Servicio diario - 04 de julio de 2016


 

El Papa visitará Asís el 4 de agosto
Posted by Redaccion on 4 July, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco regresa a la ciudad italiana de Asís. Esta vez será el 4 de agosto con ocasión del VIII Centenario del Perdón de Asís. Lo han anunciado los frailes menores franciscano de la región italiana de Umbría, en un comunicado distribuido hoy a los medios. “El obispos de Asís, monseñor Domenico Sorrentino; el ministro general de la Orden de los Frailes Menores, p. Michael A. Perry; el ministro provincial de los Frailes Menores de la Umbría, p. Claudio Durighetto, el Custodio de la Porciúncula, p. Rosario Gugliotta, en comunión con toda la Familia Franciscana, anuncian con gran alegría que el papa Francisco visitará la Porciúncula la tarde del 4 de agosto”, se lee en el texto. La ocasión del viaje es la celebración del VIII Centenario del Perdón de Asís, que “providencialmente” cae en el Año extraordinario de la Misericordia.
De este modo, explican que el Pontífice se “hará peregrino de forma sencilla y privada” en la Basílica papal de Santa María de los Ángeles, donde se recogerá en oración y pronunciará un discurso. La noticia ha sido comunicada hoy por el presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, monseñor Rino Fisichella.
Será la segunda ocasión que Francisco visita la ciudad del santo del que tomó su nombre como sucesor de Pedro. El 4 de octubre de 2013, el Papa viajó a Asís por la fiesta de san Francisco.



Las ‘vacaciones’ del papa Francisco
Posted by Redaccion on 4 July, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco inició en este mes de julio sus ‘vacaciones’. Han sido suspendidas las audiencias públicas de los miércoles y las privadas, con algunas excepciones, como el viernes pasado cuando recibió a la nueva alcaldesa de Roma, Virginia Raggi; y al iniciador del Camino Neocatecumenal, Kiko Arguello.
Además este miércoles 6 de julio, el Papa concederá una audiencia en el Aula Pablo VI a un grupo de 200 enfermos y discapacitados, acompañado por el arzobispo de Lyon (Francia), el Card. Philippe Barbarin.
También está suspendida la publicación de las homilías de Francisco en su misa diaria en la capilla de la Residencia Santa Marta, hasta el 8 de septiembre.
Se mantiene en cambio el Ángelus con los fieles en la Plaza de San Pedro, cada domingo al mediodía y se confirmó el viaje apostólico de Francisco a Polonia del 27 al 31 de julio, a la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia.
Así audiencias por el Jubileo de la Misericordia se reanudarán el 10 de septiembre y las entradas seguirán siendo siempre gratuitas.
Así el Santo Padre no realizará ni desplazamientos, ni pasará algunas semanas en la residencia de Castel Gandolfo situada a unos 25 kilómetros de Roma, en donde el clima es más fresco, ni a otras localidades de montaña o de mar. El Papa como en los años pasados, pasará su verano en la residencia de Santa Marta, donde tiene su mini departamento.
En el blog El Sismografo, su director Luis Badilla, señala que los horarios de la vida del Pontífice no cambian: se levanta diariamente a las 4,45 de la mañana y después de una breve siesta a las 16,45. También los horarios de las comidas se mantienen los mismos.
Por la noche entre las 22:15 y las 22:45, el Santo Padre concluye su jornada con un largo momento e oración antes de ir a dormir y en estos días duerme un poco más.
“Cambia en cambio mucho –asegura Badilla– el tiempo que el papa Francisco dedica a la oración, al estudio, a la lectura, a escuchar música, así como a los temas propios de su encargo.


