre credos o religiones cuando atiende a las personas. Se trata de uno de los seis mil proyectos que AIN lleva adelante, algunos de los cuales en América Latina.
Mons. Sebastian de Pakistán, narró también las dificultades y sufrimientos de la comunidad cristiana en su país, como el 27 de marzo pasado, cuando un terrorista se hizo explotar en un parque donde los cristianos festejaban la Pascua, asesinando 76 personas de las cuales 30 eran niños. Del mismo modo, reflexionó sobre sobre la necesidad que tienen de este tipo de ayudas para que la comunidad cristiana no desaparezca en estos países.


El Papa pide al dicasterio de laicos a recibir la reforma como signo “de valoración y estima”
Posted by Rocío Lancho García on 17 June, 2016


(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Dar gracias al Señor por los abundantes frutos y por los numerosos desafíos de estos años. Es la invitación que el Santo Padre ha realizado a los participantes de la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para los Laicos sobre el tema: “Un dicasterio para el laicado: entre historia y futuro…”. Francisco ha comenzado su discurso asegurando que no serían palabras de ‘adiós’ si no de acción de gracias por todo el trabajo que han hecho. Y es que el proceso de reforma de la Curia Romana, el Santo Padre ya ha aprobado el Estatuto del nuevo dicasterio para los laicos, la familia y la vida, que entrará en vigor el 1 de septiembre de 2016.
A la luz de este camino recorrido –ha indicado Francisco en su discurso– es tiempo de mirar nuevamente con esperanza al futuro. Asimismo ha observado que “todavía queda mucho por hacer ampliando los horizontes y recogiendo los nuevos desafíos que la realidad nos presenta”.
Por ello, el papa Francisco ha invitado a los presentes a acoger esta reforma como signo “de valoración y de estima” por el trabajo que realizan y de “renovada confianza en la vocación y misión de los laicos en la Iglesia de hoy”. Al respecto ha explicado que el nuevo dicasterio que nacerá tendrá como “timón” para seguir en la navegación, por un lado la Christifideles laici y por otro la Evangelii gaudium y la Amoris laetitia, teniendo como campos privilegiados de trabajo la familia y la defensa de la vida.
Esta Asamblea Plenaria –ha explicado Francisco– se reviste de un carácter especial, desde el momento que, este Pontificio Consejo asumirá una nueva fisonomía.
Por eso ha asegurado que se trata de una conclusión de una etapa importante y de apertura de una nueva para el dicasterio del Curia Romana que “ha acompañado la vida, la madurez y las transformaciones del laicado católico desde el Concilio Vaticano II hasta hoy”. De este modo, Francisco ha observado que es una ocasión propicia para dirigir una mirada a los casi 50 años de actividad del dicasterio, “al mismo tiempo que proyectar una renovada presencia al servicio del laicado, continuamente en fermento y atravesado de nuevas problemáticas”.
Dando gracias por estos años, en concreto, el Santo Padre ha hecho mención al seguimiento de los movimientos, a los nuevos ministerios laicos, así como el creciente rol de la mujer en la Iglesia o las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Por otro lado, el Pontífice ha subrayado que las actividades de la Iglesia se dirigen siempre a “rostros, mentes, corazones de personas concretas”. Y es importante que en esta Plenaria –ha precisado– hayan querido recordar a todos los que se han desgastado con pasión y compromiso en la animación, en la promoción y en la coordinación de la vida y del apostolado de los laicos en los años pasados.
También les ha recordado que el mandato que han recibido por el Concilio ha sido precisamente el de “empujar” a los fieles laicos a implicarse cada vez más y mejor en la misión evangelizadora de la Iglesia, no por “delegación” de la jerarquía, sino en cuanto a su apostolado.
Y les ha propuesto como horizonte de referencia para su futuro inmediato un binomio que podría formularse así: Iglesia en salida – laicado en salida. Igualmente les ha pedido que levanten la mirada y miren “lejos” a los muchos “alejados”, a las familias en dificultad, a los campos de apostolado sin explorar, a los numerosos laicos de corazón bueno y generoso que se pondrían al servicio del Evangelio con sus energías, tiempo y capacidad si fueran implicados, valorados y acompañados con afecto y dedicación por parte de los pastores e instituciones eclesiales.
Finalmente, el Santo Padre ha subrayado que “necesitamos laicos bien formados” , “que no tengan miedo a equivocarse, que vayan adelante”. Necesitamos laicos –ha precisado– con visión de futuro, no cerrados en las pequeñeces de la vida.



