Servicio diario - 22 de agosto de 2016


 

Francisco: ‘En la confesión resplandece particularmente el don la misericordia’
Posted by Redaccion on 22 August, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano). Uno es perdonado para poder perdonar. La misericordia del Padre se demuestra potente en el renovar a las personas y volverlas capaces de ofrecer a los otros la experiencia viva de este mismo don.
Es esto en síntesis el corazón del mensaje que el santo padre Francisco ha enviado al presidente del Centro de Acción Litúrgica, el obispo de Castellaneta, Claudio Maniago, con motivo de la 67° semana litúrgica nacional italiana que inició hoy en la ciudad de Gubbio, con el tema: “La liturgia lugar de la misericordia. Reconcíliate para reconciliar” y que concluye el 25 de agosto.
En el texto firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, el Papa exhorta a vivir el rito de la penitencia sacramental “como expresión de una ‘Iglesia en salida’, como ‘puerta’, no solamente para volver a entrar después de haberse alejado, sino también como ‘umbral’ abierto hacia las diversas periferias de la humanidad siempre más necesitada de compasión”.
Es en el sacramento de la Penitencia o reconciliación que de hecho “resplandece de manera toda particular” el don de la misericordia; en este sacramento “se cumple el encuentro con la misericordia recreadora de Dios de la cual salen hombres y mujeres nuevos para anunciar la vida buena del evangelio a través de una existencia reconciliada y reconciliadora”.
Citando las palabras de San León Magno, dice: “Lo que era visible y tangible en nuestro Redentor ha pasado a los sacramentos”. Esta idea, asegura Francisco, “nos ayuda a percibir toda la liturgia como un lugar donde se encuentra la misericordia para ser acogida y para ser donada, lugar en el que el gran misterio de la reconciliación se vuelve presente, anunciado, celebrado y comunicado”.
El deseo del Papa es por lo tanto que “de las reflexiones y de las celebraciones de la Semana litúrgica, se vuelva siempre más madura la compresión de la liturgia como fons et culmen de una vida eclesial y personal llena de misericordia y de compasión, porque constantemente formada en la escuela del evangelio”.
La misiva concluye confiando “a la materna intercesión de María, Mater Misericordiae, los trabajos y las espectativas del importante evento litúrgico nacional”.


‘Pax Vobis’ es el lema del viaje apostólico de Francisco a Georgia y Azerbaiyán
Posted by Redaccion on 22 August, 2016



(ZENIT – Roma).- “Pax vobis”, es el lema de la próxima Visita Apostólica del papa Francisco a Georgia y Azerbaiyán, programada del 30 de septiembre al 2 de octubre próximos.
Este viaje apostólico completa la visita en el Cáucaso, tras el viaje en Armenia a finales de junio pasado, región donde el cristianismo echó raíces desde los primeros siglos de nuestra era.
En el logo del viaje a Georgia se representa una cruz estilizada, cuya forma recuerda la tradicional cruz de Santa Ninó (también conocida como Cristiana, Ninón o Ninny), quien fue la más grande evangelizadora de este país. Los colores amarillo y rojo evocan aquellos presentes en las banderas del Estado de la Ciudad del Vaticano y de Georgia.
Las dos palabras escritas en el logo de la visita están tomadas del capítulo 20 del Evangelio de San Juan y han sido reproducidas en latín y georgiano.
La elección del tema de la paz quiere subrayar la coincidencia del Viaje del Papa con el Año Santo de la Misericordia y representa un llamado a la pacificación del mundo y de aquella región asiática en particular, indica el diario vaticano El Osservatore Romano.
El mismo Papa Francisco, al anunciar su visita a estos países durante la Audiencia Jubilar del pasado 30 de junio, indicó los objetivos de su viaje: “De una parte, valorizar las antiguas raíces cristianas presentes en aquellas tierras –siempre con el espíritu de diálogo con las otras religiones y culturas– y de otra parte, promover la esperanza y los caminos para la paz”.
Leer también el programa del viaje a Georgia y Azerbaiyán


El Papa a los Valdense-Metodistas les pide caminar con sinceridad hacia la plena comunión
Posted by Redaccion on 22 August, 2016