República Dominicana: Francisco nombra nuevo arzobispo de Santo Domingo
Posted by Redaccion on 4 July, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha aceptado la renuncia del arzobispo metropolita de Santo Domingo, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y ha nombrado como su sucesor a monseñor Francisco Ozoria Acosta.
Lo informó este lunes la oficina de prensa de la Santa Sede, precisando que el cardenal López Rodriguez presentó la renuncia por motivos de edad, de acuerdo al cánon 401 – 1 del Código de Derecho Canónico y su sucesor es transferido desde la diócesis de San Pedro de Macorís.
Mons. Ozoria Acosta, nació en Nagua, el 10 de octubre de 1951. Realizó sus estudios básicos en las Escuelas Primarias de Payita y Mercedes Bello, de Nagua. Hizo sus estudios secundarios en el Seminario Menor San Pío X, de Licey al Medio – Santiago, donde ingresó el 30 de septiembre de 1967. Cursó los estudios filosóficos en la Pontificia Universidad Madre y Maestra de Santiago de los Caballeros; y los estudios teológicos en el Pontificio Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino, Santo Domingo.
Fue ordenado sacerdote el 2 de septiembre de 1978, y destinado a trabajar en la Pastoral Vocacional de San Francisco de Macorís. Fue director de la Obra Diocesana de las Vocaciones Sacerdotales, y vice-rector y formador del Seminario Menor Santo Cura de Ars, La Vega (1978-1981). Nombrado párroco de la Parroquia María Madre de la Iglesia, en San Francisco de Macorís (1981-1988), y vicario de Pastoral; fue también párroco de San José la Bomba de Cenoví, San Juan Bautista de Pimentel y de la Catedral Santa Ana.
En 1988 fue enviado a Roma para hacer una especialidad en Teología Pastoral en la Pontificia Universidad Lateranense. Al regreso de Roma (1990) fue destinado al Pontificio Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino como formador y profesor de Teología Pastoral. Desde el 1992 fue párroco de las parroquias Santísima Trinidad (Nagua) y San Francisco de Asís de “El Factor” (Nagua) y de Santiago Apóstol de Arroyo al Medio.
El 1 de febrero de 1997, al crearse la diócesis de San Pedro de Macorís, fue nombrado por el Papa Juan Pablo II como su primer obispo. Recibió la ordenación episcopal el 15 de marzo del mismo año, y en la misma celebración tomó posesión canónica de su diócesis.
También en la República Dominicana, el Santo Padre aceptó hoy la renuncia como auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo, presentada por Mons. Amancio Escapa Aparicio, O.C.D., obispo titular de Cene, de acuerdo a los cánones 411 y 401– 1 del Código de Derecho Canónico.


Vatileaks: la fiscalía pide tres años y un mes de cárcel para monseñor Vallejo
Posted by Rocío Lancho García on 4 July, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La oficina de la fiscalía del Estado de la Ciudad del Vaticano ha pedido al juez las penas para los imputados en el caso conocido por Vatileaks 2. El proceso, que inició en noviembre, está juzgando a cinco imputados por la filtración y publicación de documentos reservados de la Santa Sede.
De este modo, la imputada con una solicitud de pena mayor ha sido la relaciones públicas italiana Francesca Chaouqui, miembro de la extinguida comisión vaticana Cosea. Para ella se pide 3 años y 9 meses de reclusión, porque considerada inspiradora y responsable de las conductas juzgadas. Para monseñor Lucio Ángel Vallejo Balda, secretario de dicha comisión, considerado principal actor del delito, se pide 3 años y 1 mes de reclusión. Asimismo, para Nicolà Maio, secretario de monseñor Vallejo, considerado con un rol más limitado pero también partícipe del delito, se solicita un año y 9 meses de reclusión.
La situación de los dos periodistas imputados ha sido considerada diferente. Las fiscalía ha recordado que no eran procesados por la publicación de documentos, sino por la forma de adquirirlos. Así, para Gianluigi Nuzzi se ha pedido una condena de un año de reclusión, con suspensión condicional de la pena. Y Emiliano Fittipaldi ha sido absuelto por insuficiencia de pruebas.
Durante la audiencia celebrada hoy, la 18º del proceso, ha durado en torno a dos horas en las que la fiscalía ha expuesto los argumentos y pruebas recogidas durante el proceso por las que han llegado a la solicitud de las penas. Los cinco imputados estaban presentes, incluída Francesca que llegó con su hijo, que nació el pasado 14 de junio.
Ha sido considerado como agravante en la pena de Francesca el hecho de un censurable “comportamiento procesual” así como el haber culpado de todo a monseñor Vallejo sin asumir ninguna culpa. El sacerdote español sí reconoció en su interrogatorio en el juicio haber pasado documentos a los periodistas.
La fiscalía ha recordado hoy la diferencia entre los dos tipos de delitos juzgados. Chaouqui, monseñor Vallejo y Maio son procesados por “asociación criminal”, haciendo referencia a la “comisión en la sombra” que formaron de forma paralela a la Cosea, tal y como han indicado varios testigos interrogados durante el proceso. El objetivo de esta asociación sería recopilar documentación reservada para una posterior publicación. La divulgación de los documentos –según la fiscalía– se habría dado como un acto de “venganza” porque ni el monseñor español ni la relaciones públicas recibieron un cargo en el Vaticano una vez concluida la labor de la Cosea. El segundo delito, del que los cinco imputados han sido siendo procesados, es el de “divulgación de noticias” que atentan contra la seguridad del Estado.
A propósito de la jurisdicción, la fiscalía ha considerado que también si un extranjero cometiera delito contra la seguridad del Estado fuera del territorio, podría ser juzgado.
Finalizada hoy la requisitoria de la fiscalía, mañana se celebra otra audiencia con los alegatos de los abogados defensores. Previsiblemente, en la audiencia del miércoles podría llegar la sentencia del Tribunal.