El Santo Padre escribe a los ‘Peregrinos del ciberespacio’
Posted by Redaccion on 17 June, 2016



(ZENIT – Roma).- El papa Francisco ha mandado su bendición a los relatores y participantes del tercer congreso nacional de periodistas católicos a través de una carta dirigida al obispo de San Benedetto del Tronto, monseñor Carlo Bresciani. El encuentro se está realizando en la localidad italiana de Grottamare con el tema “Contar el bosque que crece”.
El congreso del cual ZENIT es promotor y que reúne a unos 150 periodistas y en total a más de 300 personas, se refiere al refrán que también ha citado el papa Francisco:”Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece” y señala la necesidad de no olvidarse de contar las noticias positivas.
En el contexto del Jubileo extraordinario de la misericordia –se lee en la misiva firmada por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin– el papa Francisco expresa cordial cercanía a los que comparten el desafío comunicativo de la Iglesia llamada a vivir la misericordia como trazo distintivo de todo su ser y su actuar, ayudando al hombre contemporáneo a orientarse a Cristo, encarnación viviente de Dios misericordioso”.
El Pontífice –continúa el mensaje– invita a aprovechar los recursos espirituales la fuerza para tratar las cosas del mundo poniendo a Dios en el vértice, para que el patrimonio de los valores transmitido a lo largo de los siglos pueda continuar inspirando y plasmando con el esplendor de la verdad el futuro de nuestra sociedad.
Para finalizar, el Santo Padre pide oraciones por el “ministerio petrino” y envía su bendición apostólica a todos los participantes del congreso.


Congreso Eucarístico en Argentina: los fieles donaron joyas para la custodia del Santísimo
Posted by Mauro Calorosi on 17 June, 2016



(ZENIT – San Miguel de Tucumán).- El XI Congreso Eucarístico Nacional, que se celebra hasta el domingo 19 en la ciudad argentina de San Miguel de Tucumán, y que ha sido declarado de interés por la Secretaria de Culto de la Nación. tiene una nueva custodia que exhibirá al Santísimo Sacramento.
El ostensorio ha sido realizado por el orfebre Juan Carlos Pallarols con pedacitos de joyas de oro y plata que donaron los feligreses tucumanos. Muchas mujeres se acercaron a donar sus joyas incluso hubo quien donó su hasta su alianza de matrimonio.
Una señora donó tres aros de oro que según dijo era lo único que tenía. Como estos, son numerosos los testimonios de los fieles que colaboraron para que esta custodia pudiese construirse.
“Los últimos seis meses gran parte de mi tiempo lo dedique a esta Custodia hermosa inspirada en la antigua realizada por mi abuelo en la época del primer Centenario, muchos años después fue robada del Museo de Arte Religioso de San Miguel de Tucumán.
Para esta oportunidad la hicimos en una escala un poco mayor, dada la Solemnidad del Congreso Eucarístico y coincidente con el Bicentenario de nuestra Independencia, una tarea gratísima y emocionante que me hace sentir y pensar en todo lo que me precede en mi oficio, y saben que pienso y sigo jugando con el Abuelo”, escribió Pallarols en su cuenta de Facebook.
Pallarols, quien elabora los cetros presidenciales de los mandatarios argentinos y es el artista católico elegido para elaborar finos regalos a los papas o las coronas con que son coronadas distintas imágenes marianas, ofreció su trabajo gratuitamente para la elaboración de la Custodia Eucarística realizada para el inminente congreso.
Esto se debe a que, según él mismo explica, recibió una gracia especial del cielo con respecto a su salud y por tanto solo intenta devolver algo a cambio. La Custodia fue presentada el 29 de mayo en la Solemnidad de Corpus Christi.
La Ciudad Eucarística
El congreso contará con un predio denominado “Ciudad Eucarística” donde los feligreses que peregrinen por el lugar podrán redescubrir el Cuerpo de Cristo como centro de la vida cristiana. Las personas que transiten por el lugar podrán recrear la vivencia de los discípulos, atravesando sus distintas sensaciones: misterio, incertidumbre y sorpresa, divididas en las etapas “El Ayer”, “El Hoy” y “El Siempre”.
También los visitantes se encontrarán con temáticas culturales relacionadas con el bicentenario; “Religiosidad”, referido principalmente a Jesús presente en la Eucaristía; “Formación”, con exposiciones de diversos temas; y “Carisma”, con la presentación de las diferentes expresiones suscitadas por el Espíritu Santo en la Iglesia; entre otros. La Ciudad Eucarística está abierta durante el Congreso de 10 a 22 horas y el ingreso es libre y gratuito y cuenta con 42 stands.
Para el escenario central de casi 43 metros hay dos niveles. En uno se ofician las grandes misas y en otro se realizan los actos culturales. Un grupo de señoras del Garden Club prepararon los diseños ornamentales con flores y frutos de la región, como cañas de azúcar, limones y flores de vivos colores.
A pesar de las bajas temperaturas y las lluvias poco comunes para el mes de junio, los trabajos de construcción de la Ciudad Eucarística continuaron y quedaron listos este 16 de junio.


