Servicio diario - 27 de junio de 2016


 

El Papa: ‘Europa necesita creatividad y fecundidad’
Posted by Rocío Lancho García on 27 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha concluido este domingo el 14º viaje de su pontificado, tres días que le han llevado hasta Armenia, primer país que abrazó la fe cristiana. Después de tres días intensos de encuentros, el Santo Padre, en el vuelo de regreso a Roma, respondió a las preguntas que le hicieron los periodistas que le acompañan en el vuelo papal. Fueron muchos los temas abordados, desde temas de actualidad como el conflicto de Armenia y Azerbaiyán o el resultado del referéndum en Reino Unido. Y también se afrontaron temas de Iglesia, como del papa emérito, de la creación de la comisión de las mujeres diácono p de la importancia de pedir perdón a los homosexuales.

Brexit
A propósito de la salida del Reino Unido de la Unión Europea por el referéndum que votaron el pasado viernes, el Pontífice explicó que “hay un aire de división, no solo en Europa, en los mismos países”, poniendo como ejemplo Cataluña y Escocia. Por eso indicó que estas divisiones no es que sean peligrosas, pero hay que estudiarlas bien, y “antes de dar un paso adelante para una división, hablar bien entre nosotros y buscar soluciones viables”. Del mismo modo aseguró que hay que pensar otra forma de Unión Europea, “ser creativos”. Hoy las dos palabras claves para la Unión Europea son: “creatividad y fecundidad”.
Genocidio armenio
Le preguntaron al Papa por qué decidió añadir la palabra “genocidio” en el discurso en el Palacio Presidencial, palabra que no estaba escrita en el discurso original. De este modo, Francisco pudo explicar que en Argentina cuando se hablaba del exterminio armenio, siempre se usaba la palabra genocidio. “Yo no conocía otra”, aseguró. Y fue cuando llegó a Roma que le dijeron que la palabra genocidio es “ofensiva” y que es mejor usar ‘Gran Mal’. Además explicó que también quería subrayar en el discurso que en este genocidio, como en los otros, “las grandes potencias internacionales miraban para otro lado”.
Papa emérito
El Santo Padre recordó que Benedicto XVI es papa emérito, “él dijo claramente ese 11 de febrero de 2013 que daba su dimisión a partir del 28 de febrero, que se retiraba a ayudar a la Iglesia con la oración”.
Del mismo modo, indicó que le fue a ver muchas veces, habla con él por teléfono, se escriben cartas. “Y muchas veces dije que es una gracia tener en casa al abuelo sabio. También se lo dije en la cara y él se ríe”, contó Francisco. También le agradeció haber abierto la puerta a los papas eméritos. “Y él, con coraje y con oración, y también con ciencia y con teología, decidió abrir esta puerta”, precisó el Pontífice asegurando que cree que “es bueno para la Iglesia”.
Concilio Pan-Ortodoxo
Tal y como indicó Francisco “se dio un paso hacia adelante, no con el 100%, pero un paso adelante”. Y manifestó que “el resultado es positivo, el solo hecho de que estas Iglesias se hayan reunido en nombre de la ortodoxia para mirarse a la cara, para rezar juntos y para hablar, es muy positivo”.
Conmemoración de los 50 años de la Reforma