El Vaticano pide respetar la dignidad humana y profesional de los marineros
Posted by Redaccion on 4 July, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- “En la reciente situación de emergencia humanitaria en el mar Mediterráneo, algunas tripulaciones de barcos mercantes han estado en primera línea para intervenir y socorrer a miles de personas que intentaban llegar a Europa a bordo de embarcaciones inflables abarrotadas de gente y no aptas para navegar”. Lo recuerda el Pontificio consejo para la pastoral de los emigrantes e itinerantes, en el mensaje con ocasión del ‘Domingo del Mar’, que se celebra este 10 de julio, firmado por el presidente, el cardenal Antonio Maria Veglió y el secretario, Joseph Kalathiparambil.
Asimismo, recuerda que casi 1.200.000 marinos provenientes de todo el mundo (la mayoría provenientes de los países en vías de desarrollo) a bordo de los 50.000 buques mercantes transportan casi el 90 por ciento de mercancías de todo tipo. “La fuerza despiadada del mar y del océano expone a los buques a riesgos considerables, pero son los marinos los que “arriesgan la vida” bajo múltiples aspectos”, observan.
Por eso, recuerdan que si miramos a nuestro alrededor, nos podemos dar cuenta de que “sin el comercio marítimo, la importación y exportación de bienes y productos terminados no sería posible”. También, por ejemplo, en un crucero a veces “no nos damos cuenta de los miles de marineros que están trabajando para que todo salga bien y asegurarnos unas cómodas vacaciones”, recuerda el mensaje.
De este modo, desde el dicasterio quieren recordar cómo la integridad física de los marineros en ocasiones está amenazada porque “no sólo les afectan los peligros de las fuerzas de la naturaleza sino también la piratería y los atracos a mano armada”. Al respecto explican que “el hecho de pasar de un país a otro, de cambiar y tener que adaptarse constantemente a nuevas situaciones sigue representando una amenaza importante para la seguridad de la tripulación. Su bienestar psicológico se ve amenazado cuando después de días y semanas en el mar se les niega el derecho a bajar a tierra firme y de abandonar el barco”.
Por otro lado advierte que la vida familiar de los marineros está en peligro porque sus contratos les obligan a estar lejos de su familia y seres queridos durante meses e incluso durante varios años seguidos. Y observan que “sus hijos crecen sin una figura paterna al lado y todas las responsabilidades familiares caen sobre los hombros de la madre”.
La dignidad humana y profesional de los marineros –reconoce el mensaje– se ve amenazada cuando son explotados con largas jornadas laborales y cuando su nómina tarda meses en llegar o, en el caso de abandonar su trabajo, esta nunca llegará. En esta línea explican que la criminalización de los marineros es un problema grave puesto que, sobre todo en los últimos años, un cierto número de actividades marinas, que antes eran consideradas legales, han sido criminalizadas por culpa de algunos incidentes, tales como naufragios, contaminación, etc.
Finalmente, junto con el Papa Francisco, como al Apostolado del Mar “nos encontramos al lado de los marineros que reivindican que sus derechos humanos y laborales han de ser respetados y protegidos”. Y para concluir, hacen un llamamiento a los gobiernos y autoridades marítimas competentes para reforzar la aplicación del Convenio de la OIT sobre el Trabajo Marítimo (MLC 2006), y de forma especial la regla sobre “asegurar que la gente de mar empleada a bordo de buques tenga acceso a instalaciones y servicios en tierra que protejan su salud y su bienestar”.