Aterrizan en Roma 81 refugiados sirios gracias a los corredores humanitarios
Posted by Redaccion on 17 June, 2016



(ZENIT – Roma).- Desde Beirut han aterrizado otros 81 refugiados sirios gracias al proyecto de los corredores humanitarios. Se alcanza así los 200 que han llegado ya a Italia desde el pasado mes de febrero. En el grupo había 30 niños, de los cuales muchos necesitan cuidado médicos, algunos discapacitados graves y una anciana. Veintinueve son cristianos, los otros musulmanes. Las personas que han llegado este jueves a Roma serán hospedas en varias regiones de Italia.
“Ya no es solo un experimento, sino una realidad concreta que consiente a personas que huyen de la guerra y en condiciones de vulnerabilidad –víctimas de persecuciones, familias con niños, mujeres solas, ancianos, enfermos, personas con discapacidad– llegar, con toda seguridad y legalmente, a Italia sin poner en riesgo su vida en el Mediterráneo”, se lee en una nota de la Comunidad San Egidio.
Marco Impagliazzo, presidente de San Egidio, ha lanzado un fuerte llamamiento para que el modelo sea aplicado por otros países europeos: “Asistimos cada día a nuevas tragedias en el mar, a las muertes de muchos inocentes, empezando por los niños. Hemos demostrado, junto a las Iglesias protestantes italianas, que una alternativa es posible”.
“Es urgente que también otros países europeos adopten este sistema porque, además de salvar vidas humanas, garantiza, gracias a los controles efectuados a la salida, la seguridad para todos los ciudadanos y hace más fácil la integración en el tejido civil y social del país de acogida”, aseguró el presidente.
Se trata del tercer grupo de refugiados sirios que llega al aeropuerto de Fiumicino gracias a este proyecto. Son familias, mujeres y niños que huyeron de Siria y vivieron el horror de la guerra. Entre ellos estaba Mariam, de 10 años, que lleva 2 años en silla de ruedas tras recibir un disparo en Damasco. Empezará una nueva vida en la provincia de Turín, donde seguirá un tratamiento médico, cuenta el comunicado de prensa de la comunidad San Egidio.
Asimismo cuentan la historia Nilva, cristiana armenia, era médico en Hasaka. Huyó a través del Líbano con sus dos hijos, Raffi y Rupina, pero en Hasaka todavía está su marido Edward, uno de los últimos médicos que todavía quedan allí. Él ha decidido quedarse en su ciudad, que sufre los ataques del Estado Islámico, para curar a enfermos y heridos.


Argentina: Inicia XIº Congreso Eucarístico con una multitudinaria asistencia
Posted by Pilar Paz on 17 June, 2016