(ZENIT – Roma).- El santo padre Francisco envió su saludo a los participantes del Sínodo valdense-metodista que se celebra del 21 al 26 de agosto en la ciudad italiana de Turín, a través de un telegrama firmado por el cardenal Pietro Parolin y dirigido al obispo de Pinerolo, Mons. Pier Giorgio Debernardi.
Lo informó la Oficina de prensa de la Santa Sede, señalando que en el telegrama “el Santo Padre el papa Francisco, en signo de su cercanía espiritual con gusto envía a los participantes del sínodo de la Iglesia Valdense-Metodista, su cordial saludo y los mejores deseos”.
El tema de las migraciones, el 500 aniversario de la Reforma protestante y el camino ecuménico se tratarán en el sínodo anual de las Iglesias metodistas y valdenses, que cuenta con la participación de unas 180 personas entre pastores y laicos, señaló Radio Vaticano.
El pontífice les asegura que les tendrá presentes en la oración e invoca del Señor “el don de caminar con sinceridad de corazón hacia la comunión plena para dar testimonio eficaz de Cristo a toda la humanidad, yendo juntos al encuentro de los hombres y mujeres de hoy para transmitirles el corazón del Evangelio”.
El cardenal Secretario de Estado expresa además el deseo del Sucesor de Pedro, de que las diferencias entre católicos y valdenses no impidan encontrar formas de colaboración en el ámbito de la evangelización, del servicio a los pobres, a los enfermos, a los migrantes, y en el cuidado de la creación.
“Con estos deseos el Papa invoca al Espíritu Santo Para que nos ayude a vivir aquella comunión que precede toda posición y nos obtenga del Señor su misericordia y su paz”.


El Santo Padre le agradece a la Iglesia polaca el esfuerzo para la JMJ y en su visita
Posted by Redaccion on 22 August, 2016



(ZENIT – Roma).- El santo padre Francisco escribió una carta al arzobispo Stanislaw Gądecki, presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia en la que recuerda con alegría “el encuentro con los jóvenes venidos de diferentes naciones”, y reitera su agradecimiento a la Iglesia en Polonia por su cálida acogida y por el celo con el que se preparó su visita a Polonia. El Papa también envió una carta al cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo de Cracovia, en la que le dio las gracias por su bondad, que señala, es un signo de amor a la Iglesia.
Publicamos aquí el contenido de estas cartas:
Venerado hermano arzobispo Stanislaw Gądecki
arzobispo de Poznan
presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia
Después de regresar del viaje apostólico a Polonia, quiero expresar otra vez mi vivo agradecimiento a usted, a los obispos, los sacerdotes, las personas consagradas y a los fieles laicos, por su cálida recepción y por el celo con el que se preparó mi visita. Estoy profundamente conmovido por su gran fe y la esperanza inquebrantable que han mantenido a pesar de las dificultades y tragedias, y por su ferviente amor, que anima su peregrinación humana y cristiana.
El recuerdo vivo de la celebración eucarística en el santuario de Czestochowa, para el 1050° aniversario del bautismo de la Polonia, y el momento di oración en el campo de concentración de Auschwitz es especialmente emotivo para mí. Me da una gran alegría recordar el encuentro con los jóvenes venidos de diferentes naciones.
Les aseguro mi oración, para que la Iglesia en Polonia pueda seguir avanzando en su camino con perseverancia y valor, mostrando a todos el amor misericordioso del Señor. Por favor, rezan también por mí. De todo corazón les bendigo a todos.
Fraternalmente. Francisco
***
Su Eminencia
cardenal Stanislaw Dziwisz
arzobispo de Cracovia
Tras regresar de mi visita pastoral a Cracovia, durante la cual tuve la ocasión para expresar mi agradecido recuerdo de mi venerado predecesor san Juan Pablo II, de vivir momentos de profunda comunión con su comunidad diocesana, y de experimentar el entusiasmo de la fe de la inmensa multitud de jóvenes venidos de diferentes continentes, deseo expresar a usted, a los sacerdotes, las personas consagradas y a toda la comunidad diocesana mi sincero agradecimiento por la cálida acogida en su casa, y por la gran bondad que han mostrado a mí y a mis colaboradores. El recuerdo de las emocionantes celebraciones litúrgicas, caracterizadas por la participación profunda y animadas por una fe viva, todavía siguen siendo muy presente en mi corazón.
Da las gracias a Usted, al personal de la Oficina arquidiocesana, a todos sus colaboradores, y las personas que han trabajado para garantizar el buen funcionamiento de estos días inolvidables de fe y oración. Agradezco también el profundo afecto por el Sucesor de Pedro, expresado por varios círculos eclesiásticos y civiles, así como por los fieles: todo esto es un signo de amor a la Iglesia, en la estela de la afección perpetua y reverencial para el Papa Juan Pablo II.
Alentando a la Arquidiócesis de Cracovia de seguir con perseverancia en su camino y a dar constantemente testimonio de la misericordia de Dios, pido, por intercesión de María, al Señor una abundancia de dones y gracias para Usted y para todas las personas encomendadas a Su solicitud pastoral, especialmente para los jóvenes, para que puedan crecer en un compromiso cada vez más sólida al Evangelio. Con estos sentimientos, les pido también que recen por mí, y a todos doy una vez más la Bendición Apostólica. Fraternalmente, Francisco