Conferencia Episcopal Argentina pide esclarecer posibles casos de corrupción en la Iglesia
Posted by Redaccion on 4 July, 2016



ZENIT – Roma).- La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) difundió este sábado 2 de julio, un comunicado sobre ¨hechos que vinculan a personas de la Iglesia en la Argentina con posibles casos de corrupción¨, e indican que se debe colaborar con la Justicia en su tarea de esclarecer la verdad de los hechos y someterse a sus dictámenes.
Sin mencionarlo, los obispos se refieren al caso de un viceminiestro de los gobiernos Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015), arrestado el 14 de junio cuando escondía bolsas con dinero y joyas en un monasterio en General Rodríguez, Buenos Aries, donde viven dos monjas ancianas.
Al mismo tiempo, los obispos manifiesta su rechazo ante cualquier acto de corrupción, público o privado, pero de manera particular a los que involucren a miembros de la Iglesia, que por su misión y servicio, debieran ser testigos íntegros del Evangelio.
A continuación el texto del comunicado:
En el último tiempo se han conocido hechos que vinculan a personas de la Iglesia en la Argentina con posibles casos de corrupción. Los seguidores de Jesucristo debemos ser honestos y respetuosos de las leyes y como todo ciudadano debemos colaborar con la justicia en su tarea de esclarecer la verdad de los hechos y someternos a sus dictámenes.
Lo que ha tomado estado público nos lleva a hacer un sincero examen de conciencia a la luz del Año de la Misericordia que estamos celebrando en la Iglesia católica. A nosotros nos interpela de una manera directa y también lo deseamos, para bien del pueblo de la Nación, que este mensaje llegue a todas las personas promotoras o cómplices de los delitos de corrupción.
Con ocasión del Bicentenario de la Independencia los obispos expresamos que la corrupción “…desgasta en el pueblo la confianza en las instituciones de la democracia” (cfr. El Bicentenario 48).
Asimismo, citando las palabras del Papa Francisco hemos calificado a la corrupción como una “llaga putrefacta de la sociedad, un grave pecado que grita hacia el cielo pues mina desde sus fundamentos la vida personal y social.
La corrupción impide mirar el futuro con esperanza porque con su prepotencia y avidez destruye los proyectos de los débiles y oprime a los más pobres. Es un mal que se anida en gestos cotidianos para expandirse luego en escándalos públicos” (cfr. El Bicentenario 49).
Los miembros que tenemos responsabilidades en la Iglesia no podemos dejar de aplicarnos a nosotros en primer lugar, estas palabras del Papa Francisco.
Ésta debe ser la luz que nos guíe con valentía por un camino de purificación y conversión profunda del corazón, para renovar a la Iglesia en la caridad pastoral. Al mismo tiempo, manifestamos nuestro rechazo ante cualquier acto de corrupción, público o privado, pero de manera particular a los que involucren a miembros de la Iglesia, que por su misión y servicio, debieran ser testigos íntegros del Evangelio que predicamos.
Alentamos a la colaboración sincera para el esclarecimiento de las denuncias y reiteramos que “en este campo es fundamental que el Poder Judicial se mantenga independiente de las presiones de cualquier poder y se sujete sólo al imperio de la verdad y la justicia”. (cfr. El Bicentenario 48).