(ZENIT – San Miguel de Tucumán).- Este jueves a las tres de la tarde se dio inicio al XIº Congreso Eucarístico Nacional (CEN) de Argentina, en la provincia de Tucumán, que se extenderá hasta el domingo 19 de junio. El evento comenzó con la procesión con las imágenes de la Virgen de la Merced, patrona de Tucumán y generala del Ejército Argentino, y la Inmaculada de la ciudad de Concepción, hacia el Hipódromo de Tucumán, donde se ha instalado la Ciudad Eucarística.
La santa misa que se celebró a continuación, fue presidida por monseñor Alfredo Zecca y concelebrada por 150 cardenales, obispos y sacerdotes, entre quienes se encontraba el delegado papal, el cardenal Giovanni Battista Re. Estaban también unos 1000 consagrados, entre religiosos y religiosas de todo el país y 75 mil asistentes, entre congresistas y peregrinos.
En su homilía, monseñor Zecca, hizo alusión a la importancia de la centralidad de Jesucristo en la vida cívica como aconteció en 1816. “No nos engañemos, los argentinos no estamos reconciliados, reclamamos justicia y está muy bien que lo hagamos. Sin justicia no hay reconciliación posible”, expresó el prelado.
Acompañado, en varias oportunidades, con efusivos aplausos, culmino diciendo, “Señor de la Historia toma en tus manos nuestro futuro, en ti ponemos nuestra esperanza”. La celebración estuvo acompañada por el júbilo y el recogimiento de los presentes.
La hermandad se vio manifiesta en el momento de la Eucaristía, los presentes fueron al encuentro de Jesús Sacramentado, bajo el rocío de una tarde gris pero con el calor de una Iglesia viva. Los sacerdotes salieron al encuentro del pueblo de Dios para distribuir la Sagrada Comunión mientras la asamblea aclamaba al Dios de la Vida con cantos litúrgicos acordes al momento.
Al finalizar la misa, el clero en procesión y con la luz de Cristo vivo, camino saludando y bendiciendo al pueblo de Dios, regresando a la sacristía. Ha sido un día de gran intensidad que culminó con la efusividad de los presentes expresada en las animaciones, el agite de pañuelos y las palmas de los presentes.


El arzobispo de Tucumán: “Defendamos la familia porque no todos los modelos lo son”
Posted by Pilar Paz on 17 June, 2016



(ZENIT – San Miguel de Tucumán).- El XI Congreso Eucarístico Nacional (CEN) eligió el lema: “Jesucristo Señor de la Historia te necesitamos” para indicar la presencia de Jesús y de la fe católica en la historia de la patria; la familia con vínculos sólidos es la mejor herencia que alguien puede recibir y no todos los modelos son familia. Los argentinos no están aún reconciliados, hay heridas que deben cerrar porque es necesario mirar al futuro.
Estas fueron algunas de las ideas expuestas por monseñor Alfredo Horacio Zecca, arzobispo de Tucumán, en un encuentro con periodistas este jueves en el Hotel Catalinas Park, poco antes de la inauguración del Congreso. ZENIT conversó con él y comparte con nuestros lectores algunas de los conceptos transmitidos.
La fecha del Congreso Eucarístico
“Este Congreso Eucarístico –explicó el arzobispo– está siendo preparado por el episcopado argentino desde hace muchos años. En realidad como veníamos llevando un ritmo de congresos eucarísticos cada diez años, hubiera tocado hacerlo en el 2014, porque el último se celebró en la ciudad de Corrientes en el 2004. Sin embargo el episcopado pensó que era mejor posponer para que coincidiera el Bicentenario de la Independencia con la celebración del Congreso Eucarístico”.