El Papa viajará a Suecia en octubre para conmemorar este evento. Por eso, respondiendo a la pregunta del periodista indicó que las intenciones de Martín Lutero “no eran equivocadas, era un reformador”. Pero precisó que quizá algunos métodos “no eran los correctos”. Al respecto indicó que “debemos meternos en la historia de aquel tiempo, no es una historia fácil de comprender”.
Pedir perdón a los homosexuales
Un periodista le dijo al Papa que hace unos días, el cardenal Marx en una conferencia en Dublín sobre la Iglesia del mundo moderno, dijo que la Iglesia católica debe pedir disculpas a la comunidad gay por haber marginado a estas personas. Por eso le preguntó al Papa qué pensaba al respecto, especialmente después de la tragedia sucedida en Orlando. De este modo, el Santo Padre subrayó lo que ya dijo en el primer viaje, lo que dice el catecismo de la Iglesia católica: “que no sean discriminados, que deben ser respetados, acompañados pastoralmente”.
Y aseguró que la Iglesia no solo debe pedir disculpas a la persona que es gay a la que se ha ofendido, “sino también pedir disculpas a los pobres también, a las mujeres explotadas, a los niños explotados en el trabajo. Debe pedir disculpas por haber bendecido tantas armas. La Iglesia debe pedir disculpas por no haberse comportado muchas veces”. Y cuando dice Iglesia, “digo los cristianos”. Porque –recordó el Papa– la Iglesia es santa, los pecadores somos nosotros. Pero también recordó que hay muchos santos, que “no se ven porque la santidad es pudorosa, se esconde”.
Comisión mujeres diácono
El Pontífice recordó que en los primeros años de la Iglesia, ciertamente existían estas mujeres que ayudaban al obispo y ayudaban en tres cosas: en el bautismo de las mujeres, porque era por inmersión; en la unción prebautismal de las mujeres, y tercero cuando una mujer iba al obispo porque el marido le pegaba, el obispo llamaba a una de estas diaconisas para controlar las marcas en el cuerpo.
Y el Papa dijo se puede estudiar y crear una comisión y ya ha pedido una lista de gente que pudiera formar parte de ella. Del mismo modo, aprovechó la ocasión para explicar que para él “la función de la mujer no es tan importante como el pensamiento de la mujer”. La mujer –precisó– piensa de otro modo que nosotros los hombres y no se puede tomar una decisión buena y justa sin escuchar a las mujeres. E insistió una vez más “es más importante el modo de comprender, de pensar y de ver de las mujeres que la funcionalidad de la mujer”.
Visita Azerbaiyán en septiembre
En Azerbaiyán –indicó el Papa– yo hablaré a los azeríes de la verdad, de lo que siento, de lo que he visto. También les animaré a ellos. Diré también –observó– que no hacer la paz por un pedacito de tierra, porque no es gran cosa, significa algo oscuro. “Esto se lo digo a todos, sea a los armenios, sea a los azeríes”, añadió.
Visita a Auschwitz en julio
Yo quisiera ir a ese lugar del horror sin discursos, sin gente, solamente los pocos necesarios, precisó el Santo Padre. “Pero sin saludar a este, a este, a este. Yo solo, entrar, rezar… Y que el Señor me dé la gracia de rezar”, concluyó.