Chile: la Iglesia será mediadora en la mesa de diálogo con los mapuches
Posted by Redaccion on 4 July, 2016



(ZENIT – Roma).- El gobierno chileno está organizando una inaudita mesa de diálogo para hacer frente al conflicto en la zona Mapuche: lo ha confirmado a la prensa local el obispo de la diócesis de Temuco, Mons. Héctor Eduardo Vargas Bastidas, S.D.B., a quien la Subsecretaria del Interior le ha solicitado que tome parte como principal organizador para contactar a los representantes del mundo mapuche. “Es una iniciativa que surge del gobierno y que debe ser anunciada muy pronto” ha dicho Mons. Vargas.
Lo indicó la agencia de noticias Fides, precisando que en esta “primera mesa de diálogo mapuche” en el segundo mandato de la presidenta Michelle Bachelet, se espera que participen dirigentes mapuches, agricultores y personalidades del mundo académico, como el premio Nacional de Historia, Jorge Pinto.
No se descarta que se llame a intervenir a miembros de los forestales y líderes del movimiento mapuche más radical: ambos sectores han sido también contactados por el gobierno, según la nota recibida en la Agencia Fides enviada por una fuente local.
Más de una decena de templos religiosos fueron quemados en las últimas semanas en la región de La Araucanía, en el sur de chile en ataques atribuidos a grupos radicales de indigenas mapuche.
El obispo de Temuco en una entrevista dada en abril a un periódico local, ya explicaba que “las iglesias quemadas se encuentran ubicadas en las comunidades mapuches, tenemos que pensar que estas iglesias fueron construidas por ellos mismos.
Los mapuches, tales como el Grupo de los ‘loncos’, son los primeros animadores de las comunidades: dirigen el catecismo, son misioneros laicos, tienen incluso seminaristas. Ahora la gente tiene miedo. Estos ataques no sólo afectan a la Iglesia, sino a la misma comunidad local”. “El pueblo mapuche es profundamente religioso”, dice el obispo, “y la solución definitiva parte del diálogo”.
Sólo en la diócesis de Temuco, las actividades pastorales llegan a un millar de comunidades mapuches. Este trabajo también implica mejorar la dignidad, la cultura y los derechos del pueblo mapuche, promoviendo instituciones que mejoren su calidad de vida, tales como la formación de micro-empresas y aumentar la productividad de sus tierras”.
En la Araucanía chilena, el llamado “conflicto mapuche” mantienen enfrentados desde los años 90 al grupo étnico más grande e importante del país, contra los agricultores y empresarios, debido a la propiedad de la tierra, considerada por los Mapuche un “patrimonio ancestral”. En las últimas semanas se han producido varios incidentes de choques violentos entre indígenas mapuches y miembros de algunas de las comunidades de los agricultores locales.


Argentina: A un año de la Laudato Si’ 24 autores presentan un libro de análisis
Posted by Redaccion on 4 July, 2016