El lema del CEN
Sobre el lema del CEN: “Jesucristo Señor de la Historia te necesitamos”, precisó que forma parte, de una oración que el episcopado hizo y difundió a raíz de la crisis de los años 2001 y 2002. Añadió que se decidió utilizar este lema porque quisieron destacar la presencia de Jesús y de la fe católica en la historia de la patria.
“Más de un tercio de los que juraron la independencia eran sacerdotes. Eran 18 laicos y 11 sacerdotes, de manera que la fe católica estuvo presente desde el inicio y nuestros próceres juraron por Dios y ante la Cruz, defender con su honor y con sus bienes”, comentó. También expresó que esto busca que esa comunión que se hace en torno a Jesucristo Eucaristía se pueda propagar y extender en una verdadera amistad social.
No todos los modelos son familia
Al ser interrogado acerca del mensaje del congreso, teniendo en cuenta los ataques a la Iglesia y la familia dijo que es importante cuidarla ya que es la célula básica de la sociedad para tener una sociedad sana, ya que los vínculos constitutivos fundamentales se viven en ella.
“Yo creo que la mejor herencia que puede tener alguien –aseguró Mons. Zecca– es tener una familia con vínculos sólidos. Este es el mayor capital que tiene un chico o una chica hoy día que llega a la adolescencia. Haber tenido unos padres que los quieran y haber vivido esos vínculos. Si tiene más plata o menos plata importa muy poco, pero si tiene esto, lo cual no tiene que servir de ninguna manera disminuir el valor de las familias que se van armando como pueden, donde de pronto a lo mejor es la abuela con el nieto, y esa es la familia”.
Precisó entretanto que “tenemos que ser muy cuidadosos de no presentar una familia tan modélica que todo el mundo diga ‘bueno mi familia está excluida’. Pero también tenemos que ser muy claros y contundentes a la hora de decir que no cualquier modelo es una familia. Hay cosas que no se pueden equiparar de ninguna manera a una familia como lo ha dicho el Papa en la Exhortación Apostólica, con toda claridad, después del Sínodo para la Familia”.
La necesidad de la reconciliación
Luego afirmó que el mensaje es congregarse entorno a Jesús Eucaristía, y que eso se prolongue en una amistad social, basada en la justicia y en la verdad, pero también en la reconciliación. “Los argentinos no estamos reconciliados. Es decir hay heridas sobre todo de la época de los años setenta que todavía no han cerrado y hay que hacerlas cerrar porque hay que mirar al futuro y no podemos albergar sentimientos de venganza, de rencor”, expresó.
A esto añadió que un pueblo tiene que, inteligentemente, saber recoger su pasado pararse en el presente y proyectarse al futuro. “La unidad que buscamos es posible y es ardua pero hay que enfrentarla con alegría. No tenemos que ser profetas de calamidades. Ahora celebramos el segundo centenario. Al día siguiente empieza la construcción del tercer centenario. Ahí tenemos que estar todos juntos, unidos como pueblo y mirando hacia delante con alegría y con deseo de construir. Ese es el mensaje que tenemos que dar”, concluyó.