Francisco invita a seguir el ejemplo de santa María Goretti como testigo del perdón
Posted by Redaccion on 27 June, 2016



(ZENIT- Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha enviado un mensaje con ocasión de la fiesta de Santa María Goretti, que la Iglesia celebra el 6 de julio, para expresar su aliento a la devoción de esta pequeña mártir, asesinada por el hombre que había intentado violarla, perdonado en el momento de su muerte. El Santo Padre bendice así las iniciativas organizadas por las dos diócesis italianas vinculadas a esta santa, donde murió y donde se venera su cuerpo. Así, les pide que dirigirse a los lugares en los que está viva la memoria de esta santa, les estimule a comprometerse, como la Santa que veneran, “a ser testigos del perdón”, alienta el Santo Padre.
Por otro lado, Francisco subraya que en el momento en el que fue herida de muerte, “cumplió la elección suprema de su vida, Marietta no pensaba más en sí misma, sino en proteger a quien la golpeaba a muerte”. ‘Así irás al infierno…’ repetía a Alessandro Serenelli.
Tal y como recuerda el Papa, conocemos también las palabras de perdón que ella tuvo por él, en el lecho de muerte, cuando le dijo al capellán del hospital de Neptuno: “Lo perdono y lo quiero conmigo en el paraíso”.
El perdón –asegura el Santo Padre– se convierte en la expresión más evidente del amor misericordioso y para nosotros cristianos es un imperativo del que no podemos prescindir. Qué difícil parece muchas veces perdonar. Aun así, “el perdón es el instrumento puesto en nuestras manos para alcanzar la serenidad del corazón”, recuerda Francisco.
Dirigiendo la mirada a los últimos momentos de la vida de María Goretti, el Papa recuerda en su carta que “precisamente esta generosa ofrenda de perdón acompaña la muerte de la joven Marietta y constituye para su asesino el inicio de ese sincero camino de conversión que, al final, lo conducirá a gustar el confiado abandono en los brazos del Padre de la misericordia”.
Otro aspecto que el Santo Padre revela es la devoción de la joven santa por la eucaristía. Es conmovedor –observa– el fervor con el que Marietta se preparó para recibir por primera vez la eucaristía y con el que, después se dirigía a la misa” aunque si “vista la situación de los lugares y las circunstancias de su vida, pudo alimentarse de Cristo solo algunas pocas veces más”.
Ella sin la fuerza de Jesús eucaristía “no habría podido cumplir la elección fundamental de su breve existencia”. Por eso, recuerda el Papa, el venerable Pío XII, el día de la canonización de la joven, podía afirmar que “el cándido lirio de su virginidad había sido enrojecido por la sangre de los mártires”.
Por su parte, los obispos de ambas diócesis italianas han expresado su agradecimiento al papa Francisco por la atención y la preocupación pastoral demostrada a las comunidades de Latina y Albano con su mensaje. En particular, por haber evidenciado la centralidad de la figura de Santa María Goretti en relación al Jubileo extraordinario de la Misericordia.


