Tribunas

La convención internacional de los seglares del Regnum Christi

Carmen Fernández,
Miembro del Comité Directivo Territorial del Regnum Christi en España

La convención internacional de los seglares del Regnum Christi ha sido un hito importante en nuestro proceso de renovación. Como les había pedido antes a los legionarios de Cristo, las consagradas y los consagrados, la Iglesia nos pidió a nosotros también que clarificásemos y renovásemos nuestra identidad y misión, que nos diéramos unos nuevos estatutos, y que participásemos en la configuración del conjunto de la familia del Regnum Christi de la que formamos parte, proceso en el que estamos actualmente también.

En la Convención Internacional participamos 64 miembros seglares de todos los lugares del mundo en los que el Regnum Christi tiene presencia. Habíamos sido elegidos por votación. También participaron con voz y sin voto 16 miembros de las otras ramas del Regnum Christi –consagradas, consagrados y legionarios de Cristo-, que nos han ayudado a discernir en temas estatutarios desde la experiencia que ellos han recorrido

Es un camino al que gradualmente nos estamos incorporando absolutamente todos los miembros del Regnum Christi. Participativo e internacional. Y desde que Benedicto XVI nos inició en este proceso hasta hoy con el Papa Francisco, está siendo una escuela de cristianismo, de cruz y resurrección, de ser salvados y de estar vivos, de re entusiasmo, de confirmación, de comunión y de fascinante eclesialidad, porque si algo es claro es que somos llevados por la mano maestra de la Iglesia.

En ese sentido, el P. Gianfranco Ghirlanda, SJ, nos acompaña como asesor pontificio en esta etapa del proceso, especialmente en lo que se refiere a la configuración canónica.

Durante toda la Convención asistió y participó en las sesiones plenarias.  “Es importante que ustedes tengan conciencia de que tienen que conservar y desarrollar el don que Dios le ha hecho a la Iglesia”, nos dijo el último día. “Dios se lo ha dado a la Iglesia a través de ustedes, y ustedes tienen que darlo al futuro. Y eso me parece la sustancia de todo el trabajo que hemos hecho, y que tienen que continuar haciendo”, nos dijo.

Lo cierto es que la experiencia de la Convención Internacional nos ha hecho crecer en la fe y especialmente en la evidencia de la contundente acción del Espíritu Santo, que nos hizo ir descubriendo soluciones equilibradas respecto de nuestra identidad, nuestra misión y nuestra participación en el Gobierno del Regnum Christi.

Realmente descubrimos que al laico le toca –y de él depende- transformar y evangelizar las realidades del mundo sobre las que actúa: los lugares, las condiciones de trabajo, las familias, la cultura, la política, la cultura… Y que, para ello, necesita asumir sus responsabilidades e ir dando pasos con madurez a través de nuestras realidades eclesiales para asumir el protagonismo que la Iglesia necesita de nosotros.

El miembro laico del Regnum Christi, acompañado de los miembros consagrados, es consciente de que tiene un carisma de una gran fuerza evangelizadora y que se caracteriza por dar una respuesta natural, entusiasta y urgente a su encuentro personal con Cristo – ¡que está vivo!, que es el Reino de Dios en persona, anticipo del Cielo y la eternidad, el ciento por uno aquí y ahora-. Se siente muy responsable de esta misión, y es algo que nos lo ha dejado claro el Espíritu Santo en la Convención Internacional. Creo que ha sido un hito importante en nuestro proceso de renovación, y en lo que pueda contribuir humildemente a la transformación de nuestra propia Iglesia.

 

Carmen Fernández

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