San Salvador: avanza el proceso de beatificación del jesuita mártir Rutilio Grande García
Posted by Sergio Mora on 22 August, 2016



(ZENIT – Roma).- Está avanzando a nivel diocesano, el proceso diocesano para la beatificación por martirio del sacerdote salvadoreño, el jesuita Rutilio Grande García, quien fue colaborador y amigo de monseñor Romero cuando era arzobispo de San Salvador.
Lo informó Radio Vaticano precisando que el padre Rutilio fue asesinado el 12 de marzo de 1977, tres años antes que monseñor Romero, cuando se dirigía a su parroquia para celebrar misa y que Mons. Vincenzo Paglia es el postulador de la causa.
Monseñor Paglia indicó que espera que el proceso de beatificación del padre Rutilio Grande pueda progresar rápidamente y que por el momento ya se ha iniciado la etapa diocesana. Explicó además que el padre Rutilio, profesor universitario, eligió vivir con los campesinos en un pequeño pueblo, y a eso dedicó su vida. Gran amigo de Romero, sin duda es uno de los testimonios que tocó el corazón del Arzobispo de San Salvador.
De otro lado, el Año Jubilar por Monseñor Óscar Arnulfo Romero, inició el 15 de agosto con una misa solemne en la capital metropolitana de San Salvador, el cual terminará el mismo día del año próximo, con ocasión del centenario del nacimiento del beato.
“No hay duda de que Romero es testigo de un cristianismo fuerte, popular en el sentido profundo del término, incluso en nuestros días. Ya lo había intuido la Iglesia Anglicana cuando en el año 2000 incluyó a Romero entre los diez santos mártires de 1900; lo intuyó Naciones Unidas que eligió el 24 de marzo — fecha de su muerte– como día de la defensa de la libertad y de los derechos y lo intuyeron millones de cristianos que en todo el mundo lo consideran el santo mártir contemporáneo” indicó Mons. Paglia.
La figura de Romero supera cada vez más las fronteras latinoamericanas y fue incluido en la lista de quince testigos para una campaña por la libertad religiosa que promovieron los obispos de Estados Unidos.
Ante la pregunta de si será largo el proceso del beato Romero, Monseñor Paglia explicó que fue beatificado por martirio. De modo que es necesario un comprobado milagro por su intercesión. Señaló algunos casos de curaciones que se espera uno más sólido.


Perú: seminario para consagrados y laicos con el lema ‘Misericordiosos como el Padre’
Posted by Redaccion on 22 August, 2016



(ZENIT – Roma).- La Conferencia Episcopal Peruana realizará del 23 al 25 de agosto próximo, un seminario con el lema “Misericordiosos como el Padre”, como parte de las celebraciones por el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco.
El Jubileo de la misericordia, también llamado Año de la Misericordia, se realiza durante el Año Santo Extraordinario que comenzó el 8 de diciembre de 2015 y concluirá el 20 de noviembre de 2016. Se celebra así el quincuagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II.
El congreso que se realizará en Lima con el lema “Misericordiosos como el Padre”, está dirigido a sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, catequistas, docentes, agentes pastorales y público en general, tendrá lugar en el auditorio del Centro de Formación en Salud “San Camilo”, ubicado en la Av. Brasil 231.
Los principales temas estarán a cargo de obispos del Perú, como Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, OFM., arzobispo de Trujillo; monseñor Daniel Turley Murphy, OSA., obispo de Chulucanas; y monseñor Pedro Barreto Jimeno, SJ., arzobispo de Huancayo; quienes centrarán sus ponencias en tres temas importantes: “Jesucristo, rostro de la Misericordia”, “Una Iglesia Misericordiosa”, y “Una Iglesia Samaritana”. También se contará con la distinguida participación de panelistas del mundo religioso, académico, político y social.