Las Conferencias Episcopales de Europa reflexionan sobre ‘La misericordia en la solidaridad’
Posted by Redaccion on 27 June, 2016



(ZENIT – Roma).- La solidaridad como dimensión concreta de la misericordia estará en el centro del 44º Encuentro de los secretarios generales de las Conferencias Episcopales de Europa. En los cuatro días de trabajo en Berlín, los secretarios generales desarrollarán el tema de la solidaridad de la Iglesia en Europa a partir de tres perspectivas: la expresada en la acogida y en la integración de los migrantes y refugiados, en las familias a la luz de Amoris laetitia y, finalmente, la del dinamismo de la sinodalidad expresa en la solidaridad entre las conferencias episcopales mismas.
El inicio del encuentro, previsto para la tarde del 30 de junio, será abierto por el secretario general de las CCEE, monseñor Duarte da Cunha, y por el secretario de la Conferencia Episcopal Alemana, p. Hans Langendörfer SJ. Además de un momento de presentación de la Iglesia en Alemania, el tarde será dedicada a un compartir entre los secretarios generales de los temas más importantes y urgentes a examen en sus respectivas conferencias episcopales. Finalmente, los secretarios general celebrarán la eucaristía con el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, el cardenal Reinhard Marx.
En la mañana del viernes, 1 de junio, iniciará la profundización del tema central del encuentro. Se comenzará con el tema de la solidaridad en lo relacionado con los migrantes y refugiados, esa expresada en las numerosas experiencias de acogida y de integración promovidas por la Iglesia, pero también en sus implicaciones en las relaciones con los Estados.
Participarán también el patriarca de Antioquía de los siro-católicos, Ignazio Giuseppe III Younan, y el delegado del SCEAM-SECAM (Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar) Mons. Jean-Vincent Ondon, obispo de Oyem (Gabon) que llevarán el testimonio de los sufrimientos y de las necesidades de los que llegan en Europa con la esperanza de ser acogidos. Sucesivamente, los secretario generales informarán sobres sus ejemplos concretos unidos a la acogida y a la integración de los refugiados poniendo el acento sobre los desafíos y las perspectivas de desarrollo.
Por la tarde se dedicará una sesión de trabajo a la solidaridad en las familias a la luz de la exhortación Amoris laetitia. Tras una intervención del arzobispo de Berlín y presidente de la comisión para el matrimonio y la familia de la Conferencia Episcopal alemana, monseñor
Heiner Koch, los secretarios generales expondrán cómo las respectivas conferencias episcopales se han preparado para aplicar las indicaciones presentes en la exhortación del papa Francisco.
Sucesivamente, el tema de la solidaridad entre las conferencias episcopales en Europa, expresada en el dinamismo de la sinodalidad eclesial, será introducido por el nuncio apostólico en Alemania, el arzobispo Nikola Eterović.
El debate del tema proseguirá al día siguiente con las intervenciones de dos secretarios generales de la CCEE y de la Comece, los dos organismos eclesiales europeos dedicados a la promoción de la sinodalidad entre el episcopado del continente; y las intervenciones de cuatro secretarios generales que abordarán el tema mostrando cómo las alegrías, los sufrimientos y las esperanzas de las unos sean de interés y de responsabilidad también para las otras conferencias episcopales y cómo esta solidaridad se se concretando.