(ZENIT – Roma).- 24 autores han escrito el libro “Alabanza gozosa y labor cuidadosa por nuestro común hogar. Comentarios a la Carta Encíclica Laudato Si'”, cuya presentación será jueves 7 de julio por la tarde, en la Pontificia Universidad Católica Argentina, edificio San Alberto Magno. Lo indica un comunicado enviado hoy a la redacción de ZENIT.
“En el aniversario de la publicación de la Carta encíclica del Papa Francisco, deseamos contribuir a una reflexión y análisis colectivo sobre la trascendencia del documento publicado por el Santo Padre en el año 2015” expresó uno de los autores, Pablo Blanco. “Este esfuerzo de reflexión no tiene precedentes, tanto por la diversidad de autores que confluyen en el libro como por la riqueza de sus enfoques” dijo.
“A partir de la publicación de su encíclica Laudato Si’ no solo muchos han comenzado a llamar al Papa Francisco, el “Papa verde”, sino que además en la última Cumbre sobre el Cambio Climático de París (2015) parece por fin, haberse avanzado en la dirección de medidas concretas para salvaguardar el planeta”, indica la nota.
Es preciso contextualizar al documento Laudato Si’ para descubrir la riqueza que abreva en la larga tradición del Magisterio sobre el tema y el compromiso histórico de la Iglesia en la defensa de la creación, que realiza aportaciones fundamentales a la hora de una evaluación y toma de conciencia mundial del problema.
Esta obra reúne por primera vez a una serie de prestigiosos especialistas eclesiásticos y laicos, entre los que se cuentan Eduardo Agosta Scarel, Silvia Alonso, Marta Andrich, Mons. Pedro Barreto Jimeno, Pablo Blanco, Roberto Bosca, Alicia Bugallo, Mario A. Cafiero, Mariel Caldas, Teresa Driollet de Vedoya, Lucio Florio, Daniel García Delgado, Héctor Gustavo Giuliano, Antonio Gustavo Gómez, Eugenio Gómez de Mier, Elisa Goyenechea, Octavio Groppa, Carlos Hoevel, Austen Ivereigh, Mon. Jorge R. Lugones, Dorando J. Michelini, Marcelo Sticco, Mariana P. Torrero y Josefina Zuloaga.
El panel de presentación estará integrado por el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ; fray Eduardo Agosta Scarel OC, doctor (UBA) en el área de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos; el presbítero Lucio Florio, de la arquidiócesis de La Plata, doctor en Teología Dogmática (UCA) presidente de la Fundación Diálogo entre Ciencia y Religión; y Octavio Groppa, licenciado en Economía y en Teología.


Amoris Laetitia: acuse de recibo
Posted by Redaccion on 4 July, 2016



Cuando se envía una carta y se desea tener constancia de que ha sido recibida se contrata un sencillo servicio adicional llamado “acuse de recibo”. Pero para que realmente esa comunicación epistolar llegue a ser eficaz se han de cumplir premisas tan básicas como el que la compañía postal cree los cauces necesarios que garanticen que la misiva llegará a su destinatario, que el destinatario esté dispuesto a quedarse con la carta y firmar conforme la recibió y, por último, muy obvio pero no por ello menos importante, que abra y lea la carta.
¿A qué viene esta breve y, en apariencia, innecesaria introducción? Los que nos dedicamos a la difusión de la Biblia, a la animación pastoral con la Palabra de Dios, solemos repetir no sé si demasiadas veces que la Biblia es un conjunto de cartas que Dios nos ha escrito pero que requiere que la abramos y leamos. Esta nueva obviedad (que no lo debe ser tanto si tenemos en cuenta lo poco que se abre y lee) también se puede aplicar, por ejemplo, a las cartas que en forma de encíclica o exhortación nos escribe el Papa.