Río de Janeiro: El cardenal Baldisseri bendice una capilla de Fátima
Posted by Redaccion on 22 August, 2016



(ZENIT – Roma).- Mientras en Río de Janeiro se realizaban las olimpiadas, el cardenal Lorenzo Baldisseri colocó el 12 de agosto la primera piedra de capilla destinada a la adoración perpetua del Santísimo Sacramento, que será edificada en el santuario de Nuestra Señora de Fátima “por el Papa, por su servicio a la Iglesia y sus intenciones a Nuestra Señora”.
Lo escribe el diario vaticano L’Osservatore Romano, explicando que el cardenal fue nuncio apostólico en Brasil del 2002 al 2012 y que ha sido llevado a la iniciativa por la asociación Tarde com Maria que se ocupa del santuario.
“He sabido con placer que el papa Francisco, en ocasión del viaje apostólico del 2013, visitó la residencia ‘Assunzione‘ y al saber que en este lugar cada jueves se realizaba la adoración eucarística por sus intenciones, pidió que recen por él cada día.
De este pedido del Pontífice nació la idea de la capilla destinada a la adoración perpetua. El cardenal recordó que el Santo Padre pide habitualmente que recen por él, y “en este santuario mariano que ahora es también eucarístico, ustedes han tomado seriamente dicha solicitud, con vuestro empeño diario de apoyar con la oración y adoración, el ministerio del sucesor de Pedro” dijo.
En la homilía de la misa el purpurado señaló la inminente conmemoración del primer centenario de las apariciones de Fátima ocurridas en 1917, y que ahora en Río se construirá la primera réplica en el mundo de la capilla de Cova de Iría, donde María se apareció a los tres pastorcitos “Lucía, Jacinta y Francisco, para dirigir a la humanidad una invitación a la conversión”.
Refiriéndose a la liturgia del día, el cardenal Baldisseri subrayó la palabra ‘alegría’, de la que el Santo Padre habla desde el inicio de su pontificado, que da el nombre a la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, y que retoma en la Amoris laetitia, documento dedicado a la familia, al concluir los dos años del camino sinodal sobre el tema. Señaló que la alegría es una característica del cristiano, y añadió que “la alegría es lo que vuelve famoso en todo el mundo al pueblo brasileño, un pueblo extraordinario que recuerdo con cariño y al cual he quedado muy relacionado”.


Santa Rosa de Lima – 23 de agosto
Posted by Isabel Orellana Vilches on 22 August, 2016