España: El Papa nombra nuevo obispo auxiliar en Valencia
Posted by Redaccion on 27 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).-El papa Francisco ha nombrado obispo auxiliar de la archidiócesis de Valencia al sacerdote Arturo Pablo Ros Murgadas, en la actualidad vicario episcopal de Valencia. Como obispo auxiliar, le ha asignado la sede titular de Ursona (Osuna, Ursonen(sis) –España-, que tenía como metropolitana a Sevilla).
Arturo Pablo Ros Murgadas nació el 10 de junio de 1964 en Vinalesa (Valencia). Después de haber trabajado en el sector de la banca, entró en el seminario mayor de Valencia, donde completó los estudios filosóficos y teológicos en la Facultad de Teología S. Vicente Ferrer (1987-1993), obteniendo luego la Licenciatura en Teología en la misma Facultad. Fue ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1993 en Valencia.
Su ministerio sacerdotal lo ha desarrollado en la diócesis de Valencia, donde ha desempeñado los siguientes cargos: vicario parroquial de La Asunción, en Torrente (1993-1996); párroco de S. Vicente Ferrer y de Ntra. Sra. de la Buena Guía, además de consiliario diocesano de Cursillos de Cristiandad (1996-2000); miembro del Consejo Presbiteral (1998-2003); y formador del seminario mayor de Valencia (2000-2005).
Actualmente es párroco de Requena, desde 2006, y vicario episcopal de la Vicaría V, desde 2010.


Concluye el Concilio panortodoxo: “Hemos escrito una página de historia”
Posted by Redaccion on 27 June, 2016



(ZENIT – Roma).- Una gran apología del diálogo. Este ha sido el mensaje final del Gran Concilio de las Iglesias ortodoxas. Una exaltación de la importancia del diálogo entre las varias confesiones ortodoxas pero también del diálogo ecuménico con las otras Iglesias cristianas, porque, como ha explicado el patriarca Bartolomé I, “la unidad ortodoxa sirve también a la causa de la unidad de los cristianos”.
Así lo indica Radio Vaticano, que además precisa que también el patriarca aseguró que este encuentro ayuda al diálogo interreligioso para tratar de contrastar la explosión de los fundamentalismos y porque es el único camino para una confianza recíproca, paz y reconciliación.
Al respecto, el Concilio ha lanzado un fuerte llamamiento a la comunidad internacional para que cumpla todos los esfuerzos posibles para “una resolución de los conflictos armados” en Oriente Medio.
El encuentro concluyó el domingo con la celebración de la divina liturgia. “Hemos escrito una página de historia”, dijo el patriarca Bartolomé I. Las Iglesias han decidido convocar un Concilio cada 7/10 año. En en mensaje final también aseguran que “estamos en escucha del dolor, de las angustias y del grito de justicia y de paz de los pueblos”.
290 delegados de 10 Iglesias ortodoxas han realizado 6 documentos y publicado una encíclica y un mensaje final, dirigido al “pueblo ortodoxo y todas las personas de buena voluntad”. Faltó la presencia de las Iglesias de Rusia, Bulgaria, Georgia y Antioquía, que en el último momento decidieron no participar.
En el mensaje final se lee que las Iglesias ortodoxas entran en el Tercer Milenio con una actitud nueva y aceptan el desafío de hacer aún permaneciendo fieles a su tradición.
Este Concilio –se lee– ha abierto nuestro horizonte hacia el mundo. La Iglesia ortodoxa es sensible a la invocación de paz y justicia de los pueblos del mundo. Y proclama la buena noticia de su salvación, anunciando su gloria y sus maravillas entre todos los pueblos.
El Concilio, que se ha celebrado en Creta, comenzó oficialmente el domingo 19 de junio y tuvo su primera sesión el lunes 20 y la última el sábado 25. El encuentro ha contado con la oración del papa Francisco, quien dedicó unas palabras en el ángelus del día 19 en la plaza de San Pedro. “Unámonos a la oración de nuestros hermanos ortodoxos, invocando el Espíritu Santo, para que asista con sus dones a los patriarcas, a los arzobispos y a los obispos que están reunidos en Concilio”, pidió el Santo Padre. Y rezó junto con los presentes un Ave María por esta intención. Se trata de la primera reunión de estas características en más de mil años.