La última de ellas, una exhortación apóstolica postsinodal del Papa Francisco, lleva el título de Amoris Laetitia (La Alegría del Amor) y trata sobre la familia. De alguna manera podemos decir que esta propuesta toma el testigo que dejó Juan Pablo II con Familiaris Consortio. También aquella exhortación fue fruto de la reflexión postsinodal. Pero es evidente, y no podía ser de otra manera, que la diferencia de casi veinticinco años nos deje como resultado que la realidad familiar de entonces y de ahora no sea la misma. Mucho, muchísimo ha cambiado desde entonces.
Pues bien, de primeras hemos de decir que no vale desdeñar la reflexión del papa Francisco aduciendo que sobre ello ya escribió Juan Pablo II. Desde esa perspectiva reduccionista, ningún papa podría tratar un tema anteriormente tratado por otro papa. Simplemente es ridículo no aceptar, abrir y leer la carta Amoris Laetitia porque ya exista Familiaris Consortio.
Pero a lo que vamos… Para que la comunicación sea realmente efectiva se ha de evitar la confusión sobre a quién va dirigida la carta. Sí, ya sé que es evidente que una exhortación apostólica está escrita para todos. Pero también me doy cuenta que ha existido una cierta distorsión sobre los singulares destinatarios del famoso capítulo 8.
Muchos han pensado y opinado que el Papa pretendía tratar sobre las hasta ahora llamadas “familias irregulares”: Sobre quienes hacen mal, sobre qué es lo que hacen mal, sobre si porque hacen mal no pueden comulgar…
Eso es confundir el destinatario y hacer imposible la comunicación. Porque si leemos bien (incluso podríamos decir que bastaría simplemente con leer, ya que muchas opiniones se hacen a partir de rumores y titulares de prensa), pues bien si leemos ese capítulo 8 nos daremos cuenta que de lo que trata es de cómo ha de reaccionar la comunidad eclesial ante lo que el Papa, en lugar de “en situación irregular”, llama “fragilidad”.
Es decir, que ese “acompañar, discernir e integrar” del título del capítulo va por nosotros. Dejemos de fijarnos en cómo se comportan los que están sumidos en situación de fragilidad, muchas veces sobrevenida sin necesidad de que existan culpables, y pasemos a examinar cómo acompañamos e integramos a nuestros hermanos.
En fin, se trata de que hemos recibido una carta, una comunicación, que requiere aceptarla, leerla y, sobre todo, darle “acuse de recibo”. Reconocer que todo esto también va conmigo. Y el que esté de pie, mire no caiga. O mejor dicho, el que crea estar de pie mire si no está pisando a su hermano necesitado de comprensión, misericordia y perdón.
Si hacemos memoria podremos recordar al típico niño repelente, sabelotodo, de la clase que no solo quería tener la mejor nota, sino que además necesitaba que a los demás no le diesen esas buenas notas. Vendría a ser como el famoso hijo mayor de la parábola, que más que muy bueno, pretendía parecerlo en el contraste con su hermano pequeño. O Jonás, que no aceptaba que Dios fuese compasivo con los habitantes arrepentidos de Nínive.
El Papa nos está llamando a no ser repelentes y darnos por enterados que mi falta de misericordia es peor que la fragilidad de mis hermanos. A buen entendedor…
Quique Fernández de Barcelona
Coordinador de Escuela de animación Bíblica
Responsable de Escuela de Blogueros con el Papa