Elecciones a la vista
Posted by Redaccion on 17 June, 2016



(ZENIT – Madrid).- Publicamos a continuación la carta semanal del obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández:
Los católicos no somos ciudadanos de segunda división por ser católicos. Y la fe, si es bien vivida, afecta a todos los ámbitos de la persona, también a su dimensión social y política. El cristiano vive en el mundo y la fe cristiana convertida en caridad política debe influir en las decisiones que tomamos en los campos del interés general, la convivencia entre todos, la justicia en el mundo.
Hay quienes piensan que una cosa es la fe y la vida cristiana y otra cosa es la vida pública y la vida política. Pueden distinguirse, claro. Pero la persona que vive su fe de verdad se da cuenta de que esa luz potente de la fe le ayuda al discernimiento de sus decisiones públicas y políticas. La fe y la moral cristiana influyen en la decisión del voto que depositamos en las urnas.
En estas elecciones está en juego de manera especial el futuro de nuestro país. El hecho de no haber conseguido un acuerdo entre las distintas fuerzas políticas para gobernar es un factor preocupante, que nos debe hacer reflexionar a todos. Nuestros políticos no han sido capaces de llegar a un acuerdo de gobierno, tan necesario para la paz, el progreso, la convivencia, la justicia, la libertad y los derechos ciudadanos. Por eso, vamos a otras elecciones en el transcurso de pocos meses.
Vivimos no sólo una época de cambios, sino un verdadero cambio de época, como recuerda con frecuencia Papa Francisco. Y mirando el futuro de la humanidad, hay puntos clave que conviene apuntalar:
1.- La libertad como conquista humana y base de otros muchos derechos. Y entre ellos, la libertad religiosa, es decir, la libertad de confesar la propia fe en privado y en público, la libertad de elegir el tipo de educación que se prefiera para los hijos, que son hijos de los padres antes que del Estado. La obligación de la administración a proveer esa libertad en el culto, en la educación, en la convivencia, etc.
2. El respeto por la vida desde su concepción, porque ya hay un ser humano, hasta su muerte natural sin cortarla artificialmente. El respeto a toda vida vulnerable y frágil, antes que eliminarla.
3. Favorecer la familia y la vida. La familia no es un problema, es la solución. Una familia estable, formada por el hombre y la mujer abiertos generosamente a la vida. Donde se fomenta la natalidad para superar este invierno demográfico asolador, los hijos nacen por la generosidad de los padres, donde crecen sanos de cuerpo y alma, son educados según las convicciones de los padres. Una familia donde los abuelos son respetados, como memoria del pasado que construye el presente y el futuro.
4. La promoción de puestos de trabajo, de manera que todos tengan acceso a un trabajo digno y estable, con el que subsistir y ayudar a su familia. El acceso a una vivienda digna, que no hipoteque la vida entera de los padres. Acceso al trabajo por parte de los jóvenes, cuando tantos tienen que emigrar. Promover la iniciativa empresarial con apoyo a los jóvenes emprendedores.
5. Un reparto más justo de la riqueza, atendiendo a los más desfavorecidos. La acogida a los migrantes y refugiados, compartiendo con ellos lo que nosotros ya tenemos.
6. La lucha contra la corrupción, sobre todo en la administración pública del dinero de todos. La corrección de ganancias exageradas o pelotazos, a costa del trabajo de otros.
Estas y otras exigencias han de ser tenidas en cuenta al depositar nuestro voto. Participemos, es un derecho y una obligación ciudadana. Sepamos a quien votamos. Le pedimos a Dios que se desbloquee la situación en la que nos encontramos, para bien de todos.

Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio




Toma su mano
Posted by Enrique Díaz Díaz on 17 June, 2016




I Reyes 17, 17-24: “Tu hijo está vivo”
Salmo 29: “Te alabaré, Señor, eternamente”
Gálatas 1, 11-19: “Dios quiso revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara a los paganos”
San Lucas 7, 11-17: “Joven, Yo te lo mando: Levántate”
¿Dónde está nuestra juventud? ¿A dónde va? Se encuentra en graves dificultades y por caminos oscuros. Ellos mismos en diferentes oportunidades se lo expresaban al Papa: “Santo Padre, me duele compartir con Usted que en diferentes puntos del país faltan oportunidades de trabajo y de estudio. Algunos jóvenes somos atrapados por la desesperación y nos dejamos llevar por la codicia, la corrupción y las promesas de una vida intensa y fácil, pero al margen de la legalidad. Aumentan entre nosotros las víctimas del narcotráfico, la violencia, las adicciones y la explotación de personas. Muchas familias sólo han podido llorar la pérdida de sus hijos, porque la impunidad ha dado alas a quienes estafan, secuestran y matan. En medio de todo esto la paz es un don que seguimos anhelando. Santo Padre, queremos ser constructores de la paz, ¿cómo lograrlo?… En nuestro corazón constantemente surgen unas preguntas, ¿Y quién nos da esperanza a nosotros? ¿De dónde agarrarnos para tener esperanza?”
A pesar de que escuchamos que los jóvenes son la esperanza del país y el futuro de la humanidad, se percibe un ambiente de desencanto y desconfianza hacia la juventud actual. Tienen los jóvenes que enfrentar un mundo difícil, hostil y con pocas armas para vencerlo. De las comunidades más remotas, salen grandes grupos que emigran a las ciudades o a los Estados Unidos, solamente protegidos por sus sueños, su inocencia y su deseo de aventura. Quedarse en los pequeños poblados parece resignarse a una vida sin futuro, de acuerdo a los valores que van recibiendo. Las opciones de trabajo son escasas o nulas. Los porcentajes de quienes estudian son bajísimos y quienes logran trabajar una vez terminados sus estudios, son menos aún. Entonces para qué estudiar si no sirven los títulos, para qué prepararse si no se puede ejercer lo que se ha aprendido.
Por otra parte, están jaloneados por un mundo fácil, de artificio, de ruido y de placer. Los modelos a seguir son de oropel: un día suben a la cima y al día siguiente caen desmoronados, y surgen –o hacen surgir– nuevos ídolos que caerán mañana. ¿De dónde asirse quienes comienzan la vida? ¿Qué seguridades pueden tener? Da la impresión de que participamos en el cortejo fúnebre que nos presenta el Evangelio. Hoy también muchas madres y pueblos pobres acompañan la muerte, física o moral, de sus hijos jóvenes maltratados por el hambre, por la falta de trabajo y oportunidades, o porque sucumbieron desesperados ante la droga y los caminos violentos, se dejaron llevar por el placer y despertaron hastiados y vacíos. Hay jóvenes que se encuentran paralizados, como muertos, ante la inseguridad de su futuro y la falta de lugar para ellos en la sociedad, sin que tengan oportunidad de hablar y ni ser escuchados. Por desgracia, lo mismo nos acontece frecuentemente en nuestras iglesias.
Contemplemos la escena del Evangelio: un cortejo lleno de muerte, saliendo de la ciudad y otro cortejo lleno de vida encaminándose a la ciudad. Jesús, sin que nadie se lo pida, se acerca al joven muerto y lo toca. Al oír las palabras fuertes y con autoridad de Jesús que exclama: “Joven, Yo te lo mando: levántate”, aquel joven, antes cadáver, se levanta y comienza a hablar. Es el camino para acercarse al joven y es el camino del joven para levantarse de su oscuridad. Es la misma respuesta del Papa a los jóvenes: “La base de todo se llama Jesucristo… Solamente déjate agarrar la mano y agárrate a esa mano y la riqueza que tienes adentro sucia, embarrada, dada por perdida va a empezar a través de la esperanza a dar su fruto pero siempre de la mano de Jesucristo, ese es el camino… No se permitan permanecer caídos, nunca. Nunca se suelten de la mano de Jesucristo, por favor, nunca se aparten de Él y si se apartan se levantan y siguen adelante. Él comprende lo que son estas cosas… Porque de la mano de Jesucristo es posible vivir a fondo, de su mano es posible creer que en la vida vale la pena dar lo mejor de sí, ser fermento, ser sal, ser luz en medio de sus amigos, de sus barrios, de su comunidad, en medio de la familia”.
La escena nos presenta dos cortejos que reflejan la situación actual de la juventud y que nos obligan a hacer comparación de jóvenes, hombres y mujeres, unos que se encaminan y luchan por la vida; y otros, vencidos antes de tiempo, cadáveres vivientes. A todos se acerca Cristo y ofrece la vida. El mensaje más esperanzador de la fe cristiana es que Nuestro Dios es el Dios de la vida y no de la muerte. Jesús no se reserva su vida para Sí solo, sino que la comparte generosamente con los hombres, y quiere contagiar de su vida, de su amor, a todos, pero en especial a los jóvenes.
Hoy Jesús, igual que ayer, está diciendo a cada uno de los jóvenes: “Joven, Yo te lo mando: levántate”, pero hoy lo quiere decir a través de nosotros. Tomemos la iniciativa como cristianos, sin esperar la petición de quien está necesitado. Cada uno de nosotros debe “acercarse” a las situaciones difíciles de muerte y de olvido que enfrentan los jóvenes.
Hoy también a cada una de las familias llega la palabra consoladora de Jesús: “No llores”, pero también a cada una de las familias llega la pregunta cuestionadora sobre lo que estamos haciendo por los jóvenes y cómo los estamos educando para la vida. Los jóvenes no son el futuro de la sociedad o de la Iglesia. Son el presente, y si están muertos, olvidados o callados, se convierten en lastre cuando deben ser la energía, la alegría y la fortaleza que impulse a la creación de una nueva sociedad.
Hoy también a cada uno de los jóvenes, por más desalentados que estén, por más adormilados que parezcan, por más olvidados que se encuentren, les habla Jesús. Pido al Señor que muchos jóvenes escuchen con fuerza en su corazón: “Joven, Yo te lo mando: levántate”, se agarren fuertemente de su mano y se levanten.
Señor Jesús, que ante la muerte das vida y resurrección, acompáñanos en la búsqueda de caminos de esperanza, libertad y alegría para nuestra juventud. Amén.