Padres ancianos
Posted by Catholic.net on 27 June, 2016



(ZENIT – Roma).- Para los jóvenes padres de familia, cuidar a sus bebés, ayudarlos en su absoluta dependencia para subsistir, a aprender a caminar, y a valerse cada vez más por sí mismos, es vivido como un camino mágico, esperado y muy satisfactorio, cuya recompensa es ver desarrollarse al hijo y convertirse en una personita. Cuidarlos cuando enferman, es una preocupación que se puede llevar al extremo, para que sus males sean bien atendidos, medicinados y seguidas las instrucciones del médico. Nadie cuestiona esta responsabilidad y satisfacción.
Es muy fácil dar amor y apapacho a un bebé o a una niñita encantadora, o un abrazo a un niño. La satisfacción paterna es fácil de conseguir y lleva al orgullo de ser protector y cuidador de los hijos que crecen. Estas satisfacciones se convierten en orgullo que puede llegar a la soberbia, la presunción consigo mismo del deber cumplido.
Pero hay otro extremo de la vida, la decadencia con los años, que convierte a personas vigorosas de la edad madura en ancianos, cada vez más necesitados de ayuda de todo tipo: material, física y psicológica -por no especificar espiritual. Quienes no mueren en el camino de la vida, se hacen viejos, con una creciente dependencia de gente más joven, que en toda cultura humana, es vista como responsabilidad fundamental de los hijos, y en segundo lugar de otros parientes, como los hermanos menores.
La responsabilidad para con los viejos es tan importante como para con los infantes; éstos crecen y aquellos decrecen, los niños son cada día menos dependientes y los viejos cada vez más, los niños ganan fuerza, los viejos la pierden. Aquí empiezan los problemas para quienes, como adultos en plenitud de vida, enfrentan necesidades de sus padres que envejecen: ¡que lata con el viejo!
Tal como la memoria histórica de los pueblos los hace olvidar y repetir los errores pasados, de acción y de omisión, las personas tienden a olvidar lo recibido de sus padres, desde el cuidado y alimentación recién nacidos, hasta sacrificios personales de tiempo y dinero para su educación. Y no es falta de memoria histórica familiar, es un mecanismo egoísta para olvidar la dedicación paterna y materna recibida.
Muy fácilmente, los padres de familia jóvenes y en edad madura, egoístamente pueden despreciar cada vez más lo recibido de sus padres, dándolo como una obligación que cumplir sin mayor mérito, pero al mismo tiempo llegan a sobreestimar sus propias acciones para con sus hijos. El egoísmo y la sobre-autoestima se imponen, desestimando a sus padres.
Atender a los padres que envejecen o ya ancianos, es vista por adultos egoístas como carga incomodísima, que demanda algo que quieren tener para su exclusivo provecho: tiempo. Una vez que un adulto empieza a sentir la necesidad paterna de dedicarles tiempo, la alternativa se hace presente: si dejo mis cosas para ver a mis papás, me pesa, y si no les doy tiempo, me remuerde la conciencia. La solución más fácil: desoír la conciencia.
El envejecimiento humano es sinónimo, desgraciadamente, de pérdida de facultades, y al mismo tiempo puede serlo de testarudez, necedad, mal carácter y cerrazón a ideas y costumbres que a través de su vida llegaron a considerar como propias: yo tengo razón y las nuevas generaciones están equivocadas. Los viejos chochean, entorpecen sus movimientos, pierden la memoria reciente y enferman cada vez más fácil y más perennemente.
¡Que lata son los viejos!
Sí, los padres que envejecen o ya ancianos son una carga, pero es el proceso vital de todo ser viviente. Esta carga es, para una recta conciencia libre de egoísmo, una responsabilidad ineludible, a cumplir con el mismo amor con que se atiende a los hijos al prepararlos para la vida. Pero la dificultad de atender a los viejos es más gratificante que atender a los hijos, y el premio divino inmenso.
No podemos hacernos sordos ni ciegos ante la demanda de atención de los padres viejos, cuya mayor dolencia es la soledad. En todas las culturas humanas y todas las religiones, esta responsabilidad es muy grave; es primero corresponder a la atención y amor recibidos mientras se crecía, con todas las fallas y errores que ello pudiera haber tenido. Salvo casos muy particulares de irresponsabilidad paterna, el saldo de amor y cuidados que recibimos, es muy favorable a los padres. Olvidarlo es tan, tan cómodo… que pensar en ello mortifica el uso de mi tiempo: sacrificar mi ocio tan agradable en pasar tiempo con los viejos…
La Biblia es muy clara en cuanto a la responsabilidad para con los padres ancianos, con todas sus debilidades, fallas y exigencias. La palabra de Dios es más exigente que cualquier palabra humana sobre el deber ante los padres. Dios no deja de amenazar a quien no lo cumple y de ofrecer recompensa a quien da amor a sus viejos. (Ver Eclesiástico, Cap. III, Vers. 1-18).
En conclusión: debemos dar a nuestros padres envejeciendo los que necesitan de nosotros, en cosas materiales -lo más cómodo-, pero esencialmente en tiempo, tiempo lleno de calor humano, de cariño y de mucha, mucha comprensión de sus debilidades de ancianidad y de su soledad. De paso, no olvidar que, si no morimos en plenitud de vida, también nos haremos ancianos y requeriremos tiempo de nuestros propios hijos quienes, naturalmente, repetirán lo que nos vieron hacer o dejar de hacer.


