Tribunas

El General del General

José Francisco Serrano Oceja

Los jesuitas están en un proceso de discernimiento institucional. Se acerca la Congregación General que elegirá nuevo Prepósito, el General de la época de Francisco, por no decir en sentido amplio y no solo propio, el General de Francisco, que siendo Papa es, de forma figurada, el General del General. 

En la carta que Adolfo Nicolás envió a los jesuitas convocando la Congregación General 36, que se iniciará el próximo 2 de octubre, recordaba que había llegado al convencimiento “personal de que he de ir dando los pasos para presentar mi renuncia a una Congregación General”. 

Ahora nos deja un largo testimonio como testamento público en una entrevista al portavoz omnisciente P. Spadaro en las revistas más influyentes de la Compañía de Jesús. 

Sin lugar a dudas es un texto interesante que hay que leer varias veces. Máxime en lo referido a la relación de la Compañía con el pontificado del primer Papa jesuita que, al ser una novedad en la historia, está configurando, y va a configurar, tanto las relaciones de la Compañía de Jesús con el papado como las del nuevos Prepósito General con el sucesor de Pedro.

Máxime si tenemos encuentra la historia, y la trayectoria como jesuita, del papa Francisco. Hay quien afirma que parece que el pasado de esa intensa vida institucional se ha borrado, y que el Papa siempre actúa desde el “novum” de la fuerza de su ministerio. Aún así el Papa está configurado en la escuela de san Ignacio y eso se nota, y mucho. Es por tanto un hijo fiel de la Compañía con ideas muy claras de cuál debe ser el servicio que los jesuitas deben prestar al mundo y a la Iglesia y cuál el de la configuración personal de cada miembro.

En la entrevista del P. Nicolás, insiste en que “habiendo ya sucedido lo improbable, la elección de un Superior General bajo el pontificado del papa Francisco, jesuita él mismo y por tanto buen conocedor de la Compañía, adquiere un significado especial. Debo decir que se ha mostrado muy respetuoso con las Constituciones y muy en sintonía con el modo de proceder de la Compañía de Jesús, que es el suyo”.

Pero también apunta, de forma muy significativa, que “espero también que el Papa se dirija a la Congregación y le presente sus sentimientos y sus preocupaciones”.

 

José Francisco Serrano Oceja