(ZENIT – Madrid).- Nacida en Lima, Perú, el 20 de abril de 1586, sufrió por su belleza a la que debía el nombre de Rosa, aunque en el bautismo se le impuso el de Isabel. Fue una india que mecía su cuna quién un día reparó en la finura de sus facciones, su tez blanca que realzaba el sonrosado color de sus mejillas enmarcando el ovalo de un rostro coronado por rubios cabellos, y decidió llamarla como la flor. Con el tiempo completó su atractivo una espigada estatura. Pertenecía a una familia numerosa compuesta por trece hermanos, que se trasladó a Quives por motivos laborales del cabeza de familia, un portorriqueño que trabajaba en un oficio relacionado con el refinamiento de la plata.
Recibió la confirmación de manos del arzobispo de Lima, santo Toribio de Mogrovejo y en ese momento ratificó el nombre de Rosa sin que nadie lo hubiese mencionado antes, ya que por él era conocida la joven. Más tarde, ella confió a un dominico que hubiera preferido ser denominada por el de pila, ya que Rosa aludía a la hermosura, de la que tendía a huir. Él le hizo ver que su alma era una rosa de la Virgen, y como tal debía custodiarla. A partir de entonces llevó gozosa el de Rosa de Santa María que ofreció a Nuestra Señora del Rosario ante cuya imagen solía orar cuando acudía a la iglesia de santo Domingo.
De todos modos, durante años hizo todo lo posible para que la belleza con la que estaba adornada no fuese objeto de atención y tropiezo ni para ella ni para nadie. Ideó diversas formas para desembarazarse de ese ornato natural que recuerdan a prácticas de mortificación clásicas en un periodo de la historia de la ascética. Se clavaba una horquilla en la cabeza para castigar su vanidad, se aplicaba ungüentos corrosivos en las manos para afearlas, se cubría el rostro con un velo tupido, o bien se cortaba los hermosos cabellos de raíz por el hecho de verlos ensalzados. Al final, aunque estos actos le ayudaban a progresar espiritualmente, comprendió que ese no era el camino; que todo sacrificio y mortificación era vano si no hacía entrega cabal de los defectos que le dominaban, como su orgullo. Vio la sutileza y el peligro que puede quedar agazapado también en ciertos ejercicios de ayuno. Así que, puso todo su empeño en dominar sus pasiones, ejercitándose en la vivencia de las virtudes. Aceptó humildemente las indicaciones paternas, y aún contrariándole y sabiéndose incomprendida las asumió con toda humildad y paciencia. Solamente las contravino en lo que era sagrado para ella: su voto de plena consagración a Dios. Su familia insistía para que contrajese matrimonio, incluso fue cortejada por jóvenes de la alta sociedad limeña, pero mucho antes ya había labrado el huerto, bordaba para ayudar económicamente a la familia y aceptaba las dificultades del día a día, todo con afán de agradar a su amado; era a lo que su espíritu tendía.
Desde niña rezaba a la Virgen con auténtica devoción. En una ocasión en la que se encomendaba a Ella, entendió que el Niño Jesús le decía: «Rosa, conságrame a Mí todo tu amor». No lo olvidó ni un instante. Su ideal de santidad, junto a Santo Domingo, era santa Catalina de Siena a la que eligió como modelo para su vida. A los 25 años se comprometió como terciaria dominica. Era muy inteligente. Poseía gran agudeza espiritual, como revelaron los testigos de su proceso. Sus escritos rezuman la hondura mística que jalonó su vida. Supo reflejar admirablemente los peldaños del ascenso espiritual que marcaron su trayectoria, incluidos quince años de aridez. Vivió centrada en la oración y las mortificaciones: ayunaba casi a diario, se abstenía de beber, dormía sobre un lecho de tablas con un palo como almohada, etc. Su morada era una humilde cabaña que erigió en el huerto familiar con ayuda de su hermano Hernando. Y la disciplina que puso sobre la cabeza, una cinta de plata que simulaba una corona de espinas, ya que estaba conformada nada menos que con 3 hileras de 33 puntas; desde que se la colocó la mantuvo hasta el fin de sus días. Su atuendo era una túnica blanca, un manto y velo negros.
Fue paciente, comprensiva y misericordiosa con todos los que la vituperaron y se burlaron de ella. Auxiliaba a los pobres, indígenas, mestizos, y enfermos, a los que atendía en su casa y les animaba a convertirse. Prestó gran ayuda a san Martín de Porres en su acción caritativa. Tanto amor se traslucía en su rostro y en sus palabras. El Domingo de Ramos de 1617, unos meses antes de morir, en la capilla del Rosario se produjo su «desposorio místico». No le dieron la palma que esperaba llevar en procesión. Y temiendo que fuese debido a alguna ofensa contra Dios que hubiera podido cometer, se postró ante la imagen de María. Entonces el Niño Jesús le dijo: «Rosa de Mi Corazón, Yo te quiero por Esposa». Ella respondió: «Aquí tienes Señor a tu humilde esclava. Tuya soy y Tuya seré».
Al igual que le sucedió a otros santos, también Rosa fue interrogada por la Inquisición que no pudo alegar nada en contra de ella, puesto que solo apreciaron su excelsa virtud. Fue adornada con dones de penetración de espíritus y profecía. Vaticinó la fundación del monasterio de Santa Catalina de Siena con todo lujo de detalles, la fecha de su muerte y el ingreso de su madre en un monasterio, hecho que se produjo tiempo después de su fallecimiento. La última etapa de su vida la pasó en casa de Gonzalo de Massa, un hombre destacado del gobierno virreinal que la acogió como a una hija. Allí se reunían en torno a ella personas de lo más granado de la sociedad limeña a las que evangelizaba. En ese lugar se erigió después el monasterio que lleva su nombre. Rosa sufrió un ataque de hemiplejía, y cuando su salud se agravó, musitaba: «Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor». Murió a los 31 años con fama de santidad el 24 de agosto de 1617. Clemente IX la beatificó el 15 de abril de 1668. Y Clemente X la canonizó el 12 de abril de 1671.