“El fútbol debe ser instrumento de convivencia y tolerancia”
Posted by Sergio Mora on 27 June, 2016



(ZENIT – Roma).- Aparece esta semana en Colombia y Argentina el libro “Fútbol con Alma” del periodista y escritor colombiano César Mauricio Velásquez, ex embajador de Colombia ante la Santa Sede y académico de amplia trayectoria.
En siete capítulos con igual número de personajes, entre los que se encuentran el Papa Francisco, Alfredo Di Stéfano, Javier Zanetti, Emilio Butragueño y Andrés Escobar, el autor logra definir el buen fútbol, la sana competición, el trabajo en equipo, las condiciones de un noble jugador y la búsqueda de la virtud en las canchas de la vida.

El papa Francisco firma el balón de fútbol que le presenta César Mauricio Velásquez
ZENIT entrevistó al autor en Roma, donde se dedica a preparar la edición en italiano y sus nuevas clases sobre comunicación y opinión pública.
¿Por qué escribe este libro?
— César Mauricio Velásquez: Siempre me ha gustado jugar y ver el fútbol. La vida académica y las ciencias humanas deberían estar más de frente a este deporte. El libro: “Fútbol con alma” es el cumplimento de una promesa que desde finales de 2010 le había hecho a don Alfredo Di Stéfano, uno de los grandes en la historia del fútbol mundial. Él me animó a escribir estas historias después de quejarse un poco de la excesiva comercialización del deporte y la ausencia de valores humanos en muchos jugadores.
¿Cuál es el contenido y estructura del libro?
— César Mauricio Velásquez: Es un libro periodístico, fruto de encuentros y diálogos con siete grandes que quisieron compartir sus historias de vida. Son relatos de personas sencillas que tienen algo en común y determinante: buena voluntad, rectitud en el obrar y pasión por el deporte. No es un texto analítico, histórico o técnico sobre fútbol, jugadores y campeonatos del mundo. El libro contiene buenas fotos de cada uno de los personajes.
¿Qué le dijo el papa Francisco cuando le propuso este libro?
— César Mauricio Velásquez: El primer contacto fue por escrito. Me impresionó el interés que expresó por el tema y sus reflexiones breves y profundas sobre el fútbol como medio para vivir todas las virtudes humanas y espirituales. Se nota que Francisco ha sufrido y gozado como jugador y aficionado.
¿Cómo y dónde le hizo la entrevista al Papa?
— César Mauricio Velásquez: El primer contacto con el Papa fue por escrito y me sorprendió la prontitud de sus respuestas. Después, en el transcurso de semanas, hubo más respuestas y al final un buen encuentro en el que bendice y firma un balón que luego llevaré a las escuelas de fútbol de Colombia.
¿Qué respuesta le impresionó más de Francisco?
— César Mauricio Velásquez: Sin duda su sencillez y claridad de Padre responsable. Y respecto al fútbol, debo decir que me encontré con un aficionado bien informado que le gusta ganar y sabe perder sin dramatismo.
¿Qué espera con la publicación de este libro?
— César Mauricio Velásquez: Espero que se conviertan en un remedio contra el olvido del fútbol colectivo y espectáculo vibrante de convivencia y alegría. Que se convierta en un antídoto para combatir la mediocridad, que todo lo reduce al dinero; y en un alivio contra la desesperanza, que pasa por encima de lo cotidiano, como lo es un buen partido de fútbol en el barrio o en la escuela.
¿Cómo recuperar la esencia del fútbol?
— César Mauricio Velásquez: Algún día don Alfredo Di Stéfano me decía que la vanidad, así como la ambición del dinero y el poder, han afectado la esencia del fútbol. Una breve reflexión que nos sugiere cambios, pues el fútbol, con sus normas y reglamentos, puede ayudar a comprender algo de nuestras vidas. En el deporte pueden aparecer todas las nobles actitudes de un ser humano, pero también las peores.
En 1996 usted escribió un libro sobre la muerte del jugador Andrés Escobar y ahora, 20 años después, incluye en “Fútbol con alma” un capítulo con su vida. ¿Qué destaca de su trayectoria en este nuevo libro?
— César Mauricio Velásquez: En el capítulo de “Fútbol con alma” revivo su calidad, trabajo, virtud y legado. Su figura humana y deportiva crece con el paso del tiempo. Estoy convencido que vale la pena escribir y conocer la vida de personas que con sus actuaciones han dejado buena huella, tal como se evidencia en la vida de Andrés Escobar, un colombiano ejemplar.
¿Tiene algún recuerdo especial de Andrés Escobar?
— César Mauricio Velásquez: Andrés llegó a ser un referente del fútbol colombiano en la década de los 90, le decían “El caballero de la cancha”. Pocas semanas antes de su muerte, me decía que todo adquiere sentido cuando el centro de nuestra vida es Dios y todo se vuelve gris cuando el orgullo nos hace creer que el centro somos nosotros. Andrés comprendió la importancia del deporte en la enseñanza y transmisión de valores, indispensables para cultivar la decencia y el respeto.
¿Llevará el libro por todo el mundo?
— César Mauricio Velásquez: Ojalá fuese posible. Por ahora América Latina y España. Estamos preparando una edición en italiano y posiblemente en portugués. Es un libro que promueve el fútbol como instrumento de encuentro, convivencia y tolerancia, tal como lo plantea el papa Francisco.
Nota. En Colombia el libro fue editado por Intermedio Editores y en Argentina por Editorial Logos.