Beato José María Cassant – 17 de junio
Posted by Isabel Orellana Vilches on 16 June, 2016



(ZENIT – Madrid).- ¡Cuántas vocaciones se han salvado de un casi seguro naufragio debido a la fe de hombres y mujeres de Dios que no vieron lastre alguno en las dificultades o carencias de quienes tuvieron delante! A este beato le ayudaron a sostener el timón de su barca. Sin esa dedicación, tal vez habría zozobrado. Aunque no fuese su caso, hay quien no es capaz de remontar sus deficiencias personales. Afronta las jornadas portando la frustración por todo equipaje, y la tristeza con la que va revestida, sin haber gustado el amor de Dios, ignorando cómo puede darle cumplida respuesta. Quién sabe si él se hubiera privado de la gloria que alcanzó de no contar con la certera visión y el ímpetu del apóstol que lo trató viendo en él a un santo. El acompañamiento es crucial. Por algo ensalzó Cristo la vía comunitaria para seguirle.
Pedro José nació el 6 de marzo de 1878 en Casseneuil-sur-Lot, Francia. Era el segundo vástago de una familia de agricultores bien avenidos. La naturaleza no fue pródiga con él y quizá por eso pasaba desapercibido en todos los órdenes. Tanto en el aspecto físico como en el intelectual y social no se podían atisbar en su persona esos dones que resultan atractivos a los demás, y que pueden convertirse también en instrumento apostólico: simpatía, don de gentes, inteligencia, etc. Pero lo que la vida le hurtó estaba compensado espiritualmente por su gran sensibilidad. Y la atracción que experimentaba hacia todo elemento religioso hizo de él un excelso modelo en su forma de perseguir la perfección. Tenía mucho camino recorrido para ello: bohonomía, humildad, abnegación, amabilidad…
Una de sus dificultades era la falta de memoria. Además, se apreciaban en él inseguridades personales, dudas y tendencia al desánimo. Lidió con ellas, lo hizo con fuerza. Cursó estudios con los Hermanos de la Salle en su localidad natal y poco a poco se afianzó su llamada al sacerdocio, esa que estuvo presente en sus juegos infantiles cuando ensayaba cómo decir misa en los altares que construía. Hubo dos personas fundamentalmente que le ayudaron y le sostuvieron en su peregrinar. Una de ellas fue el párroco padre Filhol quien, al igual que los salesianos, se había percatado de que era propenso a la oración, de su tendencia al silencio, su fervor por la Eucaristía y el amor a María y a la liturgia, entre otros signos de piedad que le caracterizaron.
Consciente de las dificultades que su escasa retentiva le creaba, a pesar del esfuerzo que el beato puso por avanzar en los estudios, el sacerdote le prestó asistencia a través de un vicario. Pero era insuficiente para que las puertas del seminario se le abrieran al muchacho. Por eso le habló de la Trapa; estaba seguro de que era idónea para alguien de su peculiaridad. Con 16 años, acompañado por él, Pedro José ingresó en la abadía cisterciense de Santa María del Desierto, de Toulouse. El maestro de novicios padre André Mallet percibió ese mismo día que se hallaba ante una persona especial, limpia, sincera e inocente, que verdaderamente buscaba a Dios. Trazando la señal de la cruz sobre su frente, le dijo: «¡Confía! Yo te ayudaré a amar a Jesús».
En 1895 tomó el hábito y el nombre de José María. Y en 1900 emitió los votos perpetuos. Humilde, gozoso en su nueva vida, se esforzaba por cumplir la regla con espíritu de mansedumbre, y encomiable obediencia. La formación seguía constituyendo para él una dolorosa espina. Junto a ella completaban espeso ramillete otros íntimos dardos cargados con malévola insidia para desestabilizar su vida espiritual. Tímido y sintiéndose incapaz, veía la supremacía intelectual de sus hermanos, constataba sus virtudes y se sentía corroído por la envidia y los celos. Esos complejos, que habían hecho de él una persona muy susceptible, le producían grandes sufrimientos por cuestiones a veces nimias surgidas en lo cotidiano a las que daba enorme relevancia. Otros lastres insalvables como su mal oído y su atiplada voz, que le impedían entonar debidamente los cánticos, acentuaban su baja autoestima.
Le costaba gran esfuerzo sostener un silencio interior: «Cuando no tengo libro si mantengo los ojos abiertos me distraigo, si los cierro me duermo». Se sentía perturbado mentalmente en aspectos relativos a la castidad y luchaba diciéndose: «Sustituir los malos pensamientos por el amor de Jesús», repitiendo una y otra vez en medio de su lucha esta jaculatoria: «Todo por Jesús, todo por María». El padre Mallet le ayudó a combatir sus escrúpulos, le acompañó y le animó, enseñándole a liberarse por amor a Cristo de tantas ataduras que brotaban de lo más íntimo de su ser. Con su confianza, superando el prejuicio del profesor de teología, y por encima de sus problemas de salud, logró concluir los estudios y fue ordenado sacerdote en 1902. Pero ya no viviría mucho tiempo.
Siempre fue frágil, y sus dolores de pecho, de los que nada dijo llevado de su humildad, ese mismo año revelaron su origen: la tuberculosis. Quedaba claro por qué no había podido inclinarse por completo ante el Santísimo, hecho por el que fue corregido repetidamente. No se justificó ante el superior; sabía que excusarse es impropio de la vida santa. Si alguien debió haber estado al tanto de su salud, no lo hizo por las razones que fuesen, con lo cual no pudo ser atendido convenientemente. Oficiada la primera misa, fue enviado con su familia; pensaron en su recuperación. Pero los cercanos dos meses que estuvo junto a ella no sirvieron de nada. Regresó con sus hermanos religiosos y se preparó para su entrada en el cielo. «Cuando ya no pueda celebrar la Santa Misa –confió al padre Mallet–, el Corazón de Jesús podrá retirarme de este mundo, pues ya no tendré apego por la tierra». Unió a la Pasión redentora de Cristo los intensos sufrimientos causados por su enfermedad en la última etapa de su vida. Murió el 17 de junio de 1903 mientras el padre Mallet oficiaba la misa pidiendo por él. Juan Pablo II lo beatificó el 3 de octubre de 2004.