San Antonio María Zaccaría – 5 de julio
Posted by Isabel Orellana Vilches on 4 July, 2016



(ZENIT Madrid).- Antonio María fue otro rayo de luz para la Iglesia, como san Cayetano y san Ignacio, en una época marcada por las ansias de reforma que en lo eclesial discurría entre una ferviente búsqueda de Dios y la tibieza de miembros de la Iglesia, incluidos pontífices y prelados, que habían sucumbido bajo el influjo mundano del Renacimiento. Antes de morir dejó este excelso legado a los suyos: «No quiero que seáis santos pequeños: os quiero grandes santos. No digáis nunca: ¡solamente hasta aquí!, en vuestras ascensiones espirituales, porque siempre queda cuesta por subir. Es preciso que corramos como locos no sólo hacia Dios, sino también hacia los prójimos, porque en ellos entregamos a Dios lo que no podemos darle directamente, no teniendo Él necesidad de nuestros bienes».
Nació a finales de 1502 en Cremona, Italia. Su padre era de ascendencia genovesa y origen patricio. Fue hijo único, aunque estuvo rodeado de sus parientes cercanos, tíos y primos, que compartían un palacio destinado también al próspero negocio de paños de lana de su propiedad. A buen seguro que la unidad existente entre todos, coronada por el patriarca de la familia, tendría su trascendencia en la formación del futuro santo que vio cómo iban dejando este mundo paulatinamente algunos de estos seres queridos, uno de ellos su propio padre. Cuando su madre Antonieta enviudó, él tenía año y medio de vida, una edad en la que el perfil de los rostros amados suele permanecer desdibujado. Pensando en su bien, ella no volvió a casarse. Transmitió a su hijo el valor de la abnegación, de la pobreza y de la renuncia en beneficio del prójimo. Tan bien asimiló esta lección el santo que siempre huyó de lo superfluo y ostentoso. En su adolescencia se desprendió sin dudarlo de su capa de terciopelo para que se cubriese con ella un pobre harapiento. Este gesto, tras el que se adivinan otros similares, se producía en unas circunstancias calamitosas para su ciudad: damnificados por el desbordamiento del río, fiebres y miseria por doquier. Para alguien de su sensibilidad era un escenario ante el que no podía quedar impasible.
A los 15 años comenzó estudios de filosofía en Pavía donde permaneció tres años. Entre tanto, Lutero clavaba en las puertas del castillo de Wittenberg su repulsa contra las indulgencias, plasmadas en las famosas 95 tesis. En diciembre de 1520 quemó la bula de excomunión papal. Ese año Antonio María se había trasladado a Padua para cursar medicina. Como universitario y creyente, vivió de lleno las consecuencias derivadas de este funesto episodio que tuvo gran repercusión en el ambiente universitario en el que se movía. Renunció a la herencia que le correspondía, y solo aceptó lo preciso para vivir.
En 1524, nada más concluir los estudios de medicina, regresó a Cremona. Eligió la carrera para poder ayudar al prójimo y enseguida vio que sus anhelos iban más allá del cuidado del cuerpo. Comenzó a frecuentar a los dominicos, y consagró su virginidad a María. También se fraguó su vocación sacerdotal. Confió este sentimiento a su director espiritual y después de cursar los estudios eclesiásticos, en 1528 se ordenó sacerdote. En su primera misa, y en el instante de la consagración, se produjo un hecho sobrenatural: el altar quedó inundado de luz durante un tiempo mientras era escoltado por ángeles que se unían a su adoración a Cristo.
Las catequesis con niños de diversa condición fue una de sus primeras acciones apostólicas. Las impartía en la iglesia de San Vitale orientando sus vidas evangélicamente frente a las ideas profanas y laxas defendidas por la corriente renacentista predominante. A este grupo infantil se fueron uniendo sus madres y el resto de familiares. Querían escuchar a este apóstol que salía a la calle con el crucifijo en la mano a buscar a la gente que andaba por el mal camino, y que en medio del asfalto les exhortaba a la penitencia y al arrepentimiento de sus pecados. Puso en marcha a las angélicas con el apoyo de la condesa de Guastalla, Luisa Torelli, que adquirió una casa para llevar vida de perfección con otras jóvenes.
En 1530 se trasladó a Milán, donde se involucró en la Sociedad de la Sapiencia Eterna. Conoció entonces a Giacomo Antonio Morigia y a Bartolomé Ferrari, que deseaban iniciar una sociedad de sacerdotes. Al conocer al santo se materializó su proyecto dando lugar a los Clérigos regulares de San Pablo (barnabitas), nombre que aludía al lugar de reunión, la iglesia de San Bernabé. Esta fundación les acarreó no pocos disgustos y amenazas de personas exaltadas, como un predicador que arremetió contra ellos tildándolos de fanáticos y locos. Fueron denunciados ante el arzobispado, el Senado y la Inquisición. Lleno de confianza Antonio Maria acudió al tribunal, y en el transcurso del proceso los jueces comprendieron que todo era fruto de una calumnia. El acusador inicuo se retractó antes de morir, mientras el santo lo acogía en sus brazos.
A este enamorado de Cristo y de María se debe el toque de las tres de la tarde todos los viernes, y las cuarenta horas de adoración al Santísimo Sacramento solemne y perpetua, prácticas que inculcó a los fieles y que siguen vigentes. También constituyó una congregación para los casados con el fin de introducir el espíritu de la reforma en las familias. Con indecible fatiga, debido a la lucha que mantuvo día tras día, cayó extenuado en Guastalla. Ni siquiera podía trasladarse con sus hermanos de comunidad, y rogó que le enviasen con su madre a Cremona. Ésta, al verle en tal estado a sus 36 años, estalló en llanto. Y él le dijo: «¡Ah, madrecita, dejad de llorar! En breve, gozaréis conmigo de aquella gloria eterna en que, desde ya, espero entrar». Vaticinó que él moriría el día de la octava de san Pedro y san Pablo, y así sucedió el 5 de julio de 1539. León XIII confirmó su culto el 3 de enero de 1890, y lo canonizó el 27 de mayo de 1897. Fue considerado por sus paisanos «Padre de la Patria» y «Ángel en carne».