Beata María Pía Mastena – 28 de junio
Posted by Isabel Orellana Vilches on 27 June, 2016



(ZENIT – Madrid). – No es la primera vez que un integrante de la vida santa descubre el auténtico sendero de su vocación después de haber recorrido otros. María Teresa Mastena vivió esta experiencia. Nació en Bovolone, Verona, Italia, el 7 de diciembre de 1881. Fue la primogénita de siete hermanos. Su padre Giulio, que regentaba una tienda de comestibles, y su madre María Antonia, que ejercía como maestra infantil en una escuela, les dieron una formación en la fe tan sólida que recibieron la gracia de ver cómo se consagraban dos de ellos porque Emilio Tarsicio, el penúltimo, fue capuchino. Además, otra de las hermanas, Magdalena, fue terciaria capuchina. Antes de cumplir 10 años en nota escrita prometió a Dios su virginidad, lógica salida para una niña que recordaba sentirse inmersa en Él hacia los 3 años.
La primera comunión en 1801 fue un instante lleno de resonancias místicas. A los 14 mostró su deseo de ingresar en el convento, pero la edad le obligó a demorar su ingreso, hasta que en 1901 las Hermanas de la Misericordia la acogieron en la comunidad. Se caracterizó por su piedad; ya guardaba dentro de su corazón una intensa devoción por el rostro de Cristo, cuya imagen plasmada en una antigua pintura se había acostumbrado a venerar en su casa paterna.
Percibía en su interior la llamada a una progresiva conversión, y el 11 de abril de 1903, fecha en la que Gemma Galgani entraba en la gloria, Teresa se unía místicamente sin saberlo a quienes, como esta pasionista, habían entregado su vida a Dios ofreciéndose en holocausto. Gemma murió custodiando su integridad, en aras de la pureza. Teresa, autorizada por sus superiores, quiso pronunciar ese día el voto privado de hacerse víctima. Profesó a finales de octubre de ese año tomando el nombre de Passitea del Niño Jesús. En 1905 finalizó los estudios de magisterio y en 1907 fue habilitada para impartir clases elementales. Estaba capacitada para asistir a niños enfermos, que fueron objeto de su enseñanza, fundamentalmente. Ejerció la docencia en Miane, mientras asumía la misión de superiora.
Su sed de progresar en el amor iba in crescendo, y en 1915 obtuvo el permiso del prelado monseñor Caroli para añadir nuevo voto a su vida: el de perseguir en todo lo más perfecto. En Miane hubo personas generosas que con sus aportaciones le permitieron abrir un centro-asilo para niños, un orfanato, una escuela y un club social. Hasta ese momento no había manifestado abiertamente lo que bullía en su interior. Estaba agradecida por todo lo que había aprendido junto a las Hermanas, pero no terminaba de encajar en ese carisma. Por eso, en 1927 ingresó con las religiosas cistercienses de San Giacomo di Veglia. Fue en este lugar donde al profesar tomó el nombre de María Pía. Pero lejos de la necesaria estabilidad humana y espiritual que perseguía, no tardó en darse cuenta de que la clausura tampoco era para ella. Y, de acuerdo con el prelado de Vittorio Veneto, monseñor Eugenio Beccegato, a finales de ese mismo año retornó a las aulas. Su decisión no fue comprendida; algunos de los que le prestaron apoyo, se pusieron en contra; fue objeto de críticas y represalias.
Impartió clases en Miane, Carpesica y San Fior. Su creatividad apostólica no estaba agotada: abrió un asilo, un comedor para niños sin recursos, y un taller. Sin olvidarse ni un segundo del voto de buscar siempre lo más perfecto tenía presente poner «toda la atención en ejercitar la santa indiferencia en todas las cosas» dando vía única a dos expresiones «el Fiat y el Deo gratias» tanto en las situaciones adversas, las que revistieran gravedad, como en los instantes felices.
Generalmente las obras destinadas a dar gloria a Dios no surgen sin más. En su origen hay todo un ejercicio de entrega de quien las impulsa: aflicción por las necesidades de los demás, que se anteponen a las particulares, un torrente de pasión incontenible que tiembla ante el despilfarro de la gracia divina, y un punzante anhelo de dejarse la vida literalmente, si es preciso, sembrando la semilla del evangelio por cualquier recodo. Si se ha contemplado el rostro de Dios en el otro, queda desterrado el legítimo descanso. Falta tiempo para atender al prójimo, para desgastarse en aras de ese amor incomparable que corre por las venas. Un apóstol no quiere ni pensar que tan solo uno de sus hermanos se pierda. Teresa había experimentado el sentimiento evangélico de ver en ellos al mismo Cristo. Por eso, mientras enseñaba dio los pasos oportunos para instituir una nueva fundación, materializada en 1930 en San Fior, y que implícitamente acogía estas vivencias de las que daba cuenta con su heroico quehacer.
Benedicto XVI, en la ceremonia de beatificación el 13 de noviembre de 2005, sintetizó sus elevados afanes con estas palabras: «…conquistada por el Rostro de Cristo, asimilo los sentimientos de dulce premura del Hijo de Dios hacia la humanidad desfigurada por el pecado, y lo concretó en gestos de compasión y después proyecto un Instituto con la finalidad de propagar, reparar, devolver la imagen del dulce Jesús en las almas». Su íntimo deseo era: «cada acto que realice con mis manos sea un trabajo continuo en torno al Corazón dulcísimo de mi Jesús…». Este Instituto de la Santa Faz tendría la finalidad de «… propagar, reparar y restaurar la imagen amable de Jesús en las almas».
En 1933 la beata instituyó la «Pía obra de socorro», y en 1936 abandonó la docencia. Entre tanto seguía con los trámites para el reconocimiento de su institución que llegó en 1947 después de haber sido recibida en audiencia por Pío XII en varias ocasiones. Al año siguiente se celebró el primer capítulo en el que salió elegida superiora general de forma unánime. Pero no pudo permanecer mucho tiempo en este oficio. Padecía diabetes, angina de pecho e hipertensión. En abril de 1951 sufrió un infarto; fue un aviso. El 28 de junio de ese año en Roma una nueva parada cardiaca terminó con su vida. Desde ese momento contemplaría, cara a cara y para siempre, el rostro de Dios.